Reseña "El camino de las sombras"

jueves, 21 de junio de 2012

Hace ya varios años, un desconocido Brent Weeks sorprendió a medio mundo con su debut literario, la primera parte de El ángel de la noche, una trilogía fantástica con tintes medievales y que logró publicarse en su totalidad en el espacio de unos pocos meses. El propio Weeks no ha podido estar más acertado al señalar en los agradecimientos de su primer libro (sí, pertenezco a esa clase de personas que se leen los agradecimientos) que acercarse a la obra de un autor primerizo es un acto de fe. Aunque se ha intentado enmascarar esta pequeña gran tara recordándonos permanentemente el notable éxito comercial que ha cosechado en otros países y las innumerables críticas que al compararlo con otros mitos de la fantasía épica no le hacen ningún bien, se podría decir que El camino de las sombras tenía todas las papeletas para convertirse en el primer gran chasco de la temporada (al menos para mí). Y efectivamente, así ha sido.




Título: El camino de las sombras
Autor: Brent Weeks
Año de publicación: 2010
Género: Novela, fantasía
Editorial: Plaza & Janés
Páginas: 592
PVP: 21.90
ISBN: 9788401337628

Sinopsis

La muerte es un arte, y Durzo Blint lo ejecuta a la perfección, sea en una callejuela oscura o en las grandes estancias de palacio. Incluso el poderoso Sa'kagé, la organización criminal que mueve los hilos y los intereses en la ciudad de Cenaria, lo respeta. La vida carece de valor si se ha nacido en las calles, y para Azoth la única manera de escapar a la miseria y el miedo que siempre lo han acompañado es ser temido antes que temer, matar antes de que lo maten. Si quiere sobrevivir, debe convencer a Blint de que lo acepte como aprendiz. Pero aprender a asesinar con el mejor exige más que un duro adiestramiento. Hay que cambiar de identidad. Hay que olvidar el pasado y aquello en lo que se creía. Hay que aprender a moverse como las sombras en un mundo de intrigas donde nobles, plebeyos y criminales son meras piezas en una partida que acaba de empezar.

"-Levántate chaval, es hora de matar."

Opinión

No sé por qué este libro no me llamó absolutamente nada la atención cuando se publicó por primera vez en España, pues contaba con todos los ingredientes para hacerse un hueco en mi estantería cada vez más abarrotada: prometía una trepidante historia de acción e intriga ambientada en un universo fantástico (creo que le faltan bastantes cosas para ser considerado un libro de fantasía), con unos personajes atractivos, una puesta en escena poco menos que llamativa y la inminente publicación de los dos siguientes volúmenes de la trilogía. Pero nada, mis ganas de leerme este libro seguían siendo nulas. Al cabo de un año (o dos, no me acuerdo) salieron a la venta las ediciones en formato bolsillo de la tan aclamada saga de Brent Weeks, así que por poco más de lo que te costaba el primer tomo, te podías llevar a casa la trilogía entera. Sin embargo, preferí gorronearle El camino de las sombras a un amigo que ya se lo había comprado y al que ya le había oído varias veces quejarse por no tener dinero para agenciarse el siguiente, pero lo cierto es que después de haber leído las aventuras de Durzo Blint, un reputado e infalible asesino a sueldo, y de su joven aprendiz Azoth, apenas un niño procedente de los estratos sociales más bajos, no entiendo a qué venía tanta prisa.


"Por eso no podemos conocer el amor. Por eso hice todo lo que pude para alejarte de sus garras. Cometí un error, me permití ser débil una vez, y ahora, después de tantos años, vuelve para atormentarme."


