Mucho antes de que nacieran Philip Kotler, la Teletienda o las demenciales rebajas de Book Depository, ya había en el mundo gente dotada con la pasmosa habilidad de encasquetarte sus productos como quien no quiere la cosa, transformando la apatía inicial o la simple curiosidad del cliente en una imperiosa necesidad de conseguir aquello que se está ofertando. O si no, que se lo pregunten a Blancanieves el día que, estando tan tranquilamente viviendo de okupa en medio del bosque, abrió la puerta de la cabaña y se encontró a una bruja con muy malas intenciones, dispuesta a terminar con su vida mediante obsequios sumamente atractivos pero envenenados. ¿Os imagináis por un momento sosteniendo en vuestras manos esa manzana dulce, jugosa y reluciente, estimulando en gran medida vuestros sentidos, pidiendo a gritos que le deis un fuerte bocado, lejos de imaginar que un simple mordisco os causará la muerte? Sin haber estudiado ninguna carrera (y eso que por entonces seguramente las matrículas aún se podían pagar), está claro que la bruja del cuento sabía muchos y muy útiles trucos sobre márketing, antes incluso de que se acuñara ese término. Sabía, por ejemplo, que no puedes presentar un producto defectuoso ante un público ingenuo sin haber retocado primero el envoltorio, y que si además consigues embelesar a tu presa por medio de una llamativa puesta en escena, poco o nada parece importarle a nadie el contenido de dicho objeto.
En el mundo editorial pasa algo parecido: en vista de la alarmante cantidad de novedades que salen cada año al mercado, ha dejado de ser suficiente (a veces, es sencillamente irrelevante) el haber escrito una buena novela para que tu libro salga a flote entre esa inmensa marea de publicaciones que se pueden encontrar en cualquier librería. Así pues, el objetivo prioritario a la hora de vender un libro cada vez tiene menos que ver con motivos puramente literarios; ahora lo que importa es entrar por el ojo, llamar la atención del visitante casi a cualquier precio. En definitiva, cuidar la portada. Aunque pudiera extenderse hacia cualquier género, este fascinante a la par que peligroso fenómeno se encuentra presente sobre todo en las novelas de corte adolescente, sector sumamente influenciable y con mayor disposición a dejarse engatusar por las radiantes tipografías, los voluptuosos vestidos que porta la protagonista y las efervescencias lumínicas que predominan en la gran mayoría de portadas juveniles.
De hecho, no es difícil encontrar en la bloggosfera numerosos artículos enfocados única y exclusivamente a hablar de este tema, desde los que se dedican a intercambiar impresiones sobre una portada en particular hasta los que recopilan las diferentes cubiertas que un mismo libro tiene en sus respectivas ediciones internacionales. Tampoco faltan los arrebatos de locura colectiva (campañas, recogida de firmas y viudas plañideras incluidas) que se producen cuando una editorial española modifica el diseño original de una novela o cuando el último libro de una determinada saga rompe por completo con el aspecto que muestran sus anteriores entregas. Por tanto, queda demostrado que la portada de un libro es un tema del que se discute largo y tendido tanto en blogs como en otras redes sociales, un tema que preocupa hondamente a la población española, no sé si por delante del terrorismo o de la crisis económica, pero claramente situado en uno de los primeros puestos. Esto, por supuesto, no es ningún inconveniente en sí mismo. El problema, y la génesis de este artículo por añadidura, viene cuando un rasgo tan peregrino, superfluo y, por decirlo de alguna manera, gilipollesco (que la RAE me perdone), se convierte para alguien en algo de tanta trascendencia que determina a un grado irracionalmente elevado los criterios literarios de dicho individuo. Frases del tipo "la portada es una de las cosas más importantes", "tiene una edición tan bonita que me vi obligado a cogerlo", "con esa portada no lo compro ni borracha" [sic] o mi favorita "ya me han vuelto a destrozar la estantería", indican un gusto exagerado por la estética y me recuerdan aquella maravillosa época cuando la portada de cada libro se componía solamente de su título y el nombre de su autor estampado sobre un fondo unicolor.
Al fin y al cabo, ¿cuántas veces no os ha pasado que habéis adquirido una novela principalmente por su portada y la experiencia ha terminado siendo un absoluto fiasco? ¿Cuántos libros buenos, interesantes, mágicos e inolvidables os estaréis perdiendo por culpa de un mero capricho decorativo? ¿No os da la sensación, como a mí, de que las editoriales especializadas en literatura juvenil se dedican con mucho más ahínco a conseguir portadas vistosas (y con ello, el beneplácito de su público) que a disponer de un catálogo competente? Uno de los ejemplos que más me han llamado la atención a este respecto por lo grotesco del caso es el de La selección, de Kiera Cass, novela publicada en España el pasado año por Roca Editorial. Fueron innumerables las personas que se deshicieron en elogios hacia la portada y el fantástico, estupendo, precioso [insertar adjetivo calificativo aquí] vestido de la protagonista, pero muy pocas las que se dedicaban a comentar lo que realmente importa: el argumento. A medida que se iban sucediendo las reseñas del libro, pude comprobar cómo el éxtasis inicial que había despertado esta obra se iba desplomando poco a poco hasta acabar siendo sustituido por un comprensible estupor (hubo quien lo puso de soberana mierda para arriba) que venía provocado por el insultante desarrollo de la idea inicial.
Sin embargo, como contraposición a este despliegue de banalidad artística, podríamos hacer referencia a la portada sobria, simplista y nada reveladora de El guardián entre el centeno, libro que no precisa de mayores presentaciones ni de una bella ilustración que respalde su impecable calidad. También es cierto que sobre gustos no hay nada escrito y que donde tú ves una portada armoniosa y extraordinaria yo veo un Ecce Homo en todo su magnífico esplendor (aquí es donde hablamos de Susurros, cuya portada no solo a mí me parece una sublime horterada). Sea cual sea tu caso, un verdadero amante de la literatura debería dejar que este tipo de cuestiones secundarias nunca le impidan disfrutar de una buena novela. No pretendas convertir tu estantería en una galería del Prado. Al fin y al cabo, el tiempo ha demostrado en repetidas ocasiones que dejarse llevar por este tipo de impulsos visuales a menudo conlleva enormes decepciones y despilfarros que podrían haberse evitado. ¿Quién sabe? Quizá vaya siendo hora de eliminar los prejuicios, las manías y los pretextos que existen sobre el siempre sorprendente universo de las portadas. Quizá haya llegado el momento revolucionario de apostar por las cubiertas sosas, antiestéticas u ofensivamente feas, de dejar, por nuestro propio bien, las manzanas podridas dentro de la cesta.
