► Título: Las tres caras de la luna
► Autor: Sally Gardner
► Año de publicación: 2013
► Género: Novela, ficción
► Editorial: Nube de tinta
► Páginas: 207
► PVP: 14.95
► ISBN: 9788415594086
En Patria no se canta, en Patria todo es sombra, en Patria se premia a los delatores y desaparece sin dejar rastro cualquier enemigo. Sus habitantes viven bajo el yugo del opresivo y despiadado régimen dictatorial que controla y dirige cada uno de sus pasos, están acostumbrados a hablar entre susurros, a recelar de los vecinos, a los continuos cortes de luz, y ya ni se asustan cuando oyen el toque de queda.
En Patria, la fantasía es la única vía de escape.
Pero Standish no se rinde, sabe que más allá de las infranqueables y herméticas fronteras de su país tiene que existir otro mundo, un mundo donde la libertad y la verdad no sean solo sueños imposibles sino una maravillosa realidad.
Opinión
Tal y como está el panorama literario actual, pocas veces tiene uno la oportunidad de encontrar una lectura tan arriesgada, original e impactante como esta, pero lo cierto es que la última novela de Sally Gardner, escritora británica reconocida por sus fantásticas ilustraciones, se trata de una obra enérgica y sorprendente que desde el próximo 14 de marzo viene a engrosar el estupendo catálogo de Nube de tinta. A caballo entre la fantasía histórica y las distopía futurista, Las tres caras de la luna es una inquietante ucronía que nos traslada a mediados del siglo XX, donde un estricto gobierno que guarda ciertos paralelismos con el régimen nazi ejerce su tiránica opresión sobre los ciudadanos de Patria. El protagonista de este relato es un joven disléxico de quince años llamado Standish Treadwell que utiliza su portentosa imaginación para escapar tanto del control ideológico de Patria como de la miserable realidad que le rodea, un mundo peligroso, asfixiante y ceniciento donde los que se niegan a colaborar con las exigencias del gobierno sobreviven al margen de la sociedad en condiciones de escasa salubridad, acorralados por la suciedad, las ratas y los escombros de antiguas viviendas. Su abuelo es la única familia que le queda a Standish tras la repentina y misteriosa desaparición de sus padres, aunque este peculiar joven caracterizado por su heterocromía y por su particular uso del lenguaje, hallará muy pronto en la figura de su vecino Hector un compañero inseparable de aventuras, así como un buen amigo con el que compartir todas sus inquietudes.
Sin embargo, la vida de Standish da un tremendo vuelco al descubrir que Hector también ha desaparecido sin dejar huella, justo cuando las burlas en el colegio, las agresiones y las constantes sospechas de que su abuelo y el propio Standish están llevando a cabo actividades ilegales en contra de Patria han comenzado a intensificarse. Por eso, cuando Standish descubre que el gobierno de Patria prepara interpretar una patraña televisada con el fin de demostrar su supremacía sobre el resto de naciones, no dudará ni por un segundo en tratar de desbaratar sus planes cueste lo que cueste. Como se puede comprobar, Las tres caras de la luna tiene un planteamiento más que interesante y una estructura narrativa muy peculiar que no se detiene solamente en qué contar, sino en cómo hacerlo. Estamos ante un libro de ritmo pausado, casi al modo en que lo están las novelas de misterio, con una complejidad interna mayor de lo que parece a simple vista, bellamente narrado y en el que las ideas vienen en su mayoría solapadas bajo una profunda capa de acontecimientos aislados que el lector tiene que recomponer en su cabeza. Algunas de las cosas que más poderosamente me han llamado la atención son la sencillez y la superficialidad aparente de la historia, la capacidad que tiene Sally Gardner para retratar personajes y abordar grandes temas como la represión gubernamental, el sacrificio, el adoctrinamiento educativo, los prejuicios clasistas y la manipulación informativa en apenas un par de líneas, pero sin perder ni un ápice de ese gran potencial que desborda Las tres caras de la luna.
Sin duda alguna, Standish Treadwell es un gran personaje y un excelente narrador. A pesar de sus múltiples e hilarantes dificultades con el léxico ("croca-colas", "cacataces", "yo y Hector", "los anos de la historia"), el protagonista de Las tres caras de la luna es un chico atrevido, íntegro, imaginativo y no se doblega ante nada ni nade, su particular visión de la realidad nos permite observar su mundo y reflexionar sobre él desde un prisma completamente diferente. Su relación con Hector supone su principal motivación y marca una parte importante de la historia, haciéndonos pensar (y confirmándose más tarde) que hasta la más tierna amistad puede desembocar en otro tipo de afecto. Por otro lado, ese acentuado contraste entre historia contemporánea y distopía orwelliana con ligeros tintes futuristas realza en gran medida la estética oscura y desoladora que tan bien le sienta a la historia de Sally Gardner. Quizá la única pega que le veo al libro es que tarda un poco en arrancar y que uno pudiera verse agobiado por la constante sensación de incertidumbre que produce la falta de una línea argumental bien definida, o incluso no llegar a acostumbrarse nunca al inusual estilo de la autora (cosa que en vista del escaso número de páginas, tampoco importa mucho). Dejando a un lado esos posibles inconvenientes, Las tres caras de la luna me ha parecido una lectura absorbente, estimulante y altamente recomendada. No te dejes engañar por su fachada pueril: estamos ante una historia adulta, descarnada, brutal y en ocasiones, soez, que nos recuerda sin ningún tipo de escrúpulos una realidad fundamental: la verdad siempre tiene más de una cara.
