Muchos autores vienen avalados por la crítica, unos cuentan con el respaldo del gran público y otros cosechan sonados éxitos comerciales. Luego están aquellos pocos afortunados que con sus libros son capaces de conseguir varias de estas cosas, pero lo indudable es que por muy bien recomendado que te venga un escritor, la única manera de saber si te gusta o te desquicia es comprobarlo por ti mismo. Hay casos en los que el primer acercamiento a un nuevo autor supone un duro traspiés, pero también existe la posibilidad de que te ocurra como a mí con el multipremiado escritor estadounidense Paul Auster y la sorpresa sea tan grata que quieras volver a repetir cuanto antes. Escogí para la ocasión Brooklyn Follies, uno de sus libros quizá no tan conocidos como El cuaderno rojo, La trilogía de Nueva York o el más reciente Sunset Park, pero con un argumento que me pareció irresistiblemente atractivo y un título que me transmitía melancólicos paseos por las aceras de Brooklyn y me hacía pensar en la majestuosidad de una ciudad como Nueva York, donde las circunstancias y el azar se reúnen de manera constante para jugar a los dados con el destino de millones de personas.
Título: Brooklyn Follies
Autor: Paul Auster
Año de publicación: 2006
Editorial: Anagrama
Género: Novela, drama
Páginas: 320
PVP: 9.50
ISBN: 9788433973344
Sinopsis
Nathan Glass ha sobrevivido a un cáncer de pulmón y a un divorcio después de treinta y tres años de matrimonio, y ha vuelto a Brooklyn, el lugar donde nació y pasó su infancia. Hasta que enfermó era un próspero vendedor de seguros; ahora que ya no tiene que ganarse la vida, piensa escribir El libro del desvarío humano. Contará todo lo que pasa a su alrededor, todo lo que le ocurre y lo que se le ocurre, y hasta algunas de las historias de personas que recuerda. Frecuenta el bar del barrio y está casi enamorado de la camarera. Y va también a la librería de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto y contradictorio. Allí se encuentra inesperadamente con Tom, su sobrino, el hijo de su amada hermana muerta, a quien hace años que no ve y que ahora conduce un taxi, ayuda en la librería, y está enamorado de la BMP, la Bella y Perfecta Madre. Y poco a poco, inmerso en una fascinante red de personajes y descubrimientos, Nathan irá descubriendo que no ha venido a Brooklyn a morir, sino a vivir.
"Su rostro desbordaba ternura y amor. Tenía los ojos llenos de lágrimas, y todos permanecimos inmóviles, petrificados, sin saber si llorar o reír. En lo que a mí me toca, fue uno de los momentos más extraños y trascendentes de toda mi vida."
Opinión
El protagonista de esta novela es Nathan Glass, un hombre que en el ocaso de su vida, ha logrado combatir el cáncer pese a no contar con el apoyo de su esposa, de quien se acaba de divorciar después de más de treinta años de matrimonio. Con el dinero recibido por la venta de la casa, Nathan se traslada a Brooklyn, lugar donde pasó los primeros años de su infancia y que ahora trata de convertir en el sitio donde morir en paz después de una vida bastante ajetreada como agente de seguros. Lo que Nathan no sabe es que allí en Brooklyn, lejos de ver cumplidas sus apacibles pretensiones, se reencontrará con su propio pasado y con el de muchos otros personajes que lo conducirán irremediablemente a experimentar la última gran aventura de su vida. Conoceremos a Tom, sobrino de Nathan a quien esperaba una larga y prometedora carrera por las más prestigiosas universidades del país. Pese a su inestimable talento, las esperanzas de Tom se ven repentinamente truncadas por las propias inseguridades del joven, por lo que ahora se limita a ver pasar los días ayudando en una librería de segunda mano, sin objetivos, sin proyectos de futuro, sin pareja y con unos veinte kilos de más. El otro vértice del que se compone este particular triángulo es Harry Brightman, dueño de la librería en la que trabaja Tom, personaje extravagante y contradictorio donde los haya que oculta un pasado turbulento, un capítulo de su vida que Harry creía cerrado, pero que puede volver en el momento más inoportuno para desbaratar todos los planes de nuestros tres protagonistas.
"He pagado mi deuda con la sociedad, y tengo la conciencia tranquila. Pero la equis de ex, amigo mío, es la cruz que nos marca. Ahora y siempre, la cruz marca el lugar."
