► Título: Trono de cristal
► Autor: Sarah J. Maas
► Saga: Trono de cristal #1
► Saga: Trono de cristal #1
► Año: 2012
► Editorial: Alfaguara
► Páginas: 528
► Precio: 16.95€
Tras un año de trabajos forzados en las minas de sal, la joven asesina Celaena Sardothien ha sido convocada por el príncipe del Reino de Endovier. Celaena no ha acudido con la intención de acabar con la vida del príncipe, sino con el deseo de conquistar su libertad. Si vence a veintitrés asesinos, ladrones y guerreros en una competición a vida o muerte, será liberada de prisión para ejercer como campeona real.
El príncipe la aconsejará. El capitán de la guardia la protegerá. Pero algo maligno se esconde en el palacio de cristal, y está allí para matar. Mientras sus competidores van muriendo uno a uno, la lucha de Celaena por conquistar su libertad se convierte en una lucha por sobrevivir y en una incesante búsqueda del origen del mal antes de que destruya el mundo.
Opinión
Pocas veces tengo el placer de enfrentarme a una novela como esta (con la de reticencias que me genera a mí el género juvenil) sin acabar sufriendo en algún momento dolorosos ardores de estómago, suspirando ruidosamente de pura frustración o echándome las manos a la cabeza por lo ridículo, forzoso e impostado de ciertas escenas. Pero lo cierto es que la escritora norteamericana Sarah J. Maas ha conseguido lo impensable con Trono de cristal, primera entrega de una larga saga de fantasía épica que se ha convertido sin hacer mucho ruido en una de las sorpresas más gratas que me he llevado en los últimos meses, y no precisamente por ser una historia original, carente de importantes defectos o que de algún modo reinvente las reglas del género. Atrevida, absorbente, impredecible, descarada... a pesar de incurrir en los tópicos más frecuentes y recalcitrantes de la literatura juvenil, Trono de cristal es un libro, llamémoslo peculiar, que me ha tenido en expectación hasta el punto de verme obligado a terminar la novela el mismo día de haberla empezado, cosa que tengo muy en cuenta a la hora de valorar un libro y que me ayudan a perdonar en gran medida los fallos que pueda cometer.
La historia que nos presenta Sarah J. Maas es la de una temible e implacable asesina llamada Celaena que se encuentra prisionera en una cárcel de máxima seguridad donde además vive una existencia precaria trabajando en las minas de sal. Sin embargo, un buen día se presenta ante ella el príncipe heredero al trono con una jugosa oferta que Celaena no es capaz de rechazar: el rey de Adarlan pretende contratar durante varios años sus servicios como protectora, tras lo cual le concederá la libertad que tanto ansía. Ahora bien, para sellar definitivamente dicho pacto con el rey, nuestra protagonista deberá enfrentarse en una especie de torneo a los más peligrosos combatientes del país y por si fuera poco, proclamarse vencedora. O al menos eso es de lo que promete ir el libro en sus primeros compases, porque lo cierto es que a medida que vamos avanzando en la historia, Trono de cristal nos sorprende con una cantidad inusitada de subtramas rocambolescas que poco o nada tienen que ver con el arco principal de la obra, pero que van absorbiendo paulatinamente el argumento de la misma hasta volverse más interesantes que la propia idea original.
En apenas un par de capítulos, Celaena pasa de ser una figura que (supuestamente) infunde miedo, temor y respeto a una princesa en apuros cuyas mayores preocupaciones son dar largos paseos por la biblioteca, encontrar un vestido adecuado para la próxima fiesta de palacio y granjearse el favor de sus habitantes masculinos más cercanos. Aunque este cambio repentino de personalidad pueda parecer un completo absurdo, (de hecho, en el fondo lo es) Celaena es un personaje que inspira una irresistible y profunda simpatía, tiene salidas de tono francamente tronchantes y al menos siempre se deja guiar por el lado racional de su cerebro. Puesto que del resto de personajes no cabe destacar a muchos más, salvo quizá el entrañable príncipe Dorian y el impetuoso pero paternal Chaol, capitán de la guardia real, es de agradecer que la novela de Sarah J. Maas no necesite de grandes creaciones literarias para sostener sin elevadas complicaciones la atención del lector.