De hecho, no es difícil encontrar en la bloggosfera numerosos artículos enfocados única y exclusivamente a hablar de este tema, desde los que se dedican a intercambiar impresiones sobre una portada en particular hasta los que recopilan las diferentes cubiertas que un mismo libro tiene en sus respectivas ediciones internacionales. Tampoco faltan los arrebatos de locura colectiva (campañas, recogida de firmas y viudas plañideras incluidas) que se producen cuando una editorial española modifica el diseño original de una novela o cuando el último libro de una determinada saga rompe por completo con el aspecto que muestran sus anteriores entregas. Por tanto, queda demostrado que la portada de un libro es un tema del que se discute largo y tendido tanto en blogs como en otras redes sociales, un tema que preocupa hondamente a la población española, no sé si por delante del terrorismo o de la crisis económica, pero claramente situado en uno de los primeros puestos. Esto, por supuesto, no es ningún inconveniente en sí mismo. El problema, y la génesis de este artículo por añadidura, viene cuando un rasgo tan peregrino, superfluo y, por decirlo de alguna manera, gilipollesco (que la RAE me perdone), se convierte para alguien en algo de tanta trascendencia que determina a un grado irracionalmente elevado los criterios literarios de dicho individuo. Frases del tipo "la portada es una de las cosas más importantes", "tiene una edición tan bonita que me vi obligado a cogerlo", "con esa portada no lo compro ni borracha" [sic] o mi favorita "ya me han vuelto a destrozar la estantería", indican un gusto exagerado por la estética y me recuerdan aquella maravillosa época cuando la portada de cada libro se componía solamente de su título y el nombre de su autor estampado sobre un fondo unicolor.
Sin embargo, como contraposición a este despliegue de banalidad artística, podríamos hacer referencia a la portada sobria, simplista y nada reveladora de El guardián entre el centeno, libro que no precisa de mayores presentaciones ni de una bella ilustración que respalde su impecable calidad. También es cierto que sobre gustos no hay nada escrito y que donde tú ves una portada armoniosa y extraordinaria yo veo un Ecce Homo en todo su magnífico esplendor (aquí es donde hablamos de Susurros, cuya portada no solo a mí me parece una sublime horterada). Sea cual sea tu caso, un verdadero amante de la literatura debería dejar que este tipo de cuestiones secundarias nunca le impidan disfrutar de una buena novela. No pretendas convertir tu estantería en una galería del Prado. Al fin y al cabo, el tiempo ha demostrado en repetidas ocasiones que dejarse llevar por este tipo de impulsos visuales a menudo conlleva enormes decepciones y despilfarros que podrían haberse evitado. ¿Quién sabe? Quizá vaya siendo hora de eliminar los prejuicios, las manías y los pretextos que existen sobre el siempre sorprendente universo de las portadas. Quizá haya llegado el momento revolucionario de apostar por las cubiertas sosas, antiestéticas u ofensivamente feas, de dejar, por nuestro propio bien, las manzanas podridas dentro de la cesta.
Hola!
ResponderEliminarYo veo un par de factores que no se pueden ni obviar ni superar fácilmente: somos consumistas y superficiales, en mayor o menor medida, pero lo somos; los que llevan el negocio editorial son codiciosos, astutos, y saben cual es el punto débil. ¿A caso no es su obligación, porque para eso les pagan, hacernos comprar? ¿Y desde cuando nos enseñan que lo simple puede ser entretenido. Una portada simple, como la que pones abajo, contiene tan pocos estímulos visuales que no le prestas atención. Las editoriales lo saben, y en vez de usar esas portadas tan estimulantes para libros de contenido igual o más estimulante, las destinan a aberraciones como La selección.
En cualquier caso, los caramelos son de colorines por una razón.
PD:Gracias por la reflexión.
Saludos!
No todos somos superficiales. Al menos, yo entiendo por superficial una persona que se deja influenciar demasiado por la cubierta de un libro. ¡Lo importante está dentro! :)
EliminarEstoy de acuerdo con Ersla, somos superficiales, las cosas (y aquí incluyo prácticamente todo) nos "entran" por los ojos primero y luego ya veremos... :D Y esta superficialidad no afecta solo a literatura, sino a todo lo que nos rodea: tú no comprarías un jersey horroroso solo porque es más caliente, o te comerías algo con aspecto asqueroso solo porque sea más nutritivo... Pues con los libros lo mismo... te compras primero el llamativo y maravilloso por fuera y esperas que sea igual de bueno por dentro... Y si no lo es... ¡para eso están los blogs que aconsejan!!! xDDDD
ResponderEliminarEso es como decir que vas a ver una película porque te gusta su cartel, que vas a escuchar un CD porque te gusta la portada o que vas a jugar a un videojuego porque te gusta la carátula. Creo que la literatura es el campo del entretenimiento donde más importancia se concede a este tema, y es una pena, porque al fin y al cabo, tras la portada hay una historia que a veces sencillamente no se tiene en cuenta.
EliminarPero es que sí vas a ver la película por su cartel... o por su tráiler xD y te compras un CD con solo haber escuchado una canción o incluso un fragmento de ella y juegas a un videojuego porque te ha llamado la atención la carátula o la demo que te han dejado, es decir, fragmentos muy pequeños de lo que sería la peli, el CD o el juego.
EliminarY sí, te llevas chascos, claro, pero te aseguro que una vez que entra por los ojos tienes que poner en marcha toda tu fuerza de voluntad para no caer en la tentación de elegir aquello que más nos atrae exteriormente :D
¿Que no debería hacerse? ¡Claro! Te doy toda la razón. Pero como humanos débiles e influenciables, nos cuesta y sucumbimos la mayoría de las veces (aunque solemos disfrazarlo para no sentirnos tan mal xD).
