Reseña "Las tejedoras de destinos"

jueves, 20 de junio de 2013

Título: Las tejedoras de destinos
Autor: Gennifer Albin
Año de publicación: 2013
Género: Novela, juvenil, distopía
Editorial: Alfaguara
Páginas: 432
PVP: 16.95 €
ISBN: 9788420403878

Inútil. Torpe. Las demás chicas lo susurran a sus es­paldas. Pero la joven de dieciséis años Adelice Lewys tiene un secreto: sus er­rores son intencionados.
Dotada de una habilidad fuera de lo común para tejer el tiempo, Adelice es exactamente lo que la Corporación está buscando, y en Arras ser elegida tejedora es lo máximo a lo que una joven puede aspirar. Ser hilandera significa privi­legios, riqueza y belleza eterna. Pero no solo eso, también significa tener la facultad de bordar la esencia de la vida. Pero para ello hay que pagar un precio que Adelice no está dispuesta a asumir, puesto que deberá controlar absoluta­mente todo lo que las personas son: lo que comen, dónde viven, cuántos hijos tienen… Así que está decidida a fallar en las pruebas para ser hilandera, pero en su último examen sus dedos resba­lan, el telar reacciona a su don… y la Corporación la identifica. A partir de ese momento, Adelice dejará de tener control sobre su vida y pasará a conver­tirse en un instrumento más de la omnipresente Corporación. Sin embargo, una vez dentro, el poder de Adelice irá creciendo mientras aprende a manejar su don y a decidir en quién confiar, a quién vigilar… y a quién amar.

Opinión

Puede que, en comparación con otros sectores, la literatura juvenil no sea un género demasiado cultivado en España, pero cuando hablamos de países como Estados Unidos, en los que hasta se organizan concursos intensivos de escritura como el famoso NaNoWriMo, las cifras de publicación en este terreno ascienden vertiginosamente. Producto de esa descontrolada incontinencia creativa, la escritora norteamericana Gennifer Albin ha conseguido elaborar en Las tejedoras de destinos una historia de corte distópico que a primera vista podría pasar un tanto desapercibida para quien esté acostumbrado a oír hablar de este tipo de novelas, pero que en realidad resulta una lectura realmente interesante y que destaca entre otras apuestas similares por su gran originalidad, un atípico y bastante bien caracterizado repertorio de personajes o por su evidente ruptura con algunos de los tópicos más manidos del género. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce (hablando de relucir, no veas los impresionantes destellos que lanza la portada) y a pesar de sus magníficas intenciones, Las tejedoras de destinos no pasa de ser una obra que, al igual que muchas otras, termina quedándose a medio gas.

Nadie sabe por qué algunas jóvenes poseen ese don. Por supuesto, existen teorías al respecto. Que se transmite genéticamente. O que las chicas con mentalidad abierta pueden ver a su alrededor el tejido de la vida, en todo momento. Incluso que es un don que solo reciben las que tienen un corazón puro. Yo lo tengo claro. Es una maldición.

Como ya he dicho, el planteamiento del que parte Las tejedoras de destinos es bastante novedoso y todo lo que gira en torno a la ejecución de ese concepto despierta en el lector una inevitable fascinación. Nos encontramos en una sociedad presumiblemente futura, hermética, conservadora y autoritaria en extremo, donde las chicas son sometidas al llegar a cierta edad a una serie de exámenes que tienen como objetivo demostrar su valía o la ausencia de ella en los distintos departamentos en que se divide la Corporación. Por su extraordinaria habilidad en el arte de manipular a su antojo el tejido que conforma la realidad, Adelice Lewys tiene todas las papeletas para entrar a formar parte del exclusivo club de tejedoras que rigen las vidas, los recursos e incluso los pensamientos de toda la población, pero ni su familia ni la propia Adelice tienen el más mínimo interés en aceptar el destino que la restrictiva Corporación ha preparado para ella y harán todo lo posible por ocultar el magnífico don de la joven. Sin embargo, no hay conato de rebeldía que la Corporación no sepa aplastar, y en contra de su voluntad, Adelice tendrá que asumir y desempeñar lo mejor que pueda su papel como tejedora.
      A partir de entonces, seremos testigos de cómo Adelice irá aprendiendo todo lo que necesita saber sobre el manejo de su inusual destreza en medio de un ambiente opresor, restrictivo y que no deja rienda suelta al más mínimo acto de imaginación. Lo cierto es que Gennifer Albin ha sabido muy bien cómo recrear este tipo de atmósfera agobiante, competitiva y machista en el que se desenvuelve la novela, al igual que demuestra tener un repertorio amplio y bastante llamativo de ideas que lamentablemente la autora no ha conseguido explotar demasiado bien. En muchas ocasiones, esa notable falta de claridad en el desarrollo del mundo que nos propone Gennifer Albin eclipsa por completo el increíble potencial de la historia y transmite una incómoda sensación de vaguedad, imprecisión y desgana que entorpece la experiencia de adentrarse en sus atrayentes profundidades.

