► Título: Scarlet
► Autora: Marissa Meyer
► Año de publicación: 2013
► Género: Novela, juvenil, ciencia ficción
► Editorial: Montena
► Páginas: 478
► PVP: 16.95
► ISBN: 9788484418924
Hace dos semanas la abuela de Scarlet desapareció sin dejar rastro. Ella sospecha que la han secuestrado, así que cuando la policía renuncia repentinamente a seguir con la investigación, toma la decisión de continuar la búsqueda por su cuenta, aunque esto implique introducirse en los bajos fondos de su ciudad... Allí tropieza con Wolf, un feroz luchador callejero que quiere ponerle las cosas difíciles. Pero Scarlet no es el tipo de chica que se amedrenta ante un matón, por muy atractivo que sea, así que, cuando se da cuenta de que él puede ser la única conexión con los secuestradores de su abuela, no dudará en pedirle ayuda.
Juntos deberán sumergirse en el oscuro y peligroso mundo de la mafia. Y descubrirán que su historia está irrevocablemente unida a la de una cyborg, llamada Cinder, que se encuentra en busca y captura en todo el planeta.
Opinión
Muchas veces a los lectores de nivel avanzado (entendiéndose como tales a todos aquellos que acaban un libro y ya tienen empezado el siguiente) se nos gasta la boca reclamando originalidad, innovación y sorpresas en cada nueva novela que pasa por nuestras manos, pero curiosamente luego resulta que los títulos más exitosos casi siempre suelen ser revisiones, remakes, retellings y en general, cualquier palabra que empiece por re-, que consisten en destrozar tomar un gran clásico de la literatura o un cuento popular como punto de partida y dejar que la pluma de escritor corra libremente por las páginas. Pues bien, con una serie de cuatro libros denominada las Crónicas lunares, la autora estadounidense Marissa Meyer se suma al carro de las segundas oportunidades versionando historias tan conocidas por el gran público como la Cenicienta, Caperucita roja, Rapunzel o Blancanieves, trasladándonos en el proceso a un escenario futurista y desolado por el insostenible aumento de la población, enfermedades de difícil remedio, un gobierno excesivamente controlador y la constante amenaza de una invasión enemiga. A pesar de mis reticencias iniciales, descubrí en Cinder, primera entrega de esta particular tetralogía, una novela refrescante, rompedora y entretenida, aunque altamente previsible y mejorable en muchos aspectos, pero lo cierto es que me gustó lo suficiente como para querer embarcarme en la lectura de Scarlet, su continuación inmediata. Afortunadamente, la decisión ha merecido la pena.
En este segundo libro conoceremos a Scarlet, una joven pelirroja y decidida que desde la misteriosa desaparición de su abuela ha tenido que tomar las riendas del negocio que ambas llevaban, cultivando hortalizas en la granja familiar y repartiéndolas por los comercios de la zona en una especie de nave. Las incesantes pesquisas llevadas a cabo por la policía no han conseguido esclarecer las causas de la repentina marcha de su abuela, por lo que no tienen más remedio que cerrar el caso y suponer que la desaparición de Michelle Benoit ha sido totalmente voluntaria. Sin embargo, Scarlet conoce lo suficiente a su abuela como para saber que ella nunca se iría de su lado sin ningún tipo de explicación, dejándola en la más absoluta soledad, carcomida por la incertidumbre y las dudas, así que decide emprender su propia e infructuosa búsqueda basándose en la hipótesis de que ha debido de ser secuestrada con el objetivo de sonsacarle información de gran relevancia. En su camino se topará con Lobo, un taciturno y misterioso luchador de taberna que se gana la vida participando en peligrosos combates y que por motivos no del todo claros a primera vista, está dispuesto a echarle una mano a Scarlet con el asunto de su abuela. Por otro lado, Scarlet retoma la historia de Cinder justo donde se quedó al final del libro que lleva su nombre, con la escurridiza ciborg convertida en una importante fugitiva política que de no entregarse a las autoridades, puede acarrear la completa destrucción de su comunidad.
