Bothayna Al-Essa - La biblioteca del censor de libros

martes, 4 de noviembre de 2025



► Título original: The Book Censor's Library
► Traducción: Franco Monterroso
► Año: 2019
► Edición:  Fiordo Editorial (2025)
► Páginas: 248


La biblioteca del censor de libros no es sino la confirmación infalible de que, a día de hoy, leer sigue siendo el acto más revolucionario que hay. La magnífica novela de Bothayna Al-Essa (1982), con la que la escritora de Kuwait consiguió quedar finalista del National Book Award, no solo constituye una obra adictiva e imaginativa que indaga en el efecto corrosivo de la lectura y sus peligrosas ramificaciones, sino que entiende, mejor que ninguno de sus homólogos, cómo referenciar grandes clásicos universales y pilares del género distópico de una forma fiel al sentido original, pero que resulta absolutamente innovadora en su ejecución.

El protagonista de la novela es un aspirante a censor que, tras la aniquilación del Viejo Mundo y el ascenso al poder del Movimiento Popular por el Realismo Positivo, se dedica con entusiasmo a prohibir libros que transgredan las normas de lo aceptable. En el impoluto orden social impuesto por el nuevo régimen, la historia, la tecnología y la religión son vestigios innecesarios, la imaginación es tratada como un síntoma de enfermedad mental y cualquier distorsión de la realidad se persigue con la aplastante contundencia de la maquinaria estatal. Sí, los censores cumplen un papel fundamental en el programa electoral de los partidos futuros y su cometido consiste en la noble misión de evitar que los libros inunden el mundo de sentido.

Ahora bien, para censurar libros primero hay que adentrarse en ellos, y en la novela de Bothayna Al-Essa, confraternizar diariamente con el veneno de la metáfora plantará en el protagonista la semilla de una disidencia capaz de dinamitar por completo su arraigada fe en la infalibilidad del sistema. Cuando cae en sus manos un ejemplar de Zorba el griego, el censor queda escandalizado por su irreverencia y flagrante desdén por las convenciones hasta el punto de empezar a dudar del carácter ficticio de este personaje icónico. Sin embargo, la ruptura provocada por Zorba no será más que el origen de un orificio imparable por donde las premisas sobre las que se sostiene la cordura del censor se darán a la fuga, quedando su realidad carcomida por una horda de conejos que lo invaden todo con un hambre insaciable.

Haciendo alarde de una sobresaliente audacia narrativa, Bothayna Al-Essa ha escrito una novela sencillamente fascinante y de prodigiosas reflexiones que pone de relieve la faceta transformadora de la lectura y que resulta imprescindible en la biblioteca de cualquier amante de la metaficción y los juegos literarios. Dividida en cinco secciones que rinden un particular homenaje a títulos emblemáticos como Alicia en el país de las maravillas, 1984 o Fahrenheit 451, La biblioteca del censor de libros es una trepidante incursión en el terreno de la ficción especulativa que congrega entre sus páginas un mejunje de ideas tan brillantes como explosivas.

Mediante una ambientación inmersiva y un protagonista tremendamente entrañable, Bothayna Al-Essa nos sumerge en una historia donde el lenguaje se erige tanto en fenómeno de estudio como en herramienta principal con la que diseccionar las costuras del totalitarismo. Lúcida, estimulante y provocadora, La biblioteca del censor de libros narra con total efectividad ese proceso que todos los lectores empedernidos hemos experimentado al descubrir el apasionante e infeccioso carisma de la literatura, su incontrolable capacidad para desarrollar el pensamiento crítico y convertir súbditos del poder, conformistas y sumisos, en individuos libres que reivindican su propio discurso. Sin duda, La biblioteca del censor de libros es una de las novelas más destacadas del año, una obra plagada de guiños y referencias que no solo destaca la importancia esencial de romper la superficie, sino que pregunta, llevando las consecuencias al límite, cuál es el precio a pagar por conservar las historias que nos definen.


«Pero ¿qué pasaba con los peligros que un censor debía enfrentar a solas? ¿Y si un libro lo devoraba? ¿Qué pasaba con la exposición continua a pensamientos venenosos? ¿Y si terminaba atrapado por una novela y quedaba incapacitado para vivir en el mundo real?»


★★★

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