Rachel Cusk - Prestigio

martes, 23 de octubre de 2018


«Solo sabía que el sufrimiento llevaba aparejado una especie de honor, si eras capaz de sobrevivir, y que te permitía establecer una relación más íntima con la verdad, al menos en apariencia, aunque en realidad tal vez fuera idéntica a la lealtad de quedarse siempre en el mismo sitio».


Título original: Kudos
Traducción: Catalina Martínez Muñoz
Año: 2018
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 224


Después de A contraluz (2014) y Tránsito (2017), Prestigio, de la escritora canadiense Rachel Cusk (Toronto, 1967), supone la culminación de una apasionante trilogía en la que su autora, haciendo alarde de una originalidad sin precedentes, se propone derribar los límites de la ficción a la que estamos habituados. 

La revolución de la que habla Cusk es mucho más sutil y bastante más efectiva que la de aquellos que proponen trasforman la novela contemporánea en un batiburrillo de hipervínculos multimedia. El secreto reside en el punto de vista. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de títulos, en Prestigio el mundo no se nos revela a través de los ojos de su protagonista, sino que es el mundo, más bien, quien define desde fuera los contornos de Faye, su silenciosa observadora. 

El de Faye es un aprendizaje soterrado: su papel es el de mera espectadora, una vasija a la que cualquiera puede acercarse y verter su historia personal con una sorprendente confianza. Cusk emplea estos relatos satélite para reflexionar de manera brillante sobre la propia vida de su protagonista: escritora, divorciada y con dos hijos, la «narradora» de Prestigio guarda numerosos parecidos con los de su ente creador. Se me escapa si la retorcida, cáustica y mordaz visión de Faye sobre la dinámica de los círculos editoriales es solamente un recurso literario o una más de estas semejanzas. En cualquier caso, el competitivo mundo de los escritores queda aquí diseccionado de forma no muy favorecedora a medida que Faye se va desenvolviendo en el festival literario al que se dirige al comienzo de la novela.

A su paso por las distintas actividades que se organizan, desde participar en conferencias hasta conceder entrevistas, Faye se irá cruzando con un serie de personajes —editores, autores, periodistas, transeúntes— de los que Rachel Cusk se sirve para exponer agudas e inteligentes observaciones sobre temas, bien de candente actualidad —el agitado escenario político de la Europa post-Brexit—, o bien de interés universal —la complejidad de las relaciones familiares—. 

Para Cusk, el ser humano es literatura orgánica. La identidad, un tipo especial de ficción que está tan cerca de la verdad como de la mentira, pero que ha de ser, ante todo, honesta. Sus páginas rebosan erudición y maestría en el arte de contar historias, si bien lo hace de una manera que puede despertar reticencias en quienes solo se dejan seducir por estructuras convencionales. El virtuosismo estilístico de Rachel Cusk atrapa al lector que se permite sacrificar la verosimilitud y la naturalidad de los diálogos en aras de la emotividad analítica de sus textos. Cuando se trata de Cusk, de poco sirve juzgar según los parámetros tradicionales. Prestigio es lo que queda cuando un escritor se desprende de la trama, de las profusas descripciones y del trazado psicológico de los personajes: un artefacto radiofónico que transcribe vida ajenas y las disfraza como propias. Una genialidad, en definitiva, para la que aún no existe competencia.      

PUNTUACIÓN: ★★★★★

3 comentarios :

  1. Me interesa bastante leer a esta autora. Como siempre gracias por la reseña.

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  2. Estupenda reseña,como siempre. Me gustaría saber si se puede leer este libro sin haber leído antes los otros dos de la trilogía. Un saludo.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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