Por otro lado, una de las cosas que más me han llamado la atención de Trono de cristal y que quizá jueguen más a su favor es el carácter sarcástico, irónico, satírico de la trama. Tal y como apuntaba antes, la novela da unos giros tan inesperados como extravagantes; de repente estás leyendo fantasía épica y al momento la historia pasa a convertirse en un melodrama romántico que en el siguiente capítulo se transformará en una sugerente trama de misterio con asesinatos misteriosos, antiguas conspiraciones y criaturas sacadas de las más profundas pesadillas. Todo este carrusel narrativo, que bajo cualquier otra circunstancia me haría arrojar el libro por la ventana, triunfa de manera excepcional e insólita gracias a la magnífica estructura que recorre las páginas de la novela, un estilo ágil, fluido y conciso que hace prácticamente imposible abandonar la lectura y una alucinante cantidad de incongruencias y momentos de auténtico disparate que solo se entienden como una exagerada parodia del género o cuando se percibe la capacidad que tiene la novela para reírse de sí misma. Y, para qué nos vamos a engañar, el número acaba resultando gracioso.
Por todo ello, yo creo que la mejor forma de acercarse a esta novela es como lo he hecho yo: con una total y absoluta falta de pretensiones, tomándose con buen humor el tono socarrón que desprende la obra y abandonándose al placer de sumergirse por completo en los entramados de esta emocionante y entretenida historia. ¿Lo mejor de todo? Sin duda alguna, el final. Uno de esos que no solo te dejan con la boca abierta y unos terribles sufrimientos por no disponer inmediatamente del próximo libro, sino que expande de formas bastante atractivas el horizonte de una saga que tiene mucho potencial si sabe explotarse de la manera correcta; un universo fascinante, inusual, llamativo y ambientado de forma increíble. Así que, si aún estás dudando en leerlo, mi recomendación personal es que le des una oportunidad cuanto antes. Desde luego, no te dejará indiferente. Es imposible.
Celaena tragó saliva. Aturdida y acongojada, volvió a mirar al frente. Sentado en un recargado trono de madera de secuoya aguardaba un atractivo joven. Se quedó de piedra al ver que todos le hacían una reverencia.
Se encontraba ante el mismísimo príncipe heredero de Adarlan.
La historia que nos presenta Sarah J. Maas es la de una temible e implacable asesina llamada Celaena que se encuentra prisionera en una cárcel de máxima seguridad donde además vive una existencia precaria trabajando en las minas de sal. Sin embargo, un buen día se presenta ante ella el príncipe heredero al trono con una jugosa oferta que Celaena no es capaz de rechazar: el rey de Adarlan pretende contratar durante varios años sus servicios como protectora, tras lo cual le concederá la libertad que tanto ansía. Ahora bien, para sellar definitivamente dicho pacto con el rey, nuestra protagonista deberá enfrentarse en una especie de torneo a los más peligrosos combatientes del país y por si fuera poco, proclamarse vencedora. O al menos eso es de lo que promete ir el libro en sus primeros compases, porque lo cierto es que a medida que vamos avanzando en la historia, Trono de cristal nos sorprende con una cantidad inusitada de subtramas rocambolescas que poco o nada tienen que ver con el arco principal de la obra, pero que van absorbiendo paulatinamente el argumento de la misma hasta volverse más interesantes que la propia idea original.
En apenas un par de capítulos, Celaena pasa de ser una figura que (supuestamente) infunde miedo, temor y respeto a una princesa en apuros cuyas mayores preocupaciones son dar largos paseos por la biblioteca, encontrar un vestido adecuado para la próxima fiesta de palacio y granjearse el favor de sus habitantes masculinos más cercanos. Aunque este cambio repentino de personalidad pueda parecer un completo absurdo, (de hecho, en el fondo lo es) Celaena es un personaje que inspira una irresistible y profunda simpatía, tiene salidas de tono francamente tronchantes y al menos siempre se deja guiar por el lado racional de su cerebro. Puesto que del resto de personajes no cabe destacar a muchos más, salvo quizá el entrañable príncipe Dorian y el impetuoso pero paternal Chaol, capitán de la guardia real, es de agradecer que la novela de Sarah J. Maas no necesite de grandes creaciones literarias para sostener sin elevadas complicaciones la atención del lector.
No temía a la noche, aunque encontraba poco consuelo en sus horas oscuras. Simplemente, era el momento en que dormía, el momento en que acechaba y mataba, el momento en que las estrellas emergían con una belleza resplandeciente y la hacían sentir maravillosamente pequeña e insignificante.
