Después de varios meses sin publicar nada por aquí, ya que aunque he leído bastante, no he encontrado nada que realmente me apeteciera reseñar, me he decidido a poner una serie de reseñas sobre varias sagas de muertos vivientes que me he leído últimamente.
Normalmente, intentaría evitar este tipo de literatura por todos los medios, ya que tras haber hecho un par de intentos anteriormente, el género no acabó de gustarme pese a que me gustan las series y películas sobre zombies. En lo poco que había leído hasta ahora de muertos vivientes todo era muy típico, supervivientes en algún lugar de Nueva York, en algún pueblecito perdido de la América profunda... Sin embargo, las sagas que me he leído tienen una peculiaridad: ocurren en España, en lugares que cualquiera puede visitar y que pueden estar al lado de su casa.
Ya de por sí, eso era algo que me atraía, ya que era diferente a lo que había visto hasta el momento, imaginar qué podría ocurrir en cualquier parte de este país en el que uno vive, donde no se cuenta con el arsenal que tienen en Estados Unidos ni con su super ejército.
Todo esto ocurrió poco después de escuchar el nombre de Manel Loureiro, abogado y escritor gallego, creador de la saga Apocalipsis Z. Hablaban muy bien de él, y tras ver sus libros en una librería cercana, decidí darle una oportunidad. Debo decir que no me arrepiento lo más mínimo.
► Títulos:
Apocalipsis Z: El principio del fin
Apocalipsis Z: Los días oscuros
Apocalipsis Z: La ira de los justos
► Autor: Manel LoureiroApocalipsis Z: Los días oscuros
Apocalipsis Z: La ira de los justos
► Editorial: Debolsillo
► Páginas: 432, 384 y 480 páginas
► Precio: 9,95€
La civilización ya no existe. No hay internet. Ni televisión. Ni móviles. Ya no hay nada que te recuerde que eres un ser humano. El Apocalipsis ha empezado. Ahora sólo queda un objetivo: SOBREVIVIR. En una república caucásica se libera, tras un atentado, un virus que se expande sin freno por todo el planeta. La enfermedad mata a quien la padece... pero el afectado resucita a las pocas horas, y tras levantarse de nuevo ataca de forma rabiosa a cualquier persona que no haya sido infectada. En España, un joven abogado lleva un diario en el que, desde el primer día, anota sus observaciones sobre ese desastre lejano, un desastre que terminará por llamar a las puertas de su casa. En busca de un lugar seguro, el protagonista cruzará el territorio que antes conoció como Galicia y que quizá ahora merezca otro nombre.
El protagonista es, curiosamente, un abogado gallego de treinta y pocos años, viudo reciente tras morir su esposa en un accidente automovilístico, que vive a las afueras de Pontevedra en una urbanización con su gato, Lúculo (pobre bicho, el nombre que le han puesto). Debo decir que al principio del libro nunca se dice el nombre, pero que cualquiera que conozca un poco de la biografía del autor ve por dónde van los tiros.
Nuestro abogado comienza contándonos su día a día en forma de entradas de diario en su blog personal. Este formato de entradas de diario continuará usándose durante gran parte de la saga, permitiéndonos ver siempre qué ha ocurrido anteriormente y nunca qué ocurrirá, cosa que lejos de aliviar la tensión al conocer la situación actual del personaje y centrarnos en lo que le pasó hasta llegar hasta donde está, la aumenta.
En las primeras páginas del libro, el abogado nos cuenta cómo una pequeña noticia, el ataque de un grupo extremista religioso a una base abandonada de la URSS en Daguestán - país que el mismo reconoce no saber ni dónde está - poco a poco va cobrando protagonismo en los medios de comunicación, explicándonos su punto de vista y sus teoría sobre lo que ve y oye en todo momento:
Primero, se dice que el ataque liberó gases tóxicos que han provocado una gran mortandad en la zona. Rusia, que tiene frontera inmediata con este país, cierra sus fronteras automáticamente y decreta el estado de alarma. A los pocos días, se sabe que Daguestán virtualmente no existe. Nadie coge el teléfono, nadie emite desde allí. Rusia corta las comunicaciones con el exterior, repatriando a los pocos corresponsales que quedaban en el país vecino. Se emiten videos del ejército ruso en Daguestán, soldados aterrados que llevan máscaras antigás, que disparan contra algo de forma desesperada en el momento en el que el video se corta.
