A pesar de que 2017 no está siendo, ni de lejos, mi año más productivo en términos literarios, poco a poco voy recuperando mi ritmo habitual de lecturas. Eso se traduce en una cantidad importante de reseñas acumuladas (porque, como sabéis, me gusta comentar aunque sea brevemente todos los libros que pasan por mis manos). Los cuatro que traigo hoy me han dejado sensaciones muy dispares: desde la amarga decepción hasta el más febril entusiasmo. Algunos son de autores consagrados, mientras que otros pertenecen a jóvenes promesas. Sin embargo, todos dan buena muestra de mi gusto ecléctico e incapaz de suscribirse a un género en concreto. ¿Qué le voy a hacer, si mis padres no me inculcaron la virtud de decir que «no»?
#164. Osamu Dazai - Recuerdos
Después de haber leído Indigno de ser humano, Colegiala y ahora esta colección de relatos titulada Recuerdos, puedo decir sin ninguna duda que Osamu Dazai se ha convertido en uno de mis escritores japoneses favoritos. Su prolífica trayectoria literaria es tan fascinante como atormentada era su vida. Dazai fue un hombre acosado por terribles sufrimientos y su visión de las relaciones humanas estaba condicionada por una perspectiva pesimista de la vida que siempre trató de volcar en la literatura, cuando no en una tentativa de suicidio. A pesar de sus profundas inquietudes y la tenebrosidad de sus pensamientos, Dazai consigue mantener intacto un estilo que solo me atrevo a calificar de luminoso. En este volumen publicado por Satori, editorial especializada en literatura japonesa, encontramos siete relatos maravillosamente seleccionados que pretenden abarcar la entera producción literaria de Dazai. El escritor nipón se inspira en diversos episodios de su propia vida (de ahí el título de la obra) para reflexionar sobre la construcción del individuo, la identidad, la memoria, la naturaleza y las siempre intrincadas relaciones familiares (de las que Dazai, proviniendo de un clan bastante numeroso, sabía unas cuantas cosas). Además de contar con una fantástica introducción que contextualiza cada relato, Recuerdos ofrece una experiencia de lectura singular, marcada por la prosa diáfana e inspiradora —y a veces incluso humorística— de Osamu Dazai.
★★★★
#165. Stephanie Danler - Dulceagrio
Nunca pensé que el éxtasis culinario se pudiera alcanzar sin tener que emplear el sentido del gusto. Pero así es. Olvida todo lo que sabes de cocina: lo primero que te enseña este libro es cómo se usa el paladar. Y es que el debut literario de Stephanie Danler es uno de los ejercicios narrativos más audaces, ingeniosos y estimulantes que he leído en mucho tiempo. En tan solo un par de páginas ya te verás atrapado por el feroz torbellino sensorial en el que Danler convierte la ciudad de Nueva York, a donde Tess, la ingenua e inexperta protagonista, acude con el objetivo de medrar en su carrera de camarera y descubrir, de paso, alguna que otra cosa sobre sí misma. Dulceagrio parece el clásico relato de iniciación cuyo protagonista se embarca en un delirante viaje de autodescubrimiento mientras realiza sus primeros escarceos con las drogas y el sexo. Y en cierta medida lo es. Pero Danler, en su atrevimiento con las formas, no tanto con el planteamiento ni con el desarrollo, consigue hacer pasar por nueva una historia que ya hemos oído miles de veces. La prosa de Danler, revestida de un sobresaliente erotismo gastronómico, nos conduce por un fascinante universo donde la estricta disciplina de los restaurantes deja paso a la efusividad de los fogones. Si bien no es una historia rompedora ni revolucionaria, Dulceagrio nos brinda la magnífica oportunidad de ahogar los reveses cotidianos en un menú compuesto por suculentos platos, aromas embriagadores y alguna que otra cata de vinos de lo más reconstituyente. Todo ello acompañado por las afiladas observaciones de Tess sobre esa explosión de sensaciones que es el paso a la madurez.
