► Título: Lo bello y lo triste
► Autor: Yasunari Kawabata
► Año de publicación: 2009 (1965)
► Género: Novela, drama
► Editorial: Austral
► Páginas: 224
► PVP: 7.95
► ISBN: 9788496580756
Sinopsis
Impulsado por la nostalgia, Oki Toshio, un escritor casado, decide viajar a Kioto para oír las campanas del templo en el Año Nuevo. Pero además quiere ver a Otoko, antigua amante a la que había humillado. Todavía hermosa, Otoko, ahora pintora, vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Y lo que comienza como un reencuentro sentimental entre el maduro Oki y la discreta Otoko se convertirá. Por voluntad de Keiko, decidida a vengar a su mentora, en un cruel drama de amor y destrucción.
Opinión
Estos japoneses me traen de cabeza. Yo que he visto decenas de animes, leído cientos de mangas, visitado ferias y exposiciones de todo tipo e intentado incontables veces comer arroz con palillos (todas ellas de forma infructuosa), creía saber suficientes cosas sobre la cultura nipona como para no llegar a sorprenderme con la enésima novela que cae en mis manos de un autor japonés, y más teniendo en cuenta que ya había probado con anterioridad alguna obra suya. La casa de las bellas durmientes fue una lectura atípica y un tanto inquietante, pero sin duda alguna su estilo poético, así como la extrema sensibilidad que desprendían cada una de sus páginas, me han hecho regresar corriendo a los brazos de este escritor, galardonado en 1968 con el premio Nobel de Literatura. Y la experiencia no me ha defraudado en absoluto. En esta breve a la par que intensa novela, Kawabata nos pone en la piel de Oki, un escritor ya casado que impulsado por los recuerdos de un tormentoso romance juvenil, decide emprender el día de Año Nuevo un viaje a Kyoto con el fin de perseguir el rastro de su antigua vida.
Sin embargo, lo que Oki allí encuentra es que su amada Otoko ha materializado por fin su sueño de convertirse en artista y ahora, habiendo superado las cicatrices de aquel amor tan doloroso, ejerce además como tutora de una chica llamada Keiko a la que más vale tener bien lejos. Celosa, despiadada, retorcida y con una devoción hacia su mentora rayana en lo patológico, Keiko decide reequilibrar la balanza de la justicia a su particular modo de ver las cosas y centrará todos sus esfuerzos en amargar la existencia de Oki para cobrarse una supuesta venganza. Así pues, Lo bello y los triste se perfila como un drama de proporciones apoteósicas que en realidad se vuelve mucho más sutil, delicado y elegante de lo que a primera vista parece. Con su estilo dulce y evocador, dedicándose al más ínfimo detalle, Kawabata versa sobre las veleidades del deseo sexual, la incontenible pasión amorosa de sus personajes y el arte como máxima expresión de la belleza a través de una historia que solo se me ocurre calificar como preciosa. Haciendo honor a la dualidad presente en su título, esta bellísima y profundamente desgarradora narración, no solo ha sabido cumplir con mis expectativas, sino que ha logrado catapultarlas hasta un nuevo nivel, convirtiendo a Yasunari Kawabata en uno de mis autores japoneses preferidos gracias al impecable equilibrio entre buena historia y perfección formal que demuestra en sus trabajos, el magnético influjo que ejercen sus personajes unos sobre otros y también sobre el lector o a la exquisitez con que selecciona cada palabra antes de plasmarla en una página. Tremendamente recomendable.