Pronto, en la prensa internacional se filtra que lo que se liberó en Daguestán fue un agente patógeno, un virus. Se dice que el virus podría ser una variante especialmente peligrosa del ébola, pues los infectados sufren síntomas parecidos en las etapas finales de la enfermedad, solo que actúa de forma mucho más rápida. Los equipos de ayuda humanitaria que van a ayudar a las zonas afectadas tienen que ser evacuados horas después, tras "incidentes" con los pacientes, entre ellos, a Alemania. En Rusia la gente se refugia y huye de las ciudades y se filtran videos del ejército y la policía avanzando armados hasta los dientes hasta una de las recién llamadas "zonas calientes".
Algunos refugiados rusos huyen del país hacia Irán cruzando el Mar Caspio, con lo que se teme que la enfermedad se extienda por Oriente Medio. Reuters da la noticia de que los cooperantes que fueron repatriados a Alemania han fallecido. Todos, sin excepción. Además, se sabe que antes de morir todos presentaban síntomas de desvaríos, desorientación y brotes de agresividad. Rusia decreta la Ley Marcial. El caos se extiende por Rusia, nada puede parar a la enfermedad. Se habla de patrullas militares, toques de queda, disparos indiscriminados y hasta de casos de antropofagia. La enfermedad llega a Irán. En Alemania se dan los primeros casos, contagiados por los médicos repatriados.
Y así, poco a poco, la enfermedad se extiende hasta que llega a España, a Galicia. Para ese entonces, ya se sabe que no son otra cosa que muertos vivientes, y nuestro protagonista se refugia en su casa, que "casualmente" tiene grandes muros de piedra que rodean al jardín, grandes cantidades de comida congelada y enlatada y paneles solares recién instalados en el techo. Sin embargo, al abogado y a su gato pronto se les acaba la buena suerte y deben aventurarse a un mundo muerto, rodeado de muertos que caminan y cuya única ambición es desgarrarles los intestinos para beberse su sangre. Precioso.
Así, nuestro superviviente se aventura por los alrededores de Pontevedra y va hacia Vigo, buscando siempre a más supervivientes y un lugar seguro donde poder sobrevivir. Poco después se encontrará con Viktor Pritchenko, un Ucraniano residente en Vigo con el que pronto entabla amistad y con otros supervivientes que cobrarán peso mucho más adelante en esta historia.
¿Qué, os ha gustado el comienzo de la historia? Debo confesar que a mí me enganchó totalmente. El contarnos el día a día del protagonista, sus impresiones, el ambiente familiar, el uso de datos realistas, como decir que tal noticia la oyó en Telecinco, que tal fue dicha por un político en concreto... Realmente consiguió que no dejara de leer hasta que el sueño pudo conmigo, casi creyéndome que el mundo que quedaba detrás de mi persiana era el que nuestro abogado nos relataba.
La historia continúa narrándonos lo que el abogado sin nombre y Viktor deben hacer para sobrevivir, cada uno con sus penas, sus dudas, preocupados por sus familias, buscando un lugar donde poder refugiarse y comida que llevarse a la boca.
En esta saga, como en tantas otras, se toca el tema de si los muertos recuerdan algo de cuando fueron personas, de qué les atrae y cómo evitarlos, de que son tan peligrosos los zombies como los humanos que aún siguen vivos, que las viejas rencillas entre los supervivientes nunca se olvidan, que el menor fallo puede llevarnos al desastre en un mundo plagado de zombies... Es una saga bastante buena, que solo peca de ser demasiado suave con las cosas desagradables y de la increíble suerte que sus personajes tienen a lo largo de ella, no teniendo apenas imprevistos de los que no puedan salir. Esto último es lo único que la hace poco realista, la candidez que a veces posee a los personajes, el poco sufrimiento al que se ven sometidos para estar en la situación en la que están. Incluso en más de un momento se dan situaciones de Deus Ex Machina bastante claros, cosas demasiado oportunas para pasar realmente.