A parte de Tom, Harry y el propio Nathan, existe gran cantidad y variedad de personajes poblando las páginas de Brooklyn Follies, todos y cada uno de ellos especiales a su manera y con su particular granito de arena con el que contribuir a esta historia tan fascinante. También tenemos a la Bella y Perfecta Madre, una mujer de la que Tom está locamente enamorado, la pequeña Lucy, hija de la desaparecida hermana de Tom, que de repente ha aparecido en Brooklyn y se niega a decir una palabra, o Rufus, un negro homosexual y travestido que a mi parecer protagoniza una de las escenas más hilarantes de todo el libro. Esa es precisamente una de las cosas que más me han gustado y me han llamado la atención de este Brooklyn Follies: pese a su corta extensión (poco más de 300 páginas), sorprende la multitud de cosas que ocurren en él, las vueltas de tuerca que puede dar la trama y el enorme carisma del que hacen gala todos y cada uno de los personajes, de quienes te puedes esperar casi cualquier cosa en el momento más inesperado. Un tema al que Auster hace referencia varias veces en el libro es el pasado de los personajes, ya que para entender su comportamiento y los motivos que los incitan a actuar, es necesario conocer el largo camino que llevan recorrido, algo que el escritor describe de manera casi perfecta, contándonos en pocas páginas los acontecimientos más importantes, sin abrumarnos con los detalles.
Otro de los muchos puntos que juegan a favor de esta novela es el estilo aparentemente sencillo de Auster, escrito en primera persona, de gran calidad narrativa e impregnado de una cierta resignación y añoranza por parte de los personajes. Además, para quien haya tenido la suerte de viajar a Nueva York, se dará cuenta de la increíble descripción que hace Auster de un barrio y unas gentes que él mismo conoce muy bien, transportándote a ese mismo lugar con una facilidad y una nitidez pasmosas. A pesar de que abundan los pasajes en los que predominan la tristeza, el arrepentimiento o el desamparo, el mensaje final que se desprende de Brooklyn Follies es un mensaje optimista, una forma como cualquier otra de contar que aun en los peores momentos de tu vida, es posible seguir luchando por las esperanzas frustradas, lograr cumplir los sueños no alcanzados. Sin embargo, esta conclusión tan cargada de positivismo y buenas intenciones, de tan lejos que se veía venir, acabas sorprendiéndote de que al final ocurra, por lo que a mi parecer, hubiera sido más acertado escribir un final menos "fueron felices y comieron perdices", acorde con la pesadumbre que predomina en el resto del libro.
"Las relaciones sexuales entre gente mayor pueden pasar por situaciones molestas o de cómica indolencia, [...]pero la piel sigue siendo piel, y cuando alguien que te gusta te acaricia, te abraza o te besa en la boca, te sigues derritiendo de la misma manera que cuando creías que ibas a vivir eternamente."
Si por algo es conocido Paul Auster, es también por el tratamiento que hacen en sus libros sobre el azar, el continuo ajetreo del destino y de cómo este juega su importante papel en los caminos de sus personajes. Pues bien, Brooklyn Follies no tenía por qué ser menos. La suerte, los acontecimientos aparentemente fortuitos son otro de los temas a los que más se hace referencia en la novela, si sabes leer bien entre líneasy si no también. Esta característica hace que reflexiones sobre cuan diferente habría sido el camino de Nathan Glass y de sus otros compañeros si las cosas no hubiesen pasado exactamente como tenían que pasar. En resumidas cuentas, Brooklyn Follies es un libro muy variado donde puedes encontrar momentos casi de todo tipo: momentos tristes, momentos que te sacarán una sonrisa, momentos de amor, momentos con los que seguramente te hayas sentido identificado.
Por mi parte ha sido todo un descubrimiento y puedo decir con la boca bien grande que mi primer contacto con Paul Auster ha sido tremendamente satisfactorio, así que ya me estoy pensando cual será el próximo libro suyo que caiga en mis manos. Leyendo varias reseñas del autor por la blogosfera, he podido comprobar que no es poca la gente que ha decidido comenzar su andadura literaria sobre Auster de la misma manera que yo: con Brooklyn Follies. Y posiblemente, lo que más me haya gustado de la novela no sea el fantástico elenco de personajes, el absorbente y disparatado argumento, la maravillosa influencia que tiene el azar sobre nuestras vidas o la incertidumbre que transmite saber que en cualquier momento tu pasado puede volver para jugártela una vez más. Lo que más me ha gustado de Brooklyn Follies es la seguridad de que algún día lo volveré a leer, volveré a disfrutar de una historia que a pesar de su corta duración, me ha calado profundamente. Eso y descubrir gracias a este libro que la vida no es más que una estúpida locura.
