Reseñas breves [83-85]

Apropiación indebida, Lena Andersson
Alfaguara - 208 páginas - ★★★★

He de confesar que no esperaba mucho de esta novela. Tenía pensado que fuese una lectura pasajera, intrascendente, breve y fácil de relegar al olvido. Pero no. Quizá por dicha ausencia de expectativas o porque realmente la obra de Lena Andersson es un librazo como la copa de un pino, lo cierto es que Apropiación indebida me ha parecido de lo mejorcito que ha caído en mis manos desde que empezó el año, una historia fascinante y perturbadora a partes iguales que pormenoriza con un elevado grado de precisión el encaprichamiento obsesivo de una joven poeta y ensayista sueca con un artista sobre el que le encargan dar una conferencia. A primera vista no parece nada especial ni revolucionario, pero el verdadero encanto de la novela reside en el fabuloso tratamiento -entre lo irónico y lo cáustico, rozando siempre lo inmisericorde- que hace Andersson de unos personajes complejos, cautivadores y logrados hasta el extremo. Moviéndose entre la ficción convencional y el ensayo más sesudo, Apropiación indebida retrata sin atisbo alguno de romanticismo la cara más amarga del amor, el no correspondido, y refleja como nunca antes había visto las desesperadas artimañas psicológicas a las que solemos recurrir para vestir de realidad una relación que solo existe en nuestra imaginación, por mucho que estemos empeñados en afirmar lo contrario. Absorbente, perversa, erudita y magistralmente escrita, Apropiación indebida es, en definitiva, una de esas novedades imprescindibles que debéis adquirir sin contemplaciones ni excesivas vueltas de hoja. Leedla. Y punto. Dudo mucho que os arrepintáis. 

10:04, Ben Lerner
Reservoir Books - 288 páginas - ★★★

Nunca pensé que podría llegar a decir esto, pero creo que el nuevo trabajo de Ben Lerner es demasiado posmoderno hasta para mí. Demasiado poco convencional. Ni siquiera sé muy bien cómo ni por dónde empezar a explicarlos la historia o las sensaciones que me ha producido la lectura de 10:04 sin caer en largas e incomprensibles diatribas metafísicas. Quizá hubiera sido conveniente efectuar una primera toma de contacto con su novela debut (Saliendo de la estación de Atocha) antes de sumergirme en las páginas de este título con palpables resonancias cinematográficas, pero las cosas son como son, suceden como suceden, y al final me he visto empujado al exuberante imaginario narrativo de Ben Lerner sin instrucciones previas ni sujeciones de ningún tipo. El escenario de 10:04: la ciudad Nueva York, en alerta por la aproximación del huracán Sandy. El protagonista (inspirado en el propio Lerner): un escritor en ciernes que, gracias a la buena acogida de su primer trabajo, consigue una oferta para publicar un relato en el prestigioso The New Yorker y la petición entusiasta de una segunda novela. Por si fuera poco, le es diagnosticada una rara enfermedad del corazón, su mejor amiga le pide una muestra de semen para quedarse embarazada y acaba ofreciendo su casa para acoger a manifestantes del movimiento Ocupa Wall Street. Todo esto, que a primera vista parece un batiburrillo de escenas y tramas que se ha sacado Lerner de la chistera, tiene en realidad un sentido muy claro y deliberado en el que las referencias a la cultura pop, la existencia de diversos futuros simultáneos y la asombrosa capacidad de la ficción narrativa para engendrar más ficción (aquello de el poder de las historias) juegan un papel importante. La novela es rebuscada, sí. Arriesgada, también. Pero es de reconocer que consigue salir victoriosa de su palpitante vanguardismo a base de estimular casi de manera constante la mente del lector mediante un curioso elemento especulativo y de contar con una magnífica prosa que evidencia la formación poética de su artífice. Puede que, en efecto, 10:04 no sea una novela para todo el mundo, pero a mí desde luego me ha parecido una experiencia digna de consideración y bastante recomendable para todo aquel que se atreva a probar algo diferente o nuevo. 

Beloved, Toni Morrison
DeBolsillo - 368 páginas - ★★½

Siguiendo adelante con el reto Man Pulitzer Book Award, el mes pasado tocaba leer Beloved, de la galardonada con el Premio Nobel Toni Morrison. Además, Beloved fue asimismo premiada en 1987 con el National Book Award, pero lo cierto es que, con semejante retahíla de méritos a sus espaldas, esperaba muchísimo más de esta aclamada novela sobre la esclavitud en Norteamérica. Tiene un comienzo ciertamente espectacular en el que se vaticina la presencia de fantasmas, espíritus, apariciones sobrenaturales, altas dosis de violencia y algunos elementos propios del realismo mágico alrededor de una casa 'encantada', por cuya descripción se intuye que será un personaje más de la historia. En ella viven dos mujeres, una madre llamada Sethe y su hija Denver, que han escapado de una existencia miserable y ahora son perseguidas desde el pasado por un oscuro acontecimiento (el asesinato de la niña Beloved a manos de su madre, Sethe) que ensombrece la aparente tranquilidad en que se hallan inmersas. Como iba diciendo, el libro tiene un principio muy prometedor que no hacía pensar bajo ningún concepto en la típica novela lacrimógena y moralista concebida para remover la sensibilidad afroamericana. Y, aunque afortunadamente Beloved no responde a dicho prototipo (Morrison aborda temas muy variados que van desde la relación materno-filial de sus protagonistas a la profunda disociación que sufre Sethe debido al crimen que cometió), llega un punto de la historia en el que perdí el interés por lo que estaba ocurriendo. La trama no me satisfacía, su caótica estructura no favorece en modo alguno la inmersión prolongada en el relato, el estilo se me antojaba excesivamente recargado y rimbombante (tendencia que se va haciendo progresiva a medida que avanzan las páginas) y algunos elementos de la historia me parecían pobremente explotados. El retrato sincero y descarnado que hace Morrison de la vida en esclavitud es, junto a la presencia de Beloved y sus perturbadoras intervenciones narrativas, lo mejor de la novela, pero no han sido motivos suficientes como para lograr que me forme una opinión demasiado positiva de la obra. No es mala, ni mucho menos, pero no me ha emocionado ni he conseguido conectar con su propuesta. Eso sí, espero quitarme lo antes posible este agridulce sabor de boca con otros de sus trabajos.