Y el gato. El maldito gato. Por el amor del FSM, el pobre gato, además de tener que aguantar el nombrecito que le ponen, es secuestrado, torturado... Encima el protagonista lo lleva siempre consigo, poniéndose en peligro a sí mismo y al pobre felino, al que más de una vez pone por delante de su propia salud. Llega un punto de la lectura en el que simplemente, al ver como el protagonista reacciona cuando el gato está en peligro solo piensas "no puede ser tan idiota, es imposible". En fin, que el protagonista siente un afecto casi enfermizo por el dichoso felino que resulta algo difícil de sobrellevar en según que situaciones.
Sin embargo, es una gran saga de zombies "light", muy buena para aquellos que quieran adentrarse en este tipo de literatura sin pasar por nada que les revuelva las tripas o que consideren excesivamente crueles para los personajes, pues es muy entretenida, bastante amena y fácil de leer y hace que te encariñes con sus protagonistas. Para mí, una gran lectura sin duda alguna.
Puntuación
Saga Apocalipsis Z
Vaya.. yo no he leído nada de este genero pero sí que tengo ganas. (:
ResponderEliminarA mi e encanta este autor es que además de guapo es un crack y encima es abogado grr... no ya en serio xDD fue la primera trilogía de zombies que leí y me decidí al ver que era Español no sabia que esperarme de él y la verdad que me encanto xDD Tengo la trilogía entera ^^
ResponderEliminarYo ... es que no me gustan los zombies xD pero mira este libro tiene un gato!!! perfecto para mi reto
ResponderEliminarYo también he sido siempre de ver películas/series (Dead set recomendadísima) sobre zombis más que leer libros de ellos. Quieras o no se pierde un poco el susto y la imagen de vísceras y sangre, eso que mola tanto xD
ResponderEliminarAunque sea bastante flojito en mostrar sangre y eso me lo apunto por lo que comentas, de estar ambientado en España, que parece siempre parece que los virus nos tienen algo de miedo y nunca llegan.
Como dice Nina, también me vendría bien para el reto de los gatos XD (vaya agonía de nombre. Lúculo ¡ven aquí xDD)
Uh me encantan este tipo de libros de Zombies eso, quizá no me guste porque soy muy "exigente" con los relatos en primera persona y prefiero los libros de zombies violentos, pero le daré una oportunidad, porque no tienen mala pinta ^^
ResponderEliminarDe lo que he leído últimamente, lo que más me ha llamado la atención, sobre todo por su originalidad, ha sido el libro "GENERACION ZOMBI. HOLLYWOOD" es diferente y entretenido, os lo aconsejo.
ResponderEliminarEl único libro de zombies que me he dignado de leer completo y me ha gustado es la trilogía "El Camino de la Cabra" de Korvec. La razón es que me considero bastante exigente con los personajes de los libros, y los protagonistas de una novela zombie tienen que ENAMORARME para poder identificarme con la trama, después de todo siempre es la misma cosa: Epidemia, sobrevivientes, viaje, aventuras, etc.. ...la de korvec me la leí porque la trama es muy original xD, te la recomiendo mucho.
ResponderEliminarApocalipsis Z lo tengo en "Pendientes" porque me encanta el tema del gato! Estoy dispuesta a leerlo solo para ver al gato xDDD. Es desquiciante y encantador que el protagonista lo lleve a todas partes.
Hola! Yo pensé dn leerlo cuando vi que había un gato, ¿pero será que ya lo hayas leído para saber si al minino le pasa algo malo? No aguanto esas cosas :(
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