Reseña "El síndrome E"

viernes, 13 de julio de 2012

Aunque Franck Thilliez es un autor bastante conocido en Francia, con un buen puñado de obras a sus espaldas, El ángel rojo, la primera novela de una serie protagonizada por el comisario Franck Sharko, pasó prácticamente desapercibida en nuestro país. Varios años después, y de manera completamente inexplicable, Destino ha decidido dar continuidad a la saga de Franck Thilliez con la publicación el año pasado de El síndrome E, y de Gataca, su continuación, hace apenas unos meses. Ambas novelas son, respectivamente, tercera y cuarta parte de la ya mencionada serie, algo que supuestamente no debería importarnos en absoluto porque las historias de uno y otro libro se pueden leer de manera independiente sin temor a dejarnos información relevante por el camino. En esta ocasión, Thilliez se sirve de los más oscuros instintos del subconsciente humano para ofrecernos una novela tenebrosa, inquietante y tremendamente adictiva que supone una interesante vuelta de tuerca al género policíaco.




Título: El síndrome E
Autor: Franck Thilliez
Año de publicación: 2011
Género: Novela, policíaca
Editorial: Destino
Páginas: 576
PVP: 21.00
ISBN: 9788423345311

Sinopsis

Un suceso muy extraño altera el verano de la teniente de la policía de Lille Lucie Hennebelle: un ex amante suyo se ha quedado ciego durante el visionado de un cortometraje antiguo. En ese mismo momento, a doscientos kilómetros de distancia, el comisario Franck Sharko, que había abandonado el servicio activo, acepta volver por la presión de sus superiores. Al tiempo que Lucie descubre los horrores que oculta la película, una misteriosa llamada le informa de la relación entre el film y los cinco cadáveres que investiga Sharko. Su búsqueda les llevará a adentrarse en los abismos de un fenómeno aterrador e impactante bautizado como Síndrome E, un descubrimiento que escarba en los orígenes de las atrocidades que cualquiera de nosotros pudiera cometer.

Opinión

Tal y como no me canso de decir, el planteamiento que propone Franck Thilliez para El síndrome E me ha parecido tremendamente atractivo, una especie de reclamo publicitario que sin proponérselo (o quizá sí) pone de manifiesto una de las principales ideas que se plantean en la novela: el ojo como vehículo para llegar al cerebro. Dicho así, no parece una gran revelación. Todo el mundo sabe que nuestro órgano de la vista recoge la información que recibe del exterior en forma de impulsos eléctricos que son enviados al cerebro, donde son debidamente procesados. Sin embargo, en su afán por retorcer el argumento de manera casi gótica, Thilliez va un paso más allá de lo evidente, transformando el simple visionado de una película antigua en todo un acontecimiento policial, todo ello hilado con suma inteligencia y un dominio del suspense admirable. Después de esta breve introducción en la que el pobre espectador se queda ciego, la trama se bifurca en dos parte bien claras.
     Por un lado, el comisario Franck Sharko, que acaba de comenzar un tratamiento experimental para combatir su esquizofrenia, se ve envuelto en la investigación de un caso poco menos que estremecedor: la aparición en una zona industrial de un grupo de cadáveres con el cráneo serrado, sin cerebro, sin ojos y con diversas partes del cuerpo separadas del resto en lo que viene siendo una gran ensalada de carne. La otra línea de acción transcurre en un hospital infantil, donde la teniente Lucie Hennebelle hace todo lo posible por cuidar a una de sus hijas mientras la otra disfruta de unas breves vacaciones. Resulta que el desafortunado cinéfilo es un antiguo novio/amante/amigo-con-derecho-a-roce de Lucie, y cuando le clama desesperadamente por ayuda, la teniente Hennebelle no puede hacer menos que acudir a su encuentro.

"Este txeto meustra que nuesrto cererbo no traudce literlamente lo que ve nuesrto ojo. Inlfuido por su epxeriencia, rceonoce globlamente las palarbas, sin perocuparse del odren de las lertas."

