Cuando hablamos de familia disfuncional, aquella en la que los conflictos y la mala conducta se vuelven asuntos tan cotidianos que cada uno de sus miembros acaba acostumbrándose a ellos, a muchos se nos vienen a la cabeza nombres como Los Simpson, los Osbourne o los Banks de Bel-Air. Pero cuando hablamos de literatura, es imposible no pensar en la alocada, divertida y siempre imprevisible familia Walsh. Creada hace más de una década por la escritora Marian Keyes, está compuesta por un disparatado matrimonio irlandés y sus cinco hijas, a saber: Claire, Maggie, Rachel, Anna y Helen, cada cual más pequeña y problemática que la anterior. Primero fue Claire, una joven ama de casa cuyo marido la abandona el mismo día que da a luz a su primera hija. Después vinieron Rachel y sus continuos escarceos con las drogas. Ahora es el turno de Maggie, la única de las hermanas Walsh caracterizada por su apariencia de no haber roto un plato en su vida. Sin embargo, esa imagen de equilibrio y buena conducta se hace añicos cuando de repente, Maggie pierde su trabajo, su marido y su recato, dispuesta a construir un nuevo futuro en una ciudad tan glamourosa, superficial y llena de vitalidad como Los Ángeles.
Título: Maggie ve la luz
Autor: Marian Keyes
Año de publicación: 2003 (2002 en la ed. original)
Género: Novela, comedia
Editorial: DeBolsillo
Páginas: 400
PVP: 8.95
ISBN: 9788497930833
Sinopsis
Me llamo Maggie, tengo treinta y tres años y llevo nueve casada con Garv (le llamo así, pero no es su nombre). Siempre he sido la buena de mi familia, la sensata, no como mis hermanas. Sobre ellas se podrían escribir novelas enteras, pero este no es el lugar. Garv fue mi primer novio y mi madre siempre se lo va contando a todo el mundo, "que Maggie no era una de esas que salen cada noche con otro chico", y cosas por el estilo.
Bueno, como te decía, yo era muy sensata hasta que un día lo vi todo diferente y dejé a Garv para ir a vivir a Hollywood con mi amiga Emily.
¿Por qué?, estarás pensando. Bueno, ahora tienes que empezar a leer el libro. (¡Cómpralo antes, porfa!) Solo te digo que tenía mis razones, no me dio ningún ataque de locura...
"A mí, sin embargo, nunca me ha gustado el caos y no alcanzaba a comprender por qué era tan distinta de ellas. En mis momentos de soledad imaginaba que era adoptada, pero nunca acababa de creérmelo del todo porque, por mi aspecto, estaba claro que era una de ellas."
Opinión
La historia de Maggie Walsh es la de una mujer superada por su buena reputación. Toda su familia ha creído siempre que ella era la hija ejemplar, una trabajadora eficiente y una novia perfecta solo por el hecho de haberse casado muy joven con su primera pareja (que no la última). El caso es que la vida de Maggie sufre un vuelco inesperado cuando la despiden de su empleo por su baja productividad justo el mismo día que abandona a su marido porque descubre que está teniendo una aventura con otra. Herida, humillada y sin encontrar la salida, Maggie acude al refugio del hogar en compañía de sus padres, Anna y Helen, dos de sus hermanas menores. Por si el dolor que atraviesa la joven Walsh no fuera suficiente, Maggie cuenta con la siempre inestimable ayuda de su familia, que no puede dar crédito alguno a la situación, para recordarle constantemente lo inverosímil que resulta ver a la menos problemática de las hermanas ahogada en un mar de lágrimas y de pena. Sin embargo, en la vida de nuestra protagonista no parece haber espacio para un largo y tedioso proceso de recuperación: Emily, una de sus amigas de toda la vida, decide invitarla a que pase una temporada con ella en su casa de Los Ángeles, alejada de su familia, su pasado y sus sentimientos de culpa en un mundo completamente nuevo lleno de posibilidades.
"Sospechaba que Emily no lo decía en serio. Que lo decía solo porque creía que tenía que decirlo, porque era lo que una buena amiga debía decir. No obstante, algo se iluminó en mi entumecimiento.
Los Ángeles. Ciudad de ángeles.
Quería ir."
