Penelope Mortimer - Papá se ha ido de caza

jueves, 5 de julio de 2018


«Las mujeres no comparten esta aquiescencia. Como pequeños icebergs, mantienen su cara despierta y rutilante por encima del agua; bajo la superficie, sumergida a muchas brazas de ociosa profundidad, retienen su propia personalidad».


Título original: Daddy's Gone A-Hunting
Traducción: Alicia Frieyro
Año: 1958
Editorial: Impedimenta
Páginas: 320


En Papá se ha ido de caza —inédita hasta el momento en castellano— la escritora británica Penelope Mortimer adelanta temas que volverían a ser objeto de estudio en su siguiente y más conocido trabajo, El devorador de calabazas. Ambas novelas coinciden en ofrecer una perspectiva opresiva y deprimente de la vida doméstica, una visión que retrata a sus respectivas protagonistas femeninas como auténticas mártires narcotizadas por la soporífera cotidianidad y una aplastante falta de estímulos. 

En esta situación límite encontramos a Ruth Whiting nada más comenzar la novela de Mortimer, quien no tuvo más que recurrir a su propia biografía para encontrar espantosos episodios de esclavitud conyugal. El progresivo deterioro emocional de Ruth, que comienza a mantener conversaciones consigo misma para combatir el sepulcral silencio de la casa, acontece ante la indiferente complicidad de amigos y conocidos. Sin embargo, cuando descubre que su hija adolescente se ha quedado embarazada de un compañero de estudios al que en el fondo desprecia, Ruth encontrará motivos más que suficientes para intentar escapar de su alienante rutina. 

Abocada a un matrimonio infeliz por culpa de un embarazo no deseado, Ruth contempla ahora cómo el fruto de su vientre debe enfrentarse a la misma decisión que ella: tener el bebé o no. Penelope Mortimer aborda así una interesante conversación en la que se ponen de manifiesto las consecuencias que sufren las mujeres al vivir bajo la supremacía masculina y ver tanto sus necesidades como sus expectativas relegadas a una posición donde no supongan estorbo alguno para las aspiraciones de cuantos hombres las rodean. Su estilo conciso y mordaz sirve como soporte idóneo a las incisivas observaciones de Penelope Mortimer sobre cuestiones como el aborto, la maternidad y el precario papel de la mujer en la sociedad británica de la época.

Papá se ha ido de caza es, sin duda alguna, un texto crudo y revolucionario para su tiempo, un relato estremecedor, no tanto por sus formas, sino por las terribles implicaciones de lo que cuenta. Penelope Mortimer describe la sordidez del horror a pequeña escala con una impasibilidad que asusta. Su astucia narrativa consigue destapar la villanía de los gestos bienintencionados y desenmascara la doble moralidad de un entorno que quiere aparentar la más absoluta pureza mientras la suciedad se acumula en sus quirófanos clandestinos. A pesar de este escenario desolador, el vínculo entre madre e hija se estrecha con una intensidad que solo un trauma compartido parece permitir. Y esa es, quizá, la luminosa culminación de una novela sombría donde, paradójicamente, nada escapa al escrutinio masculino pero todo ocurre cuando papá mira para otro lado. 

PUNTUACIÓN: ★

 
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