Estos japoneses me traen de cabeza. Yo que he visto decenas de animes, leído cientos de mangas, visitado ferias y exposiciones de todo tipo e intentado incontables veces comer arroz con palillos (todas ellas de forma infructuosa), creía saber suficientes cosas sobre la cultura nipona como para no llegar a sorprenderme con la enésima novela que cae en mis manos de un autor japonés, y más teniendo en cuenta que ya había probado con anterioridad alguna obra suya. La casa de las bellas durmientes fue una lectura atípica y un tanto inquietante, pero sin duda alguna su estilo poético, así como la extrema sensibilidad que desprendían cada una de sus páginas, me han hecho regresar corriendo a los brazos de este escritor, galardonado en 1968 con el premio Nobel de Literatura. Y la experiencia no me ha defraudado en absoluto. En esta breve a la par que intensa novela, Kawabata nos pone en la piel de Oki, un escritor ya casado que impulsado por los recuerdos de un tormentoso romance juvenil, decide emprender el día de Año Nuevo un viaje a Kyoto con el fin de perseguir el rastro de su antigua vida.
Tuvo miedo de tocar el diccionario... Aun ahí estaba Oki. Innumerables palabras se lo recordaban. Vincular todo lo que veía y oía con su amor equivalía a estar viva. La conciencia de su propio cuerpo era inseparable del recuerdo de aquel abrazo.
Sin embargo, lo que Oki allí encuentra es que su amada Otoko ha materializado por fin su sueño de convertirse en artista y ahora, habiendo superado las cicatrices de aquel amor tan doloroso, ejerce además como tutora de una chica llamada Keiko a la que más vale tener bien lejos. Celosa, despiadada, retorcida y con una devoción hacia su mentora rayana en lo patológico, Keiko decide reequilibrar la balanza de la justicia a su particular modo de ver las cosas y centrará todos sus esfuerzos en amargar la existencia de Oki para cobrarse una supuesta venganza. Así pues, Lo bello y los triste se perfila como un drama de proporciones apoteósicas que en realidad se vuelve mucho más sutil, delicado y elegante de lo que a primera vista parece. Con su estilo dulce y evocador, dedicándose al más ínfimo detalle, Kawabata versa sobre las veleidades del deseo sexual, la incontenible pasión amorosa de sus personajes y el arte como máxima expresión de la belleza a través de una historia que solo se me ocurre calificar como preciosa. Haciendo honor a la dualidad presente en su título, esta bellísima y profundamente desgarradora narración, no solo ha sabido cumplir con mis expectativas, sino que ha logrado catapultarlas hasta un nuevo nivel, convirtiendo a Yasunari Kawabata en uno de mis autores japoneses preferidos gracias al impecable equilibrio entre buena historia y perfección formal que demuestra en sus trabajos, el magnético influjo que ejercen sus personajes unos sobre otros y también sobre el lector o a la exquisitez con que selecciona cada palabra antes de plasmarla en una página. Tremendamente recomendable.
Puntuación
Lo bello y lo triste
► Autora: Françoise Sagan
► Año de publicación: 1997 (1954)
► Género: Novela, drama
► Editorial: Tusquets
► Páginas: 184
► PVP: 7.95
► ISBN: 9788483105221
En una hermosa mansión a orillas del Mediterráneo, Cécile, una joven de diecisiete años, y su padre, viudo y cuarentón, pero alegre, frívolo y seductor como nadie, amante de las relaciones amorosas breves y sin consecuencias, viven felices, despreocupados, entregados a la vida fácil y placentera. No necesitan a nadie más, se bastan a si mismos en una ociosa y disipada independencia basada en la complicidad y el respeto mutuo. Un día, la visita de Anne, una mujer inteligente, culta y serena, viene a perturbar aquel delicioso desorden. A la sombra del pinar que rodea la casa y filtra el sol abrasador del verano, un juego cruel se prepara. ¿Cómo alejar la amenaza que se cierne sobre la extraña pero armónica relación de Cécile con su padre ? A partir del momento en que Anne, que había sido amiga de su madre, intenta adueñarse de la situación, Cécile librará con ella, con el perverso maquiavelismo de una adolescente, una lucha implacable que, a pesar suyo, erosionará su vida y la conducirá lentamente al encuentro de la tristeza.