La llegada de Maggie a las soleadas tierras californianas se produce a unos pocos capítulos del inicio de la novela, introduciéndonos de lleno en la acción desde prácticamente las primeras páginas. Nada de rodeos, sencilla, directa y al grano se muestra Marian Keyes en esta novela que desborda humor inteligente por los cuatro costados. A partir de entonces acompañamos a Maggie durante sus primeros paseos en la Meca del cine, una crónica descarada e hilarante a más no poder sobre cómo una mujer que lo ha perdido todo en poco tiempo tiene que rehacerse a sí misma en una ciudad plagada de estrellas del celuloide, actrices en paro, adinerados adictos a la cirugía y carroñeros directivos sin escrúpulos. La primera mitad de Maggie ve la luz me ha parecido sencillamente soberbia, he podido ver en cada página retazos de la mejor Marian Keyes, recordándome a cada instante motivos por los que me gusta tanto esta escritora fundadora de todo un género.
El proceso de negación-ira-negociación-depresión-aceptación se reinventa en esta novela para mostrarnos a una Maggie centrada en resolver los conflictos de la gente que tiene a su alrededor, antes que los suyos propios. Tratará de convencer a Emily, que busca desesperadamente una productora que acepte su guión, de que con su ayuda y un poco de esfuerzo, conseguirá ver su obra adaptada al cine. También conocerá a un montón de nuevos, carismáticos y dispares personajes en su recorrido por las oficinas y las fiestas de los Ángeles, como por ejemplo Lara (una irresistible mujer repleta de vitalidad), Mike y Charmaine (un encantador matrimonio dedicado a la filosofía new-age) o Troy (un atractivo amigo de Emily que busca despegar en el mundo del cine como productor independiente).
"Ahora sí tenía miedo. ¿Y si era un asesino en serie?¿Y si tenía la intención de torturarme y acabar con mi vida? De pronto estaba deslizando lentamente la lengua por mi pierna, tomándose su tiempo, deteniéndose en mi rótula, y para cuando hubo alcanzado el muslo, yo ya había decidido que si era un asesino en serie, me daba igual."
Una de las cosas que más me han gustado del libro (al menos al principio) es que a partir de un determinado momento empezamos a conocer episodios de la vida de Maggie en forma de flashbacks, contándonos entre otras cosas cómo conoció a Garv, por qué su relación matrimonial acabó yéndose al garete o qué cosas hizo Maggie que podrían destruir su labrada reputación de chica buena. Como en todos los libros de Marian (al menos en los 7 que llevo hasta el momento) la parte dramática es una pieza fundamental en el desarrollo de la historia. Obviamente, no voy a decir de qué se trata, tan solo apuntaré que tratándose de un tema tan doloroso y delicado, me parece que Keyes ha terminado abusando de un recurso que bien utilizado puede calar muy hondo en el corazón de los lectores pero que personalmente, quizá por la forma de describirlo, no me ha conmovido lo suficiente.
A decir verdad, algo que se le puede achacar a Maggie ve la luz es la falta de esa profundidad que sí he podido apreciar en otros de sus trabajos. Repito: después de una primera parte excepcional, repleta de humor satírico, un argumento entretenido, personajes bien perfilados y una inolvidable escena de sexo que me sacó una buena carcajada mientras leía, la novela se aleja cada vez más del buen arranque que tiene para centrarse en el apartado cinematográfico, a saber, las desventuras de Maggie y de Emily por intentar conseguir que esta última vea publicado su guión. No, no es una trama a la que se le pueda sacar mucho jugo, señora Keyes. En lugar de eso hubiera preferido mil veces que se potenciara el aspecto amoroso-sexual de Maggie, que es algo que se le da muchísimo mejor. Y así, en medio de diálogos cada vez menos frescos, escenas forzadas y carentes de sentido, así como algún que otro affaire entre personas del mismo sexo (me reservo mi opinión sobre dicha parte), nos vamos acercando al final de la novela echando cada vez más de menos el comienzo de la misma. A pesar de que no es uno de sus mejores libros, Maggie ve la luz ha cumplido con creces sus objetivos esperados, y me ha hecho pasar un rato más que agradable. Un ejemplo perfecto de literatura evasiva para olvidar que no todos tenemos la suerte de tener un amigo en Los Ángeles.
"Sospechaba que Emily no lo decía en serio. Que lo decía solo porque creía que tenía que decirlo, porque era lo que una buena amiga debía decir. No obstante, algo se iluminó en mi entumecimiento.
Los Ángeles. Ciudad de ángeles.
Quería ir."
