Lo que dijo Harriet, Beryl Bainbridge
Impedimenta - 240 páginas - ★★½
Las buenas intenciones, Amity Gaige
Salamandra - 288 páginas - ★★★
Ritos funerarios, Hannah Kent
Alba Editorial - 368 páginas - ★★★
Nobles y rebeldes, Jessica Mitford
Libros del Asteroide - 318 páginas - ★★★½
Impedimenta - 240 páginas - ★★½
Existe una etapa en el período de crecimiento humano que parece ser propicia para la maquinación de fechorías y travesuras varias. Una tendencia, en muchos casos resulta hasta perturbadora, que suele alcanzar cotas delictivas cuando se tiene la suerte de poseer un compañero de juegos dispuesto a convertirse en tu cómplice silencioso. Sin ir más lejos, las dos jóvenes protagonistas de Lo que dijo Harriet obedecen a este siniestro perfil psicológico que resulta de circunscribir a la esfera adolescente comportamientos y ambiciones propios de edades más tardías. En efecto, el amor no es un pasatiempo apto para todos los públicos, pero no nos debemos de extrañar si la anónima narradora que pone voz a la novela de Beryl Bainbridge describe y analiza con impropia minuciosidad la magnitud de sus más oscuros anhelos. Cual núbiles lolitas de aspecto cándido, pero sin una pizca de escrúpulos en realidad, ella y su manipuladora amiga Harriet pasarán unas inolvidables vacaciones de verano trazando el mapa de su sexualidad floreciente; un plan cuya consecución exitosa pasa por embelesar a un infeliz hombre casado al que apodan el Zar y hacerle sucumbir ante sus recién descubiertos encantos. Dicho así, pudiera parecer que estamos ante una historia cuando menos rocambolesca, impúdica y provocativa, pero lo cierto es que esta novela, basada en un caso real que conmocionó a la sociedad inglesa de su época, no ha conseguido transmitirme ese carácter transgresor y subversivo que en principio prometía. La perversa y venenosa relación que existe entre amabas protagonistas es sin duda lo mejor de una obra que destaca sobre todo por su lenguaje refinado y su exquisita capacidad de insinuación, más bien que por su discutible repulsividad. No obstante, me ha gustado leerla, tiene momentos realmente brillantes por los que merece recibir una oportunidad.
Las buenas intenciones, Amity Gaige
Salamandra - 288 páginas - ★★★
Aunque trata temas complicados y de difícil aproximación, esta estupenda novela de Amity Gaige ha sabido transmitirme muy buenas sensaciones durante su lectura. La escritora norteamericana nos sitúa en Las buenas intenciones en la piel de un hombre llamado Eric Kennedy que, ya desde la cárcel, le escribe un larga confesión a su exmujer relatando los motivos que le llevaron a secuestrar a la hija de ambos, de solo seis años, y emprender con ella un último viaje desesperado con el que saciar su instintivo sentido protector. Además de eso, la novela contiene numerosos episodios de la vida de Kennedy que ayudan enormemente a explicar su, en ocasiones, incomprensible comportamiento, su disociación con los valores norteamericanos tradicionales, sus profundos problemas de identidad y el inevitable decaimiento de su relación con Laura, la madre de su hija; todo ello a través de un sugerente juego narrativo donde entran en acción los maleables recuerdos de su protagonista. Emotiva, evocadora, sincera, apasionada... Las buenas intenciones se debate entre un entrañable tono paternalista y otro más mordaz y cáustico, idóneo para cuando su protagonista afila la lengua en materia de tectónica familiar. Sin embargo, en ambos casos Amity Gaige sabe sacar lo mejor de una historia simple, cotidiana hasta la médula y que podría haberse quedado en la más absoluta mediocridad, para ofrecernos en lugar de eso una novela sólida, madura, en la que merece la pena invertir unas cuantas horas. Yo lo hice y la verdad es que me ha dejado bastante satisfecho.
Ritos funerarios, Hannah Kent
Alba Editorial - 368 páginas - ★★★
Inspirándose en la historia real de Agnes Magnúsdóttir, la última mujer que fue ejecutada en Islandia allá por el siglo XIX acusada de participar en un doble homicidio, Hannah Kent ha escrito una novela realmente descorazonadora que vira hacia el lado más inhóspito y sombrío de la naturaleza humana. Brillante y tétrica a partes iguales, Ritos funerarios supone una reconstrucción ficticia (pero muy bien documentada) de los últimos días de la vida de Agnes, gracias a la cual podremos conocer de primera mano el angustioso y opresivo rechazo del que era objeto por parte de sus inmisericordes coetáneos, así como los recurrentes remordimientos que atormentaban su conciencia. Por otro lado, la novela narra los ímprobos esfuerzos de un joven sacerdote que se ha propuesto ayudar a Agnes a alcanzar el arrepentimiento a través de estériles conversaciones de índole espiritual. Sin embargo, como poco a poco iremos aprendiendo, no es Agnes la más interesada en evitar un hipotético tormento eterno, sino que esta mujer apasionada y tozuda a partes iguales prefiere comprender y aceptar el dolor actual. En ese sentido, Ritos funerarios constituye una soberbia reflexión sobre temas como la muerte, el sentimiento de culpa o la salvación del alma. Una obra lírica, arriesgada (no todas las partes de la novela son igual de exitosas) y repleta de matices que logra conservar en todo momento la inconfundible huella de su personalidad nórdica, además de penetrar en el interior de sus personajes hasta las capas más profundas, tal y como se adentra la escarcha por los serpentinos resquicios de un terreno agrietado. Bastante entretenida y recomendable.
Nobles y rebeldes, Jessica Mitford
Libros del Asteroide - 318 páginas - ★★★½
Para quien a estas alturas aún no lo sepa, la extremadamente peculiar familia Mitford constituía a principios del siglo pasado uno de las clanes aristocráticos más influyentes y respetados del establishment británico, un reputado linaje no exento de ciertas tribulaciones que llegó a ocupar largos reportajes en las crónicas de sociedad y a ser reconocido en terreno internacional por los espectaculares escándalos que protagonizaban sus irreverentes hijas. En Nobles y rebeldes, es la propia Jessica Mitford (quinta en orden de prioridad) quien nos cuenta a modo de memorias sus entrañables años de niñez y adolescencia en el seno de tan excéntrica familia. La camaleónica relación que mantenía con cada una de sus hermanas, su enconado desprecio hacia un sistema de educación arcaico, anquilosado y retrógrado que dejaba el progreso académico muy lejos del alcance de las mujeres o su apasionante entrada y posterior ascenso en la escala social inglesa son solo algunos de los temas que Jessica aborda en su libro desde una perspectiva fascinante, irónica y por momentos desternillante. Sin llegar en ningún punto a resultar abrumador, Nobles y rebeldes también ejerce un inevitable repaso al efervescente mapa político que se estaba gestando durante los convulsos años previos a la Segunda Guerra Mundial y describe el modo en que los distintos miembros de la familia se vieron obligados a adoptar ciertas medidas estratégicas en función de si su ideología era afín o no al imparable ascenso del régimen nazi. Pero, sin duda, lo mejor de esta maravillosa obra (si bien a partir de la segunda mitad pierde un poco de su lustre inicial) es dejarse hipnotizar por la cadenciosa voz de Jessica Mitford, el arrebatador desparpajo con el que ridiculizaba todo tipo de convenciones y normas de protocolo, y disfrutar con la gran cantidad de experiencias y anécdotas únicas que experimentó en sus primeros años de vida. O en otras palabras: ya estáis tardando en haceros con él.