El camino de las sombras comienza cuando Azoth, que intenta conseguir por todos los medios algo de dinero con el que poder subsistir unos cuantos días, se mete sin quererlo ni saberlo en uno de los muchos encargos de Blint. El ejecutor decide perdonarle la vida y Azoth sale corriendo como alma que lleva el diablo, pero su breve encuentro con el legendario Blint dejará en su interior una huella imborrable. Después de muchos años sufriendo la opresión, las humillaciones y las palizas constantes de otros miembros de la Hermandad a la que pertenece, Azoth se da cuenta de que la única forma de sobrevivir en las calles y superar el miedo a la muerte, así como el repugnante ambiente en el que se mueve, será acabando con la vida de aquellos que lo persiguen. Así pues, el pequeño Azoth, con tan solo 11 años de edad ha decidido seguir el rastro de sangre dejado por Durzo y le pide fervientemente que sea su maestro en el arte de la muerte. Dejando a un lado el hecho de que la premisa en la que se basa el argumento del libro me parece un tanto inverosímil, Weeks tiene una forma de meterte en la historia como mínimo cautivadora.
      A los pocos capítulos del inicio, seremos testigos de cómo se gesta una elaborada traición cuyo objetivo es eliminar al rey de Cenaria, ciudad donde transcurre la acción principal, e impedir así mismo una posible invasión procedente de unos salvajes norteños (¡viva la imaginación!) O al menos eso es lo que yo he podido inferir del poco espacio que el autor dedica a intentar desarrollar una trama de fondo para su novela, si es que hay alguna. Porque lo que es el argumento, se podría decir que hace aguas desde prácticamente la portada, o mejor dicho, desde que el lector se percata a los pocos capítulos de empezar de que la historia no tiene sentido ninguno ni está dirigida hacia ningún objetivo claro, sino que se van abriendo una infinidad de tramas secundarias a las que es muy difícil seguir la pista y que no tienen pinta de querer cerrarse en un futuro cercano. Me he sentido terriblemente perdido durante gran parte de la lectura de este libro no sólo por la clamorosa inestabilidad de la trama, sino por la forma tan sórdida que tiene el autor de introducir elementos nuevos en la historia. De repente pasan 10 años, Azoth ahora se llama Kylar y en menos de lo que tardas en recuperarte del estupor, nos encontramos con un montón de personajes nuevos con nombres totalmente impronunciables que no sabes qué pintan ni de dónde salen, por no decir la ingente cantidad de palabros que aparecen página sí y página también, cuyo significado en principio se nos escapa, pero que Weeks tiene la decencia y la deferencia de explicar unas 50 páginas más adelante. Todo un detalle.



"La vida no tiene sentido. La vida está vacía. Cuando quitamos una vida, no arrebatamos nada de valor."


Pues sí, no pocas ganas me han entrado de atentar contra mi propia vida mientras leía esta penitencia en forma de libro. Los personajes me han parecido uno de los puntos más fuertes y al mismo tiempo más débiles de la novela. ¿Por qué? Pues porque hay de todo: en contra de los principios básicos que todo escritor debe tener en cuenta a la hora de escribir, Weeks ha dado a luz una paleta de protagonistas verdaderamente infumables, siendo los personajes secundarios los que más me han llamado la atención, demostrándonos así a todos que es capaz tanto de lo mejor como de lo peor. Durzo Blint es lo más insípido, trillado e insulso de la historia reciente, la antítesis del humor negro que Weeks se ha empeñado en utilizar en los momentos más inoportunos imaginables. Pocas veces me ha molestado el uso de un lenguaje sexualmente explícito, descripciones macabras o palabras malsonantes, pero el escritor de El camino de las sombras lo hace con tan poca habilidad y tan insistentemente que muchas veces he tenido que cerrar bruscamente la página, suspirar con indignación y dedicar todos mis esfuerzos a no gritar: ¡pero si no pega ni con colaaa! 
     Podría continuar señalando la interminable lista de cosas que no me han gustado de este libro, pero si por algo se salva El camino de las sombras de un suspenso como una catedral es por el estilo del autor. Aunque la historia deja mucho que desear, Brent Weeks escribe bien, su pluma es fluida y a lo largo de unos cuantos cientos de páginas, pasar la hoja no era tanto un sufrimiento como un interesante placer. Algunos personajes como Mama K, una poderosa integrante del Sa'kagé, Logan de Gyre, un joven de alto linaje amigo de Kylar y Elene, otra conocida del aprendiz de asesino, creo que merecen realmente la pena. Además, la parte final del libro encierra una serie de revelaciones un tanto sorprendentes que atan bien todos los cabos que Weeks se ha ido dejando sueltos por el camino, nunca mejor dicho. En definitiva, la primera parte de El ángel de la noche no ha estado a la altura de las expectativas, contiene luces, pero también muchas sombras que de momento, me hacen retrasar la lectura de las siguientes partes, porque he de reconocer que tengo curiosidad por saber cómo continúa la historia. Al fin y al cabo ¿no es ese el objetivo que debe tener un buen debut?


Puntuación

El camino de las sombras

3/5

Regular

6 comentarios :

  1. Vaya, pues pintaba bien. Lo mas seguro es que en todo caso espere a que salga el siguiente, a ver si la cosa mejora o empeora. Besos

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  2. Qué pena que te haya decepcionado. La verdad es que a mí me había llamado la atención, aunque no es una de mis prioridades. Esperare a leer más opiniones para decidirme, pero es posible que le de una oportunidad en algún momento a ver que me parece a mí. ¡Un besote! :)

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  3. A mi tampoco me cuadraba porque Azoth quería hacerse asesino, lo justo y necesario pero no me convencíaxD
    No has mencionado la historia con Muñeca, por está metida con calzador para hacerlo un poco más trágico >.<
    Jajaja palabros!xD Creo que te lo comenté por goodreads que se inventaba términos por todos lados y no sabía si era algo o alguienxD
    Durzo me caía mal (y porque mastica eso?XD) que tío más raro, pero parece que al final se entiende un poco >.<
    Pero bueno, se salva por el final que te deja con ganillas de saber que pasará con cierto personaje secundarioxDD

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