★★★½
#166. Gemma Files - Experimental Film
Hace apenas unos meses comenzó su andadura editorial un nuevo proyecto especializado en literatura de terror. Con tan solo tres títulos publicados, La biblioteca de Carfax promete convertirse en todo un referente del género en nuestro país, apostando por clásicos como James Herbert y Edith Nesbit, pero también por voces jóvenes y prometedoras como la de Gemma Files, de cuya última novela me ocupo hoy. Experimental Film es una obra concienzuda y muy absorbente que indaga en los entresijos de la industria cinematográfica al mismo tiempo que en los miedos más íntimos de la protagonista, una crítica de cine ya retirada que se obsesiona con la obra perdida de quien podría ser la primera directora de cine de Canadá. La extraña desaparición de Iris Dunlopp y su relación con la esfera de lo sobrenatural sirven como punto de partida para una investigación absolutamente fascinante que traza un recorrido por la trágica biografía de la cineasta. A medida que se van esclareciendo los misterios sobre dicha figura, Gemma Files va tensando las cuerdas psicológicas de los personajes, construyendo una atmósfera inquietante y enfermiza que recuerda inevitablemente a títulos como Última sesión. A pesar de una primera mitad sobresaliente, Experimental Film me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, la voz narradora se vuelve extremadamente repetitiva hacia el último tercio, mientras que el hilo grueso de la trama alcanza una conclusión, para mí, bastante insatisfactoria en un final que se alarga demasiado, dando al traste con la minuciosa y delicada elaboración de la que Files hace alarde durante el resto de la novela. Aún así, me ha gustado la experiencia que proporciona Experimental Film y pienso estar muy al tanto de las próximas novedades relacionadas con la autora.
★★½
#167. Amélie Nothomb - El crimen del conde Neville
La última novela de Amélie Nothomb es, como casi todas las demás de la autora, un divertimento frugal que tiene en su brevedad una de sus mayores bazas. Sin tiempo para desarrollar argumentos ni personajes excesivamente enrevesados, las obras de Nothomb suelen escudarse en el efectismo más rudimentario. El crimen del conde Neville no es ninguna excepción. Sin embargo, Nothomb también aporta un refrescante histrionismo narrativo cuya evolución es siempre digna de observar. Homenajeando al mítico relato de Oscar Wilde, Amélie Nothomb carga las tintas contra una decadente clase aristócrata que vive demasiado absorta en sí misma como para preocuparse del mundo que la rodea. Por esta especie de sátira tragicómica desfila una variopinta galería de personajes, entre los que destaca Sérieuse, una adolescente que parece recién sacada de Las vírgenes suicidas, y su padre, Neville, último eslabón de una estirpe que parece condenada a desaparecer y sobre el que pesa una lapidaria profecía, a saber, que matará a uno de los invitados durante su próxima fiesta. Neville, preocupado por tan aciago presagio, trata de discernir quién se convertirá en su víctima mientras reflexiona sobre la existencia o no del destino, así como del futuro que le espera a los suyos si dicho crimen llega a cumplirse. Entre hilarantes diálogos y escenas de lo más esperpénticas, Amélie Nothomb nos ofrece una lectura entretenida, sorprendente y liviana, perfecta para adentrarse en el polifacético universo de la escritora belga.
★★★
Me alegro de que te haya gustado Dulceagrio. Yo tendré que animarme a leerlo algún día. Es una de esas novelas de debutantes por las que se pagó una millonada y después de tanto revuelo hay que darle tiempo para evaluar si la cosa era para tanto.
ResponderEliminarEspecialmente porque aunque hasta la fecha casi todas esas novelas acaban cumpliendo expectativas en lo que se refiere a buenas ventas y buenas críticas, raramente la cosa va un paso más allá y se hacen con un premio importante.
Danler además tuvo la mala suerte de coincidir a la hora de publicar con una novela de las mismas características como es Las chicas, y quizás la de Cline se llevó la mejor parte (poco después saldría Volver a casa con lo que destacar en esa época se complicó mucho).
Yo no soy muy dado a la gastronomía pero tu crítica me ha dado ganas de leerla