Me encanta este debate!!! :DD
No es lo mismo el cartel de una película que el trailer xD. Como tú bien dices, esos pequeños fragmentos nos ayudan a valorar si lo que contiene la película encaja con nuestros gustos. En el caso de los libros, muchas veces ponen a disposición del público capítulos promocionales para que vayamos leyendo antes de que la novela salga a la venta. No es lo mismo guiarse por eso que por la portada, que pudiera no ser representativa en absoluto de lo que hay dentro.
EliminarPues yo creo que son bastante similares... Una sinopsis puede no indicarte absolutamente nada del interior del libro (a todos nos ha pasado ¿no?), unos primeros capítulos (cuando lo hay, porque son bastante escasos...:/) dicen bien poco de lo que al final puede resultar de toda la novela... Puede que sí, y que con ese pequeño fragmento descubras el libro de tu vida o puede que sea un fiasco monumental. Pero igual que la portada, es un elemento más que nos hace decidirnos por éste o por aquél cuando hay que elegir. Pero voy a ir más allá, es como comprarte a ciegas todo lo que escribe un autor porque te han gustados sus dos, tres o cuatro libros anteriores... Y al quinto va y te la comes con patatas porque ha escrito el truño del siglo...
EliminarVamos, que no hay nada seguro ni infalible en gustos, y tantas opciones como personas. Yo no compraría un libro solo por la portada, pero sí que me influye si no estoy totalmente convencida. Y al contrario lo mismo, si no estoy muy convencida y es horroroso por fuera... ahí queda. ¿Que me pierdo algo maravilloso? Es posible, pero como estoy rodeada de blogueros fantásticos seguro que alguno hace una reseña maravillosa que me hace salir corriendo a por él, sea feo, precioso o del color de la fantasía xD
Creo que cualquier cosa que impulse a alguien a comprar un libro merece respeto, que la cosa está muy malita. Y yo no estoy de acuerdo con eso de que la mayoría de los que tienen portadas bonitas son unos bodrios por dentro, porque lo que a mi no me gusta seguro que hay alguien que lo valora positivamente (el ejemplo de La Selección nos lo está demostrando, unos que sí otros que no ¿acaso no todos los criterios personales son válidos?).
Justamente lo acabo de comentar más abajo: te puedes llevar decepciones y sorpresas te bases en el criterio que te bases. Pero me parece mucho más inteligente y menos arriesgado dejarte guiar por argumentos literarios (sinopsis, reseñas, primeros capítulos, obras anteriores del autor...) que por una cuestión tan aleatoria como la portada que le pongan. Al fin y al cabo, el libro es el mismo tenga la portada/edición que tenga.
EliminarMe ha gustado mucho la entrada, tienes toda la razón. Pero es que cuando entras en una librería y ves cientos de libros tienen que intentar llamar la atención de alguna manera, y la mejor forma es poniendo portadas preciosas. Yo intento no dejarme llevar por impulsos y siempre busco opiniones del libro antes de comprarlo (Goodreads es mi amigo xD). Y frases del estilo "con esa portada no lo compro ni borracha" me las han dicho bastantes veces...
ResponderEliminarEs una pena que la gente califique mentalmente un libro de malo solo porque la portada no les guste.
Totalmente de acuerdo. A veces bien vale la pena leer distintas opiniones antes de comprar un libro solo por la portada :)
EliminarPues no sabes la de veces que yo he dicho lo de "tiene una edición tan bonita que me vi obligada a cogerlo" xDDDDD sé que no debería, sé que es ultra superficial y que no siempre la portada está a la altura del contenido (La selección es un claro ejemplo, menudo bodrio....) pero aun así mi consumista interior no lo puede evitar :( yo siempre me fijo primero en las portadas y si me llama o me gusta luego leo la sinopsis, así tal vez me esté perdiendo grandes obras maestras con portadas poco llamativas, no lo dudo, pero lo que entra por los ojos.... también hay que buscarse algún criterio para descartar, que con la cantidad de obras que salen, tampoco se puede leer o comprar todo, y las portadas es uno tan válido como cualquier otro.
ResponderEliminarAun así, como bien dice Tinuwel, para eso están también las opiniones de otros blogs, para hacernos descubrir que a veces tras una portada "sosilla" hay una gran obra que merece nuestro tiempo.
Está claro que no solo de portadas bonitas hay que vivir, pero es inevitable no criticar cuando cambian cosas (mítico deporte olímpico español) o no fijarse más en las bonitas que en las feas, vamos, como la vida misma ;_;
Por supuesto, es inevitable y yo también me fijo en eso. Sin embargo, cuando acabo un libro que es muy bonito por fuera pero un auténtico desperdicio por dentro, pienso en lo poco que realmente importa la portada y la gran cantidad de obras buenas que estaremos pasando por alto si solo prestamos atención a las cubiertas. Los cambios de edición en ocasiones son un auténtico fastidio, pero yo no pienso perderme el final de una trilogía que me gusta solo porque no me cuadre con los dos anteriores en la estantería.
EliminarPues tienes toda la razón. Me he leído el post de arriba a abajo y no puedo estar más de acuerdo. Contestando a Ersla y a Tinuwel: no es lo mismo comprarte un jersey horroroso aunque sea caliente que un libro horrible por fuera pero muy bueno por dentro. ¿De qué narices sirve una portada bonita si lo de dentro es una mierda? El jersey, aunque sea horrible calienta (además una cosa es la moda y otra muy distinta es la literatura, que no puede ser esclava de la moda tanto como la ropa). Tanto con los libros como con la ropa o la comida lo único que hacemos es establecer prioridades. Puedes querer ir más guapo o comer algo más rico, pero la literatura aporta algo mucho más complejo que un buen sabor o la sensación efímera y superficial de ir más o menos guapo por la calle. Por eso, la portada no debe ser primordial a la hora de elegir un libro, porque en este caso el dicho de "importa más lo de dentro" se lleva a rajatabla. Por supuesto, las editoriales hacen su trabajo y buscan portadas bonitas para vender más. La crítica va más bien a nosotros, los consumidores, que a ellos. Nosotros tendríamos que tener otro criterio, no el de las portadas, para comprar un libro. Claro que a mí me encanta cuando encuentro un libro bonito por fuera y por dentro, pero en un primer momento lo compro por su historia. La portada es siempre secundaria.
