ISBN: 9788466315128
Sinopsis
En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece sólo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro.
¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?
Opinión
¿Quién no ha recibido alguna vez un correo extraviado, una llamada destinada a otra persona o un mensaje de texto enviado por error? Yo sí. En el mejor de los casos, notificas la incidencia y en poco tiempo, todo resuelto. Algunas veces, este tipo de equívocos sirven para provocar escenas completamente surrealistas o conversaciones sacadas de contexto, después de lo cual te sueles echar unas risas mientras se lo explicas a tus amigos.
Contra el viento del norte comienza de manera similar, cuando
Leo Leike empieza a recibir correos cada vez más urgentes de una tal Emmi donde le pide que cancelen su suscripción a cierta revista. Extrañado al principio, Leo decide ignorar los mensajes de Emmi, pero ante la insistencia inagotable de la mujer, Leo le informa de que no está hablando con la persona adecuada.
A partir de entonces se establece entre Leo y Emmi una relación de correspondencia casi diaria en la que a través de Internet
intentan descubrir cada vez más cosas el uno del otro. Al no haberla visto nunca, Leo encuentra en Emmi una compañera idónea sobre la que volcar sus más profundos sentimientos acerca de su vida íntima, sus constantes conflictos conyugales y su trabajo como investigador universitario. Por su parte, Emmi, mostrándose casi siempre incisiva, mordaz, sarcástica e inmiscuyéndose descaradamente en los aspectos más personales de Leo, hace mucho tiempo que no disfruta tanto conversando con un hombre, pues su marido y los hijos de este ocupan casi todo el tiempo libre del que dispone.
"Escríbeme, Emmi. Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente. Emmi, Emmi, Emmi."
La premisa de la que parte
Contra el viento del norte quizá no es nueva, pero Glattauer ha hecho que funcione a las mil maravillas gracias a la sobriedad de su puesta en escena y a
unos personajes muy bien moldeados, incorregibles, llenos de recovecos que el lector está invitado a explorar. Uno de sus rasgos más interesantes de la novela es que se trata de una recopilación íntegra de los mensajes que a lo largo de los meses se van intercambiando Emmi y Leo, muchos de los cuales apenas ocupan un par de frases, por lo que el argumento se va desarrollando página tras página
a una velocidad de vértigo, pero sin que en ningún momento tengamos la sensación de estar ante una trama precipitada o situaciones que solo tengan como objetivo hacer germinar la semilla del amor entre ambos personajes.
En esta novela hasta el más pequeño detalle
está cuidado de forma exquisita y con un gusto particularmente bueno en lo que a literatura se refiere. No encontraremos en todo el libro extensas descripciones, ni asistiremos a ningún monólogo interior dedicado a profundizar en el debate que se plantean los protagonistas, sino que el estilo narrativo de Glattauer permanece fiel a los preceptos sobre los que se sostiene el planteamiento de la obra, un estilo rápido, frenético y efímero que
renueva de forma refrescante el género epistolar y que hace honor a este mundo dominado por las nuevas tecnologías. El resultado de todo este esfuerzo es una historia absorbente a un grado casi enfermizo, una obra apasionante sobre dos seres afines que a pesar de no haberse visto nunca, logran alcanzar un nivel de conexión envidiable.
"Te diré algo más, Leo. Durante esta semana de vacaciones familiares en la nieve, a veces fastidiosa, pero en conjunto fantástica, tranquila, armónica, divertida y por momentos hasta romántica, no pude dejar de pensar continuamente en ese desconocido oso gris llamado Leo Leike. Eso no está bien. Es enfermizo, ¿verdad?
¿No deberíamos dejarlo?, te pregunta,
Emmi"
Por supuesto, al igual que en toda pareja, entre Leo y Emmi no tardan en surgir los problemas. La curiosidad innata de la especie humana les lleva a determinado punto de su relación en la que
se sienten insatisfechos por no poder verse y mantener una agradable conversación cara a cara, pero también son conscientes que de producirse un encuentro entre ambos, se perdería toda la magia del anonimato, desaparecerían los Leo y Emmi desconocidos e idealizados y su excelente amistad no tardaría en verse reducida a la más absoluta nada. Una de las cosas que más me han gustado de la novela es sin duda la
relación que surge entre los protagonistas, pues desde un primer momento se nos hace entender que no hay posibilidad de romanticismo ninguno al estar Emmi felizmente casada, con una vida ordenada en todos los aspectos y además, muy satisfecha de ello.
Sin embargo,
Contra el viento del norte nos enseña que no todo es como lo imaginamos,
que a veces es posible enamorarse de una sombra al otro lado de la pantalla, que lo virtual, en ocasiones excesivamente infravalorado, casi siempre calificado como falso o artificial, puede llegar a ser para nosotros mucho más valioso que las cosas tangibles, sin importar las personas que se pongan de por medio. Sobra decir que
Contra el viento del norte me ha parecido una obra impresionante, un pequeño gran libro que hasta ahora me había pasado desapercibido y que no logro entender por qué no había caído antes en mis manos. La tensión sexual que se respira en los últimos capítulos,
la gran cantidad de emociones que te invaden durante su lectura, la inimitable caracterización de los personajes y la capacidad que tiene Glattauer para encogerte el corazón hasta su sorprendente final, hacen que esta novela se convierta para mí en una de las mejores del año. Estoy ansioso por descubrir qué más nos tiene preparado el escritor austríaco, pero de momento lo único que puedo hacer es recrearme en las mejores escenas del libro, sentado frente a una ventana mientras me da de lleno ese fantástico viento procedente del norte.
Puntuación
Contra el viento de norte