Título: Brooklyn Follies
Autor: Paul Auster
Año de publicación: 2006
Editorial: Anagrama
Género: Novela, drama
Páginas: 320
PVP: 9.50
ISBN: 9788433973344
Sinopsis
Nathan Glass ha sobrevivido a un cáncer de pulmón y a un divorcio después de treinta y tres años de matrimonio, y ha vuelto a Brooklyn, el lugar donde nació y pasó su infancia. Hasta que enfermó era un próspero vendedor de seguros; ahora que ya no tiene que ganarse la vida, piensa escribir El libro del desvarío humano. Contará todo lo que pasa a su alrededor, todo lo que le ocurre y lo que se le ocurre, y hasta algunas de las historias de personas que recuerda. Frecuenta el bar del barrio y está casi enamorado de la camarera. Y va también a la librería de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto y contradictorio. Allí se encuentra inesperadamente con Tom, su sobrino, el hijo de su amada hermana muerta, a quien hace años que no ve y que ahora conduce un taxi, ayuda en la librería, y está enamorado de la BMP, la Bella y Perfecta Madre. Y poco a poco, inmerso en una fascinante red de personajes y descubrimientos, Nathan irá descubriendo que no ha venido a Brooklyn a morir, sino a vivir.
"Su rostro desbordaba ternura y amor. Tenía los ojos llenos de lágrimas, y todos permanecimos inmóviles, petrificados, sin saber si llorar o reír. En lo que a mí me toca, fue uno de los momentos más extraños y trascendentes de toda mi vida."
El protagonista de esta novela es Nathan Glass, un hombre que en el ocaso de su vida, ha logrado combatir el cáncer pese a no contar con el apoyo de su esposa, de quien se acaba de divorciar después de más de treinta años de matrimonio. Con el dinero recibido por la venta de la casa, Nathan se traslada a Brooklyn, lugar donde pasó los primeros años de su infancia y que ahora trata de convertir en el sitio donde morir en paz después de una vida bastante ajetreada como agente de seguros. Lo que Nathan no sabe es que allí en Brooklyn, lejos de ver cumplidas sus apacibles pretensiones, se reencontrará con su propio pasado y con el de muchos otros personajes que lo conducirán irremediablemente a experimentar la última gran aventura de su vida. Conoceremos a Tom, sobrino de Nathan a quien esperaba una larga y prometedora carrera por las más prestigiosas universidades del país. Pese a su inestimable talento, las esperanzas de Tom se ven repentinamente truncadas por las propias inseguridades del joven, por lo que ahora se limita a ver pasar los días ayudando en una librería de segunda mano, sin objetivos, sin proyectos de futuro, sin pareja y con unos veinte kilos de más. El otro vértice del que se compone este particular triángulo es Harry Brightman, dueño de la librería en la que trabaja Tom, personaje extravagante y contradictorio donde los haya que oculta un pasado turbulento, un capítulo de su vida que Harry creía cerrado, pero que puede volver en el momento más inoportuno para desbaratar todos los planes de nuestros tres protagonistas.
"He pagado mi deuda con la sociedad, y tengo la conciencia tranquila. Pero la equis de ex, amigo mío, es la cruz que nos marca. Ahora y siempre, la cruz marca el lugar."
A parte de Tom, Harry y el propio Nathan, existe gran cantidad y variedad de personajes poblando las páginas de Brooklyn Follies, todos y cada uno de ellos especiales a su manera y con su particular granito de arena con el que contribuir a esta historia tan fascinante. También tenemos a la Bella y Perfecta Madre, una mujer de la que Tom está locamente enamorado, la pequeña Lucy, hija de la desaparecida hermana de Tom, que de repente ha aparecido en Brooklyn y se niega a decir una palabra, o Rufus, un negro homosexual y travestido que a mi parecer protagoniza una de las escenas más hilarantes de todo el libro. Esa es precisamente una de las cosas que más me han gustado y me han llamado la atención de este Brooklyn Follies: pese a su corta extensión (poco más de 300 páginas), sorprende la multitud de cosas que ocurren en él, las vueltas de tuerca que puede dar la trama y el enorme carisma del que hacen gala todos y cada uno de los personajes, de quienes te puedes esperar casi cualquier cosa en el momento más inesperado. Un tema al que Auster hace referencia varias veces en el libro es el pasado de los personajes, ya que para entender su comportamiento y los motivos que los incitan a actuar, es necesario conocer el largo camino que llevan recorrido, algo que el escritor describe de manera casi perfecta, contándonos en pocas páginas los acontecimientos más importantes, sin abrumarnos con los detalles.
