El primer McDonald's de Taiwán

sábado, 15 de febrero de 2014


"—¿No te parece a veces que vivir en el mundo es como una mierda?
¿A qué te refieres? dijo Paul lentamente.
A ver... que lo que el mundo puede darnos no basta para satisfacernos.
No dijo Paul al cabo de unos diez segundos, y se tapó la cara con las manos. Quiero decir... el mundo está bien, y me baso en pruebas, porque no me he suicidado. Si me suicidara... podría decir que el mundo es malo, en general.
Definitivamente, vamos.
En general dijo Paul sin apartar las manos. Como las ganas de suicidarme no son tan fuertes como para que me suicide, el  mundo es un lugar en el que vale la pena vivir".



"Quería esconderse, encogerse y reducirse a cero, rebasar el punto al final de sí mismo hasta alcanzar dimensiones negativas y pasar a otro mundo donde daría con un lugar -en una ciudad enorme, tan grande que no podría conocerse, o en alguna zona residencial en lenta expansión- para estar solo y, con mucho cuidado, ir construyéndose una vida en la que poder empezar a plantearse en algún momento qué hacer consigo mismo".


"Paul pensó que a medida que uno iba haciéndose mayor, el número de personas comparativamente más jóvenes aumentaba y, rodeado por una población cada vez más infantil, tal vez uno termina comportándose, inconscientemente, como un niño".



"—La vida a veces nos ofrece imágenes hermosas —dijo Paul con la voz de un niño de quinto que estuviera leyendo un libro de texto en voz alta.
—Pero fugaces.
—Sí —dijo Paul sonriendo.
—Y no puedes hacer nada con ellas...
—Ya...
—...excepto mirarlas —dijo Erin".




Tao Lin, Taipéi
Alpha Decay - 2014 - 304 páginas
Paul es un joven escritor de origen taiwanés abocado a la ruina personal. La mala relación con sus padres, a los que no visita muy a menudo; el fluctuante viaje sentimental en busca de novias potenciales; la irresponsabilidad para con su obra y sus editores –que tratan a duras penas de evitar su definitiva caída literaria por culpa de su adicción a los fármacos– y también la evasión contra el propio cuerpo, inhabitable, en la virtualidad de las redes sociales o en la ingesta obsesiva de comida basura con que colmar un vacío total son los diversos caminos sin salida a los que el protagonista se ve confinado a punto de cumplir veintisiete años, edad en la que murieron trágicamente los ídolos de una generación ciega, consumista y con muy pocos asideros fiables.




2 comentarios :

  1. Por eso prefiero nunca pasarme por aquí. Acabas vendiéndome cualquier cosa. Eres el bookdealer más pernicioso de la historia y el karma te pondrá en tu sitio tarde o temprano, ya lo verás. Juro que no vuelvo a pasarme por aquí hasta la próxima entrada.

    Odié este libre con toda mi alma desde su concepción y ahora me apetece leerlo.

    Te odio. Te odio -mi cumple es el 9 de marzo por si quieres regalarme tu ejemplar- Te odio. Te odio.

    Y eso que pensaba que ya no podía sentir nada nunca más.

    Ya. Aquí se viene a hablar de libros, no de emociones.

    No sé. Ando disperso.

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  2. Pintaza que tiene, como todos los títulos de Alpha Decay. Y yo sin leer todavía nada de esta editorial >__< Me gustan todos los frangmentos, especialmente el último de Paul y Erin <3

    ¡Un beso!

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