ResponderEliminarAMÉN A TODO.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLos libros se venden por las portadas y, nos guste o no, es lo primero que entra por el ojo, independientemente de si es bueno o no. Esto es puro marketing y no solo ocurre en el mercado literario, también se aplica en todos los productos de hoy día. Por ejemplo los perfumes, vienen en frascos monísimos y están publicitados por famosos y se gastan un pastón en anuncios cuando lo que realmente importa es cómo huele el perfume (y te aseguro que la mitad de ellos apestan) pero hay gente que lo compra simplemente porque Nicole Kidman o Shakira lo publicita en un anuncio de TV. Con los libros ocurre lo mismo, compramos el "envoltorio" pero lo importante para el lector debería ser el interior y, por eso, en ese punto sí estoy de acuerdo contigo (aunque también me considero una superficial XDD)
ResponderEliminarSin embargo, discrepo cuando dices que las editoriales deberían preocuparse más por el catálogo que por las portadas vistosas. Esto es un negocio y las editoriales quieren vender, así que yo veo lógico que se preocupen por "resaltar" sus libros con portadas vistosas, es lo que vende. Y en cuanto a catálogo, pues ocurre lo mismo, ¿qué publican las editoriales? lo libros más vendidos en otros países, los géneros de moda y, en definitiva, lo que vende.
Concluyendo, esto es marketing y sí, la mayoría somos superficiales, pero hoy día tenemos internet y la blogsfera para consultar si "X" libro merece la pena, así como obtener recomendaciones de clásicos, libros antiguos y libros con portadas feítas pero que realmente son buenos. Afortunadamente, el "boca a boca" también funciona al igual que la imagen y, por eso mismo, otra técnica que funciona bastante bien es que las editoriales colaboren con blogs, pues así se aseguran que quizás libros que no tienen mucha publicidad ni portadas “bonitas” también den que hablar y se publiciten de otra forma.
En fin, que de este tema podríamos hablar largo y tendido ;)
Saludos
¿Y quién compra los libros? ¿Quién marca las tendencias editoriales? ¿No has notado una proliferación espontánea de novelas eróticas a raíz de que se publicara '50 sombras'? Las editoriales nos estudian y saben que nos dejamos llevar por las portadas bonitas. Solo nosotros podemos cambiar eso y creo que deberíamos hacerlo.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, el problema esta en que la gente seguira buscando libros por la estetica de sus portadas y no por el contenido y que muchas veces perderan la oportunidad por el simple hecho de juzgar a primera vista. Reconozco que algun que otro libro lo he escogido por su portada y la decepcion ha sido momentanea ya que el libro no valia la pena de leer, pero soy de esas personas que antes de comprar algo por la vista primero me fijo en el contenido e incluso quizas busco opiniones, por lo que si mas gente hiciera esto poco a poco quizas podria cambiar la forma de comprar y las editoriales dejarian de hacer esas tonterias de vender por los ojos.
ResponderEliminarLa verdad que te has atrevido a hablar de un tema del que se podría estar hablando horas y horas. En mi caso nunca me vi influenciada por una portada a la hora de comprar un libro, lo único que miro es el título y autor, la sinopsis para saber si es de mi gusto y punto.
ResponderEliminarFue cuando me metí en este mundo del blog donde vi que la gente le daba bastante importancia a la apariencia de un libro, desde gente que se obsesiona con portadas que sean bonitas o se compran la misma saga en diferentes ediciones, lo cual en parte lo veo como un gasto un poco absurdo, ¿de qué te puede servir tener el mismo libro 3 veces diferentes si por dentro contará la misma historia?
Tal es la importancia de la portada de los libros, que el otro día haciendo la compra por el Carrefour, en la sección de libros vi que había unos a escasos 2-3€ y cuya portada era el título y nombre del autor, y el resto era de un color uniforme (azul, verde o rojo). Me pareció un poco estúpido, ya que no eran precisamente malos libros, simplemente no tenían una portada tan llamativa como otros.
En cuanto a esta entrada, estoy de acuerdo contigo de que se le da mucha importancia a la portada.
Y no digo más porque me lío y no termino.
Un besiño
Lo de tener libros repetidos en distintas ediciones no me parece nada absurdo. Si es un libro que te encanta y te lo puedes permitir, adelante, es tu dinero. Lo que no entiendo es la gente que se compra libros solo porque la portada/edición es preciosa.
EliminarMe ha gustado mucho tu artículo y tienes toda la razón, somos muy superficiales y yo soy la primera, pero como ya han comentado creo que en todo lo que compramos miramos la estética.
ResponderEliminarMe gusta que mis libros tengan ediciones bonitas y que queden bien en la estantería dentro de la posible, si voy a una librería seguramente tenderé a mirar los libros que me llamen la atención por la portada (a no ser que se trate de libros que haya conocido por otros medios, como reseñas o porque ya conozca al autor). Pero en general no es un factor determinante a la hora de decantarme por un libro (aunque alguna vez he caído, o el libro ha ganado puntos por enamorarme de la edición, lo reconozco), me guío más por el argumento/reseñas/autor, y luego ya miro qué ediciones hay y compro la que más me gusté. Si son todas feas pues tampoco lo voy a dejar de leer por eso, aunque tengo que reconocer que quizá lo lea entonces en el ebook xD
Muy de acuerdo contigo. Si ya tengo decidido comprar un libro, intento llevarme la edición más cuidada o la que más me guste. Si no, pues mala suerte, pero me lo llevo de todas formas xD
EliminarEs cierto que uno puede guiarse solo por lo que le entra por la vista. Estoy de acuerdo contigo que un libro puede tener una portada preciosa y la trama parecerte una mierda, o ocurrir todo o contrario. Pero esto es algo que se extiende a muchos ámbitos de la vida. Es decir, todos nos jactamos de que si buscamos pareja no nos fiaremos en el exterior, que su personalidad es más importante. Pero al final siempre acabamos babeando con la chica con curvas seductoras o el chico fuerte y potentorro. Nos pasa, no podemos negarlo. Las cosas nos entran por los ojos, es lo que hay.
ResponderEliminarPero también es cierto que hay que tener cierto criterio. No puedes simplemente guiarte por lo que ves. Tienes que analizar si, eso que tienes delante de ti (ya sea un libro o un chico de buen ver xD,) es más que solo fachada, si realmente te atrae lo que hay dentro.
