Cuando Jerome David Salinger cumplió su sueño de ser escritor, poco podría imaginarse él en aquella época la fama que lograría obtener con sus escritos ni la repercusión que tendrían sus novelas incluso muchos años después de ser publicadas. Salinger ha conseguido con su fiel retrato de la sociedad en la que vivía convertirse en la voz de muchos jóvenes descontentos, inadaptados o incomprendidos que lejos de buscar una explicación del mundo que les rodea, buscan primero una explicación de sí mismos.
Jerome era hijo
de Solomon Salinger, director de una empresa que se
dedicaba a la importación de carnes y quesos europeos, y de Marie Jillich, de ascendencia alemana. Cuando Salinger nació su
familia ya tenía una posición acomodada y a pesar de la gran depresión de
1929, se trasladaron en 1932 a un lujoso apartamento de Manhattan. Su no muy brillante expediente académico hizo que sus padres lo
internaran en 1934 en la Academia Militar Valley Forge, donde se
graduó en 1936. En otoño de ese mismo año se matriculó en la Universidad de
Nueva York para estudiar arte y, tras un semestre sin demasiado provecho, su
padre le ofreció viajar a Europa para aprender idiomas e iniciarse en el
negocio de la importación. En unos momentos de extrema tensión en Europa pasó
casi un año entre Austria y Polonia. En Viena vivió con una familia judía, que
muy probablemente no sobrevivió al Holocausto, y con cuya hija, a la cual le
dedicó en 1947 el relato A girl I knew, mantuvo el primer romance serio del que
se tengan noticias. Sus primeros intentos de publicar un relato no salieron demasiado bien, así que Salinger decidió intentarlo con historias más
convencionales; había estallado la Segunda Guerra Mundial y escribió The hang
of it, glosando las virtudes de la vida militar.
El 7 de diciembre de 1941
Japón atacó Pearl Harbor provocando la entrada de Estados Unidos en la Segunda
Guerra Mundial. Salinger se alistó en el ejército en abril de 1942 y después
de ser destinado a funciones que le resultaron frustrantes, sus previos
conocimientos de francés y alemán añadidos a su experiencia europea hicieron
que lo reclutara el servicio de contraespionaje militar. Al finalizar la guerra, sus experiencias en el campo de batalla le habían impactado profundamente y, posiblemente afectado por lo que hoy se
denomina estrés postraumático, solicitó voluntariamente tratamiento
y fue ingresado en julio en un hospital de Nuremberg. Es muy probable que
también visitase Viena para encontrar a la familia con la que había vivido hace
unos años solo para descubrir que todos, incluida la hija de la que se había
enamorado, habían muerto en campos de concentración. La huella emocional que
le dejaron estos hechos se percibe en algunos de sus relatos, especialmente Un
día perfecto para el pez plátano, sobre un ex soldado suicida, y también Para
Esmé, con amor y sordidez, narrado por un soldado traumatizado.
The Catcher in the Rye,
conocida en castellano como El cazador oculto en 1961 y como El guardián entre
el centeno a partir de 1978, fue su primera novela corta. Fue publicada en 1951 y se
hizo muy popular entre los críticos y jóvenes. Es, por otro lado, una novela
que ha sido curiosamente citada como favorita por algunos asesinos en serie y
otros inadaptados. Posteriormente, Salinger
publicó las colecciones de relatos Nine Stories en 1953; Franny y Zooey, en 1961; y en 1963 una colección
de novelas cortas Raise High the Roof Beam, Carpenters y Seymour: An
introduction, protagonizados por la disfuncional familia Glass. Las mentes
ágiles y poderosas de hombres perturbados y la capacidad redentora que los
niños tienen en las vidas de estos es uno de los temas principales de las obras
de Salinger.
¡Que te doy! |
Después de haber obtenido la
fama y la notoriedad con El guardián entre el centeno, Salinger se convirtió en
un eremita, apartándose del mundo exterior y protegiendo al máximo su
privacidad. Intentó por todos los
medios escapar de la exposición al público y de la atención del mismo. Cuando supo de la intención del escritor
británico Ian Hamilton de publicar una
biografía que incluía cartas que Salinger había escrito a amigos y a otros
escritores, Salinger interpuso una demanda para detener la publicación del
libro. Uno de los resultados no
intencionados de este juicio fue que muchos de los detalles de la vida privada
de Salinger salieron a la luz pública a través de las transcripciones del juzgado. Finalmente, falleció de muerte natural el
27 de enero de 2010, pero su producción literaria y la incontestable influencia de sus obras en las vidas de mucha gente le han ganado un importante puesto en la historia de la literatura. Que no es poco.
«Los sentimientos de anonimato y oscuridad de un escritor constituyen la segunda propiedad más valiosa que le es concedida.»
Ilustración de Holden Caulfield
No conocía la biografía de este autor y me ha parecido interesante, pero tengo que decir que leí The catcher in the Rye siendo adolescente y me dejo bastante indiferente para la fama que tiene. Por lo menos me quedo más tranquila al pensar que eso disminuye mis posibilidades de convertirme en una asesina en serie xD
ResponderEliminar¡Un beso!
Es interesante conocer un poco al autor para hacerte una idea de las influencias que tuvo y el por qué de muchas de sus obras.
ResponderEliminarQue curioso eso de los asesinos y los inadaptados!
Besotes!
Yo conocía cosas y por lo que sé era un tipo un tanto... Peculiar.
ResponderEliminarTambién leí que su hija publicó un libro hablando de su padre y comentando que bebía su propio pis porque creía que era bueno para el organismo, y cosas de ese calibre... Para flipar un rato...