Aunque pueda parecer que estas dos historias no tienen nada en común, a medida que avanzan las respectivas tramas descubriremos que los caminos de Cinder y Scarlet irán estrechándose progresivamente mientras los niveles de acción, drama y adrenalina se disparan de forma vertiginosa. En ese sentido, Scarlet me ha parecido una novela mucho más lograda y con mayor capacidad para mantener la atención del lector en todo momento, pues combina con gran acierto las escenas más trepidantes con otras más pausadas que sirven para desarrollar el resto de arcos argumentales, todo ello sin romper el dinamismo característico de la novela. También he notado un estilo más depurado y fluido, sin grandes pretensiones estilísticas ni artificios técnicos, pero dotado con una gran capacidad para describir situaciones, escenas y personajes de forma vívida en apenas unos cuantos trazos.
Scarlet, al igual que Cinder, es una protagonista que destroza los estereotipos. Tiene gancho, es tenaz y a pesar de estar sujeta a las irresistibles leyes de la atracción, sabe determinar sus prioridades y no permite que el amor empañe su visión de la realidad. Tal es el parecido entre ambas jóvenes, que a menudo me da la sensación de que son completamente intercambiables. Y es que si algo he echado en falta tanto en Cinder como en Scarlet es un poco de mayor profundidad en los personajes, un poco más de introspección personal y no tantas persecuciones, tiroteos y escapadas nocturnas que en su justa medida están bien, pero que en exceso terminan distrayendo. Una de las cosas que me han gustado de Scarlet es que la autora ha corregido la previsibilidad de la que pecaba su anterior entrega, además de que no esté ambientada en Estados Unidos, para variar. Sin embargo, aun considerando a Scarlet una muy digna sucesora que mejora bastantes defectos que vi en Cinder, me hubiese gustado que Marissa Meyer se hubiera tomado algo más de tiempo en explorar el fantástico universo en el que se ambientan estas Crónicas Lunares y que los capítulos protagonizados por Cinder no fuesen tan repetitivos ni estuviesen tan centrados en recordar lo que pasó en el primer libro, dejándonos con todo el meollo de la historia listo para ser digerido en la tercera parte tras un clamoroso cliffhanger de esos que te dan ganas de gritar. A pesar de todo, Scarlet supone una lectura muy agradable, más que recomendada si te gusta el género juvenil, una apuesta diferente, rompedora y que se inspira de manera sorprendente en uno de los cuentos más célebres del imaginario colectivo, donde las abuelas no son tan desvalidas como aparentan y en el que hasta los lobos tienen su corazoncito.
No era la primera vez que Scarlet oía un lobo salvaje merodeando por los campos que rodeaban las granjas, en busca de una presa fácil.
Sin embargo, nunca un aullido le había producido un escalofrío como aquel.
En este segundo libro conoceremos a Scarlet, una joven pelirroja y decidida que desde la misteriosa desaparición de su abuela ha tenido que tomar las riendas del negocio que ambas llevaban, cultivando hortalizas en la granja familiar y repartiéndolas por los comercios de la zona en una especie de nave. Las incesantes pesquisas llevadas a cabo por la policía no han conseguido esclarecer las causas de la repentina marcha de su abuela, por lo que no tienen más remedio que cerrar el caso y suponer que la desaparición de Michelle Benoit ha sido totalmente voluntaria. Sin embargo, Scarlet conoce lo suficiente a su abuela como para saber que ella nunca se iría de su lado sin ningún tipo de explicación, dejándola en la más absoluta soledad, carcomida por la incertidumbre y las dudas, así que decide emprender su propia e infructuosa búsqueda basándose en la hipótesis de que ha debido de ser secuestrada con el objetivo de sonsacarle información de gran relevancia. En su camino se topará con Lobo, un taciturno y misterioso luchador de taberna que se gana la vida participando en peligrosos combates y que por motivos no del todo claros a primera vista, está dispuesto a echarle una mano a Scarlet con el asunto de su abuela. Por otro lado, Scarlet retoma la historia de Cinder justo donde se quedó al final del libro que lleva su nombre, con la escurridiza ciborg convertida en una importante fugitiva política que de no entregarse a las autoridades, puede acarrear la completa destrucción de su comunidad.
El luchador se dio la vuelta, agachó la cabeza en un gesto semejante a una disculpa y se dirigió a la salida arrastrando los pies. Cuando pasó por su lado, Scarlet no pudo evitar pensar que, a pesar de todas las señales de ferocidad, no parecía más amenazador que un perro al que acababan de regañar.
