"Antes de que vayamos más allá, reconozcamos que las cuestiones de si las diferentes especies de animales sienten dolor y cómo lo sienten, y de si puede ser justificable infligirles dolor para comérselos y por qué, resultan ser extremadamente complejas y difíciles. Y la neuroanatomía comparativa solo es una parte del problema. Como el dolor es una experiencia mental totalmente subjetiva, no tenemos acceso directo al dolor de nadie ni de nada más que al nuestro. Y los meros principios por los cuales podemos inferir que otros seres humanos experimentan dolor y tienen un legítimo interés en no sentir dolor ya requieren filosofía avanzada: metafísica, epistemología, teoría de los valores y ética. El hecho de que ni siquiera los mamíferos no humanos más evolucionados pueden usar el lenguaje para comunicarse con nosotros sobre su experiencia mental subjetiva es únicamente la primera capa de complicación adicional a la hora de intentar extender nuestros razonamientos sobre el dolor y la moralidad a los animales. Y todo se vuelve progresivamente más abstracto y retorcido a medida que nos alejamos más y más de los mamíferos superiores y nos acercamos al ganado y los cerdos y los perros y los gatos y los roedores, y luego a los pájaros y los peces, y por último a los invertebrados como las langostas".
"Hay límites a lo que incluso las personas interesadas se pueden preguntar entre ellas". #DFW
— J.Sixsmith (@subject_cero) abril 29, 2014
"Tenerlo todo a los diecisiete años y luego perderlo todo a los veintiuno por razones que no puedes controlar viene a ser como la muerte salvo por el hecho de que después tienes que seguir viviendo".
"Del discurso del señor Tom Byron al recibir su premio el sábado 10 de enero de 1998, en el salón de actos del Caesars Forum, Hotel y Complejo de Casinos Caesars Palace, Las Vegas, Nevada, después de ganar el Premio de AVN al Mejor Actor Masculino 1998 (y dicho con sentimiento considerable): «Quiero dar las gracias a todas las mujeres preciosas a las que les he metido la polla». [Risas, aplausos, ovación]".
"Ser un turista de masas, para mí, equivale a convertirse en un puro americano de los tiempos que corren: foráneo, ignorante, codicioso de algo que nunca se puede tener y decepcionado de una forma que nunca se puede admitir. Implica estropear, en virtud de la pura ontología, la misma cosa no estropeada que uno ha ido a experimentar. Implica imponerse a uno mismo sobre lugares que en todos los sentidos menos el económico serían mejores y más reales si uno no estuviera. Implica, en las colas y en los atascos y en las transacciones sin fin, afrontar una dimensión de uno mismo que resulta tan ineludible como dolorosa: en tanto que turista, te vuelves económicamente significativo pero existencialmente aborrecible, como un insecto posado sobre algo muerto".
"Ni una sola vez se le ocurre, sin embargo, que la razón por la que es tan infeliz es que es un gilipollas". #DFW
— J.Sixsmith (@subject_cero) abril 29, 2014
"La escuela y los compañeros son los primeros instrumentos de socialización del niño fuera de la familia. Al aprender sobre grupos y tectónica de grupos, los niños están aprendiendo de forma natural que la identidad de un grupo depende en igual grado tanto de la exclusión como de la inclusión. Están, en otras palabras, empezando a aprender sobre el Nosotros y el Ellos, y sobre el hecho de que todo Nosotros necesita siempre un Ellos porque ser no-Ellos es esencial para ser Nosotros".
"De hecho, el razonamiento de los descriptivistas metodológicos es conocido en el terreno de la filosofía social como la falacia del «Bueno, Todo el Mundo Lo Hace»: es decir, que si hay mucha gente que engaña al fisco, eso quiere decir que de alguna forma está bien engañar al fisco. En términos éticos, solamente hacen falta dos o tres pasos deductivos para ir de ahí hasta el Estado Salvaje en el que todo el mundo golpea a todo el mundo en la cabeza y le roba la compra".
David Foster Wallace, Hablemos de langostas.
DeBolsillo - 2009 - 432 páginas
¿Tienen miedo las langostas antes de ser devoradas? ¿Tenía Frank Kafka un sentido del humor enfermizo? Por cierto, ¿quién ganó el Adult Video New's Female Performer of the Year Award cuando Gwyneth Paltrow consiguió su Oscar? David Foster Wallace contesta a estas preguntas y a otras más delirantes en su nuevo y divertido libro de artículos. En este volumen, David Foster Wallace se sumerge en el circo en que se han convertido las campañas electorales, a la búsqueda de un documento, en los comicios más agresivos de la reciente historia americana. Más tarde se pasea con descaro por el Festival de la Langosta de Maine, arriesgando su vida para llegar al fondo de la cuestión. También se dirige, cargado de cubos de pollo, a un estudio de radio de Los Ángeles, y asiste a un debate conservacionista presentado por un periodista con una tendencia poco natural a vestir bien solo en la radio. El uso de temas modernos y su atrevido punto de vista convierten este libro en referente del género.