Reseña "Cell"

Hace unos cuantos años vi una noticia en televisión que me dejó bastante perplejo. Tras un período de crecimiento prácticamente exponencial, el número de terminales telefónicos en España había superado el número de habitantes. En un principio no parece un hecho demasiado perturbador, pero cuando te pones a pensar en ello sacas conclusiones un tanto preocupantes, tanto como para escribir un libro. Y eso es precisamente lo que ha hecho uno de los escritores norteamericanos más aterradores del planeta: Stephen King. Sirviéndose del boom comercial de la telefonía móvil en las últimas décadas y echándole un poco de combustible a su hiperdesarrollada imaginación, el Maestro del terror nos propone una terrible aventura post-apocalíptica que pretende ser una crítica a la sociedad compulsiva, consumista y tecnócrata de hoy día. Parece que últimamente todo el mundo está empeñado en destruir el planeta, ya sea por medio de un cataclismo astral, una antigua profecía maya o una consecuencia natural del cambio climático. Sin embargo, en Cell nos toparemos con una gigantesca onda electromagnética capaz de despertar los instintos más bajos del ser humano. ¿Te atreves?

Título: Cell

Autor: Stephen King

Año de publicación: 2007

Género: Novela, terror

Editorial: DeBolsillo

Páginas: 448

PVP: 8.95

ISBN: 9788483465219

Sinopsis

Día 1 de octubre: Dios está en los cielos, la bolsa está a 10.140, la mayoría de los vuelos llegan a tiempo y Clayton Riddle, un artista de Maine, casi salta de alegría en Boylston Street, en Boston. Acaba de firmar un contrato para ilustrar un cómic que le permitirá mantener a su familia con su arte en vez de tener que dar clases. Ya ha comprado un regalo a su sufrida mujer y tiene claro lo que va a regalar a su hijo Johnny. ¿Por qué no también algo para sí mismo? Clay presiente que las cosas van a ir mejor, pero bruscamente se trastorna todo: se produce una devastación masiva, causada por un fenómeno que más adelante llamarán El Pulso, que se reproduce a través del teléfono móvil. Clay, junto a unos cuantos supervivientes desesperados, es arrojado a una edad oscura, rodeados por el caos, la hecatombe y una masa humana degradada a su estado más primitivo. 

"El suceso que llegó a ser conocido como El Pulso dio comienzo a las tres y tres minutos de la tarde, hora de la Costa Este, del día 1 de octubre. Por supuesto, el término era inapropiado, pero diez horas después del suceso casi todos los científicos capaces de señalar el error habían muerto o bien perdido el juicio. En cualquier caso, el nombre apenas tenía importancia. Lo importante era el efecto."

Opinión

La historia de Cell comienza una maravillosa tarde de otoño cuando un joven ilustrador llamado Clayton Riddle se encuentra buscando ofertas de trabajo en la ciudad de Boston, lejos de su ex-mujer y de su pequeño hijo Johnny. De repente, una joven que descuelga el teléfono móvil para atender una llamada comienza a comportarse de manera violenta e irracional, balbuceando palabras que carecen por completo de sentido. Clay percibe rápidamente que esa chica no es la única que parece haber perdido un tornillo sin previo aviso, y para cuando se quiere dar cuenta, toda la ciudad de Boston se ha sumido en el más absoluto descontrol, la gente sangrando por las calles, los coches estrellándose contra los edificios y las explosiones sucediéndose una tras otra en un zumbido ensordecedor mientras las autoridades competentes se ven desbordadas ante semejante despliegue de locura. El inicio de la novela me ha parecido bastante acertado y con un ritmo frenético, es capaz transmitir esa sensación de angustia y desconcierto causada por una catástrofe como sólo King sabe hacer, todo esto acompañado por su habitual estilo conciso, descriptivo y en ocasiones, crudo; aunque tratándose de un libro escrito por un autor acostumbrado a impregnar cada una de sus páginas con litros y más litros de sangre, Cell resulta mucho menos desagradable en ese sentido.
     Conforme avanzamos en la historia, vamos conociendo a otros personajes que han conseguido escapar a  las garras de El Pulso, a saber, Tom, un homosexual culto y con un notable sentido del humor hasta en las situaciones más extremas, Alice, una joven adolescente cuya madre ha intentado despedazarle la cara y el señor Ricardi, empleado en el hotel donde Clay y el resto de supervivientes se han refugiado a la espera de que alguien ponga fin a la masacre que se ha desatado fuera. Sin embargo, las horas pasan, los peligros acechan y tanto Clay como sus compañeros comprenden que si no salen pronto del hotel, les espera una muerte segura a manos de unos monstruos incivilizados o uno de los muchos incendios que han convertido a Boston en un inmenso pasto para las llamas.

