Reseña "Los Doce"

lunes, 9 de septiembre de 2013

Título: Los Doce
Autor: Justin Cronin
Año de publicación: 2013
Género: Novela, misterio, terror
Editorial: Umbriel
Páginas: 800
PVP: 22.00 €
ISBN: 9788492915316

El mundo ha sido arrasado por hordas de vampiros mutantes y dirigidos por "los doce", los primeros infectados. La humanidad subsiste en enclaves aislados en un planeta que se ha convertido en territorio hostil. Unos pocos personajes intentan, como pueden, sobrevivir en el caos.
Mientras tanto, Amy y sus compañeros siguen combatiendo para salvar lo que queda de la humanidad, sin saber que el enemigo ha evolucionado y que ahora tienen cómplices entre los hombres, decididos a crear un nuevo orden mucho más siniestro que la extinción total. Ahora, la única esperanza es acabar con los doce virales primigenios, los que se infectaron en primer lugar, aunque para eso haya que pagar el precio definitivo.

Opinión

Paciencia. Grandes dosis de esta elevada virtud he tenido que cultivar a lo largo de los tres dolorosos años que han transcurrido de la publicación de El pasaje, impresionante novela post-apocalíptica protagonizada por vampiros creados a partir de un virus bacteriológico que causó un enorme revuelo apenas salió al mercado, que le ha valido a Justin Cronin la expresa recomendación de una figura tan grande dentro del género de terror como es Stephen King y que, por suerte o por desgracia, como lector me marcó para siempre. Así que no esperes encontrar en esta reseña el más mínimo rastro de objetividad literaria. No te fíes si no quieres de mi inmediata exhortación a que dejes cualquier lectura que tengas empezada y salgas corriendo a por un ejemplar de ambas novelas, ni de mi discutible criterio empañado por el traicionero filtro de los sentimientos, pero lo cierto es que Los Doce, segundo capítulo de la trilogía que previsiblemente concluirá el año que viene en The City of Mirrors, es una de las novelas más trepidantes, extraordinarias, imprevisibles y desconcertantes que he tenido el placer de leer en lo que llevamos de año. 

El primero caminará entre vosotros disfrazado de hombre virtuoso, la maldad oculta en su interior; y acontecerá que contraerá una enfermedad y adquirirá la apariencia de un demonio, una apariencia terrible a la mirada. Y será el padre de la destrucción, y le llamarán el Cero.

Al igual que ocurría en El pasaje, los primeros compases de la novela transcurren durante el cataclismo viral que da origen a la práctica desaparición de la especie humana, con la salvedad de que en esta ocasión ya no contamos con el punto de vista de Amy, Wolgast o la hermana Lacey, sino que ahora nos pondremos en la piel de Bernard (El Último Resistente de Denver), un excombatiente militar atrincherado en el ático de un edificio que se hará famoso gracias a los vídeos que cuelga en Internet sobre la catástrofe, de April, una adolescente de carácter fuerte que hará todo lo posible por proteger a su hermano o de Lila, esposa de un prestigioso cardiólogo que a raíz de un ataque sufrido en el hospital parece haber perdido por completo la cordura. Por supuesto, durante este breve episodio inicial no faltarán buenas dosis de acción, apariciones estelares, cambios frenéticos de ritmo, detalles de notable relevancia para la trama futura o revelaciones que te dejarán sencillamente estupefacto, clavado en el sillón con los ojos abiertos como platos.
    Sin duda, parece que Cronin no ha desoído las quejas de quienes le recriminaban a El pasaje un cambio demasiado brusco de escenario en el momento álgido de la primera parte, pues la transición que en este libro tiene lugar entre ambas líneas temporales es mucho más comedida, asequible, extensa en su justa medida y lo suficientemente temprana como para no interrumpir el desarrollo lógico de la historia en el punto de máxima tensión narrativa. Y es que si de algo gusta el escritor afincado en Texas es de infundir angustia e incertidumbre en el lector, a ser posible mediante frases lapidarias, constantes amenazas a tu personaje favorito, intrincadas vueltas de tuerca argumentales y un omnipresente halo de misterio que no hace sino sumergir al lector en un desquiciante mar de perplejidad bajo el que no se haya casi ninguna de las respuestas que plantea Cronin en su novela.

Llegaron, deslizándose desde la oscuridad. Primero uno, y después otro y otro, formando una falange luminosa, acuclillados en el límite de las sombras. Y en su mente oyó las voces, siempre las voces, las voces y la pregunta:
    ¿Quién soy yo?

