►Título original: Shuggie Bain
►Traducción: Francisco González López
►Año: 2020
►Edición: Sexto Piso (2021)
►Páginas: 516
Galardonado en 2020 con el Man Booker Prize, el debut literario de Douglas Stuart (Glasgow,
1976) es una de esas novelas necesariamente dolorosas que deberían llevar advertencia de
contenido en la cubierta. No hay forma humana de narrar la adicción sin detenerse de manera
escrupulosa en sus inhumanas consecuencias, y por eso cualquiera que desee adentrarse en
Historia de Shuggie Bain hace bien en abrocharse el cinturón y dejarse los reparos en la puerta. Con el crudo y demoledor conocimiento que solo la experiencia propia parece proporcionar,
Douglas Stuart elabora una suerte de novela de formación donde el alcoholismo recalcitrante de
su madre y el estigma de los abusos sexuales se convierten en el despiadado molde del
protagonista.
Al abrigo de una ciudad gris y depauperada, arrasada por las políticas de Thatcher y el
declive del sector industrial, Shuggie crece en el núcleo de una familia desestructurada, formada
por una madre que se ahoga en la más absoluta falta de ambición y un padre pendenciero y
manipulador que es incapaz de controlar sus impulsos carnales. Para Agnes Bain, divorciada de
su primer marido y con tres hijos a su cargo, la búsqueda del amor en brazos de un hombre se
solapa con la de un sustento que asegure su futuro. Frustrada por un horizonte de oscuras
perspectivas en ambos terrenos, Agnes deambula por la vida como un barril de pólvora a punto
de explotar. Así, Historia de Shuggie Bain se convierte muy rápidamente en la historia de
Agnes y de su desolador naufragio vital, puede que en la historia universal de quienes entierran
la precariedad, la soledad y el trauma en el fondo de una botella.
Como quien salta de un edificio en llamas, Agnes huye de su fatídica realidad
precipitándose hacia una espiral autodestructiva y poblada por todo tipo de seres grotescos,
desde abyectos pedófilos hasta vecinas entrometidas que defienden como lobas su territorio
conyugal. En Historia de Shuggie Bain, Stuart refleja sin medias tintas el infierno y las miserias
de la adicción, y cómo repercute no solo en quien la padece, sino en quien la soporta.
Contrastando con la desgarradora angustia existencial de Agnes, Shuggie destaca por su
conmovedora sensibilidad y su abnegado amor filial, al que se acoge con determinación con el
propósito infantil de permanecer junto a su madre incluso en las más terribles profundidades.
Por si fuera poco, su carácter afeminado le granjeará todo tipo de insultos, amenazas, vejaciones
y, en general, el desprecio de un mundo inmoral que subyuga el más mínimo atisbo de bondad.
Dura, contundente y narrada a corazón abierto, Historia de Shuggie Bain es una estupenda y
muy sólida primera novela que deja ver trazas de un prometedor talento.
«Agnes no sabía qué responder. Tantos años de alcohol te crean inseguridad. La gente te hace siempre la misma pregunta. ¿Te acuerdas de aquella noche, cuando hiciste esto o aquello? Acabas perdiendo tu propia noción de la realidad. Las cosas que Agnes olvidaba podían ser pequeñas e insignificantes, pero también épicas e infames.»
PUNTUACIÓN: ★★★☆
El de Stuart es un caso curioso, ya no solo porque fuera diseñador de moda, si no porque a diferencia de la mayoría de libros de debut que nos suelen llegar y que son hiperpromocionados incluso antes de publicarse, Shuggie Bain fue rechazado por muchísimas editoriales (tantas que su agente dejó de mencionarle los rechazos para que no se desanimara).
ResponderEliminarLos comentarios que he leído son muy positivos, pero yo necesito estar con el estado de ánimo correcto porque también me han dicho que es una novela muy dura