Maggie O'Farrell - Hamnet

jueves, 24 de febrero de 2022



Título original: Hamnet
Traducción: Concha Cardeñoso
Año: 2020
Edición:  Libros del Asteroide (2021)
Páginas: 346


«Si estás casada y tu marido se muere, entonces eres viuda. Y si a un niño se le mueren los padres se convierte en un huérfano. Pero ¿cómo se dice lo que me pasa a mí?». Incógnita. Incertidumbre. Ausencia. En la última novela de Maggie O’Farrell (Coleraine, 1972), sin duda la más laureada de su carrera, el vacío tiene nombre propio y se llama Hamnet. Aunando sensibilidad y belleza, la escritora británica realiza aquí una conmovedora incursión en el proceso de duelo por la muerte de un hijo, una experiencia sísmica que modifica la orografía emocional de quien lo padece y que el resto de los mortales solo podemos atrevernos a imaginar. Y eso es precisamente lo que hace O’Farrell: suponer, fabular, rellenar con sus «vanas especulaciones» los huecos de una biografía nunca narrada: la del hijo varón de Shakespeare, que falleció a corta edad como consecuencia de la peste y abonó así el terreno donde florece la literatura. 

La de O’Farrell es, y se nota desde la primera página, una novela muy particular. Su estilo frondoso, metafórico, plagado de ungüentos, árboles, aves y bayas silvestres, convierten a Hamnet en una novela fundamentalmente sensorial, de arquitectura barroca y prosa eufórica que más bien parece poesía. Contrasta el lirismo y el tono de epopeya con su sencillez estructural: dos líneas temporales que convergen en la muerte del hijo y que nos permiten ir conociendo a los satélites que giran a su alrededor. De entre ellos, destaca sin duda Agnes, la madre, figura a la que O’Farrell reivindica concediéndole los momentos más brillantes y estremecedores de la novela. Su fascinante comunión con la naturaleza, así como una comprensión casi mística del alma humana, despiertan tanto los recelos de quienes la rodean —en especial de su insoportable madrastra— como las acusaciones de brujería. 

Al contrario de lo que pudiera suscitar su título, Hamnet es una obra que poco o nada tiene que ver con el imaginario Shakespeariano. Se trata, más bien, de una novela de índole universal, entre bucólica y perturbadoramente tétrica, a medio camino del romanticismo y la salvaje crudeza del medievo. La tragedia que probablemente inspiró al bardo inglés para escribir su trabajo más célebre cae, en manos de O’Farrell, en un cierto grado de mediocridad en tanto que transita únicamente obviedades y lugares comunes sobre el dolor y la angustia producidos por la muerte. En este sentido, Hamnet me ha parecido muy poco impactante y sí muy sorprendente su falta de innovación. La considero una lectura potente y bastante recomendable, pero deja, a mi entender, el regusto amargo de ser simplemente una historia corriente narrada de un modo inusual. 


«Lo que se nos da se nos puede quitar en cualquier momento. La crueldad y la devastación nos aguardan a la vuelta de cualquier esquina, dentro de un arcón, detrás de una puerta: saltan sobre una en cualquier momento como un ladrón o un bandido».


PUNTUACIÓN: ★★★☆

1 comentarios :

  1. La leí el verano pasado y me gustó sin entusiasmarme (quizás es lo que tiene leer una novela con semejante bagaje de premios y de elogios).
    Aunque a mí no me molestó sí que es verdad que el personaje central es muy moderno, pero con lo que me quedé fue con el poso triste de la historia

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