Así, como quien no quiere la cosa, ya hemos dado carpetazo a los seis primeros meses del año. ¿Qué rápido, no? Ahora ha llegado el momento de echar la vista atrás y 1) llorar por esos dos meses durante los que no leí prácticamente nada, 2) escoger una pequeña selección de los mejores libros que han pasado por mis manos desde que comenzó este 2016, 3) encerrarse en una cámara frigorífica con los miembros del #Tochogate hasta que pase el caloret. ¿Variará mucho la presente lista de aquí a diciembre? Probablemente, teniendo en cuenta que en nada se anuncian los aspirantes al Man Booker Prize y que poco después se nos viene encima la susodicha rentreé (porque no solo de anglicismos vive el hombre) con un buen puñado de novedades que ya espero como agua de mayo. En fin. Abróchense los cinturones. Promete ser un verano divertido.
1. Don DeLillo - Cero K
En el futuro inmediato concebido por DeLillo, una especie de compañía clandestina denominada la Convergencia ofrece la posibilidad a sus miembros, la mayoría de ellos enfermos terminales, de luchar contra la muerte reduciendo la temperatura de sus cuerpos hasta límites extremos. DeLillo es un gran maestro de la palabra y así lo demuestra en Cero K haciendo uso de un estilo sugerente y persuasivo, imbuido de una inconfundible personalidad tan estimulante como las meditaciones que se desprenden de la novela sobre el fin —o en este caso la postergación— de la existencia. Jeffrey Lockhart me ha parecido una voz protagonista contundente y repleta de matices, una revisión minimalista y algo desorientada del héroe clásico que, rodeado aquí de monjes, pasillos interminables, habitaciones oscuras e imágenes proyectadas de destrucción y barbarie, emprende la consabida gesta en busca del crecimiento y la iluminación interior. El resultado final es una obra brutal, gélida y desconcertante, falsamente aséptica, que lejos de provocar entumecimiento lo único que hace es despertar los sentidos a golpe de revelaciones.
2. Neal Stephenson - Seveneves
¿Qué pasaría si de repente un día la Luna estallara en siete pedazos? Esa es la pregunta a la que Neal Stephenson trata de responder con todo lujo de detalles a lo largo de Seveneves, una suerte de odisea espacial sin precedentes que, a pesar de su densidad y alto grado de explicaciones científicas, mantiene casi en todo momento un ritmo sencillamente frenético. Aunque existe un marcado contraste entre su tercera parte y las dos primeras, Seveneves es en su conjunto una novela extremadamente ambiciosa, arriesgada y tremendamente imaginativa que hace méritos para convertirse en uno de esos títulos de obligada lectura para cualquier aficionado a la ciencia ficción.
Tomando como punto de partida el intento de asesinato al que sobrevivió Bob Marley en 1976, el escritor jamaicano Marlon James reconstruye con apabullante maestría el verdadero terremoto político y social que sacudía el país en la década de los 70. Ganadora del Premio Man Booker 2015, Breve historia de siete asesinatos es una brutalísima y descomunal radiografía de toda una nación y una época sumidas en la más absoluta decadencia; un despiadado retrato coral repleto de violencia, sexo y reggae que te deja en cada página con la mandíbula por los suelos. Pocas veces un libro me ha transmitido tal nivel de intensidad, pasión y desparpajo, pero la adaptabilidad sin límites de Marlon James consigue transformar esta novela en mucho más que un simple montón de páginas. Esta novela es un palpitante y clamoroso trozo de vida.
Novela sorprendente y oscura donde las haya, en ningún momento invita a intuir todo lo que esconde bajo sus fértiles cimientos. Como su propio nombre indica, para disfrutar de Subsuelo no hay que reparar en lo evidente, en lo que destaca, sino en aquello que serpentea y se arrastra por los niveles inferiores del canal comunicativo. Luján posee una voz única, muy personal y que denota experiencia en el arte de contar historias. Aparte de haber creado unos personajes fascinantes y un clima bastante perturbador, el escritor argentino es capaz de efectuar una habilidosa transición entre la perspectiva de diferentes personajes y cautivar la atención del lector avanzando continuamente detalles de la trama que permanecen ocultos para los propios participantes. El resultado es una novela arrolladora, sobresaliente en muchos sentidos y de la que uno tarda en recuperarse.
El periodista estadounidense Jon Ronson ha pasado los últimos años de su vida investigando las misteriosas fuerzas que rigen los fenómenos de humillación pública y entrevistando a muchas personas que se han despedido para siempre del anonimato por culpa de un tweet desafortunado o una mentira que alguien saca a la luz. Además, trata de indagar, con una amplia variedad de argumentos históricos, morales y psicológicos, en las razones que sustentan este comportamiento medieval nuestro, resurgido de sus cenizas en la era tecnológica. El tema de por sí me parecía fascinante, pero Jonson lo desarrolla de una manera tan concienzuda, demoledora y elocuente que no puedes sino apartar la vista en ciertos pasajes y quedarte como un tonto mirando el infinito, dándole vueltas a los mecanismos que gobiernan la culpa, el arrepentimiento y la vergüenza con el objetivo de erradicar el poder que tienen sobre nosotros las opiniones de los demás. Es un libro revelador, adictivo y profundamente necesario en estos tiempos en los que la impunidad para vertir opiniones nocivas, la sobreexposición mediática y la facilidad que existe para llegar a un público mayoritario gracias a tecnologías como Youtube permiten la proliferación de casos muy similares a los que se relatan en el libro. Y yo, desde luego, no encuentro mejor remedio que estar prevenido ante ellos.
