► Título: La joven ahogada
► Autor: Caitlín R. Kiernan
► Saga: -
► Año: 2014
► Editorial: Valdemar
► Páginas: 392
► Precio: 26.00 €
India Morgan Phelps –Imp para los amigos– es esquizofrénica. Ya no puede confiar en su propia mente, porque está convencida de que sus recuerdos, de alguna manera, la han traicionado, forzándola a cuestionar su propia identidad.
Enfrentándose a sus propias percepciones, Imp debe descubrir la verdad sobre su encuentro con una maligna sirena, o un lobo desamparado que se le apareció como una joven salvaje, o ninguna de estas cosas, sino algo mucho más extraño… algo que transita por los intersticios de la realidad.
Opinión
Esta es una historia de fantasmas. Pero no es de fantasmas. Es una historia de sirenas y de hombres lobo y de jóvenes encontradas en la orilla de un río. De demonios personales. De amor, arte, locura y oscuridad. Un cuento fúnebre, una biografía alucinógena, un desbordante ejercicio de creatividad narrativa ejecutado con maestría. La joven ahogada es muchas cosas y en general, muy buenas, pero por encima de todo, la deslumbrante novela de Caitlín R. Kiernan es un estremecedor relato acerca de cómo percibimos, procesamos y almacenamos nuestro conocimiento de la realidad en un mundo que trata de inducirnos irremediablemente al delirio. Galardonada en 2012 con los premios James Tiptree, Jr. y Bram Stoker, la última obra de Kiernan ha conseguido acaparar una interminable ristra de elogios antes de llegar por fin a nuestro país de la mano de Valdemar, y ahora que por fin podemos disfrutarla como es debido, solo queda adentrarse en esta laberíntica casa de espejos que la escritora norteamericana ha construido bajo las aguas de la psique humana.
La protagonista de la novela es Imp (nombre que, además de aglutinar las iniciales de India Morgan Phelps, refleja en cierta medida el carácter truculento, huidizo y malévolo de su personalidad), una joven que arrastra en su genealogía un largo historial de problemas psiquiátricos y que comienza la obra sentada frente a su máquina de escribir, dispuesta a deconstruir en la medida de lo posible el terrorífico relato de un encuentro que cambió su vida para siempre. De esta manera da comienzo la particular e intrincada Odisea de Imp (y con ella, también la nuestra) a través de la memoria, un camino repleto de trampas, escollos y pistas falsas que conducen a la más absoluta frustración si uno se olvida de aplicar grandes dosis de paciencia. Y es que existen pocos narradores tan tramposos y poco fiables como India. Ya sea de forma deliberada o como consecuencia de su esquizofrenia paranoide, el relato de Imp está salpicado de mentiras, incoherencias, contradicciones e imposibles que la propia protagonista se encarga de revelar (o no), convirtiéndose la lectura de La joven ahogada en un auténtico tour de force donde el lector debe emplear su más avezado olfato para distinguir la realidad de la ilusión, separar la ficción del desvarío, desentrañar todo aquello que pudiera convertirse en un atajo directo al corazón del relato.
La protagonista de la novela es Imp (nombre que, además de aglutinar las iniciales de India Morgan Phelps, refleja en cierta medida el carácter truculento, huidizo y malévolo de su personalidad), una joven que arrastra en su genealogía un largo historial de problemas psiquiátricos y que comienza la obra sentada frente a su máquina de escribir, dispuesta a deconstruir en la medida de lo posible el terrorífico relato de un encuentro que cambió su vida para siempre. De esta manera da comienzo la particular e intrincada Odisea de Imp (y con ella, también la nuestra) a través de la memoria, un camino repleto de trampas, escollos y pistas falsas que conducen a la más absoluta frustración si uno se olvida de aplicar grandes dosis de paciencia. Y es que existen pocos narradores tan tramposos y poco fiables como India. Ya sea de forma deliberada o como consecuencia de su esquizofrenia paranoide, el relato de Imp está salpicado de mentiras, incoherencias, contradicciones e imposibles que la propia protagonista se encarga de revelar (o no), convirtiéndose la lectura de La joven ahogada en un auténtico tour de force donde el lector debe emplear su más avezado olfato para distinguir la realidad de la ilusión, separar la ficción del desvarío, desentrañar todo aquello que pudiera convertirse en un atajo directo al corazón del relato.
