Lo cierto es que este libro me llamó muchísimo la atención desde la primera vez que lo vi, entre otras cosas porque aunaba en un solo tomo algunos de los géneros que más me gustan de la literatura. Además, la novela en cuestión no llega a las 300 páginas, por lo que prometía ser una lectura ligera, entretenida y refrescante. Lo nuevo de Lisa McMann, autora de la trilogía La cazadora de sueños, se titula Cryer's Cross, la historia de un pequeño pueblo situado en el estado de Montana sobre el que un día se abate la tragedia. La contraportada del libro prometía terror, suspense y misterio a partes iguales, la portada es bastante sugerente, atractiva y además nos proporciona pistas sobre la trama sin llegar a desvelarnos ningún detalle de suma importancia. En resumidas cuentas, me embarqué en la lectura de este libro con mucha expectación, esperando hallar un producto original, imaginativo. Pero llega el momento de descorrer las cortinas y lo único que te encuentras es un montón de humo.
Título: Cryer's Cross
Autor: Lisa McMann
Año de publicación: 2012
Editorial: Everest
Género: Novela, misterio
Páginas: 288
PVP: 14.95
ISBN: 9788444147697
Sinopsis
El pueblo de Cryer's Cross se conmueve hasta los cimientos por la tragedia que supone la desaparición de una alumna recién llegada al instituto. Desaparece sin dejar rastro. Aunque Kendall Fletcher no tenía gran amistad con ella, la angustia que el hecho le produce dispara su Trastorno Obsesivo Compulsivo. Cuando otro estudiante desaparece, y se trata ahora de alguien muy próximo al corazón de Kendall, la comunidad se indigna. Kendall, atrapada en una espiral descendente de miedo y ansiedad, no está segura de poder soportarlo. Pero entonces encuentra mensajes grabados en la madera de un pupitre del instituto, mensajes que solo pueden proceder del estudiante desaparecido que se sentaba en él. Algo huele muy mal en Cryer's Cross, y Kendall está a punto de averiguar hasta dónde pueden llegar los habitantes del pueblo para que nadie desentierre sus secretos.
"Para Kendall es un caluroso verano repleto de cosas que hacer. Como para todos. Después de un mes o dos, la gente empieza a dejar de hablar de Tiffany Quinn."
Opinion
La premisa de la que parte Cryer's Cross no puede ser más sencilla ni más manida: en un pueblo de tamaño reducido, donde todos los niños van al mismo colegio, el departamento de policía se limita a la oficina del sheriff y el hospital más cercano está a no sé cuantos kilómetros de distancia, una chica llamada Tiffany Quinn desaparece sin motivo alguno y sin dejar rastro. El pueblo al completo se vuelca en la búsqueda de la joven, pero a medida que avanzan los días las probabilidades de hallar a Tiffany son cada vez más escasas, hasta el punto de acabar dándola por muerta. La protagonista de este libro es Kendall, compañera de clase de Tiffany, jugadora del equipo local de fútbol y afectada por un grave trastorno psicológico que altera fuertemente sus hábitos y sus condiciones de vida. Aunque la desaparición de Tiffany supone un duro golpe para todos los habitantes de Cryer's Cross, no es más que el inicio de una serie de acontecimientos llamados a revelar un oscuro secreto enterrado en las profundidades del pueblo, y de paso, trastocar completamente la vida de Kendall. Pero como tampoco quiero destripar mucho el argumento de la obra, diré que hasta aquí puedo leer y paso directamente al pelotón de ejecución.