Obviamente, las editoriales quieren tener portadas preciosas llamativas para que, entre tanto libro, la suya destaque. Para conseguir al menos, que te acerques y mires la contraportada para leer la sinopsis. Así, al menos ya han conseguido el primer paso, y el segundo paso: que te atraiga la trama y comprarlo, ya es más fácil de conseguir.
Por otro lado, veo fatal eísimo comprar un libro SOLO por su portada, o no comprar X libro porque tiene una portada feísima. Tengo libros que me encantan con portadas preciosas, y libros que adoro pero que tienen portadas que no enseñarías xD
Yo me incluyo entre una de las personas superficiales pero, ¿Y qué? ¿Qué pasa si hay personas que compramos "por la portada"? No creo que se vaya a acabar el mundo por ello. Si vas a una librería, por lo menos a las que yo voy, en el sector juvenil o de cualquier otra temática puedes encontrarte con unos doscientos o trescientos (incluso más) libros. Obviamente no me voy a parar a leer cada una de las sinopsis de dichos libros sino que leo la de aquellos libros cuya portada, título o lo que sea me llaman. Entiendo que te quejes de que "solo se mira la portada" pero es que es imposible ponerte a leer el argumento de todos los libros que hay en una librería. Como han dicho por arriba, mi criterio a la hora de comprar libros es fijarme en aquellos que me llaman la atención (es decir, portada y título), posteriormente leer la sinopsis y hago caso a aquellas reseñas de bloggeros que considero "de confianza".
ResponderEliminar¿Que he comprado libros por la portada? Sí. Y fíjate que la mayoría de ellos me han gustado (y como ya dije una vez, mientras sea mi dinero puedo comprar los libros por la portada, por el título o por lo que me salga del pie). ¿Que voy a dejar de comprar un libro porque tenga una portada fea? En absoluto. Si un libro tiene una portada horripilante pero sé que es un buen libro (bien por reseñas que haya leído o porque me llama su sinopsis) lo compraré independientemente de que tenga una portada horrible, bonita o fea.
Eso es todo,
Un beso.
Evidentemente no se va acabar el mundo. Cada uno es libre de hacer lo que le salga y de gastar su dinero en lo que crea oportuno, yo solo animo a que demos menor importancia al tema de las portadas y ampliemos un poco más nuestro repertorio literario. Además, tú misma dices que no solo te dejas guiar por eso, que lees las sinopsis, consultas reseñas y que si una portada te parece horrible pero sabes que es un buen libro, lo vas a comprar de todas maneras.
EliminarYo soy de las primeras que sí ve una portada bonita, sale extasiada con ganas de llevarse el libro a casa. A pesar de todo, es algo que queramos o no, nos influye. Eso sí, no lo veo como un único factor que me hace comprar un libro, quiero decir, por ejemplo con La Selección, el vestido me parece precioso, pero la trama... pues en fin xD
ResponderEliminarPero, por ejemplo, por otro lado tenemos esas maravillosas portadas ochenteras de los libros de fantasía (Dragonlance Y Reinos Olvidados) que sencillamente, las ves y quieres salir corriendo en dirección contraria de lo horteras y horribles que son. Y luego lees el libro y son una maravilla. Pero si fuera solo por la portada pues en fin.
Y evidentemente hay cosas que es que son de gustos, y no a todos nos puede gustar todo. Pero por ejemplo, lo que comentas de las ediciones, sí que me fastidia. No los cambios de portada sino los cambios de tamaño. Seré muy superficial, que si xD, pero tener una trilogía y que sea de diferentes tamaños y alturas queda raro, y no ya raro, sino mal. Y me fastidia xD.
Finalmente, un libro es un producto, creo que todos los aspectos del mismo deberían estar cuidados. Aunque contentar a todo el mundo sea imposible.
Claro que sí, ¡vivan las portadas ochenteras! xD Qué poco importaban las portadas por aquel entonces... :)
EliminarEn mi caso, puedo decir y digo, que si veo una portada bonita, evidentemente la apreciaré y me incitará a coger el libro, pero cuando lo coja, le daré inmediatamente la vuelta para ver su sinopsis, si no me convence, se quedará en la librería, por mucha portada bonita que tenga. Y por eso nunca he llegado a leer un libro solo por su portada -como les pasó a muchos con La Selección-. Eso sí a mi personalmente, me llama muchísimo más la atención el título del libro que la portada, por lo que sea lo primero que me llama la atención es el título - como me pasó con "El Brillo de las Luciérnagas", me saltó a la vista el título y luego la sinopsis me intrigó mucho, pero no me fije en su portada-.
ResponderEliminarEn fin, creo que es evidente que la imagen de un libro, especialmente en juvenil, cuenta y mucho, pero desde mi perspectiva aquellos que compran un libro solo porque "su portada es preciosa" van a llevarse muchas decepciones literarias, eso sí, tendrán una estantería monisima.
Yo vengo a romper el molde de todas estas señoritas de arriba (porque soy una punk). Muy bien señoras y señores: YO NO COMPRO LIBROS POR SU PORTADA. Solamente en una ocasión lo hice (con ghost girl XD) pero ya está. De hecho, tengo la teoría de que a portada/edición más bonita, más mierda es el interior (y pienso que realmente ponen portadas bonitas a mierda porque si no, no la venden ni a tiros).
ResponderEliminarSiempre leo la sinopsis, me fijo en el autor, voy a goodreads, leo vuestras reseñas... Y decido. La mayoría de mis libros preferidos tienen portadas horribles (me ha gustado que citaras 'El guardián entre el centeno' que justamente viene en esta categoría). Sí, no compro libros por su portada. Compro libros por su sinopsis, y porque he leído muchas reseñas positivas y me crea curiosidad, claro que luego me llevo más de un tortazo, pero hay que arriesgarse.
Así que no: No vende la portada (o al menos no siempre) y a mí, no es "lo primero que me entra por el ojo" (como se decía por comentarios). Obviamente que si veo una portada bonita me fijo en ella, pero no me crea nada más allá de pensar que es bonita, porque desconfío de su interior, porque el 85% de las veces, el interior es una mierda (ésto debería de estudiarse seriamente).