"Por un lado están los que piensan linealmente, y por otro lado estás tú, que eres como un golpe de brisa en el parque de la imaginación."
Sin embargo, la vida de Standish da un tremendo vuelco al descubrir que Hector también ha desaparecido sin dejar huella, justo cuando las burlas en el colegio, las agresiones y las constantes sospechas de que su abuelo y el propio Standish están llevando a cabo actividades ilegales en contra de Patria han comenzado a intensificarse. Por eso, cuando Standish descubre que el gobierno de Patria prepara interpretar una patraña televisada con el fin de demostrar su supremacía sobre el resto de naciones, no dudará ni por un segundo en tratar de desbaratar sus planes cueste lo que cueste. Como se puede comprobar, Las tres caras de la luna tiene un planteamiento más que interesante y una estructura narrativa muy peculiar que no se detiene solamente en qué contar, sino en cómo hacerlo. Estamos ante un libro de ritmo pausado, casi al modo en que lo están las novelas de misterio, con una complejidad interna mayor de lo que parece a simple vista, bellamente narrado y en el que las ideas vienen en su mayoría solapadas bajo una profunda capa de acontecimientos aislados que el lector tiene que recomponer en su cabeza. Algunas de las cosas que más poderosamente me han llamado la atención son la sencillez y la superficialidad aparente de la historia, la capacidad que tiene Sally Gardner para retratar personajes y abordar grandes temas como la represión gubernamental, el sacrificio, el adoctrinamiento educativo, los prejuicios clasistas y la manipulación informativa en apenas un par de líneas, pero sin perder ni un ápice de ese gran potencial que desborda Las tres caras de la luna.
"Sentí que un grito brotaba en mi garganta. El abuelo me sujetó y caímos al suelo tambaleándonos. Los dos llorábamos. El abuelo me tapaba con fuerza la boca.
Aún llevo aquel grito dentro de mí."
Sin duda alguna, Standish Treadwell es un gran personaje y un excelente narrador. A pesar de sus múltiples e hilarantes dificultades con el léxico ("croca-colas", "cacataces", "yo y Hector", "los anos de la historia"), el protagonista de Las tres caras de la luna es un chico atrevido, íntegro, imaginativo y no se doblega ante nada ni nade, su particular visión de la realidad nos permite observar su mundo y reflexionar sobre él desde un prisma completamente diferente. Su relación con Hector supone su principal motivación y marca una parte importante de la historia, haciéndonos pensar (y confirmándose más tarde) que hasta la más tierna amistad puede desembocar en otro tipo de afecto. Por otro lado, ese acentuado contraste entre historia contemporánea y distopía orwelliana con ligeros tintes futuristas realza en gran medida la estética oscura y desoladora que tan bien le sienta a la historia de Sally Gardner. Quizá la única pega que le veo al libro es que tarda un poco en arrancar y que uno pudiera verse agobiado por la constante sensación de incertidumbre que produce la falta de una línea argumental bien definida, o incluso no llegar a acostumbrarse nunca al inusual estilo de la autora (cosa que en vista del escaso número de páginas, tampoco importa mucho). Dejando a un lado esos posibles inconvenientes, Las tres caras de la luna me ha parecido una lectura absorbente, estimulante y altamente recomendada. No te dejes engañar por su fachada pueril: estamos ante una historia adulta, descarnada, brutal y en ocasiones, soez, que nos recuerda sin ningún tipo de escrúpulos una realidad fundamental: la verdad siempre tiene más de una cara.
Puntuación
Las tres caras de la luna
Desde que vi que lo iban a publicar le tengo muchas ganas.
ResponderEliminarLa verdad es que todos los libros que publica Nube de tinta se caracterizan por su originalidad y es algo que me gusta mucho.
Seguro que lo compraré pronto.
Un beso y gracias por la reseña!
No leo mucho juvenil pero realmente has hecho que tenga curiosidad en este libro...
ResponderEliminarOh pues veo que este sello saca muy buenos titulos! si que me alegra eso :D!
ResponderEliminarA mí me llama la atención este libro de una manera que no veas .. :P. A ver si con un poco de suerte me hago con él que, además, tampoco es muy carete ^^. Besotes
ResponderEliminarComo dice Nina, este sello editorial está savando títulos muy buenos. Desde que lo vi en novedades fue un libro que me llamó la atención. Después de ler esta reseña solo puedo decir que mis expectativas de mantienen.
ResponderEliminarConfieso que las dificultades del léximo me dan bastante respeto, porque no es algo que me suela gustar en un libro, pero bueno. Hay que leerlo para ver qué tal está.
Lo de los fallos gramaticales es más una anécdota que una constante, por suerte no llega a distraer de la lectura en ningún momento :)
EliminarLe tenía echado el ojo pero no sabía muy bien de qué iba y ahora que leo tu reseña me ha terminado de convencer, me encantan los títulos que saca esta editorial.
ResponderEliminarUna maravilla, para mi una obra maestra. Ha sido una experiencia increíble leer esta novela, y muy pocas veces me sucede esto con una novela (me pasó con Bajo la misma estrella, La niña de nieve, Ensayo sobre la ceguera,... pero siempre de maneras diferentes)
ResponderEliminarNo veo el momento de releerla y eso que la he acabado hace pocas horas.
;****
NOVELA NOVELA NOVELA me repito más que el ajo ajo ajo
EliminarLa verdad es que me lo leí de un tirón y al principio me dejó estupefacto. Aunque no la considero una novela perfecta, puedo decir sin ninguna duda que no he leído nada igual en mi vida. Me alegra que te haya gustado :)
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