La primera acusada es Kendall Fletcher: pecosa, alta, atlética, pelo castaño, trabaja a tiempo parcial en la granja de sus padres mientras compagina sus estudios con los entrenamientos para el equipo de fútbol. Una lástima que no sirva para nada, ya que en Cryer's Cross son tan pocos los interesados en darle puntapiés al balón que ni siquiera tienen suficientes jugadores como para formar un equipo de 11 personas, entre las que se encuentran Nico Cruz, y los hermanos Obregón: Jacián (really?) y Marlena. Nico es el novio de Kendall, aunque para ella esa palabra signifique demasiado compromiso y prefiera sustituirla por una expresión del tipo "el amigo con el que hago manitas". Jacián (really?) y Marlena tienen ascendencia hispana y acaban de llegar al pueblo por un motivo más bien irrisorio. Kendall hace muy buenas migas con Marlena pero (¡oh, sorpresa!) no soporta al irritable, estúpido, maleducado y muchos más descalificativos de su hermano. El pobre Jacián (really?) acaba de perder todo contacto con su vida anterior y se ha visto recluido en un pueblucho de mala muerte donde, por si fuera poco, se le acuse de ser el responsable de las misteriosas desapariciones por su carácter hosco y prepotente. Al principio he de decir que sentí cierta simpatía hacia el personaje de Kendall, por aquello de parecer una chica fuerte y espabilada, pero a partir de las cien primeras páginas se establece una relación de odio-amor-odio entre Kendall y Jacián (really?), donde asistimos a un espectacular cruce de acusaciones e insultos para luego pasar la página y descubrir que nuestra protagonista está cultivando un intenso deseo carnal hacia el insoportable a la vez que irresistible guaperas mexicano. Por su inenarrable comportamiento, por tener menos personalidad que un gato de escayola y esencialmente, por ser más tonta que un cepillo, Kendall Fletcher, te condeno a muerte.
La premisa de la que parte Cryer's Cross no puede ser más sencilla ni más manida: en un pueblo de tamaño reducido, donde todos los niños van al mismo colegio, el departamento de policía se limita a la oficina del sheriff y el hospital más cercano está a no sé cuantos kilómetros de distancia, una chica llamada Tiffany Quinn desaparece sin motivo alguno y sin dejar rastro. El pueblo al completo se vuelca en la búsqueda de la joven, pero a medida que avanzan los días las probabilidades de hallar a Tiffany son cada vez más escasas, hasta el punto de acabar dándola por muerta. La protagonista de este libro es Kendall, compañera de clase de Tiffany, jugadora del equipo local de fútbol y afectada por un grave trastorno psicológico que altera fuertemente sus hábitos y sus condiciones de vida. Aunque la desaparición de Tiffany supone un duro golpe para todos los habitantes de Cryer's Cross, no es más que el inicio de una serie de acontecimientos llamados a revelar un oscuro secreto enterrado en las profundidades del pueblo, y de paso, trastocar completamente la vida de Kendall. Pero como tampoco quiero destripar mucho el argumento de la obra, diré que hasta aquí puedo leer y paso directamente al pelotón de ejecución.
La primera acusada es Kendall Fletcher: pecosa, alta, atlética, pelo castaño, trabaja a tiempo parcial en la granja de sus padres mientras compagina sus estudios con los entrenamientos para el equipo de fútbol. Una lástima que no sirva para nada, ya que en Cryer's Cross son tan pocos los interesados en darle puntapiés al balón que ni siquiera tienen suficientes jugadores como para formar un equipo de 11 personas, entre las que se encuentran Nico Cruz, y los hermanos Obregón: Jacián (really?) y Marlena. Nico es el novio de Kendall, aunque para ella esa palabra signifique demasiado compromiso y prefiera sustituirla por una expresión del tipo "el amigo con el que hago manitas". Jacián (really?) y Marlena tienen ascendencia hispana y acaban de llegar al pueblo por un motivo más bien irrisorio. Kendall hace muy buenas migas con Marlena pero (¡oh, sorpresa!) no soporta al irritable, estúpido, maleducado y muchos más descalificativos de su hermano. El pobre Jacián (really?) acaba de perder todo contacto con su vida anterior y se ha visto recluido en un pueblucho de mala muerte donde, por si fuera poco, se le acuse de ser el responsable de las misteriosas desapariciones por su carácter hosco y prepotente. Al principio he de decir que sentí cierta simpatía hacia el personaje de Kendall, por aquello de parecer una chica fuerte y espabilada, pero a partir de las cien primeras páginas se establece una relación de odio-amor-odio entre Kendall y Jacián (really?), donde asistimos a un espectacular cruce de acusaciones e insultos para luego pasar la página y descubrir que nuestra protagonista está cultivando un intenso deseo carnal hacia el insoportable a la vez que irresistible guaperas mexicano. Por su inenarrable comportamiento, por tener menos personalidad que un gato de escayola y esencialmente, por ser más tonta que un cepillo, Kendall Fletcher, te condeno a muerte.