Opinión
Tengo que reconocer que hace un par de meses ni siquiera conocía la existencia de esta novela. Simplemente hasta ahora nunca había oído el nombre de su autora, o algo sobre la adaptación cinematográfica que había de la misma, simplemente no existía para mí. Pero un buen día mi madre se presentó ante mí con un ejemplar en la mano diciendo que tenía que leerla, que era lo que ellos leían en su juventud y que tenía que hacer la reseña en el blog. Vistas las escasas páginas que tenía, acepté. Buenos días, tristeza es una de esas novelas que una vez acabadas se te quedan grabadas en la mente por varias razones. Nada más abrir el libro y degustar las primeras páginas, me percaté de que el estilo tenía algo único y especial. Era simple, delicado, pero al mismo tiempo directo, un poco borde a veces, pero elegante casi todo el tiempo, y eso me gustó. Por otro lado, aunque al principio no terminé de simpatizar del todo con su protagonista, Cécile es uno de esos personajes con los que es fácil sentirse identificado a nivel emocional y hasta personal. Pues, aunque su comportamiento en la primera mitad de la historia es más bien el de una niña mimada, tengo que reconocer que no me esperaba la profundidad que realmente tenía escondida en su interior. El miedo, la rabia, el amor, la impotencia y la desesperación... son tantas las cosas que llegamos a sentir en nuestra piel durante sus escasas páginas, que es simplemente digno de admirar cómo consigue producir la autora todos esos sentimientos a lo largo de tan poco espacio.
Dudo en llamar con el nombre bello y serio de tristeza, a este sentimiento desconocido cuya dulzura y cuyo dolor me tienen obsesionada. Es un sentimiento tan completo y egoísta que me llega a dar vergüenza, mientras que la tristeza me ha parecido siempre honrosa. Conocía el arrepentimiento, el fastidio y hasta el remordimiento. La tristeza, no. Ahora siento algo que me envuelve, como una seda enervante y dulce, y que me separa de los demás.
Pero como en toda novela, Cécile no será el único personaje. En cuanto al planteamiento de la historia, es más bien simple. Una lucha por el amor del mismo hombre, una rivalidad entre varias mujeres, hija, amiga, amante, y un padre del que me esperaba un poco más, pero realmente no importa. Una historia que bucea con suma facilidad en los sentimientos de cada una de estas tres féminas hasta descubrirnos los verdaderos sentimientos de cada una de ellas. La hija caprichosa que solo busca la atención de su padre y que no quiere que las cosas cambien, la amante que se siente amenazada por una tercera mujer, elegante, culta y letal, todas ellas jugarán un papel vital en el desarrollo de la trama de corte sobre todo intimista. Una novela de la que no me esperaba prácticamente nada pero que terminó por sorprenderme más que gratamente. Con un último compás sobrecogedor, y un final que a nivel personal no me esperaba, tengo que decir que Buenos días, tristeza es uno de esos raros ejemplares que caen por puñetera casualidad en tus manos y con los que al final te quedas encantada Pero si a eso le añadimos que la autora escribió el libro con tan solo dieciocho años, directamente me quito el sombrero. Trágico y conmovedor a partes casi iguales, Buenos días, tristeza es uno de esos libros que perdurar en tu memoria mucho tiempo después de que hayas leído la última página y cerrado el libro.
Puntuación
Buenos días, tristeza
"Lo bello y lo triste", a mí me encantó, sobre todo, ese estilo poético del autor, que le dan cierta sublimidad a cada una de las escenas. Es el primer y único libro que leí de Kawabata, pero sin duda, no será el último.
ResponderEliminar"Buenos días, tristeza" no me llama mucho la atención, así que no creo que lo lea, al menos por ahora.
Besos.
Oh oh mi amado Yasunari <3 este tambien me lo tengo que agenciar <3 y me apunto el otro tambien
ResponderEliminarQué pinta tienen los dos! El que más me llama es sin duda el primero. Ya tenía apuntado al autor con La casa de las bellas durmientes, así que me llevo también tu recomendación para tener donde elegir.
ResponderEliminar1beso:)