«—[...]Cada nueva experiencia, tal vez incluso cada persona a la que conocemos, si es importante para nosotros, nos obliga a renacer o a morir un poco; hay muertes grandes y pequeñas, y nacimientos grandes y pequeños».
►Título original: The River
►Traducción: Javier Fernández de Castro
►Año: 1946►Editorial: Acantilado
►Páginas: 144
Adaptada al cine por Jean Renoir en 1951, El río es una de las obras más conocidas de Rumer Godden, prolífica escritora británica que se crió junto a sus tres hermanas en la remota India colonial, donde su padre trabajaba para una compañía naviera. El río nace precisamente como un homenaje a esa infancia crepuscular en la que uno adquiere la sensación de lo que se avecina, pero aún no es capaz de delimitar sus contornos.
Harriet, la pequeña protagonista de El río, se halla abandonada en el tránsito de la niñez hacia la vida adulta. Al contrario que su hermano Bogey, Harriet ya no disfruta con los pasatiempos inocentes y despreocupados de antaño. Sin embargo, las complicadas inquietudes amorosas de su hermana Bea todavía le resultan indescifrables. Asediada por un millón de preguntas para las que nadie a su alrededor parece tener respuesta, la despierta y vivaracha Harriet se sumerge en un mar de incertidumbre que conforma el eje narrativo del relato.
La llegada a casa del capitán John, un soldado convaleciente que se recupera de sus heridas tanto físicas como emocionales, dispara la curiosidad insaciable de Harriet, poeta en ciernes, quien no duda en acribillar a su interlocutor con toda clase de impertinencias a las que John contesta casi siempre con su aridez característica. A pesar de su buena voluntad y la atípica amistad que surge entre ambos, esta infructífera insistencia de Harriet solo conduce a la más alienante de las frustraciones. Con mano de narradora experta, Rumer Godden captura de manera fascinante los amargos sinsabores del paso a la madurez. Para la escritora británica, crecer no es tanto un simple cambio como un auténtico umbral que separa la vida de la muerte. Un proceso en el que dejamos la inocencia atrás para toda la eternidad.
El río, con sus evocadoras imágenes y su absorbente atmósfera cargada de cambios, es una historia absolutamente entrañable que nos ayuda a comprender el significado de dicha transformación sin ahogarnos en la tristeza ni la melancolía. Su bien estudiada concisión, lejos de restarle intensidad al relato, acentúa el carácter efímero e inaprensible del hermoso —y en ocasiones cruel— retrato que Rumer Godden consigue plasmar con apabullante exquisitez entre las páginas de El río.
PUNTUACIÓN: ★★★★
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