Sheena Patel - Soy fan

sábado, 11 de octubre de 2025



► Título original: I'm a Fan
► Traducción: Regina López Muñoz
► Año: 2022
► Edición:  Alpha Decay (2023)
► Páginas: 240


Si sientes aversión por el modo en que la tecnología ha transformado nuestra manera de relacionarnos, si crees que corren malos tiempos para la lírica y el romanticismo de la era analógica, si te produce cringe la gente que hace oversharing en sus stories, entonces debo decirte que el debut literario de Sheena Patel va a conseguir que quieras desinstalar todas tus redes sociales y lanzar el smartphone por la ventana. Para los que no tengan inconveniente en tener más la mente en la nube que los pies en el suelo, la estupenda novela de Patel es una opción imperdible donde se aborda un problema ancestral que está deteriorando nuestro tejido conectivo. En efecto, el fenómeno fan ha existido desde mucho antes de que nacieran los influencers, pero la realidad es que la gente parece cada vez menos consciente del rastro que deja su huella digital e Instagram se ha convertido en un auténtico Disneyland para acosadores. Partiendo de esta circunstancia, Sheena Patel elabora en Soy fan un espeluznante collage narrativo donde el amor queda retratado como una patología y los vínculos afectivos se ven contaminados sin compasión por ese rasgo definitorio de la generación millennial: la necesidad enfermiza de buscar la validación ajena.

La protagonista de Soy fan es una mujer londinense de unos treinta años, hija de inmigrantes, que consume compulsivamente el contenido digital de «la mujer con la que está obsesionada» porque tiene un lío con «el hombre con el que quiere estar». Esta chica, personalidad vacía de Internet que representa el triunfo de la mediocridad blanca perpetuada a través del privilegio social y económico, permanece totalmente ajena a la existencia de la protagonista, y mucho menos al hecho de que ocupa su mente a todas horas con la rabiosa concentración de un pensamiento intrusivo. Porque ser fan es eso. Es enclaustrar tu identidad en el anonimato. Sí, cada follower es un fiel dispuesto a morir que reza en el altar de un dios ciego. En un sistema demente donde hemos normalizado la capitalización del apego, donde asumimos que individuos mortales acaparen la adoración de millones de personas, ser víctima de una pasión no correspondida, o hasta compartida, parece una neurosis inaceptable, un motivo más que razonable para volarse la tapa de los sesos en riguroso directo.

Haciendo gala de una mordacidad sulfúrica y desprovista de ataduras, Sheena Patel disecciona en este libro las violentas dinámicas sentimentales que rigen la interacción social contemporánea y señala la voraz vigilancia a la que nos entregamos voluntariamente por un puñado de likes. Para los ingenuos que todavía piensan que vivimos en una novela de Dickens, la rabiosa modernidad de Soy fan seguramente sonará chirriante y hasta desagradable, una afrenta a su visión encorsetada de la literatura. Sin embargo, por debajo de su irreverente obscenidad, su estructura desordenada y su recalcitrante abuso de esos neologismos anglosajones que parecen haberse instalado en el lenguaje cotidiano, Soy fan se erige como una obra sensual y electrizante que captura de manera extraordinaria el zeitgeist de nuestro período vital.

Sin duda, la novela de Patel es un relato que estremece, perturba e incomoda, una incursión nada agradable en el paisaje interior de una mujer pisoteada y colonizada por su frustrante deseo de mendigar atención. Atrapada en una espiral de autodesprecio, humillación y sometimiento propiciados por su dependencia emocional hacia un hombre que la ignora, pero nunca lo suficiente, la protagonista de Soy fan constituye una magnífica antiheroína que retrata la desesperación inherente a llevar una relación sin etiquetas, que no es sino otra manera de etiquetar la ausencia absoluta de relación. Sheena Patel ha escrito una novela macarra y libertina, completamente audaz y lúcida, una exploración vibrante de los desequilibrios de poder en el ámbito amoroso que propugna una feminidad marginal, vulnerable, tóxica y a menudo incomprendida, o incluso estigmatizada. Desde una perspectiva de género provocativa y anticapitalista, Sheena Patel radiografía nuestras entrañas insatisfechas en busca de un terrible diagnóstico, una prueba concluyente de que los arañazos y las convulsiones no son sino una defensa, primitiva y visceral, contra nuestra fobia colectiva a la soledad.


«Solo que yo para él no soy nada y para mí misma tampoco, y por eso me quedo, y él disfruta de todas nosotras, saca partido de una multitud de personas y yo trago porque una migaja de él es mejor que nada.»


★★★

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