En líneas generales, Los Doce da continuidad a la mayoría de líneas argumentales que se quedaron colgando de un hilo (y vaya hilo ¿eh?) al final de El pasaje, pero no de forma inmediata, sino cinco años después de lo ocurrido en la primera parte. Los distintos personajes que conformaban el grupo principal de la novela se hallan ahora dispersados por diversos rincones de la geografía estadounidense, en algunos casos siendo sometidos a un sorprendente a la vez que drástico cambio de personalidad, en otros, emprendiendo un extraño proceso de autodescubrimiento o sufriendo los típicos avatares que podrían esperarse de una buena novela coral. En cualquier caso, queda claro que Justin Cronin no ha dejado en este libro lugar al aburrimiento: aunque a veces de forma solapada, en Los Doce están pasando cosas constantemente, sucesos que en ocasiones rozan lo místico y que nos mantendrán en todo momento en un estado de paranoia total, elaborando retorcidas teorías, conspiraciones y posibles cambios de rumbo que pueda tomar la historia cuando menos te lo esperes.
     Sin embargo, lo que realmente hace de Los Doce una obra tan altamente recomendable no solo dentro de su género sino para un tipo muy amplio de público es el rebosante talento narrativo del que hace gala Cronin a lo largo de sus páginas: su estilo exuberante, vibrante, lírico y metafórico, así como el indiscutible tono religioso que adquieren muchas de sus escenas, añaden un potente toque de magnetismo a la obra y contribuyen enormemente a conseguir el carácter épico que pretende imprimir el autor. Los Doce no es una simple novela de vampiros: Justin Cronin realiza una magnífica revisión del clásico mito y además proporciona elementos de su propia cosecha que enriquecen muchísimo la narración. Tampoco estamos ante una novela de supervivencia cualquiera: a través de sus incomparables personajes, la belleza trastornada de los paisajes que en ella se describen o el contexto hermético y militarizado en el que transcurre gran parte del libro, Cronin nos deleita con un estudio minucioso de la naturaleza humana, abarcando temas como la pérdida de fe, el ansia de inmortalidad, la redención o el sacrificio a lo largo de su nada despreciable longitud, sin filosofar demasiado ni descuidar aspectos más terrenales y al mismo tiempo fundamentales como podría ser un simple y emocionante tiroteo. En definitiva, Los Doce me ha parecido una novela sublime, un tanto insatisfactoria a nivel explicativo y desde luego no tan buena como su antecesora, pero sin duda alguna el tipo de experiencia lectora que resulta sumamente memorable y significativa, una continuación muy digna que sirve de aperitivo para el final de una saga sobre la cual ya han recaído todos mis elogios y que se ha alojado en un privilegiado e inamovible lugar de mi corazón. Repito: cualquier atisbo de objetividad es pura coincidencia.

Puntuación

Los Doce


7 comentarios :

  1. Vaaaale... los leeré los dos... Si es que últimamente todos hacéis unas reseñas tan buenas de los libros de Cronin que mis dientes ya van rozando las aceras... :D :D

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  2. No he querido leer mas que el prmer párrafo pero me has dejado con los dientes muy largos.

    El primer libro me lo devoré en menos de una semana. De este me estoy esperando a tenerlo en ebook ya que es muy caro en esta primera edición, me esperaré a comprarlo en papel cuando salba en formato de bolsillo.

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  3. Buena reseña. Voy a buscar el primero de ellos en cuanto pueda!

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  4. Tengo que hacerme con el pasaje :)

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  5. Ains, me doy cuenta que cuando leo alguna de tus reseñas de 5 siempre acabo queriendo el libro desesperadamente, aunque en esta ocasión primero me tengo que hacer con El Pasaje ^^ Espero no tardar mucho en hacerme con ellos ^^

    Muak

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  6. ¡Estaba esperando tu reseña!
    Estoy más que ansioso por leer este libro, apenas llegue a Chile lo compraré, porque lo único que quiero es saber cómo sigue la historia. Es que el Pasaje...¡¡EL PASAJE!! Maldito Cronin.
    No sabía que eran tan gordo, pensé que tenía 400 páginas. Es casi igual que el Pasaje. Lo único que no me gusta es la edición (es solo la portada, lo sé) porque me gustaba la que hacía juego con El Pasaje.
    Por cierto, ¿has leído las otras novelas del autor? Las "serias", por llamarlas de alguna manera.

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  7. Sip, no eres naaada objetivo, pero lo entiendo. Cualquier autor que King recomiendo y que me recuerde mínimamente a él a la hora de narrar o describir personajes, se hace muy fácilmente un hueco en la estantería.
    A mí me sigue gustando más El pasaje, pero a Los Doce le he notado un ritmo más fluido y dinámico. Eso sí, los saltos en el tiempo son mortales y el final, aunque no te dan ganas de tirarte de los pelos, sí que deja con muchas dudas >.<

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