► Título: El bosque del cisne negro
► Autor: David Mitchell
► Saga: -
► Año: 2013
► Editorial: Duomo
► Páginas: 420
► Precio: 21.00 €
Jason Taylor, un adolescente casi trece años, narra su vida en un pueblo inglés a principios de los 80. Es la época de la guerra de las Malvinas y del gobierno de Margaret Thatcher pero también del Spectrum, los Talking Heads y los Duran Duran, los matones de la escuela, las niñas inalcanzables, los primeros cigarrillos...
Sensible e imaginativo, Jason es tartamudo y se las apaña con miles de trucos para ocultar su tartamudeo que lo estrangula cuando quiere hablar y siempre lo deja colgado en el peor momento. Evitar el ridículo resulta agotador.
Opinión
A estas alturas de año, nadie puede negar que 2013 ha estado repleto de acontecimientos literarios bastante importantes. Basta mencionar títulos como La casa de hojas (todo un hito en la historia de la edición en España), los Cuentos completos de Ballard o algunos fetiches narrativos de interés puramente personal como Los Doce, El canto del cuco y Doctor Sueño para darse cuenta de que hay muchos y muy interesantes libros que leer durante las próximas navidades. Sin embargo, algo por lo que principalmente recordaré este año en términos que me atañen como lector será por haber descubierto (tarde, pero a muy buena hora) la obra de un genio narrativo llamado David Mitchell, que tiene en su haber algunas de las mejores novelas que han caído en mis manos durante los últimos doce meses. Si en El atlas de las nubes Mitchell ya me dejó bien claro lo que su prodigioso talento creativo era capaz de hacer con un sexteto de historias unidas por una invisible red de acontecimientos que trascendían espacio y tiempo, El bosque del cisne negro, muy diferente tanto en su planteamiento como en su ejecución, no ha hecho sino aumentar esa admiración reverencial con la que devoro cada una de las páginas que escribe este autor británico.
-¿Una victoria qué?
-"Pírrica". Viene de la antigua Grecia. Una victoria pírrica es aquella cuyo costo es tan alto que más le habría valido al vencedor no haberse molestado en empezar la guerra. Una palabra muy útil, ¿no te parece?
¿Y qué encontraremos en El bosque del cisne negro? Ante todo, una hermosa historia de aprendizaje y superación personal protagonizada por un niño sensible, inquieto e inteligente llamado Jason, un joven acosado por un desesperante defecto en el habla que le impide desarrollar sus habilidades sociales con normalidad, cuya familia atraviesa un estado de permanente inquina y al que de repente se le abren las puertas de la pubertad y sus enigmáticos descubrimientos. Ambientada en la Inglaterra de los años 80, esta novela de Mitchell elabora además el cuidado y completo mapa social de una época marcada por el gobierno conservador de Margaret Thatcher, la guerra contra las Malvinas y una efímera efervescencia económica que a la larga se convertirá en un lastre para muchas familias.
Lo cierto es que estamos ante una novela tremendamente profunda, aguda e incluso hilarante. Jason es uno de los mejores y más incisivos narradores que he tenido el placer de conocer en mucho tiempo, su mirada de niño inocente que aún no comprende al cien por cien la forma de comportarse de quienes existen a su alrededor se va transformando poco a poco en una visión madura, analítica y tan picaresca como la vida que en realidad llevan los habitantes de la pequeña Black Swan Green. Todo ello narrado, por si fuera poco, con una magnífica prosa que oscila de manera constante entre lo emotivo y lo reconfortante, un estilo simplemente delicioso, exquisito y al mismo tiempo nada recargado que sin duda constituye uno de los atractivos más fuertes de la novela.
¿Yo también seré un día el padre de otro niño? ¿Hay futuras personas acechando en mi interior? ¿Qué chica lleva escondida, debajo de esas curvas tan complicadas, la otra mitad de mi hijo? ¿Qué estará haciendo en estos momentos? ¿Cómo se llama?
Muchas cosas que pensar.
Entre otros muchos temas, El bosque del cisne negro aborda con desgarradora sinceridad todo aquello que hacemos para sentirnos aceptados por los demás, para formar parte de un grupo, aun cuando nadie se dé cuenta de que estamos ahí. Por otro lado, a lo largo de la novela se irán haciendo palpables los innumerables miedos de Jason: miedo al rechazo, a la burla, a no dar la talla en su papel como estudiante, como hijo y hasta como novio, miedo en especial a proyectar una imagen de debilidad que podría convertirlo en el principal objetivo de los matones de su colegio. Temores, por cierto, que solo se ven acrecentados por su tartamudez incipiente (a la que Jason denomina el Ahorcado) y su paranoica sensación de que va a fracasar en todo cuanto se proponga.
Eso sí, El bosque del cisne negro no es un libro lo que se dice trepidante. Al contrario, se trata de una novela pausada, que fluye lentamente entre la vida de los protagonistas y que recrea escenas cotidianas y en apariencia anodinas, con las ventajas e inconvenientes que todo eso implica. Sin embargo, todo episodio que se narra de la vida de Jason proporciona una perspectiva cada vez más sólida de su construcción como personaje y nos ayuda a identificarnos de forma inevitable con sus anhelos, sus dudas, sus fantasías y sus preocupaciones de adolescente que evoluciona para sobrevivir, más que para madurar. En definitiva, a pesar de que le cuesta un poco arrancar, El bosque del cisne negro me ha parecido una obra preciosa (aunque arriesgada), muy recomendable y que gustará a todo aquel que quiera deleitarse con una historia sencillamente enternecedora sobre el arduo proceso de convertirse en adulto. Para después darse cuenta de que la vida no es algo que hay que desentrañar. Es algo que se disfruta.
Puntuación
El bosque del cisne negro, David Mitchell
No conocía este libro, pero definitivamente le daré una oportunidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué buena pinta! Con lo que me gusta la década de los 80, sé que me gustará este libro... ¡Qué pena/rabia me da ese robaprecio!
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarPues la verdad es que yo tampoco lo conocía... pero ¡qué buena impresión me he llevado al leer tu reseña!
Besitos, Place of Dreams ^^
tengo pendiente de comprar el atlas de las nubes :P y claro esta vere la pelicula!
ResponderEliminartambien leere este
¡ROOOOOOOOOOOOBEEEEEEEEEEEEERT AMOR MÍO!
ResponderEliminar"Una novela tremendamente profunda, aguda e incluso hilarante". Convencida. La verdad es que este autor está en mis montones para leer incluso la lista de la compra, así que acabará cayendo, y aún más después de la reseña. Mil otoños (creo que se llamaba así) también lo tengo fichado. E incluso casi todo lo que publica esta editorial. Me parece todo sencillamente brillante.
Vuelvo a tener ganas de leer El atlas de las nubes *insertar aquí abundantes lagrimas*. Creo que antes de que acabe el año, por lo menos el capítulo de Robert me lo leo.
¡Besos!