A mí me hace gracia que nos cataloguen a todos de superficiales. SORPRESA: NO xDDD Me parece respetable (una tontería, pero igualmente respetable) que la gente compre en base a criterios estéticos, pero no es eso lo que de verdad importa de un libro.
EliminarLa verdad es que yo soy una superficial, y no me importa negarlo... las portadas bonitas me atraen como la luz a los insectos, pero lo que tengo yo de bueno es que muuuchas portadas me parecen bonitas (la de El guardián entre el centeno me parece preciosa, así como muy elegante ella). Y de un tiempo a esta parte me centro ya no tanto en las portadas sino en los lomos xDDD soy un caso desesperado, que le voy a hacer.
ResponderEliminarSí que tengo libros con portadas feas (por ejemplo: mi última lectura, Némesis, tiene una portada... curiosa), pero si hay algo que ya no es que me dé asco sino que me molesta es eso que comentas de que cambien las ediciones. A ver, que no es para poner el grito en el cielo ni nada pero por ejemplo, cuando cambiaron la de Juntos 3, me molestó. No me moriré si tengo esa portada en la estantería, pero si puedo comprar una edición que se parezca a las que ya tengo pues bienvenida sea. Y por supuesto si puedo elegir entre varias ediciones elijo la más cuqui (se me viene a la cabeza Grandes esperanzas que había cinco ediciones y cogí la de Alba porque era manejable y bonita).
Una última cosa (y ya paro xD). Siempre me ha hecho mucha gracia las reseñas en las que se puntúa la edición, o en las que se pasan tres o cuatro párrafos hablando de cómo es la portada... yo no suelo comentarlo, a no ser que sea horrorosa o especialmente bonita, que sí que lo pongo. Por ejemplo cuando leí Blanca como la nieve..., que fue un libro que no me gustó ná, sí que terminé la reseña diciendo que bueno, la portada era bonita xD pero vamos, que ni me influye para la nota ni nada.
Ale, parrafazo en un momento :D
Es innegable que la portada importa, y que si un libro tiene una portada que te gusta, mejor que mejor. ¡Peeeero no se puede comprar un libro sólamente por eso! Siempre tiene que haber otro factor que sea el que te haga comprarlo, pero no la portada. Es verdad que llaman la atención, que a primera vista cuando entras en una librería es lo primero que ves... pero hombre, un poco de criterio. A mí la portada de "La selección" me parece preciosa, pero no me lo he comprado! Y en cambio la portada de "Cuaderno para dos" que sacaron en España me parece horrible, y me lo compré porque me llamaba la atención el argumento. Creo que debemos elegir los libros en función de la sinopsis, de si nos llama la atención su temática o su argumente, o si hemos visto reseñas que nos hayan animado a comprarlo, pero en ningún caso la portada debería ser un factor decisivo para comprar o no comprar un libro.
ResponderEliminarY ya por último: estoy viendo a mucha gente que se compra otra vez libros que ya tiene sólo porque lo han sacado en una edición más bonita... por ejemplo, Orgullo y prejuicio, o ahora se habla mucho de la nueva edición en inglés de Los juegos del hambre... allá ellos, es su dinero y se lo gastan como quieren, desde luego, pero a mí me parece una soberana gi-li-po-llez xD
Un beso!
Yo soy superficial a mi manera, reconozco que si una portada me gusta voy a acercarme al libro y ver de qué trata, pero por ejemplo La Selección no me parece que tenga una portada bonita. A mí me gustan las simples (tipo Eleanor & Park o Boy Meets Boy) y no creo que a las editoriales les resulte muy difícil hacerlas de ese estilo.
ResponderEliminarEs cierto que deberíamos fijarnos más en la historia que hay detrás de una portada, pero las cosas entran primero por los ojos y pasa lo que pasa. Yo, por ejemplo, me acabo de comprar la edición nueva de Harry Potter sólo y exclusivamente por las portadas (que la historia me encanta, pero ya tenía la primera edición).
Eso sí, como han dicho, antes de comprar algo veo que vaya a gustarme, no me fío ciegamente de la portada.
También podríamos entrar a discutir lo que se considera bonito y lo que no, porque tela xDDDDDD Los dos ejemplos que mencionas se acercan mucho más al tipo de portada que me gusta.
EliminarLo confieso, me llamo Patricia y soy una superficial, sí, me muevo y compro por las portadas. Aunque también te digo, a veces, me han regalado libros, o recomendado alguno, que la portada era simple, sin nada, como la que has puesto, solo con el título, que no me llamaría para nada, si buscara algo en una librería, pero he terminado comprobando lo que nos dices, que a veces, perdemos grandes lecturas por su portada, pero no solo lo hacemos con la literatura, sea del género que sea, si no también en la vida. Las personas siempre juzgamos por la apariencia de otra. Siempre lo hacemos, siempre lo haremos y no cambiaremos. Todo se juzga por lo que ves, y luego si te equivocas,... mala suerte.
ResponderEliminarYo me he equivocado con algunas lecturas, y también me he equivocado con algunas personas. Intento no ser tan superficial, ni con la literatura, ni con la vida en general, porque abriéndote a otros mundos, a otras personas, puedes llegar a conseguir conocer verdaderas joyas.
BESOTES
En serio, gracias. Me parece una gilipollez TAAAAAAAAAAAN grande que la gente se compre libros por las portadas... Que sí, que puede ser un factor en la decisión, pero que sea principal... pues en fin. Los libros están para leerlos, no para decorar las estanterías. Comprendo que si hay varias ediciones te decantes por la más bonitas, yo también lo he hecho, pero no que sea un factor decisivo a la hora de tomar la decisión.
ResponderEliminarYo igual. Si puedo, me decanto por la edición que más me guste, pero como digo arriba, eso es porque ya tenía pensado comprar ese libro.
EliminarHola,
ResponderEliminarPues la verdad es que yo sí compro libros por su portada, y a veces me llevo chascos y otras no. Y es que a mí no solo me gusta leer, sino que también me gustan los libros, los libros como objetos, la ediciones cuidadas, las portadas bonitas. Y, además, como no tengo la costumbre de leer las sinopsis, porque en la mayoría de los casos te cuentan medio libro, pues no te voy a engañas, lo primero que me llama de un libro es su portada.
