Reseña "Graceling"

El género fantástico ha sido desde siempre mi favorito. Contiene un abanico muy amplio, casi infinito, de posibilidades que el autor tiene completamente al servicio de su habilidad narrativa, su imaginación y su capacidad para conjugar una alta cantidad de elementos que resultan muy atractivos de leer. Me atrevería a decir que todos los que a lo largo de nuestra vida desarrollamos un apetito lector superior a la media, nos hemos iniciado en la lectura a través de historias plagadas de héroes adiestrados en el arte de la espada, pequeños magos encerrados en una alacena o lejanos reinos olvidados bajo el dominio de extrañas y fascinantes criaturas. Pero a pesar del cariño que profeso por este tipo de literatura, desgraciadamente no todos los libros que caen en mis manos mantienen el mismo nivel de calidad ni me producen la misma satisfacción, y en contra de las buenas críticas que ha recibido por todo el mundo, he de decir que Graceling ha resultado ser uno de ellos.

Título: Graceling

Autor: Kristin Cashore

Año de publicación: 2009

Género: Novela, fantasía, Juvenil

Editorial: Roca juvenil

Páginas: 400

PVP: 14.95

ISBN: 9788499184579

Sinopsis

Hay gente en estas tierras que tiene poderes extraordinarios a los que llamamos gracias. Una gracia puede tener un valor infinito o puede ser totalmente inútil. Una gracia puede hacer que alguien sea veloz como el viento o que sea capaz de predecir el tiempo, mientras que otras solo harán que hables al revés o te subas a los árboles. Mi nombre es Katsa. Soy un instrumento que mi Rey utiliza para castigar a sus enemigos. Mi gracia es matar.

Opinión

Kristin Cashore nos transporta en Graceling a un mundo medieval dividido en 7 reinos que hasta ahora permanecían en una relativa situación de calma diplomática. Katsa, la protagonista de esta historia, es una niña huérfana dotada por la divina providencia con una habilidad extraordinaria para la lucha, una especie de don superdesarrollado que en lugar de servir para el beneficio del pueblo, permanece a disposición de su malvado tío Randa y de sus crueles designios. Lejos de conformarse con ser una simple ejecutora, Katsa de vez en cuando también se encarga de realizar misiones diversas más allá de las fronteras de su país bajo las órdenes de un consejo secreto que actúa de espaldas al rey, una pequeña sociedad que está integrada por el propio príncipe Raffin, así como por una amplia red de espías que son capaces de extender sus influencias por todos los rincones del mapa.
   Por eso, cuando los componentes del Consejo descubren que en el castillo del rey Murgon se halla encarcelado un miembro de la familia real de Lenidia, envían allí a Katsa con el objetivo de rescatar al prisionero y de paso descubrir las razones de dicho secuestro. Allí nuestra protagonista se topa con un extraño asaltante, un oponente misterioso que posteriormente cobrará gran importancia y que con no demasiado esfuerzo logra poner en aprietos a la luchadora más hábil de los 7 reinos. A simple vista, se podría pensar que estamos ante una historia de intrigas palaciegas al más puro estilo Juego de tronos, una estupenda combinación de política, aventuras, acción y magia que harían las delicias de cualquier aficionado al género. Pues no.

"El territorio abarcaba siete reinos. Siete reinos y siete reyes con reacciones imprevisibles. Pero ¿por qué, en nombre del buen juicio y la sensatez, querría alguien secuestrar al príncipe Tealiff, padre del rey lenita?"

Lo cierto es que en muy pocos capítulos, la autora de Graceling es capaz sentar las bases de su novela de una forma ágil y bien estructurada, dosificando la información en porciones breves pero muy significativas. Si bien es cierto que la primera parte de la novela es bastante vistosa y consigue captar la atención del lector gracias a su estilo sencillo y a la escasa complejidad de la trama, a medida que vamos conociendo más detalles sobre los personajes y el mundo que ha creado Kristin Cashore, ese interés inicial va desapareciendo a pasos agigantados ante la enorme torpeza con que se va desarrollando el argumento, la insustancialidad extrema de una historia de amor que, como viene siendo habitual, no hay dios que se la crea y una imperdonable falta de elementos fantásticos que muy pocas cosas en el mundo podrían compensar.
    En mi opinión, las pocas explicaciones que se ofrecen sobre el sistema de gracias, es decir, el poder que les es concedido a ciertos individuos de manera completamente aleatoria y que les permite gozar de habilidades arbitrarias (en ocasiones, ruinosas), son insuficientes e insatisfactorias. Quizá hubiera sido más interesante dotar a los personajes de gracias que compatibilicen con algún rasgo distintivo de su carácter, de modo que su personalidad vaya evolucionando en la medida en que lo hacen también sus poderes. En cambio, tenemos a una serie de individuos cuyas gracias en el mejor de los casos no sirven de mucho y que poco o nada aportan a la trama principal, sino que tan solo sirven como recurso para resolver una situación argumental inesperada y de difícil solución. 

"Finalmente, inmovilizado en el suelo bajo el cuerpo de la joven, Po se rindió con un susurro al tiempo que deslizaba la mano por la parte posterior de la pierna de ella de un modo que no tenía nada de combativo. Los forcejeos de la lucha se convirtieron en algo lento, acompasado, anuente. Entraron en calor y pasaron un tiempo entregados el uno al otro."

Otra de las cosas que chirrían soberanamente en Graceling es la relación entre los protagonistas. Por un lado, Katsa, que se nos presenta como una chica luchadora, feroz, rebelde, indómita, inconformista y desacostumbrada a regirse por reglas; por el otro, el príncipe Po, nieto del prisionero lenita mencionado al príncipio, valiente, decidido, con unas dotes para la lucha equiparables a las de Katsa y absolutamente resuelto a desenmascarar la red de conspiraciones que se cierne sobre su familia. Gran parte del peso narrativo de esta novela recae sobre el amor que surge entre ellos dos, ahondando en cuestiones que tienen que ver con el descubrimiento de la sexualidad y con la oleada de nuevos sentimientos que surge entre Katsa y Po, todo ello en medio de innumerables y extensas descripciones de paisajes que tardan decenas de páginas en cambiar, con algún que otro revolcón entre los matorrales.
    Y mientras yo me pregunto cuándo van a aparecer el resto de teletubbies, la novela sigue avanzando a trompicones por terrenos cada vez más escabrosos, donde los malos son muy malos, los buenos son muy buenos y nada es lo que parece. Tanto es así, que el final de la historia me ha parecido un completo desastre, una conclusión inmadura, cogida por los pelos y que se ve aún más estropeada por el descarado complejo de invulnerabilidad patente en Katsa (a esta no la mata ni el ácido). Al final todo queda muy bien hilado para una posible continuación (de hecho, esa continuación existe), pero gracias a Dios no volveremos a saber nada más de Katsa y Po porque su historia se cierra en el primer libro, o eso es lo que tengo entendido. Aunque pueda parecer lo contrario, no creo en absoluto que Graceling sea una mala novela, pero bajo mi punto de vista tiene fallos bastante gordos y en líneas generales, me ha decepcionado un poco. De todas formas, estamos ante una novela entretenida, con muchos momentos de acción y con algunos detalles de calidad que hacen augurar un buen futuro a esta serie ambientada en el particular mundo de Kristin Cashore, un mundo que a pesar de no tener ni magia, ni hechiceros ni dragones, sigue siendo fantástico a su manera.

Puntuación

Graceling