"-Estos pupitres están cambiados -dice-. El de Nico y el de Travis. ¿Lo has hecho tú?[...]
-Probablemente ha sido el conserje, que los ha movido para limpiar. Carece de importancia -dice Jacián y vuelve a su libro-. Te preguntaría cómo te has dado cuenta de que no es el pupitre de Nico, pero me da miedo oír la respuesta."
El segundo candidato que opta a una plaza en la pared de fusilamiento es el desarrollo de la trama. Como ya he mencionado al principio, la idea me resultó atractiva, poco original pero potencialmente brillante. Sobra decir que la pobrecilla Tiffany no es la única afortunada en desaparecer de Cryer's Cross como alma que lleva el diablo. Esta vez, una persona muy allegada a Kendall será la próxima víctima de lo que a todas luces parece un plan maligno perpetrado desde las sombras. Como resulta que Kendall fue la última persona con la que habló el desaparecido antes de esfumarse, ahora es ella la que se convierte en sospechosa y ha de mantener una tensa conversación con el sheriff para demostrar su inocencia. Al poco tiempo Kendall comienza a escuchar voces en su cabeza y una extraña inscripción aparece en uno de los pupitres del colegio, una especie de llamada en busca de auxilio que nadie parece saber muy bien cómo interpretar. Y aquí llega el punto álgido de la historia, más o menos la mitad del libro. A partir de entonces el poco interés que el lector haya podido dedicar a la nueva novela de McMann se desploma como las acciones de Bankia en la bolsa. Y todo porque en vez de centrarse en resolver el tema de las psicofonías, las desapariciones y el pasado de algunos personajes (¿Investigar? No, investigar es de cobardes), McMann prefiere desarrollar la tan bien cimentada y tan creíble relación de Kendall y Jacián (really?), por no decir que el trastorno obsesivo-compulsivo de Kendall está muy desaprovechado, tanto que en determinados capítulos de la historia incluso desaparece. Voilá. Y ahí se puede decir que la novela muere. Todo lo que viene detrás es paja y paja y montones de paja que no aportan absolutamente nada a la trama y que ni siquiera tienen la decencia de entretener al lector.
-Probablemente ha sido el conserje, que los ha movido para limpiar. Carece de importancia -dice Jacián y vuelve a su libro-. Te preguntaría cómo te has dado cuenta de que no es el pupitre de Nico, pero me da miedo oír la respuesta."
El segundo candidato que opta a una plaza en la pared de fusilamiento es el desarrollo de la trama. Como ya he mencionado al principio, la idea me resultó atractiva, poco original pero potencialmente brillante. Sobra decir que la pobrecilla Tiffany no es la única afortunada en desaparecer de Cryer's Cross como alma que lleva el diablo. Esta vez, una persona muy allegada a Kendall será la próxima víctima de lo que a todas luces parece un plan maligno perpetrado desde las sombras. Como resulta que Kendall fue la última persona con la que habló el desaparecido antes de esfumarse, ahora es ella la que se convierte en sospechosa y ha de mantener una tensa conversación con el sheriff para demostrar su inocencia. Al poco tiempo Kendall comienza a escuchar voces en su cabeza y una extraña inscripción aparece en uno de los pupitres del colegio, una especie de llamada en busca de auxilio que nadie parece saber muy bien cómo interpretar. Y aquí llega el punto álgido de la historia, más o menos la mitad del libro. A partir de entonces el poco interés que el lector haya podido dedicar a la nueva novela de McMann se desploma como las acciones de Bankia en la bolsa. Y todo porque en vez de centrarse en resolver el tema de las psicofonías, las desapariciones y el pasado de algunos personajes (¿Investigar? No, investigar es de cobardes), McMann prefiere desarrollar la tan bien cimentada y tan creíble relación de Kendall y Jacián (really?), por no decir que el trastorno obsesivo-compulsivo de Kendall está muy desaprovechado, tanto que en determinados capítulos de la historia incluso desaparece. Voilá. Y ahí se puede decir que la novela muere. Todo lo que viene detrás es paja y paja y montones de paja que no aportan absolutamente nada a la trama y que ni siquiera tienen la decencia de entretener al lector.