«Ahora voy a escribir una historia de fantasmas», tecleó ella.
«Una historia de fantasmas con una sirena y un lobo», siguió tecleando.
Yo también tecleé.
Resulta muy difícil resumir en pocas líneas la gran cantidad de variaciones y lecturas de que dispone la novela, más teniendo en cuenta la absoluta falta de linealidad en el relato, pero La joven ahogada describe grosso modo la relación de India con una mujer llamada Eva Canning a la que nuestra protagonista conoció dos veces bajo circunstancias completamente diferentes, ambas imbuidas de cierta atmósfera sobrenatural. Una mujer que a lo largo de los siglos ha ido adoptando diversas formas y que está estrechamente ligada a numerosos acontecimientos históricos, ya sea haciendo de musa para inspirar cuadros, participando en extraños suicidios rituales (del que Kiernan ya habla en otras obras) o siendo brutalmente asesinada por célebres criminales. La construcción de la leyenda en torno al personaje de Eva (todas esas cuestiones que plantea, las preguntas sin resolver, la posibilidad de que todo sea una invención fortuita) resulta sencillamente fascinante y proporciona una encantadora sensación de irrealidad, de imprevisibilidad, muy complicada de ignorar. Por otra parte, la carismática novia de India, una transexual llamada Abalyn que se dedica a escribir reseñas de videojuegos, resulta un interesante contrapunto que pone sobre la mesa profundas cuestiones sobre identidad sexual y aceptación de uno mismo.
Sin embargo, de todas las posibles interpretaciones que se pueden extraer de la novela, yo prefiero quedarme con la reivindicación de la literatura, de la narración de historias, como método para exorcizar fantasmas interiores, para hacernos comprender nuestra propia realidad a través de un escape tan voluntario como necesario. Tampoco se puede pasar por alto el valor que añade a La joven ahogada el insuperable estilo intimista, melancólico y poético del que hace gala Caitlín R. Kiernan a lo largo de la novela, un estilo que embellece intensamente el desarrollo de la historia y proporciona un férreo aliciente para continuar leyendo aun cuando la obra muestra su cara menos agraciada. En definitiva, La joven ahogada es un libro altamente recomendable e imposible de enmarcar en un solo género y que ha sabido colmar de manera amplia todas las expectativas que había depositado en él por la extraordinaria experiencia que ofrece su lectura. Es también la contundente confirmación de que Caitlín R. Kiernan sabe muy bien explotar un concepto prometedor y elevarlo hasta niveles inexplorados por otros escritores. O de sumergirlo. Hasta los más profundos abismos.
Puntuación
La joven ahogada, Caitlín R. Kiernan
Me está esperando en la estantería... Tiene tan buena pinta y además con esa edición maravillosa que ha sacado Valdemar... Tiene que ser un placer... :D
ResponderEliminarGracias por la reseña!
Lo necesito pa vivir pero 36 LEURUS, maemía. A ver si lo traen a la biblioteca o algo.
ResponderEliminarPersonajes con chungueces mentales = ♥♥♥
26, que diga.
Eliminar¡Buenas!
ResponderEliminarNo lo conocía y sinceramente, es el típico libro que no llamaría mi atencion si lo viera en una librería. Pero lo has puesto tan bien y me ha gustado tanto lo que has dicho que inevitablemente me ha interesado. Me gusta eso de que leamos situaciones que no se sabe si son auténticas o falsas y muchas cosas más que has comentado.
Gracias por la reseña.
¡Un beso!
Directa a lecturas pendientes. No sé por qué entro por aquí, me vais a arruinar. Saludos!
ResponderEliminarYo necesito muy mucho este libro. Con esta reseña me han dado aún más ganas, has dicho tantas cosas buenas de él <3
ResponderEliminarTambien me parecio carito, pero si lo consigo en inglés: win
ResponderEliminarBrillante reseña de un gran libro.
ResponderEliminarNo podría estar más de acuerdo con todo lo que comentas. Es una lectura fascinante en muchos sentidos y en muchos niveles. Me parece que esta es la actitud para enfrentar esta lectura. Por desgracia hay "lectores" que se espantan y confunden la incertidumbre de la novela y no saben apreciarla.
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