Reseña "La tercera cara de la Luna"

► Título: La tercera cara de la Luna
► Autor: Ángel Luis Sucasas
► Año: 2015
► Editorial: Nevsky
► Páginas: 272
► Precio: 19.00 €

Una colección de trece relatos destinada a abanderar el nuevo fantástico español. Un talento que conjuga la alta literatura con la influencia de la cultura pop, de los videojuegos al cómic pasando por el cine de Tarantino o las pesadillas de geometrias imposibles que soñó Lovecraft. Un libro contracorriente que esconde entre sus páginas placeres desconocidos tanto para los gourmets de la literatura fantástica como para los amantes de la literatura sin etiquetas.

Después de regalarnos auténticas joyas de orfebrería editorial como pueden ser Jagannath, de la sueca Karin Tidbeck, o La glándula de Ícaro, escrita por la joven rusa Anna Starobinets, la editorial Nevsky se ha convertido bajo mi punto de vista en un referente absoluto e indiscutible de la narrativa fantástica breve en nuestro país. Sin embargo, la recientemente publicada antología de Ángel Luis Sucasas se une a los ya mencionados títulos para constatar de manera definitiva que la literatura prospectiva no solo goza en la actualidad de un saludable estado de gracia, sino que además es posible encontrar auténticos caudales de talento literario dentro de nuestras propias fronteras. El inclasificable corpus de textos que compone esta colección así lo revela, pues derrochan a través de sus páginas una apabullante y retorcida imaginación que se alimenta de sí misma con el objetivo de empujar los límites del género hasta el terreno de la más salvaje experimentación. Tomando como punto de partida algunos convencionalismos, lugares comunes y motivos que siguen la tradición del relato fantástico, Sucasas elabora un sobrecogedor e incomparable multiverso donde convergen historias de corte mística, paranormal o incluso legendaria que reúnen características propias del realismo mágico, el weird, el terror y la ciencia ficción más hard; relatos verdaderamente dispares e impredecibles que ahondan ese espacio entre lo divino, lo humano y aquello que es mezcla de ambos. 

Por ejemplo, en 'Un cuento de la Dama Blanca', acompañaremos a una manada de licántropos cuya perpetuidad se verá amenazada por una trágica historia de amor e identidad personal. 'El último amanecer', sin duda uno de los relatos más sobresalientes de todo el volumen, nos ofrece una serie de narraciones fragmentadas y un tanto perturbadoras que deberemos ensamblar para obtener la recompensa de su impactante imagen final. 'Por ti...' es una emocionante demostración de sensibilidad y lirismo que también habla sobre el amor, pero como herramienta que puede conducir a la perdición aun cuando se persiguen intenciones loables. Cambiando radicalmente de tercio nos encontramos con 'El ocaso de los sueños', una especie de epopeya heroica donde resalta su lenguaje recargado y grandilocuente, cuyo final además encierra una importante moraleja sobre perseguir la venganza hasta extremos indeseados. Y así hasta un total de trece relatos, algunos más logrados que otros -pero de una calidad media que rebasa el notable-, donde Ángel Luis Sucasas hace gala de una impresionante versatilidad y un poderoso virtuosismo estilístico que colaboran a la hora de articular su creatividad fuera de serie. De hecho, estoy convencido de que no se han acuñado los términos apropiados para describir algunas de las cosas que encontramos en esta antología.

Así pues, por la inabarcable cantidad de temas que toca, su impecable calidad literaria y la amplia gama de tonalidades que adquiere su voz narrativa, La tercera cara de la Luna es una obra que merece todos los elogios del mundo, aunque también es necesario comentar que ciertos relatos guardan demasiadas similitudes estructurales entre sí y que en ocasiones el contenido de los mismos se ve superado por sus rimbombantes formas. Aunque no se trata ni mucho menos de una obra inaccesible, La tercera cara de la Luna sí que requiere cierta complicidad por parte del lector y una predisposición a dejarse guiar por la mano de Sucasas a través de sus complejos, enigmáticos y psicodélicos mundos. Nadie dijo que iba a ser pan comido, por supuesto. No obstante, una vez que aceptas dicho contrato, una vez que te dejas arrastrar por las sugerentes atmósferas de Sucasas y el tremendo mimo que imprime a sus historias, ya no podrás detener el torrente de endorfinas que fluye por tu cuerpo. Disfrutar se convierte en una actividad inevitable y automática. Entonces, liberado de las ataduras que nos mantienen unidos al mundo real, quedarás a merced de hombres lobo, brujas, espíritus vengativos, magos sin escrúpulos y extrañas deidades anteriores al propio universo. ¿Y quién en su sano juicio va a querer rechazar una oportunidad como esa?