"Todo el mundo se calla e intenta concentrarse. Porque para la mayoría, el único modo de superar lo que sucede es seguir avanzando."
Pero vamos, ni punto de comparación tienen los dos aspectos ya citados con el verdadero despropósito de Cryer's Cross, la ceremonia de clausura, la gran ida de olla de Lisa McMann: el final. Ni que decir tiene que a partir del último tercio del libro abandoné mi intento de encontrarle algo de sentido a lo que estaba leyendo, pero tengo que reconocer que el final que se ha marcado McMann para su novela me ha dejado impresionado. Al final resulta que Kendall tiene una especie de revelación al más puro estilo Matrix y el misterio queda completamente resuelto. Por supuesto, todo el mundo en el pueblo lo sabía, pero nadie se ha dignado a decirlo ya que por lo visto no resultaba relevante para la trama. Desde aquí quiero felicitar tanto a la autora como al departamento de marketing responsable de este proyecto por anunciar a bombo y platillo un libro cargado de misterio, terror (¿hola?) y suspense que al final resulta ser una suerte de crónica adolescente sobre el amor entre polos opuestos, la consecución de nuestros objetivos académicos y la vida en el más-allá, conclusión chirriante a más no poder incluida.
Tenía ganas de despacharme a gusto y lo he hecho, pero también quiero dedicar un rinconcito final donde resaltar las buenas cualidades de este libro, y que han hecho que Cryer's Cross se acabe salvando por los pelos de una muerte horrenda a manos de una pira funeraria. Por un lado, está el estilo de la autora, que con sus frases sencillas, cortas y directas, me ha acabado convenciendo. La primera parte del libro es, no adictiva, pero similar, y la corta extensión de la novela hace que se pueda finalizar en poco tiempo aunque sea para poder despotricar luego. Poco me queda que añadir. Es lo primero que pruebo de Lisa McMann, pero tengo muy claro que será lo último. Esta clase de tropiezos me hacen perder la fe respecto a lo que podemos encontrar hoy día en el catálogo de literatura juvenil. Si como he leído varias veces por ahí, "esto" es el mejor libro de la autora hasta el momento, le recomendaría respetuosa y encarecidamente que se busque otra profesión porque me parece que escribir no es lo suyo. Eso sí, si algún día necesitas un pisapapeles o un sujetavasos y no tienes nada mejor a mano, este libro funciona bastante bien.
Pero vamos, ni punto de comparación tienen los dos aspectos ya citados con el verdadero despropósito de Cryer's Cross, la ceremonia de clausura, la gran ida de olla de Lisa McMann: el final. Ni que decir tiene que a partir del último tercio del libro abandoné mi intento de encontrarle algo de sentido a lo que estaba leyendo, pero tengo que reconocer que el final que se ha marcado McMann para su novela me ha dejado impresionado. Al final resulta que Kendall tiene una especie de revelación al más puro estilo Matrix y el misterio queda completamente resuelto. Por supuesto, todo el mundo en el pueblo lo sabía, pero nadie se ha dignado a decirlo ya que por lo visto no resultaba relevante para la trama. Desde aquí quiero felicitar tanto a la autora como al departamento de marketing responsable de este proyecto por anunciar a bombo y platillo un libro cargado de misterio, terror (¿hola?) y suspense que al final resulta ser una suerte de crónica adolescente sobre el amor entre polos opuestos, la consecución de nuestros objetivos académicos y la vida en el más-allá, conclusión chirriante a más no poder incluida.