Otro de los muchos puntos que juegan a favor de esta novela es el estilo aparentemente sencillo de Auster, escrito en primera persona, de gran calidad narrativa e impregnado de una cierta resignación y añoranza por parte de los personajes. Además, para quien haya tenido la suerte de viajar a Nueva York, se dará cuenta de la increíble descripción que hace Auster de un barrio y unas gentes que él mismo conoce muy bien, transportándote a ese mismo lugar con una facilidad y una nitidez pasmosas. A pesar de que abundan los pasajes en los que predominan la tristeza, el arrepentimiento o el desamparo, el mensaje final que se desprende de Brooklyn Follies es un mensaje optimista, una forma como cualquier otra de contar que aun en los peores momentos de tu vida, es posible seguir luchando por las esperanzas frustradas, lograr cumplir los sueños no alcanzados. Sin embargo, esta conclusión tan cargada de positivismo y buenas intenciones, de tan lejos que se veía venir, acabas sorprendiéndote de que al final ocurra, por lo que a mi parecer, hubiera sido más acertado escribir un final menos "fueron felices y comieron perdices", acorde con la pesadumbre que predomina en el resto del libro.
"Las relaciones sexuales entre gente mayor pueden pasar por situaciones molestas o de cómica indolencia, [...]pero la piel sigue siendo piel, y cuando alguien que te gusta te acaricia, te abraza o te besa en la boca, te sigues derritiendo de la misma manera que cuando creías que ibas a vivir eternamente."
Si por algo es conocido Paul Auster, es también por el tratamiento que hacen en sus libros sobre el azar, el continuo ajetreo del destino y de cómo este juega su importante papel en los caminos de sus personajes. Pues bien, Brooklyn Follies no tenía por qué ser menos. La suerte, los acontecimientos aparentemente fortuitos son otro de los temas a los que más se hace referencia en la novela, si sabes leer bien entre líneas
Por mi parte ha sido todo un descubrimiento y puedo decir con la boca bien grande que mi primer contacto con Paul Auster ha sido tremendamente satisfactorio, así que ya me estoy pensando cual será el próximo libro suyo que caiga en mis manos. Leyendo varias reseñas del autor por la blogosfera, he podido comprobar que no es poca la gente que ha decidido comenzar su andadura literaria sobre Auster de la misma manera que yo: con Brooklyn Follies. Y posiblemente, lo que más me haya gustado de la novela no sea el fantástico elenco de personajes, el absorbente y disparatado argumento, la maravillosa influencia que tiene el azar sobre nuestras vidas o la incertidumbre que transmite saber que en cualquier momento tu pasado puede volver para jugártela una vez más. Lo que más me ha gustado de Brooklyn Follies es la seguridad de que algún día lo volveré a leer, volveré a disfrutar de una historia que a pesar de su corta duración, me ha calado profundamente. Eso y descubrir gracias a este libro que la vida no es más que una estúpida locura.
Puntuación
4/5
Brooklyn Follies
Fascinante
No lo conocía pero no me llama mucho la atención..
ResponderEliminarGracias por la reseña :)
Un besazo!
Yo también me inicié con Auster con este libro y opino como tú; es fascinante. No sé con cuál seguiré descubriendo al escritor, pero seguro que leeré otros libros suyos; me gusta mucho su forma de narrar. Buena reseña, 1beso!
ResponderEliminarLo tengo en mi cuarto y estoy esperando el momento perfecto para empezar y devorarlo. ¡Me muero de ganas y con tu reseña más aún!
ResponderEliminarSiempre me interesan muchísimo tus reseñas :)
¡Un saludo!
Brenda A.
No lo conocía, pero tiene muy buena pinta ^^
ResponderEliminar¡gracias por la reseña, un beso!
Para mí es el mejor libro de lo que he leído, seguido de La noche del oráculo y la Trilogía de Nueva York.
ResponderEliminarBesos
La trilogía de NY es BESTIAL. A ver si traemos la reseña pronto. Besos!
EliminarESTARA EN ESPAÑOL?
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