Todo aspecto de esta novela hace justicia a las magnitudes que en ella se manejan. Por mucho que suene a tópico, Simmons nos atrapa desde la primera página con una historia ambiciosa, absorbente y absolutamente trepidante que cautiva, como no tardamos en descubrir, por la enormidad de su calibre. El escenario, un planeta moribundo y distante que se ha convertido en el centro estratégico de distintas facciones interestelares en guerra. Y en mitad de esta situación límite, un variopinto grupo de siete peregrinos se disponen a desembarcar en Hyperion, epicentro del conflicto, con el objetivo de poner en marcha un antiguo rito religioso que los llevará hasta el Alcaudón, temible y misteriosa criatura legendaria que es venerada por muchos como un auténtico dios.
Suasión. Anacoretas y horologistas. Laberintos, manzanas doradas y vino negro a las tres del día del Estrella de Riga. Nada de esto tiene sentido para quien no haya entrado aún en el fascinante, poliédrico e imaginativo universo de Relojes de hueso. En su última novela traducida al castellano, Mitchell demuestra haber dominado con maestría el arte de esparcir piezas sobre el tablero que a primera vista no guardan relación entre sí. Sin embargo, la imagen surge cuando menos te lo esperas y lo hace para quedarse estableciendo conexiones imposibles en tu cabeza. Un paisaje absolutamente épico que versa en multitud de escenarios y voces sobre la vida y la muerte y de la interminable (¿o no?) lucha entre ambas. Y de una mujer, Holly Sykes, atrapada durante décadas en los intersticios de la batalla. Así pues, ¿qué decir de Relojes de hueso, aparte de que es una jodida maravilla? Haceos un favor y leedla.
La lectura de este libro no está exenta de cierto peligro. Su temática, obviamente, es un detonante que puede despertar los impulsos más irracionales por parte del lector. Pero es quizá el método de escritura que practica Rhodes, un brutal ejercicio de honestidad, ironía e intensidad visceral, lo que hace de Instrumental un auténtico hito en el terreno de las memorias. Puede que sea demoledor, incómodo, perturbador, sí, pero también es necesario. En Instrumental, James Rhodes consigue transformar la rabia, asco e indignación iniciales en un liberador relato que destila esperanza, agradecimiento y un incondicional amor por la música. Es un libro que, sin duda alguna, es capaz de dejar, no una huella, sino una profunda cicatriz. ¿Y no son estas las obras que más merecen la pena leer?
3. David Cronenberg - Consumidos
Consumidos es una laberíntica trama policíaca repleta de misteriosas lagunas, sorprendentes enlaces narrativos y, en especial, personajes absolutamente rocambolescos a los que me cuesta encajarles definición alguna. Una novela arriesgada, imprevisible, de múltiples conexiones ocultas y escenarios tan variopintos como París, Pyongyang o Japón, una historia inquietante que somete la imaginación del lector a un continuo estímulo de cargas sombrías. Esta negrura conceptual envuelve la narración con una pátina decadente, repulsiva, pero que además despierta tanto fascinación como perplejidad, no solo entre el público, sino también entre ambos protagonistas. Sin duda, muy peculiar, no apta, desde luego, para todos los públicos, aunque hará las delicias de todo aquel que se deleite en los aspectos más aterradores, turbios y siniestros de la naturaleza humana.
4. Marlon James - Breve historia de siete asesinatos
Tomando como punto de partida el intento de asesinato al que sobrevivió Bob Marley en 1976, el escritor jamaicano Marlon James reconstruye con apabullante maestría el verdadero terremoto político y social que sacudía el país en la década de los 70. Ganadora del Premio Man Booker 2015, Breve historia de siete asesinatos es una brutalísima y descomunal radiografía de toda una nación y una época sumidas en la más absoluta decadencia; un despiadado retrato coral repleto de violencia, sexo y reggae que te deja en cada página con la mandíbula por los suelos. Pocas veces un libro me ha transmitido tal nivel de intensidad, pasión y desparpajo, pero la adaptabilidad sin límites de Marlon James consigue transformar esta novela en mucho más que un simple montón de páginas. Esta novela es un palpitante y clamoroso trozo de vida.
5. Marcelo Luján - Subsuelo
Novela sorprendente y oscura donde las haya, en ningún momento invita a intuir todo lo que esconde bajo sus fértiles cimientos. Como su propio nombre indica, para disfrutar de Subsuelo no hay que reparar en lo evidente, en lo que destaca, sino en aquello que serpentea y se arrastra por los niveles inferiores del canal comunicativo. Luján posee una voz única, muy personal y que denota experiencia en el arte de contar historias. Aparte de haber creado unos personajes fascinantes y un clima bastante perturbador, el escritor argentino es capaz de efectuar una habilidosa transición entre la perspectiva de diferentes personajes y cautivar la atención del lector avanzando continuamente detalles de la trama que permanecen ocultos para los propios participantes. El resultado es una novela arrolladora, sobresaliente en muchos sentidos y de la que uno tarda en recuperarse.