Tenía ganas de despacharme a gusto y lo he hecho, pero también quiero dedicar un rinconcito final donde resaltar las buenas cualidades de este libro, y que han hecho que Cryer's Cross se acabe salvando por los pelos de una muerte horrenda a manos de una pira funeraria. Por un lado, está el estilo de la autora, que con sus frases sencillas, cortas y directas, me ha acabado convenciendo. La primera parte del libro es, no adictiva, pero similar, y la corta extensión de la novela hace que se pueda finalizar en poco tiempo aunque sea para poder despotricar luego. Poco me queda que añadir. Es lo primero que pruebo de Lisa McMann, pero tengo muy claro que será lo último. Esta clase de tropiezos me hacen perder la fe respecto a lo que podemos encontrar hoy día en el catálogo de literatura juvenil. Si como he leído varias veces por ahí, "esto" es el mejor libro de la autora hasta el momento, le recomendaría respetuosa y encarecidamente que se busque otra profesión porque me parece que escribir no es lo suyo. Eso sí, si algún día necesitas un pisapapeles o un sujetavasos y no tienes nada mejor a mano, este libro funciona bastante bien.
Puntuación
2.5/5
Cryer's Cross
Decepcionante
A pesar de que ultimamente estoy leyendo reseñas no muy positivas, seguramente me anime a leerlo aunque solo sea por valorar yo misma. No he leido nada de esta autora, y he visto mucha gente que como tu no acaba de gustarle sus obras. Sin duda, probare con este que al menos es autoconclusivo, antes de meterme en una saga que no me vaya a gustar. Besos
ResponderEliminarUyyy, pues creo que de este definitivamente paso. Me leí el primero de "La cazadora de sueños" y no me gustó nada así que estaba un poco reticente a leer más de la misma autora, pero la sinopsis de este sonaba interesante... Pero por lo que cuentas creo que no me iba a gustar demasiado. ¡Un beso! :)
ResponderEliminarY este es el resultado del marketing editorial: 15 euros tirados a la basura. Lo mismo si te das tiempo puedes ir a cambiarlo por otro o que te hagan un cheque para "Danza de dragones" *.*
ResponderEliminarEs una pena. Yo no creo que lo lea porque ya me tragué entera la trilogía de la cazadora de sueños esa de Sueña, Despierta y Huye y no me gustó nada de nada... y este no me llama en absoluto, un saludito ^^
ResponderEliminarUf, da gusto saber que no soy el único que lo considera una chorrada de libro...
ResponderEliminarYo ya lo tengo en casa, así que caerá en cuanto pueda xD Es una lástima que no te haya gustado mucho...
ResponderEliminarPues yo tengo pendiente a esta autora, pero con la trilogía de Sueña. Miedo me da, pero ya que tengo el libro hay que probar.
ResponderEliminarUn beso!
Guau, menuda reseña ya me ha dado miedo leerlo
ResponderEliminarGuau, menuda reseña ya me ha dado miedo leerlo
ResponderEliminar¡Qué pena que no te gustara! A mí la verdad que me encantó, pero vamos ya se sabe que para gustos colores!
ResponderEliminarUn besazo :D
Cada vez tengo más claro que a esta autora o la adoras o la odias... xD
ResponderEliminarY yo la adoro!!!
Me encantó este libro, casi por las mismas razones que a tí no xDD
Gracias por la reseña!
Un besín!
Ahora cuando lo lea lo voy a empezar con miedo xD. No espero que me vaya a gustar mucho pero pensaba que estaría mejor ^^
ResponderEliminarJo, pues yo también lo había echado el ojo y me acabas de dejar planchada con tu sentencia.
ResponderEliminarAdemás lo has razonado estupendamente.
Creo que de momento me lo tomo con calma...
Besos
PD. Ya te apuntaste al sorteo del kindle en mi blog?=
¡Este libro lo tiene mi novio que se lo compró hace unos 5 años! tenía pensado leerlo cuando terminase los que tengo pendientes, y aun sigo pensando lo mismo.
ResponderEliminar¡Genial la reseña! un saludo :)