"-Bueno, ¿cuántos de esos malditos trastos debe de haber en Boston? -preguntó Clay-. ¿Cuál es la penetración de la telefonía móvil?
 -Dada la gran cantidad de universitarios que hay en la ciudad, yo diría que es enorme -repuso el señor Ricardi."

A partir de entonces comienza un largo periplo hacia no se sabe muy bien dónde, lo único que el lector es capaz de discernir durante la primera parte de la novela es que Clay, Tom y Alice avanzan huyendo de los telefónicos, palabra con la que King ha optado por designar a esa especie de caminantes zombificados que pululan por las calles de todo el país. A medida que pasan los días, el grupo liderado por Clay (que sufrirá numerosas bajas e incorporaciones) está cada vez más asustado: los caminantes empiezan a mostrar signos de inteligencia y a desarrollar una especie de sexto sentido colectivo que pone los pelos de punta, ante lo cual la búsqueda de armas con las que defenderse de un posible ataque se vuelve una tarea apremiante.
     Poco a poco seremos testigos de un espeluznante proceso evolutivo en el seno de los infectados por El Pulso: por si no fuera suficiente con sembrar el terror entre la población o mutilar a todo bicho viviente que se ponga por delante, los telefónicos también son capaces de adentrarse en tus sueños, comunicarse telepáticamente entre sí y otro tipo de lindezas como hacer que te claves una estilográfica en el ojo, todo ello para mantenernos al resto de individuos al margen de lo que a todas luces parece un enrevesado complot liderado por una suerte de Caminante Oscuro (que en esta ocasión responde al nombre de Hombre Andrajoso), cuya única finalidad es diezmar la población del planeta. Los detalles de este perverso plan se nos escapan tanto al lector como a los protagonistas de la novela durante buena parte de la misma, hasta que a Stephen King le da de vez en cuando por suministrar píldoras informativas sobre la procedencia y el objetivo de El Pulso, una serie de respuestas que deberemos hilvanar debidamente si queremos sacarle algo de sentido a la novela. Es de sobra conocido el poco gusto que tiene King por dar extensas explicaciones a las cuestiones que plantea en sus libros, eso es algo que le corresponde al lector. Mensaje recibido. Pero creo que en esta ocasión el misterio se le ha ido un poco de las manos y ante la falta de pistas, cualquier persona podría perder rápidamente el interés por los acontecimientos. En definitiva, la premisa de la que partía Cell era interesantísima, pero solo con las buenas intenciones no se crea una gran historia: el hilo argumental se desvanece poco a poco junto a la personalidad de los personajes, el esquema de la novela es repetitivo, nada original, el estilo de King se vuelve casi irreconocible y muchas situaciones me han parecido forzadas e incluso prescindibles, por no mencionar la enfermiza obsesión que tiene este hombre por las explosiones, lo cual me lleva a pensar que debió de tener algún tipo de trauma de pequeño. (En serio, no es normal). Clay no da la talla como protagonista, su paternalismo extremo llega a ser estomagante, Alice se comporta a veces como una histérica desbocada y las revelaciones de Jordan, un estudiante experto en informática, resultan poco menos que chirriantes.

"En la terminología de Freud, la idea de la supervivencia como primera directriz se expresa mediante el concepto del ello, mientras que Jung emplea la idea más grandilocuente de la conciencia de sangre. A mi juicio, ninguno de los dos cuestionaría la idea de que si a un ser humano se le arrebatara en un instante todo pensamiento consciente, todo recuerdo y todo raciocinio, lo que quedaría sería puro y terrible."

En definitiva, Cell me ha parecido una novela entretenida, sin grandes pretensiones y que me ha costado algo de trabajo terminar (seguramente porque estoy de exámenes), pero con un gran defecto: el autor. Para ser un libro de King no me ha entusiasmado en absoluto, ni he percibido ese sello distintivo de calidad con el que firma el resto de sus obras. Difusa, errática, lineal, apagada, son adjetivos que me vienen a la cabeza cuando comparo este libro con otros suyos como It, Misery, La tienda o La cúpula, en los que el escritor conseguía sorprenderme a cada página. Se podría decir que es mi primer fiasco con Stephen King, aunque a su favor tengo que decir que ha sido después de 7 grandes descubrimientos, 7 novelas inolvidables que empequeñecen este pequeño traspiés con el genio del suspense y mantienen mi deseo de seguir conociendo la obra de este fantástico escritor. Si no has leído nada de King, puede que todo esto que estés leyendo te suene un poco a chino, pero los que sois fieles experimentados en los retorcidos caminos del Maestro seguramente estaréis de acuerdo conmigo en calificar este libro como "normalito". No es de lo mejor de King, pero si buscas una lectura ligera, estimulante y no tienes miedo de que un ejecutivo enajenado te asalte mientras duermes, Cell es una buena opción. Eso sí, yo que tú mantendría el teléfono móvil bien apartado.

Puntuación

Cell

3.5/5

Interesante