► Título: Pórtico
► Autor: Frederik Pohl
► Saga: Heechee #1
► Año: 2015
► Editorial: Ediciones B
► Páginas: 376
► Precio: 8.00 €
La humanidad descubre una base espacial de los Heechee, una misteriosa especie de extraterrestres. Sus naves, dotadas de piloto automático, parten a mundos desconocidos y se convierten en una especie de ruleta rusa para los que quieren probar suerte y optar a la posibilidad de obtener una gran fortuna.
Nueva edición de la exitosa novela de Frederik Pohl, verdadera obra de culto entre los aficionados a la ciencia ficción, que obtuvo los premios Hugo, Nebula, Locus y John W. Campbell Memorial.
A pesar de que me ha reportado muchas más alegrías que decepciones desde que tengo uso de razón, la ciencia ficción sigue siendo hoy día un género al que no recurro demasiado a menudo. No tanto como me gustaría, desde luego. Hay un pequeño saboteador dentro de mí que frunce el ceño cada vez que miro una portada ilustrada con naves espaciales y resplandecientes luminarias. Una insidiosa vocecilla interior que me recuerda cuán fácil es caer en la monotonía cuando se trata de trasladar los mecanismos narrativos habituales al inhóspito y hostil vacío exterior. Sin embargo, al final siempre acabo ignorando esa molesta conciencia y doy con auténticas obras de arte como El juego de Ender, La guerra interminable, Embassytown, Fundación o Solaris, novelas absolutamente imprescindibles para cualquier aficionado al género que me recuerdan lo prolífica y satisfactoria que puede llegar a ser la exploración de astros ulteriores. Y por supuesto, Pórtico, publicada originalmente en 1977, cuando la música disco triunfaba en las pistas de baile y ganar un Premio Hugo aún era sinónimo de prestigio, no es ninguna excepción.
Esta novela de Frederik Pohl, considerada un verdadero clásico de la ciencia ficción y reeditada de manera muy conveniente por la colección Nova de Ediciones B, da comienzo a una ambiciosa saga de libros donde los Heechee son una civilización largo tiempo desaparecida que ha dejado repartidos por todo nuestro sistema solar vestigios de sus avances tecnológicos. Así pues, el descubrimiento de Pórtico, una base de operaciones Heechee horadada en el interior de un remoto asteroide, supondrá el detonante definitivo que permitirá a la humanidad iniciarse en una serie de misteriosos e inescrutables viajes espaciales. Robinette Broadhead, el protagonista de la novela, es uno de los muchos operarios (prospectores, en la novela) que decidieron escapar de una Tierra decadente y superpoblada para probar fortuna en Pórtico por medio de misiones poco menos que suicidas. A través de su escalofriante testimonio conoceremos la atmósfera asfixiante y fatídica que reinaba en las instalaciones de Pórtico, descubriremos de primera mano los asombrosos (pero escasos) hallazgos que a tan alto coste realizaban sus tripulantes y seremos espectadores de un lento pero firme proceso de degeneración sexual que acabaría condicionando el carácter de no pocos personajes. De forma paralela, la novela intercala las hilarantes sesiones de psicoanálisis freudiano que mantiene Robinette en el presente, ya retirado y convertido en una figura legendaria, con una inteligencia artificial llamada Sigfrid; todo ello con el objetivo de superar el traumático dolor y la culpa que acarrea desde su etapa como prospector a raíz de una misión fallida.
Aunque todos estos elementos resultan bastante atractivos de por sí, lo que convierte a Pórtico en una novela tan sobresaliente es sin duda su trepidante ritmo narrativo (la leí en una sola tarde porque literalmente no la podía soltar), la inteligencia con que están hiladas ambas tramas -la del pasado y el presente de Robinette- y el certero perfil psicológico que hace Frederik Pohl de su personaje principal, quien poco a poco irá perdiendo el beneplácito del lector e irá revelando en su lugar una personalidad grotesca, repleta de inseguridades. Por si fuera poco, esa excelente ambientación (salpicada a lo largo del libro en forma de entrevistas, notas, anuncios, informes, etc.) capaz de saciar nuestro más sediento sentido de la maravilla, un excepcional reparto de secundarios y una apoteósica conclusión en forma de mazazo emocional completan una novela redonda que con toda probabilidad tardará muchísimo tiempo en salir de tu memoria. De hecho, quizá se quede ahí para siempre, atrapada en un instante que se prolonga por toda la eternidad.
Uf, ciencia ficción.. es mi gran reto, la verdad. Me la apunto!
ResponderEliminarGracias. Creo que será la reseña favorita de la semana, si no te importa. :)
Saludos
¡Hola!
ResponderEliminarA mi, poco a poco, me fascina cada vez más (la ciencia ficción, digo) y cada día conozco nuevos autores. a Stanislaw Lem (el de Solaris) lo tengo pendientísimo y justo hoy volvían a recomendármelo. Me apuntaré también en la lista este, tiene buena pinta. A cambio, te recomiendo Hyperion. De la ciencia ficción que he leído, es lo mejor con diferencia.
¡Un beso!
Toma! Ciencia ficción! Esta vez yo gano jaja
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