A primera vista, no parece que ambos sucesos puedan estar relacionados de modo alguno, pero a medida que avanzamos en la lectura y los primeros frutos de las pesquisas van haciéndose visibles, descubriremos que los caminos de Sharko y Lucie acabarán uniéndose para enfrentar un destino común. Así, el misterio de la película y de los cuerpos enterrados se convertirá para los dos protagonistas en un auténtico periplo a través del espacio y del tiempo, un viaje cargado de peligros que les llevará a recorrer lugares tan exóticos como las calles de El Cairo o una antigua institución psiquiátrica abandonada en las nieves de Canadá. La novela de Thilliez ahonda en temas tan dispares como los procesos subliminales del cerebro o el complejo arte de hacer películas haciendo hincapié en los detalles más nimios. A pesar de ello, el bien documentado escritor francés consigue no abrumarnos con esa ingente cantidad de términos científicos y técnicos presentes en el libro, sino que sabe dosificar muy bien las palabras, introduciéndolas siempre en el momento adecuado.
     Desde la primera página hasta bien entrada la segunda mitad de la novela, Thilliez sabe mantener al lector en vilo, rodeando cada capítulo de un halo de misterio con ciertos tintes de terror que te impiden abandonar la lectura de El síndrome E justo cuando lo tenías previsto. El planteamiento del caso, su impecable desarrollo y su impactante conclusión merecen una gran muestra de respeto por mi parte, pero si he de poner un gran pero a esta fantástica novela a caballo entre el género policíaco y un documental de Punset, son los personajes. No es que estén mal, al contrario: la enfermedad de Franck Sharko me ha parecido un rasgo muy llamativo de su personalidad que no desentona en absoluto con el espíritu psicológico del libro, pero creo que está bastante desaprovechada para el juego que podría dar. Por otro lado, Lucie Hennebelle es una mujer de carácter fuerte, tenaz y que comparte con Sharko una insana obsesión por los aspectos más macabros de su oficio, aunque su relación con el comisario no ha terminado de convencerme del todo. Es más, me parece un poco forzada sobre todo en su inicio, a pesar de que conforme avanza la historia va mejorando progresivamente. En otras palabras, me ha dado la sensación de que Franck Thilliez no hace más que rasgar la superficie de estos dos personajes, que podría haber profundizado algo más para darle el toque perfecto a la novela.

"-Es usted testarudo. ¿Por qué le interesa la suerte que corrieron unas miserables egipcias asesinadas hace tanto tiempo?
-Porque soy policía. Porque el paso del tiempo no debe apagar la ira que provoca un crimen."

Otra pega que le pongo este libro es que siendo la tercer parte de una serie, por mucho que nos quieran hacer creer que se puede leer de manera independiente, contiene algunos spoilers bastantes gordos sobre las primeras novelas que son verdaderamente molestos para quien no se haya leído los títulos anteriores (like me), títulos que Destino no sé si piensa publicar. Dejando de lado ese pequeño inconveniente, ahora es cuando llega la parte que me cabrea. El final. ESE final. ¿De verdad era necesario, Thilliez? Como estrategia publicitaria para ir corriendo de manera compulsiva a por el siguiente volumen he de decir que no está nada mal. Aunque yo tenía claro bastante antes de llegar a la última página que me iba a hacer con la próxima entrega de la serie, digamos que ahora tengo un motivo extra. En definitiva, El síndrome E me ha parecido una novela sobresaliente, pero espero que esas pequeñas dudas que me han quedado respecto a la personalidad de los  protagonistas se resuelvan en su continuación, Gataca, un libro que promete ser como mínimo tan absorbente, tétrico y trepidante como lo ha sido el primero. No temas  los efectos secundarios que puede provocar en ti esta novela: el único síndrome que produce su lectura es el del comprador satisfecho.

Puntuación

El síndrome E



9 comentarios :

  1. La verdad es que toda esta saga me llama mucho la atención, me encantan las portadas aunque sean la cosa más rara de este mundo. Me llama más la atención con esta reseña *o*

    Besos!

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  2. Mmm creo que soy un poco sádica, en cuanto he leído "un grupo de cadáveres con el cráneo serrado" he pensado "oh, esto promete"xD Arhg, instituciones psiquiátricas, que mal rollitoxD
    Um, he dicho que no quería comprar ningún libro este verano pero con este me lo voy a pensar aunque me coma algún spoiler y y le falten las primeras partes >.<

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  3. Justamente hace unos días un amigo me habló de éste libro y me lo recomendó, y leyendo tu reseña creo que me habéis terminado de comprar xD aunque eso de que falten las primeras partes me parece mal >__<

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  4. Las dos primeras partes de la novela las ha publicado la editorial Edhasa, pero es eso, otra editorial...

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  5. La verdad es que no entiendo muy bien porque hacen eso de empezar a publicar una saga por donde les viene en gana, pero en fin le tengo ganas a este libro. Promete mucho.

    Un beso!

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  6. ¡Buena reseña! Estuve a punto de comprar esta novela en Círculo de Lectores, pero desistí cuando averigüé que formaba parte de una serie. ¡Aunque no puedo negar que mi curiosidad sigue estando ahí! Un saludo.

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  7. Murakami para mi es un autor de estos que quiero leer pero no me pongo a ello. Con lo que me gusta a mi todo lo japonés. Pero algún día...
    Que reseña tan currada, me dan ganas de ir a la biblioteca a por alguno de sus libros hoy mismo.
    Te sigo también ^^
    ¡Un saludo!

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  8. La verdad es que la frase que has puesto al principio lo resume todo, me gusto pero no me enteré de nada.
    Un beso

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  9. No hace mucho que empece a leer a Murakami, y puedo decir que hasta el momento me ha gustado su obra. Éste todavía no lo leo, pero pretendo hacerlo más adelante.
    Saludos

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