► Título: Y por eso rompimos
► Autor: Daniel Handler
► Año de publicación: 2013
► Género: Novela, juvenil, romántica
► Editorial: Alfaguara
► Páginas: 360
► PVP: 16.95 €
► ISBN: 9788420413273
Y por eso rompimos es la historia de una ruptura; una historia de amor con sabor agridulce que nos lleva a los lugares más intensos y románticos de la relación entre Min y Ed, pero también a los instantes de incomprensión que han acabado con su historia de amor. Min está de camino a casa de Ed, lleva una caja en sus brazos; una caja repleta de todos esos buenos y malos momentos que han marcado su relación. Una relación tan real como la vida misma. La historia de Min y Ed podría ser la tuya…
Opinión
Independientemente de sus buenas o malas críticas, he aquí un libro del que ha hablado muchísima gente por todo el mundo, un libro que ha conseguido acaparar la atención de no pocos lectores bajo la misma manida premisa de siempre: no has leído nada igual. En este caso, la supuesta diferencia radica en que la novela de Daniel Handler, autor bastante conocido en tierras estadounidenses y que ha escrito numerosas obras bajo el seudónimo de Lemony Snicket, constituye un relato de desamor sincero, descarnado y emocionante, una sorprendente carta de despedida que, a modo de confesión sin tapujos, pretende ahondar en las razones que llevaron a la protagonista a romper con su novio después de dos meses mal contados de relación. Lo cierto es que a primera vista el argumento me llamó poderosamente la atención, pues se aleja bastante de lo que se suele encontrar en el género durante los últimos tiempos y además cuenta con el añadido de estar maravillosamente ilustrado por los estupendos dibujos de Maira Kalman. Ahora bien, teniendo Y por eso rompimos todos los ingredientes para convertirse en una lectura memorable, ¿por qué me he llevado una decepción tan tremenda?
Además de la esperpéntica relación amorosa que le sirve como premisa, Y por eso rompimos se caracteriza por su alto contenido en referencias cinematográficas (aunque sean inventadas), rasgo que muchas veces sirve como hilo conductor del argumento cuando el resto de bazas con las que cuenta la novela se derrumban estrepitosamente ante nuestro creciente e imparable estupor. Sin embargo, no todo son reproches para la obra de Handler: hay ciertos momentos en los que la prosa del autor resulta llamativa, evocadora e impregnada de cierto punto amargo que refleja muy bien las perversas intenciones de Min, así como su acuciante acidez e ironía. También me ha gustado bastante el modo en que la novela consigue reflejar ese grado de complicidad que alcanzan dos personas cuando surgen sentimientos entre ellas y cómo los gestos más cotidianos cobran un significado especial e íntimo, pero es recordar que estamos hablando de dos niñatos de quince años revolucionados por las hormonas y se me escapa todo el sentimentalismo por el desagüe.
Lo bueno de Y por eso rompimos es que casi la mitad de las páginas están ocupadas por los radiantes y coloridos bocetos de Maira Kalman (la del preservativo antes y después de abrirlo no tiene desperdicio), con lo cual la agonía de asistir al desenlace de la historia protagonizada por Min y Ed es un poco más llevadera, si tal cosa es posible. En serio, qué tortura. Esperaba encontrar un libro refrescante, inolvidable y absorbente, pero con lo que me he topado al final ha sido una obra empapada de clichés, poco estimulante, falta de ritmo, una historia sin alma y rayana en lo insoportable. Querido Daniel Handler, no supiste aprovechar el inmenso potencial que ofrecía el argumento de tu novela, te dejaste llevar por una infinidad de irrisorios dramas juveniles, creaste un dúo de protagonistas dignos sucesores de Pimpinela y una serie de personajes secundarios totalmente desdibujados, carentes de interés. Y la verdad es que por eso rompimos.
El ruido sordo y hueco lo ha producido la caja, Ed. Eso es lo que te dejo. Voy a tirar la caja entera de nuevo en tu vida, Ed, cada objeto tuyo y mío. Voy a tirarla en tu porche, Ed, aunque es a ti a quien estoy tirando.
La historia de Y por eso rompimos gira en torno a esta enorme caja en la que Min ha ido acumulando pequeños recuerdos de su relación con Ed, una caja repleta de artilugios en apariencia insignificantes que un buen día aparece en la puerta del joven, junto a una extensa nota gracias a la cual podremos ser testigos de a santo de qué viene tanto drama. Aunque la novela de Handler tiene un comienzo ciertamente prometedor, en el momento en que vamos conociendo cada vez más detalles de los protagonistas, bajo qué circunstancias se conocieron y cómo se desenvuelve espantosamente mal la trama, todo cuanto en un principio prometía ser una alarde de originalidad se convierte en un infumable pastiche adolescente que no tiene ni pies ni cabeza, lo mires por donde lo mires. No sé si lo ha hecho a propósito, pero Daniel Handler ha conseguido construir los protagonistas más horrorosos, irritantes e insustanciales que he tenido el placer de conocer en mucho tiempo.