Que sí que está claro que lo importante es el interior, pero para mí, como para mucha gente, también es importante el exterior. La verdad, no me gustaría ver toda mi estantería llena de cantos negros, sería muy deprimente. Así que seguiré buscando libros bonitos, atesorándolos, mimándolos. Seguiré comprando la edición inglesa cuando la española sea un horror, y me seguiré enfadando cuando la editorial me cambie el formato de una saga. Porque como te digo no solo me gusta leer, sino que también me gustan los libros, no lo puedo evitar.
De todas maneras me parece una reflexión muy interesante ^^
Muak
PD: A mí La Selección me gustó ;P
Aquí nadie ha hablado de cantos negros xD A mí lo que me sorprendió de La selección es que nadie hablaba del argumento, solo de la portada ultra preciosa, hasta que empezaron a salir reseñas y la gran mayoría que leí fueron de campeonato. Eso no quita que haya gente que pueda haber disfrutado del libro.
EliminarA mí que la portada sea fea o bonita lo único que hace es que me fije en el libro y me interese en buscar críticas, pero no que me lo lleve puesto. Entiendo que sea un factor decisivo en la compra, porque a todos nos gustan las cosas bonitas...El problema es qué entienden las editoriales por bonito: foto de adolescente rubia tumbada en el prado, o mirando las nubes, o de la manita por el parque...Y además foto recicladísima, sacada del mismo banco de imágenes que usan todos, y lo que peor llevo, sin ningún tipo de relación con el contenido del libro.
ResponderEliminarYo como consumidora creo que podemos exigir más, que aquí los libros son carísimos. Y me refiero a una edición sin faltas de ortografía, buenas traducciones, letra aceptable, papel de calidad y que no se le caigan las hojas a los dos días. La imagen te define, y estoy pensando en Impedimenta o Libros del Asteroide (sí, soy fan y se me nota), con un catálogo que es consistente y un diseño acorde a la marca. Todo suma, todo define la calidad de tu producto y tu consideración por tus clientes. Si no te esfuerzas, me lo saco de la biblio y no te llevas mi dinero ;)
Felicidades por el artículo, aunque no esté totalmente de acuerdo ha sido un gusto leerlo :)
Precisamente esas dos editoriales son un ejemplo idóneo de lo que yo considero el perfecto equilibrio entre un buen catálogo y una edición muy cuidada. Casi todos sus libros me llaman la atención :)
EliminarYo tengo un poco de todo. Hay libros que he comprado porque la edición y la portada eran una monería y me he llevado un fiasco al leerlos, o libros que simplemente leí su sinopsis, con portadas simples y una edición de andar por casa, y me han cautivado. Creo que las editoriales tienen mucha culpa a este respecto. Si un libro tiene calidad literaria, perfecto, hagamosle una portada que esté a la altura del contenido. Sino, ¿para qué molestarse en publicarlo? Se supone que debe prevalecer la buena trama, no intentar vender un libro que no lo quieren ni los gatos en el arenero por huevos y como saben que no es así, les ponen portadas monas. Si un libro vale es por lo que transmite, no por su cubierta.
ResponderEliminarSaludos!!!
Veamos, no creo que sea tan extremo el caso de "comprarse un libro por su portada". Es más, estoy segura de que la gran mayoría de las veces que decimos "lo he comprado por la portada" no se llega a decir que hemos mirado tal o cual reseña, notas en GR, hemos pedido opinión de alguien cercano y un largo etc. Simplemente no se dice en el momento. Una portada "bonita" no es sinónimo de que el libro sea una patata o una maravilla. Hay de todo. Muchas veces también compramos porque el libro es de nuestro autor favorito o porque la sinopsis nos llama mucho la atención. En cualquier caso, ninguna de las opciones nos asegura que el libro sea una obra maestra y que lo vayamos a disfrutar. Por lo tanto, no veo tan criticable que alguien decida comprarse un libro por su portada, es un criterio más (superficial, sí)para hacer criba.
ResponderEliminar¿Las portadas influyen a la hora de comprar un libro? Por supuesto y no poco. Siempre vamos a elegir la edición que más se adapte a nuestros gustos. Además, muchas veces no miras solo la portada, miras la edición, miras el precio. Hay una gran cantidad de factores que te harán decidirte por una u otra, pero cada uno le dará prioridad a la que quiera.
En cuanto a lo adornar las estanterías...Yo soy la primera que quiere arrancarse los ojos si cambian la edición de alguna saga, pero eso también son manías de cada lector. Tampoco voy a coger un berrinche y voy a dejar de respirar, pero me voy a quejar desde luego xD Luego si entramos en el tema del coleccionismo nos podemos volver locos. Si pudiera, me compraría ediciones de IT y de Canción de hielo y fuego hasta hartarme XD
J, ¿me estás diciendo que no tienes los libros de anagrama como si fueran un arcoiris o los de Murakami juntitos y en orden por el número del lomo (seguro que se te van los ojos a Baila, baila, baila porque desentona) y con los de King igual? ¿Y qué me dices de cuando se dobla un lomo y se queda la marca? Muchas veces no podemos hacer nada, pero lo evitamos en la medida de lo posible. Queramos o no, tratamos a los libros como un objeto, no solo por lo que nos hayan hecho sentir al leerlos.
Con esto lo único que quiero decir que no todo es blanco y negro, que hay grises de por medio y no se puede juzgar a alguien porque ha dicho que se ha comprado el libro por la portada.
Un beso!
Te aseguro que hay gente que sí, que compra libros SOLO porque les gusta la portada o que los deja de comprar SOLO porque la portada les parece fea, y creo que algunos de los comentarios arriba me lo confirman xD Te doy la razón en que puede haber libros preciosos con historias magníficas dentro, de todo hay en la viña del Señor. También puede ser que un libro de tu autor favorito o un libro que te hayan recomendado mucho te pueda decepcionar igualmente, pero al menos en ese caso nos seguimos moviendo en el terreno de lo literario. Lo que no entiendo es que se juzgue a un libro por su cubierta. Ah, y yo lo de comprar ediciones repetidas no lo veo mal, ojo xD. De hecho, me gustaría comprar las nuevas ediciones de HP en inglés y aprovechar para releer la saga. Y ya respondiendo a tus preguntas: sí, tengo los libros de Anagrama juntos y en ningún orden en particular, pero porque agrupo los libros en función de la editorial y luego en función del autor. Los de Murakami, Rowling, King y Keyes están también juntitos, en diferentes ediciones y con los números desordenados xDD Y lo de cuidar los lomos no es por estética, es que tengo la costumbre de cuidar mis cosas xDD No creo haber ofendido a nadie con este artículo ni tampoco estoy juzgando a las personas, estoy juzgando una actitud en la que todos hemos podido caer alguna vez. Solo digo que a la hora de buscar nuevas lecturas, dejemos de fijarnos tanto en la portada y nos informemos un poquito más de lo que hay dentro. Y quien se quiera dar por aludido, él/ella sabrá...
