Reseña "Cinder"

► Título: Cinder
► Autora: Marissa Meyer
► Serie:  Crónicas lunares #1
► Año de publicación: 2012
► Género: Novela, juvenil, ciencia ficción
► Editorial: Montena
► Páginas: 432
► PVP: 16.95

Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde humanos, ciborgs y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura. Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana. Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache. Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica. Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la Tierra.

Opinión 

Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel o Blancanieves, ¿qué tienen todas ellas en común? Aparte de sus evidentes adaptaciones de dibujos animados claro está, estos cuatro nombres son una arriesgada a la par que innovadora apuesta de la autora estadounidense Marissa Meyer, rompedora y original. Su primera entrega, aunque peca de una previsibilidad un tanto alarmante, es sin duda una novela que gustará a todo aquel lector que esté un poco cansado de la fórmula de siempre. Y es que Cinder  aunque quizás no sea de lo mejor que haya leído del género durante los últimos meses, sí ha logrado sorprenderme gratamente en algunos de sus aspectos.

     Lo primero que llama la atención de Cinder -tras esa portada tan llamativa- es sin duda alguna su protagonista, y es que pocas novelas, y más juveniles (al menos es lo que yo creo) están protagonizadas por una ciborg. Una ciborg que es encima mecánica y la mejor de su ciudad. Además, ya tras las primeras páginas de Cinder nos damos cuenta que es algo que la marca profundamente, y es que intenta esconder sus partes de ciborg lo máximo que puede. Si a eso le juntamos la obligación de trabajar en una condiciones pésimas en una tienda diminuta para mantener a su familia, una familia en la que no es bien recibida, y le añadimos además una única amiga humana y una única amiga ciborg también, obtendremos una protagonista singular, pero en mi humilde opinión, no del todo bien conseguida. Y aunque curiosamente uno de los puntos fuertes de la novela sea justamente su protagonista, sin embargo a mí no ha terminado de convencerme del todo. Cinder es una cenicienta moderna, que vive en un mundo futurista que sufre las todavía persistentes consecuencias de la Cuarta Guerra Mundial, y una enfermedad que amenaza a la población del planeta. Un planteamiento bastante original todo hay que reconocerlo, pero la originalidad no lo es todo a veces, y es que realmente espero que en las siguientes entregas Marissa Meyer sepa aprovechar al máximo todos los cabos que ha creado en esta primera entrega, puesto que aunque me haya sorprendido por la peculiaridad de sus temas, no creo que haya demasiada profundidad en ninguno de ellos, o que alguno destaque por encima de otro. Se dan muchos detalles de varios aspectos, pero eso es todo. Y aunque es cierto que todos convergen en un único aspecto central, aun así me resulta insuficiente y poco aprovechado. Otro de los defectos que tiene Cinder es que resulta previsible, muy previsible, demasiado previsible. Y eso quiera o no, pues le quita cierto encanto al asunto, ya que en los momentos de mayor impacto ya se sabía de antemano lo que iban a decir, o lo que iba a pasar. Y uno de los mayores placeres que te puede dar un libro es sorprenderte gratamente.

Sin embargo no puedo parar de referirme a la originalidad en su conjunto, y es que aunque quizás la profundidad no sea la adecuada, o los personajes no estén a la altura, Cinder es una novela que merece la pena ser leída aunque sea para variar un poco el repertorio de siempre. Y aunque quizás sea la misma sociedad distópica hasta cierto punto, en Cinder se trata de un modo un poco diferente, enlazando además varias tramas subsidiarias pero que al final tienen algo en común; la amenaza de la reina Levana, la soberana de la Luna, y una enemiga muy poderosa para el príncipe Kaito, y futuro emperador de Nueva Pekín. Otra de las cosas que he podido comprobar es que Levana, la mala malísima de la novela es uno de los personajes que más le ha gustado a los lectores, y personalmente me incluyo en el saco. Y es que Levana tiene todas las características para gustarle al lector, es bella, inteligente, y letal. Una mujer (lunar en nuestro caso) que sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y un personajes bastante bien caracterizado. Por otro lado, el príncipe Kaito me ha resultado ser demasiado del montón, otro chico más que hay en los libros juveniles de hoy en día, con un encanto pero simplemente aparente, y que finalmente se queda prácticamente en nada. Por último, el aspecto romántico no resulta ser tan empalagoso como me esperaba, cosa que se agradece la verdad, aunque también resulte un poco vacío al final, y que me ha dejado un tanto, indiferente.

¿Qué es lo que hace a Cinder entonces brillar aunque sea un poco? Aunque es una respuesta un tanto complicada por varias razones, si hay algo que tengo claro sobe Cinder es que para ser un retelling juvenil, que ojo, no lo es del todo, es más bien una adaptación, una adaptación llevada al mercado actual de un clásico que prácticamente todo el mundo conoce, resulta ser una apuesta un tanto arriesgada hasta cierto punto por mezclar varios elementos que podrían no haber concordado del todo bien. Original es un rato, aunque personalmente tiene ese toque a Sailor Moon que me molesta un poco, y con algunas deficiencias más o menos importantes, Cinder es una novela que abre un abanico bastante amplio de posibilidades para sus sucesoras, y que todo aquel que se arriesgue finalmente a leerla está de enhorabuena, y es que un pajarito me ha soplado que la segunda parte supera con crecer a su antecesora, ¿pero realmente será así? Espero que sí. Y es que la sinopsis de Scarlet, la segunda parte, y de la que en breve tendréis también la reseña,  promete y mucho.

Puntuación

Cinder