La mujer de un solo hombre, A.S.A. Harrison
Salamandra - 320 páginas - ★★★
Salamandra - 320 páginas - ★★★
El caso de A.S.A. Harrison es algo parecido al de Stieg Larsson. Ambos murieron poco tiempo después de entregar los manuscritos de sus novelas y no alcanzaron a saborear el éxito que lograrían alcanzar una vez publicadas. Aunque, quién sabe, quizá ese sea precisamente el motivo por el que consiguieron tanta notoriedad. El caso es que La mujer de un solo hombre me ha parecido una novela fantástica, retorcida y amena, un emocionante thriller psicológico al más puro estilo Perdida, aunque sin la brutalidad, complejidad narrativa ni vueltas argumentales del famoso bestseller de Gillian Flynn. La obra de Harrison gira alrededor de una pareja formada por un empresario de la construcción y una psicoterapeuta especializada en solventar los problemas ajenos, pero que no se da cuenta de los suyos propios. Aunque nunca llegaron a casarse (punto clave en el posterior desarrollo de los acontecimientos), Jodi y Todd han consolidado su relación en base a una serie de rutinas específicas, silencios elocuentes y acuerdos tácitos, dejando que el tiempo ejerza una especie de ineludible proceso sedimentario sobre las enormes grietas de su vida en común. Sin embargo, cuando la presión y las tensiones continuas que recaen sobre estos personajes (caracterizados de forma impresionante) alcanzan su punto álgido, Jodi y Todd descubrirán cuán drásticas son las decisiones que están dispuestos a tomar con tal de salirse con la suya. Si bien La mujer de un solo hombre no se caracteriza por tener un ritmo vertiginoso, A.S.A. Harrison ha sabido dotar a su novela de una trepidante línea argumental que brilla sobre todo por su enorme capacidad de retener la atención del lector y conducirlo por los escarpados y laberínticos senderos de una relación sentimental, desprendiéndose del elemento 'policíaco' hasta bien entrada la segunda mitad del libro, momento en el que cualquier cosa que ocurra con los personajes puede causar un mayor impacto. Me ha parecido una maniobra interesante y, en este caso, bastante exitosa. Os la recomiendo encarecidamente si disfrutáis con este tipo de historias inquietantes e imprevisibles al máximo.
Sueños de trenes, Denis Johnson
Literatura Random House - 144 páginas - ★★★½
He de confesar que la sinopsis de esta novela en principio no me atraía demasiado. Lo que me hizo leerla fue, de hecho, su autor, a quien sí conozco (aunque solo de oídas) por otras obras como Árbol de humo o Hijo de Jesús. Sin embargo, al final Sueños de trenes ha conseguido conquistarme por completo. Reúne varias de las características que más me gustan en una novela y durante la lectura de algunos pasajes me han venido a la memoria reminiscencias de autores a los que admiro. La historia, que no puede ser más cotidiana y peregrina, corre a cargo de un obrero norteamericano que trabaja en la construcción de raíles ferroviarios durante los años posteriores a la Gran Depresión. Robert Grainier no es lo que se dice un tipo extraordinario. Sin embargo, como John Williams en Stoner, Denis Johnson logra convertir la austera biografía de un hombre corriente en un auténtica epopeya existencial donde el protagonista lucha contra las adversidades y vicisitudes de la vida diaria con el ímpetu de un héroe homérico. A lo largo de los nueve capítulos que componen Sueños de trenes, iremos recorriendo los paisajes y escenarios de imponente vastedad que configuran el relieve del Oeste estadounidense y seremos testigos de acontecimientos tanto terrenales como místicos, poseídos siempre por una turbadora y horrible relevancia. La prosa cenicienta y desapasionada de Denis Johnson no consigue restar ni un ápice de esa arrolladora fuerza narrativa que posee la historia en cada página, sino que produce un extraño e inesperado efecto simbiótico capaz de arrancarte emociones indescriptibles. Además, es tan corto e intenso que se lee en apenas un suspiro (cosa que para muchos de vosotros será un atractivo aliciente, estoy seguro). En fin... no sé, leedlo. Por lo que más queráis.
Matemos al tío, Rohan O'Grady
Impedimenta - 320 páginas - ★★★½
Uno de los últimos títulos que ha publicado Impedimenta es esta maravillosa comedia negra protagonizada por un par de niños que embarcan rumbo a una isla situada en el Pacífico canadiense, dispuestos a poner completamente patas arriba la vida de una apacible comunidad de vecinos. Barnaby, heredero de una fortuna multimillonaria que lo convierte en objetivo directo de su despreciable tío, se aliará con una niña de su edad llamada Christie y un avinagrado puma antropófago llamado Una Oreja con la intención de eliminar de una vez por todas a su codicioso perseguidor. A este hilo conductor de la novela se van sumando algunas historias relacionadas con el resto de personajes secundarios que habitan la isla y que aportan una amplia gama de voces narrativas al grueso de la obra. Sin embargo, la arrebatadora personalidad de Barnaby y Christie hace palidecer a cualquier otro individuo que se coloque a su lado: sus travesuras rozan el límite de lo vandálico, ambos carecen por completo de cualquier sentido de la responsabilidad y la pasmosa naturalidad con la que aceptan enrolarse en la peligrosa misión homicida que da título a la novela resulta tan sorprendente como inquietante. Un encanto de niños, vamos. Con todo y con eso, Matemos al tío no deja de tener sus momentos tiernos y emocionalmente complejos; es una novela perturbadora a más no poder y con un toque siniestro, sórdido, pero también deja entrever a lo largo de sus páginas un profundo conocimiento del alma humana y de sus oscuros recovecos. Por no decir que está deliciosamente escrita y muy bien construida. Así que echadle un ojo y animaos a leedla, merece mucho la pena.