Reseña "Mañana todavía"

martes, 14 de abril de 2015

Título: Mañana todavía
Autor: Varios autores
Año: 2014
Editorial: Fantascy
Páginas: 496
Precio: 17.90 €

Como en los clásicos del género (1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, Farenheit 451 de Ray Bradbury) y como en sus manifestaciones más recientes (sobre todo Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins), Mañana todavía contiene doce relatos que representan otras tantas maneras de imaginar literariamente qué puede ir mal en nuestro futuro: la dependencia de los móviles o internet, los peligros de las redes sociales, las catástrofes naturales, el problema de los recursos energéticos, las derivas políticas radicales o los riesgos del progreso científico en materias de reproducción, genética y salud son algunos de los que tienen mayor protagonismo en este volumen, que cuenta con autores de reconocido prestigio dentro y fuera del género.


Mucho se ha debatido a raíz del auge cada vez mayor del término ‘distopía’ sobre lo que incluye dicha palabra de ámbito tan amplio y lo que queda fuera de su interpretación resbaladiza. Está claro que toda esa corriente de escenarios futuristas, indeseables y degenerados hasta el extremo por la perversión de ciertos elementos sociales, políticos, económicos o tecnológicos que se dan en la actualidad, son herederos del prototipo antiutópico desarrollado en primer lugar por autores como George Orwell, Aldous Huxley y Ray Bradbury. Sin embargo, ese modo pesimista y morboso de mirar hacia el futuro que ellos mismos inventaron hace más de medio siglo posee una impresionante plasticidad, capaz de erizarnos el cogote aún en nuestros días. Porque, por muchos avances que se hayan producido en el campo de la ciencia y la tecnología, por mucho que se nos llene la boca hablando de progreso e igualdad y nos atrevamos a soñar con la colonización del espacio, en el fondo seguimos pensando que este quimérico y fraudulento tinglado global donde la felicidad se presenta como una meta alcanzable por las vías que transitamos se sostiene sobre un precario equilibrio. Que está más cerca de colapsarse que de evolucionar. Y para muestra, nada mejor que los doce estupendos relatos que componen el grueso de Mañana todavía.

Esta fantástica antología de factura nacional reúne una docena de relatos (algunos, por su longitud, incluso rozan la categoría de novela corta) que ejemplifican de manera soberbia lo que significa dejar constancia por anticipado de todo lo que puede salir mal en nuestra sociedad. Escritores de la talla de Emilio Bueso, Félix J. Palma, Laura Gallego, Rosa Montero, Javier Negrete o Elia Barceló unen sus voces entre las páginas de Mañana todavía en una magnífica colección de historias de naturaleza especulativa que van desde la denuncia a los totalitarismos, el empobrecimiento del sistema educativo o la imparable destrucción del medio ambiente hasta la advertencia sobre la dependencia a las nuevas tecnologías, el despilfarro de los recursos energéticos o la virulenta influencia que ejercen las redes sociales en nuestra formación como individuos (con catastróficas consecuencias, por supuesto). Por su concepción o el tratamiento casi surrealista que hacen de las ideas expuestas, otros relatos se adhieren más al género de la ciencia ficción y se convierten en pasarelas de complejos seres cibernéticos que pierden su identidad, letales asesinas que van por ahí destruyendo clones o comunas de escribas que sobreviven bajo tierra en un mundo amenazado por criaturas que tienen poco de humanas.

En general, la calidad de los relatos me ha parecido muy buena, más o menos constante y con momentos que logran el sobresaliente (argumentos sugerentes, piruetas estilísticas ejecutadas con éxito, finales demoledores y un envidiable derroche de imaginación). Sorprende sobre todo que los autores hayan sabido condensar en un espacio a veces muy reducido la esencia de sus historias y los descarriados universos que plantean, cuando lo normal es que plasmar el trasfondo de esas sociedades distópicas y la personalidad de los personajes que la habitan requiera mucho más desarrollo narrativo. Por todo eso y mucho más, queda claro que Mañana todavía me parece una de las obras más interesantes que los aficionados al relato corto y a la literatura de género pudimos encontrar en las estanterías el año pasado. Me atrevería incluso a decir que esta colección está llamada a convertirse, por su ambición, por su amplitud de miras y por el impecable acabado final, en una de las antologías de referencia en el sector editorial de nuestro país. Sin embargo, aún es pronto para hacer ese tipo de afirmaciones tan categóricas. Solo el tiempo lo dirá. Quizá mañana. 



2 comentarios :

  1. ¡Hola!
    Lo leí el verano pasado y quedé tan encantada como tu. Sobretodo por el descubrimiento de varios autores españoles que, hasta entonces, no había leído nunca. Javier Negrete, Marc Pastor o Félix J. Palma fueron algunos de los que me apunté en la libreta de "leer más".
    Aún así, no todos los relatos me encantaron. Algunos más que otros. El relato final se llevó la palma y aún hoy sigo enamorada de él.

    Muchas gracias por la reseña, esperemos que la gente se anime a leer más esta antología y más libros de esta editorial, que cada día me sorprende más.

    ¡Un beso!

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  2. En principio no me llama mucho la atención así que lo dejo pasar.

    Un besote.

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