6. Jon Ronson - Humillación en las redes
El periodista estadounidense Jon Ronson ha pasado los últimos años de su vida investigando las misteriosas fuerzas que rigen los fenómenos de humillación pública y entrevistando a muchas personas que se han despedido para siempre del anonimato por culpa de un tweet desafortunado o una mentira que alguien saca a la luz. Además, trata de indagar, con una amplia variedad de argumentos históricos, morales y psicológicos, en las razones que sustentan este comportamiento medieval nuestro, resurgido de sus cenizas en la era tecnológica. El tema de por sí me parecía fascinante, pero Jonson lo desarrolla de una manera tan concienzuda, demoledora y elocuente que no puedes sino apartar la vista en ciertos pasajes y quedarte como un tonto mirando el infinito, dándole vueltas a los mecanismos que gobiernan la culpa, el arrepentimiento y la vergüenza con el objetivo de erradicar el poder que tienen sobre nosotros las opiniones de los demás. Es un libro revelador, adictivo y profundamente necesario en estos tiempos en los que la impunidad para vertir opiniones nocivas, la sobreexposición mediática y la facilidad que existe para llegar a un público mayoritario gracias a tecnologías como Youtube permiten la proliferación de casos muy similares a los que se relatan en el libro. Y yo, desde luego, no encuentro mejor remedio que estar prevenido ante ellos.
7. Dan Simmons - Hyperion
Todo aspecto de esta novela hace justicia a las magnitudes que en ella se manejan. Por mucho que suene a tópico, Simmons nos atrapa desde la primera página con una historia ambiciosa, absorbente y absolutamente trepidante que cautiva, como no tardamos en descubrir, por la enormidad de su calibre. El escenario, un planeta moribundo y distante que se ha convertido en el centro estratégico de distintas facciones interestelares en guerra. Y en mitad de esta situación límite, un variopinto grupo de siete peregrinos se disponen a desembarcar en Hyperion, epicentro del conflicto, con el objetivo de poner en marcha un antiguo rito religioso que los llevará hasta el Alcaudón, temible y misteriosa criatura legendaria que es venerada por muchos como un auténtico dios.
8. Michael Cunningham - La reina de las nieves
Uno avanza por la novela de Cunningham a través de escenas y personajes distribuidos sin orden aparente, con la aparición en el cielo de un inexplicable fenómeno lumínico y la posible reelección de Bush como presidente de los Estados Unidos sobrevolando los pensamientos de los protagonistas. Poco a poco, y con una prosa que solo puedo describir como exquisita, Cunningham descubre los resquicios más recónditos de toda una galería de personajes tan vulnerables como fascinantes —secretamente conectados unos con otros— y los hace reflexionar de forma magistral sobre la espiritualidad, el amor, la muerte y los diferentes modos de encararla. Emotiva, lúcida y por momentos desgarradora. Una deslumbrante rareza narrativa que no merece pasar desapercibida.
9. David Mitchell - Relojes de hueso
Suasión. Anacoretas y horologistas. Laberintos, manzanas doradas y vino negro a las tres del día del Estrella de Riga. Nada de esto tiene sentido para quien no haya entrado aún en el fascinante, poliédrico e imaginativo universo de Relojes de hueso. En su última novela traducida al castellano, Mitchell demuestra haber dominado con maestría el arte de esparcir piezas sobre el tablero que a primera vista no guardan relación entre sí. Sin embargo, la imagen surge cuando menos te lo esperas y lo hace para quedarse estableciendo conexiones imposibles en tu cabeza. Un paisaje absolutamente épico que versa en multitud de escenarios y voces sobre la vida y la muerte y de la interminable (¿o no?) lucha entre ambas. Y de una mujer, Holly Sykes, atrapada durante décadas en los intersticios de la batalla. Así pues, ¿qué decir de Relojes de hueso, aparte de que es una jodida maravilla? Haceos un favor y leedla.
10. James Rhodes - Instrumental
La lectura de este libro no está exenta de cierto peligro. Su temática, obviamente, es un detonante que puede despertar los impulsos más irracionales por parte del lector. Pero es quizá el método de escritura que practica Rhodes, un brutal ejercicio de honestidad, ironía e intensidad visceral, lo que hace de Instrumental un auténtico hito en el terreno de las memorias. Puede que sea demoledor, incómodo, perturbador, sí, pero también es necesario. En Instrumental, James Rhodes consigue transformar la rabia, asco e indignación iniciales en un liberador relato que destila esperanza, agradecimiento y un incondicional amor por la música. Es un libro que, sin duda alguna, es capaz de dejar, no una huella, sino una profunda cicatriz. ¿Y no son estas las obras que más merecen la pena leer?