Aunque pueda parecer que estas dos historias no tienen nada en común, a medida que avanzan las respectivas tramas descubriremos que los caminos de Cinder y Scarlet irán estrechándose progresivamente mientras los niveles de acción, drama y adrenalina se disparan de forma vertiginosa. En ese sentido, Scarlet me ha parecido una novela mucho más lograda y con mayor capacidad para mantener la atención del lector en todo momento, pues combina con gran acierto las escenas más trepidantes con otras más pausadas que sirven para desarrollar el resto de arcos argumentales, todo ello sin romper el dinamismo característico de la novela. También he notado un estilo más depurado y fluido, sin grandes pretensiones estilísticas ni artificios técnicos, pero dotado con una gran capacidad para describir situaciones, escenas y personajes de forma vívida en apenas unos cuantos trazos.
Scarlet, al igual que Cinder, es una protagonista que destroza los estereotipos. Tiene gancho, es tenaz y a pesar de estar sujeta a las irresistibles leyes de la atracción, sabe determinar sus prioridades y no permite que el amor empañe su visión de la realidad. Tal es el parecido entre ambas jóvenes, que a menudo me da la sensación de que son completamente intercambiables. Y es que si algo he echado en falta tanto en Cinder como en Scarlet es un poco de mayor profundidad en los personajes, un poco más de introspección personal y no tantas persecuciones, tiroteos y escapadas nocturnas que en su justa medida están bien, pero que en exceso terminan distrayendo. Una de las cosas que me han gustado de Scarlet es que la autora ha corregido la previsibilidad de la que pecaba su anterior entrega, además de que no esté ambientada en Estados Unidos, para variar. Sin embargo, aun considerando a Scarlet una muy digna sucesora que mejora bastantes defectos que vi en Cinder, me hubiese gustado que Marissa Meyer se hubiera tomado algo más de tiempo en explorar el fantástico universo en el que se ambientan estas Crónicas Lunares y que los capítulos protagonizados por Cinder no fuesen tan repetitivos ni estuviesen tan centrados en recordar lo que pasó en el primer libro, dejándonos con todo el meollo de la historia listo para ser digerido en la tercera parte tras un clamoroso cliffhanger de esos que te dan ganas de gritar. A pesar de todo, Scarlet supone una lectura muy agradable, más que recomendada si te gusta el género juvenil, una apuesta diferente, rompedora y que se inspira de manera sorprendente en uno de los cuentos más célebres del imaginario colectivo, donde las abuelas no son tan desvalidas como aparentan y en el que hasta los lobos tienen su corazoncito.
Puntuación
Scarlet
Tengo muchas ganas de leerlo, tiene buena pinta :)
ResponderEliminarBesos desde Leer con Ganas ;)
Viendo que esta reseña tambien es positiva se queda en mi lista de futuras lecturas. No serán libros maravillosos, pero están bastante bien por lo que he podido ver y voy a darles una oportunidad.
ResponderEliminarAdemás, la mayoría de personas coinciden en que Scarlet está más trabajada y que sube mucho el nivel. Lo cual también me gusta.
¡Besos!
Tengo muchísimas ganas de leerlo =)
ResponderEliminar¡Besos!
Todas las reseñas que estoy leyendo lo ponen muy bien, a mi el primero ya me gustó bastante a pesar de que fuera un poco predecible así que tengo ganas de saber cómo sigue la historia. Me ha gustado eso de que no esté ambientado en Estados Unidos, ¡qué raro me parece!
ResponderEliminarUn beso =)
Pues creo que me gustaria leerlo. Aunque no espero gran cosa de esta saga xD
ResponderEliminarUy, vaya comienzo de reseña xDDD
ResponderEliminarComo ya le comenté a Lilith en la reseña de "Cinder", no es una saga que me llame especialmente la atención y que, si acabo cayendo, será por puro consumismo. Y por las portadas *-*
De todas formas son cuatro y de aquí a que salgan los siguientes tengo tiempo para pensarmelo xD
Besicos!
Tengo ganas de empezar esta saga, ya que he leído bastantes críticas buenas.
ResponderEliminarComo bien dices, últimamente se repite todo mucho, y es difícil encontrar un libro que se salga del camino por el que van todos. A ver si la empiezo pronto.
¡Saludos!
Garazi