Maldita, Chuck Palahniuk
Literatura Random House - 336 páginas - ★★★½
Reencontrarse con uno de tus escritores favoritos es una experiencia que no está exenta de cierto riesgo. Más aún si las expectativas estaban tan altas como con Maldita, la esperada continuación de aquel Condenada en el que una versión desdibujada de Palahniuk sazonaba con su particular gamberrismo narrativo una recreación apócrifa y dantesca del infierno bíblico. Sin embargo, esta última novela de Palahniuk ha sabido colmar mis más elevadas exigencias aun cuando existían ciertas dudas sobre su consolidada reputación como novelista y su capacidad de epatar mediante recursos que rozan la náusea. Maldita es todo lo que se puede pedir de una obra firmada por Palahniuk: es pervertida, descarada, repulsiva y catártica. Pero también es inteligente, hilarante y Ctrl+Alt+Carismática. En ella, la joven Madison Spencer, después de haber pasado una buena temporada cumpliendo su castigo eterno en el Infierno, regresa a la Tierra durante la noche de Halloween para hacerse con un buen puñado de golosinas y pegar un par de sustos. No obstante, un imprevisto de última hora hace que quede atrapada en nuestro planeta convertida en una intangible masa de ectoplasma. A través de los posts que cuelga Madison en su blog seremos testigos del demencial periplo al que se ve arrastrada nuestra protagonista con tal de recuperar su billete de ida al Infierno, todo ello mientras realiza una serie de interesantes descubrimientos sobre su pasado que podrían poner en entredicho la validez de su condena -o no- y trata de impedir por todos los medios el inminente Apocalipsis que -por su culpa, claro está- está a punto de cernirse sobre la especie humana. El resultado, una vez más, dista mucho de ser tibio o decepcionante. Palahniuk nos ofrece en Maldita una historia divertidísima sobre identidad, religión, existencialismo y roles familiares disfuncionales donde lo conmovedor encuentra su sitio en algún lugar entre lo trágico y lo inmundo. Algo contenida, quizá, para lo que suele dar de sí el autor. Pero no cabe duda... Chuck tiene aún muchos cartuchos por quemar.
Oso, Marian Engel
Impedimenta - 176 páginas - ★★★½
No sé muy bien en qué lugar me deja esto, pero lo cierto es que encuentro el argumento de Oso uno de los mas llamativos con los que he tenido la oportunidad de cruzarme nunca: una bibliotecaria llamada Lou abandona su puesto de trabajo y se marcha a una mansión victoriana emplazada en una isla remota, lugar donde deberá realizar un inventario sobre la colección personal del coronel que la habitaba. Sin embargo, ligado a la casa existe un atípico personaje (un oso) con el que Lou forjará una relación, primero de amistad, y más tarde de índole sexual. Atraído por su chocante y surrealista reclamo, inicié la lectura del clásico de Marian Engel esperando encontrarme una novela obscena, perturbadora y en cierta medida vulgar, pero basta adentrarse apenas un par de páginas en la historia de Oso para darse cuenta de que ese anticipado affaire no es más que una excusa empleada para ahondar en cavidades inexploradas del alma humana que van más allá de la simple parafilia. La escritora canadiense posee la infrecuente habilidad de transformar los aspectos más pérfidos de la novela en un acto de hermosa y arrebatadora naturalidad. Así pues, afirmar que esta estupenda obra trata sobre una mujer que mantiene relaciones carnales con un espécimen animal resulta tan superficial como inexacto. Más bien, Marian Engel elabora en torno a la figura de su protagonista (una mujer entristecida, solitaria, frustrada por sus decepcionantes relaciones con los hombres y por el rumbo errante que ha tomado su vida) un emocionante y cautivador relato sobre la feminidad, la necesidad de afecto y la importancia de recuperar las formas más elementales de comunicación. Escrita de manera concisa, sin tapujos, pero haciendo siempre gala de una sensibilidad abrumadora, Oso ha supuesto una auténtica y agradable sorpresa que más os vale tener en consideración durante próximas visitas a la librería.
Como de la familia, Paolo Giordano
Salamandra - 144 páginas - ★★★½
A pesar de haber alcanzado un apabullante éxito editorial en su país y cierta notoriedad internacional con su primera novela (La soledad de los números primos), mi aproximación a la obra de Paolo Giordano se inicia con su última obra hasta la fecha, un interesante relato de corte autobiográfico que solo puede leerse como el particular homenaje que rinde Giordano a todas esas piezas que hacen girar los mecanismos de la dinámica familiar, aun cuando no son parte de ella. Aunque su presencia no siempre se hace notar, la desaparición de estos elementos satélite tiene la capacidad de alterar mareas y eclipsar de vez en cuando otros astros más brillantes. De reajustar nuestro centro de gravedad, dejándonos a la deriva en un mar de incertidumbre y urgencia de nuevos asideros emocionales para soportar la pérdida. Tal es el caso de la señora A., una mujer mayor contratada para la limpieza que fallece a causa del cáncer y deja a su paso el cadáver en descomposición de una pareja -y de su hijo pequeño- que ya no puede retrasar más el momento de rellenar las grietas en su relación, de mirarse a la cara y dejar de huir cada vez que sus sentimientos quedan desnudos, expuestos a la fría intemperie de un desapego en apariencia insalvable. Demostrando un absoluto dominio del ritmo y una admirable habilidad para dibujar personajes que trascienden la mera ficción, Paolo Giordano habla en su novela de emociones y tectónica familiar, de cómo afecta la muerte a nuestra visión del mundo y hace que percibamos cosas hasta el momento inadvertidas. Pero también hay espacio para la observación de cuestiones sociales y académicas muy profundas que tienen bastante sentido en el contexto de la obra. Por otra parte, el estilo de Giordano, en el que se percibe una notable erudición y una exquisita selección de las palabras, logra conmover sin desbordar ni caer en los terrenos de la sensiblería barata. Breve, pero muy intensa, Como de la familia ha resultado ser una delicia de lectura, una historia única y gratificante que me ha dado mucho más de lo que esperaba. Sin duda, una muy buena opción a tener en cuenta.
La que más me llamaba era Maldita, aunque todavia tengo pendiente Condenada... seguramente acabare haciendole un hueco a las obras que tengo pendientes del autor durante el verano. Besos
ResponderEliminar¡Hola! Tengo pendiente leer a Palahniuk pero dudo que lo haga con estos libros porque no me llaman demasiado.
ResponderEliminarSin duda me llevo la recomendación de Oso porque me ha chocado muchísimo. Y por último creo que probaré primero con "La soledad de los números primos" y si me gusta iré a por éste que reseñas.
Un beso :)
Hola, pues no he leido ninguna de las tres novelas, he visto bastante la primera pero no me llama mucho y la que si me ha picado la curiosidad con tu reseña es la de Oso, es bastante peculiar. Me quedo por tu blog, me ha gustado mucho y veo que encontrare nuevos libros ^^
ResponderEliminarBesitos
La novela del OSO me ha llamado mucho la atención. Algo sugerente y distinto.
ResponderEliminarMuchas gracias
La Estupenda
Kiss
Hoola, no conocia ninguno de ellos, pero la reseña de Oso me pica mucho la curiosidad.Un besoo
ResponderEliminaryo necesito urgente el de giordano. soy su fans.
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