Por otro lado, una de las cosas que más me han llamado la atención de Trono de cristal y que quizá jueguen más a su favor es el carácter sarcástico, irónico, satírico de la trama. Tal y como apuntaba antes, la novela da unos giros tan inesperados como extravagantes; de repente estás leyendo fantasía épica y al momento la historia pasa a convertirse en un melodrama romántico que en el siguiente capítulo se transformará en una sugerente trama de misterio con asesinatos misteriosos, antiguas conspiraciones y criaturas sacadas de las más profundas pesadillas. Todo este carrusel narrativo, que bajo cualquier otra circunstancia me haría arrojar el libro por la ventana, triunfa de manera excepcional e insólita gracias a la magnífica estructura que recorre las páginas de la novela, un estilo ágil, fluido y conciso que hace prácticamente imposible abandonar la lectura y una alucinante cantidad de incongruencias y momentos de auténtico disparate que solo se entienden como una exagerada parodia del género o cuando se percibe la capacidad que tiene la novela para reírse de sí misma. Y, para qué nos vamos a engañar, el número acaba resultando gracioso.
Por todo ello, yo creo que la mejor forma de acercarse a esta novela es como lo he hecho yo: con una total y absoluta falta de pretensiones, tomándose con buen humor el tono socarrón que desprende la obra y abandonándose al placer de sumergirse por completo en los entramados de esta emocionante y entretenida historia. ¿Lo mejor de todo? Sin duda alguna, el final. Uno de esos que no solo te dejan con la boca abierta y unos terribles sufrimientos por no disponer inmediatamente del próximo libro, sino que expande de formas bastante atractivas el horizonte de una saga que tiene mucho potencial si sabe explotarse de la manera correcta; un universo fascinante, inusual, llamativo y ambientado de forma increíble. Así que, si aún estás dudando en leerlo, mi recomendación personal es que le des una oportunidad cuanto antes. Desde luego, no te dejará indiferente. Es imposible.
Le tengo en el punto de mira desde hace tiempo, a ver si me gusta.
ResponderEliminarUn beso
Tengo muchas ganas de leer este libro, espero hacerme con él pronto.
ResponderEliminarBSS
Cuando publicaron este libro para mí pasó sin pena ni glorias. No me fijé en él. Más adelante, un amiga lo leyó y dijo que le gustó bastante, así que me empecé a interesar por él. Ahora mismo me encuentro con que tengo muchas ganas de leerlo XD Espero que me parezca como a ti :3
ResponderEliminarOMG. Quiero leerlo muy mucho. Ya la tenía el ojete (XDD) echado, pero ahora si cabe aún más. Si te gusta, seguro que a mi también xD
ResponderEliminarAunque creo que tardaré un poco, que estoy saturada de tanta juvenil.
Todo lo que dices hace que solo me llama más la atención: esos cambios, la falta de pretensiones, la protagonista... En fin, a ver si cae para Navidad:)
¡Besos!
Disfruté mucho de esta novela, la verdad. Tengo muchas ganas que de que se publiquen sus secuelas.
ResponderEliminar¡Un beso!
Puf... yo me lo leí y me llevé una terrible decepción. La sinopsis prometía un montón de acción y luego no hay casi nada, sólo líos de faldas de palacio. Tampoco creo que sea una parodia del género... sería sobrevalorar a la autora.
ResponderEliminarPues le tengo ganas y espero poder leerlo!
ResponderEliminareste libro me encanto, y ya tengo ganas de leer la continuacion
ResponderEliminarPues va a ser de mi próximas lecturas, a ver que tal está
ResponderEliminarbesos
Vaya, y yo que me lo encuentro en el super cada vez que voy pero no me atrevo ni a cogerlo. Y es que tampoco había visto ninguna opinión, pero si tu lo dices, ya lo pensaré mejor la próxima vez que me tope con él. Si es que aún está.
ResponderEliminarLo tengo pendiente! Espero me guste.
ResponderEliminarBesos ♥
Estos dias estoy con la fantasia epica, y he visto que un clasico seria Juego de Tronos pero he escuchado que es taaan pesada que crei que seria genial empesar con Trono de Cristal. Con saber que es de una asesina ya me llamo la atencion :3 jajaja
ResponderEliminarHola. Este libro me gusto mucho! Soy nuevo en este mundo podríais echar un vistazo a mi blog. Muchas gracias.
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