No es solo que Min, una chica que podría considerarse atractiva, interesante y culta en cualquier otro contexto caiga perdidamente enamorada a las primeras de cambio del chico malote, despreocupado y problemático que juega en el equipo de baloncesto del instituto, sino que a medida que avanza la novela, será capaz de rebajarse hasta extremos insospechados con tal de preservar el poco amor que le pueda demostrar un tipo como Ed, haciendo caso omiso de su mejor amigo Al (A.K.A. "el pagafantas"). Esta destructiva relación que existe entre los protagonistas (aún sigo buscando a alguien que me pueda explicar cómo dos personas radicalmente opuestas pueden acabar juntas en un santiamén) es la definición más exacta de inverosimilitud, ridiculez y hastío que a día de hoy se me ocurre. Los diálogos son torpes, repetitivos, inconexos y en muchos momentos, sencillamente absurdos, repletos de interjecciones innecesarias, silencios incómodos y vacíos narrativos que tienden a prolongarse hasta el aburrimiento más supino: una demostración cuando menos ejemplar de cómo rellenar páginas y paginas de palabras sin llegar a decir nada en absoluto.
Al solo sacudió la cabeza, probablemente porque yo estaba sonriendo, supongo. Supongo que sonreía, una vez terminada la fiesta y con estas chapas de botella ardiendo en mi bolsillo. Tómalas, Ed. Aquí están. Te devuelvo la sonrisa y aquella noche, te lo devuelvo todo.
Además de la esperpéntica relación amorosa que le sirve como premisa, Y por eso rompimos se caracteriza por su alto contenido en referencias cinematográficas (aunque sean inventadas), rasgo que muchas veces sirve como hilo conductor del argumento cuando el resto de bazas con las que cuenta la novela se derrumban estrepitosamente ante nuestro creciente e imparable estupor. Sin embargo, no todo son reproches para la obra de Handler: hay ciertos momentos en los que la prosa del autor resulta llamativa, evocadora e impregnada de cierto punto amargo que refleja muy bien las perversas intenciones de Min, así como su acuciante acidez e ironía. También me ha gustado bastante el modo en que la novela consigue reflejar ese grado de complicidad que alcanzan dos personas cuando surgen sentimientos entre ellas y cómo los gestos más cotidianos cobran un significado especial e íntimo, pero es recordar que estamos hablando de dos niñatos de quince años revolucionados por las hormonas y se me escapa todo el sentimentalismo por el desagüe.
Lo bueno de Y por eso rompimos es que casi la mitad de las páginas están ocupadas por los radiantes y coloridos bocetos de Maira Kalman (la del preservativo antes y después de abrirlo no tiene desperdicio), con lo cual la agonía de asistir al desenlace de la historia protagonizada por Min y Ed es un poco más llevadera, si tal cosa es posible. En serio, qué tortura. Esperaba encontrar un libro refrescante, inolvidable y absorbente, pero con lo que me he topado al final ha sido una obra empapada de clichés, poco estimulante, falta de ritmo, una historia sin alma y rayana en lo insoportable. Querido Daniel Handler, no supiste aprovechar el inmenso potencial que ofrecía el argumento de tu novela, te dejaste llevar por una infinidad de irrisorios dramas juveniles, creaste un dúo de protagonistas dignos sucesores de Pimpinela y una serie de personajes secundarios totalmente desdibujados, carentes de interés. Y la verdad es que por eso rompimos.
Puntuación
Y por eso rompimos
Cágate lorito xD
ResponderEliminarLa verdad es que yo también pensaba que podría ser algo diferente a lo que pueblan las estanterías de las librerías. También había leído algunas citas, algunos fragmentos (imagino que del principio) que me gustaron mucho. La primera cita es en plan "Que te dejo, te enteras???" xD
Pero claro, luego lo analizas y ¿cómo vas a conocer en dos meses a una persona? Hola? xD Y si encima son dos adolescentes de 15 años, pues dime tú. Si solo con la imagen del condón me lo puedo imaginar todo xD
En cualquier caso, le tengo curiosidad y ya que están los primeros capítulos por ahí, puede que les eché un ojo entre apuntes y apuntes u.u
Besicos!
¡Hola!
ResponderEliminarVaya que se nota que no te ha gustado, y aún así me dejas con ganas de leerla, siento más ganas de saber porque no te gusta a ti, ya que he leído en otros sitios reseñas de personas a las que les agrado la lectura. Quiero saber por qué. :)
Y es que el título es muy llamativo, parece que se sale por completo de lo ordinario.
¡Hasta otra!
No me llamaba antes de tu reseña, así que tras ella no me queda duda.
ResponderEliminar1beso:)
Hhmmmm. Yo creo que lo que te ha fallado han sido tus expectativas y que no soportes los #DRAMAS adolescentes (tengo la sensación de que no te gustan xDD). A mí me encantan, si están bien, y con lo que pulula por ahí, aunque este cae en sus buenos tópicos (en mi reseña digo que podría ser una película de Disney Channel perfectamente), creo que el estilo (desde mi opinión) salva esos clichés. Eso, y para gustos los colores, claro. A mí me apetecía algo así y BOOM me dio de lleno.
ResponderEliminar¡Saludos!
pero con la sinopsis y con ese título, era obvio que iba a ser algo así... No es para mí tampoco, se nota a dos cuadras.. me van más las fantasías, los personajes con historias fuertes y con pocos (o sin) amoríos..
ResponderEliminar(me encanta leer reseñas sin pelos en la lengua jaja)
a mi me gusto mucho :)
ResponderEliminarA mi tampoco me gustó... fue una tortura leerlo. :(
ResponderEliminarQuien es joan?
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