EliminarYo la verdad es que me alegro de no haber comprado un libro NUNCA por su portada. Lo que suelo tomar como punto de partida a la hora de comprar un libro es la sinopsis y las críticas que haya leído, también, en ocasiones, el título influye a la hora de que una novela me llame la atención. Claro que también se agradece que se tomen la molestia de hacer una portada, digamos, correcta y sino, en vez de poner horteradas, podrían poner solo el título del libro, que también queda bien.
ResponderEliminarTengo en mi blog dos secciones de portadas. PERO son poco periodicas y NI DE LEJOS compro libros de ese tipo. por la simple razon que vivo en un pais perdido de dios que el 80% de lo que se publica en España aqui no llega. Y si algo llega, es que es muy popular y se vende como arroz. O sea que a mi no me engañan con comprar por la portada.
ResponderEliminarComrpo libros basado en recomendaciones. En serio, ME SOPLA UN PIE si la portada es fea o bonita. Me encanta la editorial Anagrama ¿acaso sus portadas son bonitas o feas? NO. Me guio por gente buena que conoce mis gustos, gente de confianza y las buenas criticas que encuentro por ahi XD
Admiro portadas bonitas pero ni loca compro por eso.
Es un magnífico ensayo, sub-zero, y te alabo la narración y la reflexión que hay tras ella ;o) Aún así, considero que somos libres de elegir la belleza, tanto en libro como en flor como en obra de arte, si así nos place. Hay momentos en la vida que nos piden una portada bonita, otros nos piden sobriedad, la cual no falta ni faltará jamás. Por otro lado, he leído La selección, y la verdad es que da justo lo que promete esa portada, ni más ni menos.
ResponderEliminarUn besote equilibrado.
Interesante, muy interesante entrada. Da para comentar muchas cosas. Es indudable que las cosas nos entran por los ojos y que un libro con una edición bonita tiene más papeletas para venderse bien, que una que sólo traiga el título y el autor. ¿Por esto debemos comprarlo? Pues... sí y no. A veces, algo nos atrae del libro, de la portada, el título... algo nos hace querer leer ese libro y gracias a esto me he llevado sorpresas muy gratas leyendo un libro de cuyo argumento no tenía ni idea y que sólo compré porque me llamó la atención el conjunto título + portada (La ladrona de libros es el primer ejemplo que me viene a la mente).
ResponderEliminarPero evidentemente, esto no es lo que suele ocurrir, y menos en literatura juvenil, que parece que compiten para ver quién hace la portada más bonita/llamativa para que el adolescente de turno se enamore y quiera el libro.
En lo personal, apenas compro libros en papel, sólo cosas muy, muy puntuales (tiro más de digital, préstamos, biblioteca, etc.), y si compro un libro, como objeto único que estoy adquiriendo, pues quiero que reúna una serie de condiciones. Desde una edición buena, una portada decente, una buena traducción (no me he comprado Los Miserables porque me niego a tener una edición en la que los protas se llamen Juan o Fantina), y, claro, evidentemente, si compro un libro es porque lo quiero conservar eternamente y legárselo a mis hijos, nietos, etc... Así que no valoro sólo la portada, pero también influye.
Reconozco que yo fui una de esas personas que se indignaron con el cambio de portada de Juntos 3. Pero porque, como tenía los dos anteriores (recibidos de editorial) y me gustaba la saga (no es para morirse, pero me "hace gracia") estaba dispuesta a comprarme el tercero. Pero, honestamente, por una cuestión de estética unida a que no es una saga por la que morir, con el cambio de edición, cambié de opinión y regalé los dos anteriores.
Con esto quiero decirte que estoy de acuerdo en parte contigo, pero también entiendo, como compradora no compulsiva de libros, que el aspecto físico del libro es algo valorable también. No sólo portada, sino que la edición esté cuidada, que no se descuadre al leerlo, que sea cosido y no pegado, que el papel no dé grimita al tocarlo... y tantas cosas que ahora hacen que lea el 95% de lo que leo en mi kindle.
Pero en última instancia, si te mueres por leer un libro, la portada no debería ser un impedimento. Que las hay feas con ganas y encima absurdas (Alianza es un grandísimo ejemplo de esto, en ocasiones de mal gusto incluso), pero si quieres tener ese libro en papel, ¿por qué vas a dejarlo pasar sólo por su portada?
Bueno, ya paro xD
¡Besines!
Las únicas novelas que compro por su portada son en el mercado de segunda mano y son:
ResponderEliminar1. las románticas. Esos machotes de pechos enormes sosteniendo en sus brazos a pechugonas de cabellos imposibles.
2. novela negra con portadas pulp de aire pulp.
El coleccionismo es muy malo para la salud.
El debate es muy interesante. Mi percepción es que la portada, los dibujitos en el interior, la estética cobra cada vez más protagonismo en detrimento de la calidad de la edición. No hablo de si la novela es buena o no. Hablo de libros más bonicos que un San Luís y con relieves y los números de los capítulos rodeados de rosas, pero con traducción hecha en quince días por traductor automático y cuatro correctores cobrando cuatro duros, errores gramaticales, faltas de ortografía, etc. El cuidado en el aspecto estético en detrimento de la calidad de la edición. Esto lo comento porque leyendo por aquí y por allí me encuentro con definiciones de libros llenos de errores y mal traducidos con la frase "edición muy cuidada" refiriéndose solo a que el libro es "bonito".
A mí me preocupan más otros aspectos. Buena traducción, márgenes correctos, buena tipografía, ausencia de errores, etc.
Saludos.