Haruki Murakami - La muerte del comendador (Libro 1)

domingo, 7 de octubre de 2018


«Avanzábamos en la vida no solo con lo que teníamos entre las manos o lo que pudiéramos obtener del futuro. También avanzábamos con lo que ya habíamos perdido».


Título original: Kishidancho Goroshi
Traducción: Yoko Ogihara, Fernando Cordobés
Año: 2017
Editorial: Tusquets
Páginas: 480


Haruki Murakami ha vuelto. Pero... ¿acaso ha llegado a irse alguna vez? Los chascarrillos que proliferan cada año a cuenta de las quinielas para el Nobel, unido a los incesantes "rescates" a los que se ve sometida su obra, pueden producir la sensación de que el escritor japonés más polarizado de todos los tiempos nunca ha desaparecido completamente de nuestras vidas. La realidad, como vemos, no es algo tan sencillo de dilucidar. A lo largo de su extenso e inconfundible cuerpo narrativo, Murakami lleva ocupándose de emborronar la frontera entre el mundo de los sentidos y el de las fantasías oníricas hasta conseguir que ambos se solapen como dos caras de una misma moneda. Novelas como Kafka en la orilla, After Dark, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas o, muy especialmente, la orwelliana 1Q84 constituyen hitos contemporáneos del cautivador realismo mágico al que Murakami suele arrojar a sus personajes. 

La muerte del comendador es la última incorporación a esta larga lista de novelas que desafían los patrones establecidos de la literatura convencional. Su anónimo protagonista es un afamado retratista de 37 años que se sumerge en una profunda crisis existencial después de que su pareja le pida el divorcio de manera absolutamente inesperada. Sumido en una devastadora espiral de confusión y tristeza, el narrador se embarca en un errático viaje por carretera en dirección al norte del país, donde finalmente se instala en una casa aislada en mitad de las montañas que pertenece al padre de un viejo conocido suyo. El descubrimiento en el interior del desván de un cuadro titulado La muerte del comendador desencadenará una serie de acontecimientos tan perturbadores como inexplicables que llevarán al protagonista a cuestionarse su propia identidad, caracterizada hasta el momento por la falta de propósito y una anodina pasividad.

Así, el protagonista de La muerte del comendador, que sigue obedeciendo una vez más al marcado perfil de sus predecesores, trata de recomponer los pedazos rotos de su vida impartiendo clases de pintura en un centro asociativo y manteniendo esporádicos encuentros sexuales con algunas de sus alumnas. No obstante, cuanto más trata de evadirse de su pasado, marcado por la pérdida de inspiración artística y por la trágica muerte de su hermana pequeña, más fuerza ejercen sobre él las incógnitas que comienzan a erigirse a su alrededor. La revelación del misterio que supone el cuadro, inspirado en la ópera Don Giovanni de Mozart, acciona una serie de engranajes ocultos en la historia que sencillamente resultan imposibles de ignorar. Con estudiada familiaridad, Murakami nos invita a caer por su particular madriguera de conejo hacia una absorbente madeja de hilos narrativos que, en aras del suspense, no parecen alcanzar ninguna conclusión satisfactoria en este primer volumen de La muerte del comendador.

Por suerte, la fascinante y surrealista escenografía murakamiana no se nutre de soluciones coherentes ni explicaciones racionales, sino que se basta a sí misma para despertar el más absoluto sentido de la maravilla. Solo Haruki Murakami es capaz de mezclar ingredientes tan dispares y conseguir que el conjunto adquiera una despampanante y enigmática solidez. Entre la vigilia y el sueño, Murakami traza mediante motivos recurrentes, sí, pero igual de eficaces, un descorazonador boceto de la absurda condición humana contemporánea, donde la incomprensión, la soledad y la alienación monopolizan cualquier intento de conexión con nuestros semejantes. A falta del segundo volumen, que nos llegará traducido al castellano el próximo mes de enero, este primer libro de La muerte del comendador se me antoja como una excepcional oportunidad de regresar al universo literario de Haruki Murakami y disfrutar de una fórmula vigorizada para la que aún nadie ha encontrado sustitución. 

PUNTUACIÓN: 

2 comentarios :

  1. Tengo en la estantería esperándome Kafka en la orilla, aún no he probado nada del autor y tengo muchas ganas porque algo me dice que este autor me va a gustar. Gracias por la reseña, me alegra que lo hayas disfrutado, me lo apunto para un futuro.
    Besos.

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  2. Estupenda reseña. Tengo muchas ganas de echarle el guante. Es de los primeros libros que voy a leer en cuanto baje a tierras mediterráneas. Lo cierto es que de los últimos libros que han sacado de Murakami algunos me han encantado y otros me han parecido una birria. Espero que Murakami recupere mi amor por sus libros con este.

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