Reseña "El primer viaje de Sócrates"

jueves, 31 de octubre de 2013

Título: El primer viaje de Sócrates
Autor: Emil Ostrovski
Saga: -
Año: 2013
Editorial: Nube de tinta
Páginas: 224
Precio: 14.95 €

Me llamo Sócrates y siempre he sabido que soy adoptado. Pero hasta hoy, ignoraba cómo fue todo.
El día de su cumpleaños, mi padre biológico recibió la llamada de su ex: acababa de tener un hijo. Con una resaca de campeonato y en plena crisis existencial adolescente, fue corriendo al hospital. Su misión era, en teoría, entregarme a mis padres adoptivos, una familia de las de verdad, donde no me faltaría de nada. Pero cuando me vio, lo tuvo claro: antes, me llevaría a conocer a mi bisabuela Bob. La viejecita, por cierto, vivía en la otra punta del país...

Opinión

Apenas una semana después de la publicación de El parque prohibido, la editorial Nube de tinta vuelve a la carga con (esta vez sí) una novedad que solo se me ocurre describir como inclasificable. La primera novela de Emil Ostrovski se ha convertido con facilidad en una de las lecturas más impredecibles, bizarras y peculiares que he podido leer en mucho tiempo, no tanto por su descabellado a la par que curioso planteamiento, sino por coquetear de forma continua con la experimentación literaria a unos niveles que no resultan para nada atractivos ni obedecen a ningún objetivo aparentemente claro. Para ponernos en situación, diré que El primer viaje de Sócrates es la historia de un joven de dieciocho años llamado Jack que verá su vida alterada de manera radical a raíz de un acontecimiento inesperado: su ex novia le comunica que ha tenido un hijo, un bebé que está a punto de ser entregado a una familia adoptiva. Sin embargo, la noticia de su recién adquirida paternidad surte en nuestro protagonista un devastadora respuesta emocional que le impulsará a secuestrar al recién nacido y embarcarse junto a su ex novia y su mejor amigo en un arriesgado periplo interestatal que tiene como objetivo reunir al bebé con su bisabuela Bob.

Cuando tenga treinta años, ¿seguirá felicitándome por mi cumpleaños un montón de gente a la que no conozco? ¿Se reducirá el número con el paso de los años? ¿Me recordará, año tras año, gente que me había olvidado, y me olvidará gente que me había recordado?

No hace falta repetir que estamos ante una idea francamente interesante y con mucho potencial, aunque parezca sacada de un reality de la MTV: un grupo de jóvenes inestables, inseguros e incapaces de agarrar las riendas de su propia persona que protagonizan un alocado road trip donde la policía les pisa en todo momento los talones. Gracias a ese inesperado viaje, Jack, Jess y Tommy conocerán a una serie de personajes de lo más variopinto, conseguirán entender y afianzar la delicada relación que los une, curar las viejas heridas del pasado y también darse cuenta del catastrófico rumbo que están tomando sus vidas. Jack incluso aprenderá a combatir sus persistentes tendencias suicidas y además mantendrá a lo largo de toda la novela una serie de conversaciones imaginarias con su hijo Sócrates que ponen de manifiesto uno de los mayores atractivos de la novela: su fascinante registro filosófico.
    Aunque pueda parecer un tema intimidante, no estamos hablando ni mucho menos de física cuántica, Teoría de cuerdas ni de incomprensibles diatribas existenciales sobre el sentido del ser humano, sino de pequeñas reflexiones cotidianas acerca del amor, la amistad o la dificultad de afrontar la transición a la vida adulta, hechas por un estudiante que acaba de terminar la secundaria y que realiza un breve repaso (teñido de cierto tono satírico) a las diversas corrientes de pensamiento más señaladas de la historia. En ese sentido, El primer viaje de Sócrates es, salvando las distancias, algo parecido a una versión light de El mundo de Sofía, solo que mucho más socarrona, absurda y no tan profunda como la obra de Jostein Gaarder.

Sé que le aterroriza crecer y perder a sus amigos, como a mí me aterroriza perderlo a él. Pero aún tenemos tiempo. Nos queda tiempo antes de la universidad, el trabajo, el matrimonio y los hijos. Y si nos queda algo de tiempo, nos queda todo el tiempo del mundo.

Ahora bien, hay ciertas cosas que no me han terminado de convencer respecto a El primer viaje de Sócrates. Es cierto que los primeros compases de la novela son simplemente hilarantes y que Emil Ostrovski consigue con su particular técnica narrativa mantener el interés del lector en una historia que tiene toda la pinta de salir mal, pero es triste reconocer que toda la magia, el carisma y el asombro que produce una idea tan novedosa se acaba diluyendo de forma rápida en un sinnúmero de páginas que poco o nada aportan a los personajes o a la trama. Al cabo de unos cuantos capítulos, el libro se vuelve monótono, disperso y un tanto esperpéntico, por no decir que la poca gracia de unos diálogos absolutamente vacuos se cuela por el desagüe de la obscenidad y la chabacanería más clamorosa. Aparte de eso, la novela tiene un ritmo muy irregular, intercala escenas realmente brillantes con otras tan prescindibles como olvidables, ayudando a que el conjunto final quede bastante descompensado y pierda gran parte del magnetismo que tenía al principio.
    Aun así, no puedo decir que El primer viaje de Sócrates no me haya gustado. Como lectura refrescante tiene su punto, goza de escenas bastante tiernas y además contiene multitud referencias a elementos tan significativos dentro de la cultura popular como Star Wars, Stephen King o el puto Harry Potter. Sin embargo, quizá no la cogí en el momento adecuado, quizá no comulgué con una propuesta a mi parecer demasiado arriesgada o puede que sencillamente el espíritu transgresor de la novela se le haya escapado al autor un poco de las manos, pero la sensación general que me ha transmitido este libro es que esa llamativa idea original podría haber ofrecido mucho más. Al fin y al cabo, no todo viaje conduce a buen puerto.

El primer viaje de Sócrates, Emil Ostrovski


5 comentarios :

  1. A ver si lo leo, que a mi compañera también le ha gustado bastante
    Un beso

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  2. Estoy contigo en que no es para nada complicado, como dices, no hay nada de teoría de cuerdas, sin simplemente cosas que cualquiera podría preguntarse en su día a día, es más, son cosas que incluso yo misma me pregunto día a día.

    ¡Besos!

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  3. Esta vez aunque parece que tiene un empezar interesante....no me convence...da la impresión de que va disminuyendo en intensidad.
    Un beso!

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  4. bueno ya tengo seguro que no es una gran novela, pero tal vez la leeria

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  5. Puede que la termine leyendo, aunque no sea un novela que te quede en el recuerdo, me vendrá bien para una lectura ligera.

    Un besiño

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