Mi mano se enreda en su pelo y la red tiembla a nuestro alrededor. El resto del mundo permanece inmóvil mientras nosotros nos movemos, deshaciéndonos el uno en el otro.

Afortunadamente, este "pequeño" escollo puede salvarse sin excesivas complicaciones echando un vistazo a la acertada caracterización de los personajes, entre quienes destacan la propia Adelice como protagonista, muy alejada de esta típica imagen de adolescente desquiciada, enamoradiza y desvalida que no sabe cómo manejar sus problemas y cuya mayor preocupación en la vida es encontrar un novio que la quiera. Aunque presente, la trama romántica de Las tejedoras de destinos no hace acto de aparición hasta bien entrada la novela, cuando ya hemos tenido oportunidad de familiarizarnos con la tozudez innata e irreprimible de Adelice, la inexplicable crueldad e introversión de Maela o el arrollador encanto masculino de Jost, uno de los pocos personajes varones que pululan por las páginas del libro y que tendrá un papel muy importante en el despertar amoroso de Adelice.
     Otra de las cosas que destacan de la novela es su ritmo pausado pero firme. Las tejedoras de destinos no es en absoluto un libro de acción, ni un libro que destaque precisamente por una vertiginosa vorágine de acontecimientos, pero todo cuanto sucede en ella está profundamente meditado y sirve a un propósito final que, aunque pueda parecer un tanto caótico u oportunista, os dejará gratamente sorprendidos. En definitiva, podría decirse que Las tejedoras de destinos es un libro fuera de lo común, una obra que tiene algunos fallos aparentemente intrínsecos al género juvenil, como por ejemplo su patente superficialidad, la escasa interacción entre personajes o ciertas decisiones argumentales poco menos que absurdas, pero que ha sabido acaparar por completo mi atención durante buena parte de su lectura y que de seguro nos depara una mejoría sustancial si la autora se toma más tiempo a la hora de exponer sus ideas en próximas entregas. Así pues, a poco que te gusten las historias futuristas, distópicas o impregnadas de un ligero toque romántico, Las tejedoras de destinos es un libro que está hecho para ti.

Puntuación

Las tejedoras de destinos


7 comentarios :

  1. Dios. Más sagas? no es que no ¬.¬
    aunque se ve bien

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  2. Me encanto tu reseña, y la historia me llama muchísimo la atención :)

    Besos,

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  3. Me llama un montón la atención!! A ver si me hago pronto con el *__*

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  4. El libro me llama mucho, pero el que sea una saga no termina de convencerme. Gracias por la reseña.

    Besos.

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  5. Tengo unas ganas terribles de leer este libro, ya que la sinopsis me llama poderosamente.
    Y agradezco mucho haber leído tu reseña ya que es la única que he leído que menciona que se queda a medio gas, y llevaba ya unas expectativas muy altas (luego pasa, que me doy una leche tremenda cuando lo vaya a leer).
    También está bien saber que no es un libro de acción; pero si el ritmo es constante seguro que consigo mantenerme enganchada.
    Besos

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  6. Hacía tiempo que no leía una reseña tan bien escrita. A pesar de que es más larga de lo que me suelen gustar, sencillamente me ha encantado cómo escribes.

    En cuanto al libro, diré que en su día me sorprendió muchísimo el argumento. Estoy harta de distopías que parecen clones y esta tiene un punto de originalidad maravilloso. Tuve la suerte de leer la sinopsis de los siguientes libros y si la autora no mete la pata (o cambia de idea), la cosa promete más sorpresas.

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  7. Me llamaba bastante la atención la sinopsis, pero por lo que comentas prefiero esperar a ver el resto de la trilogía publicada para saber como evolucionada y ver si la apunto o no
    1beso:)

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