La llegada de Maggie a las soleadas tierras californianas se produce a unos pocos capítulos del inicio de la novela, introduciéndonos de lleno en la acción desde prácticamente las primeras páginas. Nada de rodeos, sencilla, directa y al grano se muestra Marian Keyes en esta novela que desborda humor inteligente por los cuatro costados. A partir de entonces acompañamos a Maggie durante sus primeros paseos en la Meca del cine, una crónica descarada e hilarante a más no poder sobre cómo una mujer que lo ha perdido todo en poco tiempo tiene que rehacerse a sí misma en una ciudad plagada de estrellas del celuloide, actrices en paro, adinerados adictos a la cirugía y carroñeros directivos sin escrúpulos. La primera mitad de Maggie ve la luz me ha parecido sencillamente soberbia, he podido ver en cada página retazos de la mejor Marian Keyes, recordándome a cada instante motivos por los que me gusta tanto esta escritora fundadora de todo un género.
El proceso de negación-ira-negociación-depresión-aceptación se reinventa en esta novela para mostrarnos a una Maggie centrada en resolver los conflictos de la gente que tiene a su alrededor, antes que los suyos propios. Tratará de convencer a Emily, que busca desesperadamente una productora que acepte su guión, de que con su ayuda y un poco de esfuerzo, conseguirá ver su obra adaptada al cine. También conocerá a un montón de nuevos, carismáticos y dispares personajes en su recorrido por las oficinas y las fiestas de los Ángeles, como por ejemplo Lara (una irresistible mujer repleta de vitalidad), Mike y Charmaine (un encantador matrimonio dedicado a la filosofía new-age) o Troy (un atractivo amigo de Emily que busca despegar en el mundo del cine como productor independiente).
"Ahora sí tenía miedo. ¿Y si era un asesino en serie?¿Y si tenía la intención de torturarme y acabar con mi vida? De pronto estaba deslizando lentamente la lengua por mi pierna, tomándose su tiempo, deteniéndose en mi rótula, y para cuando hubo alcanzado el muslo, yo ya había decidido que si era un asesino en serie, me daba igual."
Una de las cosas que más me han gustado del libro (al menos al principio) es que a partir de un determinado momento empezamos a conocer episodios de la vida de Maggie en forma de flashbacks, contándonos entre otras cosas cómo conoció a Garv, por qué su relación matrimonial acabó yéndose al garete o qué cosas hizo Maggie que podrían destruir su labrada reputación de chica buena. Como en todos los libros de Marian (al menos en los 7 que llevo hasta el momento) la parte dramática es una pieza fundamental en el desarrollo de la historia. Obviamente, no voy a decir de qué se trata, tan solo apuntaré que tratándose de un tema tan doloroso y delicado, me parece que Keyes ha terminado abusando de un recurso que bien utilizado puede calar muy hondo en el corazón de los lectores pero que personalmente, quizá por la forma de describirlo, no me ha conmovido lo suficiente.
A decir verdad, algo que se le puede achacar a Maggie ve la luz es la falta de esa profundidad que sí he podido apreciar en otros de sus trabajos. Repito: después de una primera parte excepcional, repleta de humor satírico, un argumento entretenido, personajes bien perfilados y una inolvidable escena de sexo que me sacó una buena carcajada mientras leía, la novela se aleja cada vez más del buen arranque que tiene para centrarse en el apartado cinematográfico, a saber, las desventuras de Maggie y de Emily por intentar conseguir que esta última vea publicado su guión. No, no es una trama a la que se le pueda sacar mucho jugo, señora Keyes. En lugar de eso hubiera preferido mil veces que se potenciara el aspecto amoroso-sexual de Maggie, que es algo que se le da muchísimo mejor. Y así, en medio de diálogos cada vez menos frescos, escenas forzadas y carentes de sentido, así como algún que otro affaire entre personas del mismo sexo (me reservo mi opinión sobre dicha parte), nos vamos acercando al final de la novela echando cada vez más de menos el comienzo de la misma. A pesar de que no es uno de sus mejores libros, Maggie ve la luz ha cumplido con creces sus objetivos esperados, y me ha hecho pasar un rato más que agradable. Un ejemplo perfecto de literatura evasiva para olvidar que no todos tenemos la suerte de tener un amigo en Los Ángeles.
Puntuación
Maggie ve la luz
3.5/5
Entretenido
Estoy de acuerdo con tu crítica, no es el mejor de Keyes, yo me sigo quedando con Rachel, pero el de Maggie es bastante entretenido.
ResponderEliminarMis partes favoritas del libro son las partes en las que se pone a recordar, su estancia en Los Ángeles no me interesaba tanto, se me hacía todo demasiado superficial, especialmente cuando se pone a hablar de la industria del cine.
Saludos!!
Las portadas no me llama mucho pero veo que esta autora gusta ;D
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