► Título: Sunset Park
► Autor: Paul Auster
► Año de publicación: 2010
► Género: Novela, drama
► Editorial: Anagrama
► Páginas: 288
► PVP: 9.00
► ISBN: 9788433976734
Miles Heller tiene veintiocho años, y a los veinte desanudó los lazos que lo unían al mundo que hasta entonces había conocido. Ahora vive en Florida y trabaja para una empresa que se encarga de vaciar las viviendas de los desahuciados que en plena crisis no pudieron seguir pagando su hipoteca. Y saca fotos de todas las cosas abandonadas, registra las huellas de esas vidas dispersas. No tiene ambiciones y sus únicos lujos son los libros y la cámara digital con la que documenta a los fantasmas. Y habría seguido así de no haber sido por una chica, Pilar Sánchez, menor de edad. Y como Miles puede ir a la cárcel por esa relación, vuelve a Nueva York para esperar allí la mayoría de edad de la joven. Es un retorno al pasado y a sus secretos, a la comunidad de Sunset Park y a sus compañeros okupas...
Opinión
De todas las noticias escalofriantes que se vierten diariamente en los medios de nuestro país, no es la debacle económica que sufre España, ni los incesantes recortes en materia de sanidad, educación o prestaciones sociales, ni las aparentemente inservibles protestas ciudadanas, ni la desmedida brutalidad policial, ni tampoco los inconcebibles escándalos de corrupción que sacuden las más altas esferas de la clase política el suceso que más desazón me produce. Lo que más me cuesta soportar a día de hoy es saber que, más allá de lo justificado o no del hecho, hay miles de personas día tras día perdiendo su hogar, y que la desesperación que produce ver cómo invaden tu casa las fuerzas del orden, cómo precintan la entrada y cómo no puedes hacer nada por evitarlo, está conduciendo a muchos al suicidio. Y aunque el drama de los desahucios no es que sea el eje central en torno al que gira la última novela de Paul Auster que he tenido el placer de leer, sí que condiciona en gran medida la vida de sus protagonistas y nos proporciona a los lectores un entorno, por desgracia, fácilmente reconocible.
Sunset Park comienza narrando la historia de Miles Heller, un joven a punto de cumplir la treintena que lleva bastantes años huyendo de su pasado, su familia y sus responsabilidades, un hombre carente por completo de ambiciones, proyectos u objetivos que solo vive para el presente, trabajando de forma esporádica como fotógrafo para una empresa que se encarga de vaciar edificios deshabitados. Su tarea consiste en retratar objetos abandonados, juguetes, muebles, recuerdos que los antiguos inquilinos se vieron empujados a olvidar allí porque no tenían dinero suficiente para continuar haciendo frente a los innumerables gastos. Sin embargo, la vida de Miles da un vuelco inesperado cuando conoce a Pilar Sánchez, una adolescente española de la que se enamora perdidamente a pesar de la notable diferencia de edad entre ambos. De hecho, al ser ella una menor, la relación de Miles y Pilar está condenada por la ley, por lo que Miles se verá obligado a regresar a Nueva York en una época convulsa marcada por la crisis económica, convertido en okupa y dispuesto a enfrentar de una vez por todas sus fantasmas personales, así como sus cuentas pendientes con el pasado.
En la casa de Sunset Park se reencontrará con su viejo amigo Bing Nathan, un dependiente aficionado a tocar la batería que no deja de acumular fracasos con las mujeres, pero también tendrá la oportunidad de conocer a otros nuevos como Ellen Brice, artista en ciernes cuya obsesión con el sexo y el cuerpo humano en general roza lo escabroso, y Alice Bergstrom, que está a punto de finalizar una excelente tesis sobre la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en las relaciones sociales de la época. Pese a contar con un elenco de personajes bastante explosivo, me ha sorprendido el poco tiempo que dedica Auster en su novela a establecer distintas conexiones entre personajes y profundizar en ellas, cosa que sí hace y además de forma abundante en otras obras suyas como Brooklyn Follies, sino que en esta ocasión prima una atmósfera más íntima, grandes párrafos enfocados a la reflexión personal, el diálogo interior y el individualismo como forma de expresar los sentimientos tan perturbadores que acucian a los habitantes de Sunset Park en la soledad de sus habitaciones. Es especialmente llamativo el ambiente optimista y positivo que gira en torno al futuro de Miles, Bing, Ellen y Alice, quienes a pesar de vivir bajo la amenaza constante de una intervención policial que los deje sumidos en la miseria, desechados como escoria por un sistema financiero totalmente deshumanizado, serán capaces de construir entre las ruinas de su vivienda abandonada los cimientos de un mejor porvenir. Saben que la casa de Sunset Park no es más que una solución temporal a sus problemas, un desahogo efímero que les permitirá reencontrarse a sí mismos y curarse las profundas heridas emocionales que sufren todos ellos, y por eso aprovechan su estancia rodeados de cementerios, escombros, oscuridad y espesas neblinas para buscar un pequeño resquicio de luz al que aferrarse.
Pero dejando a un lado la soberbia caracterización de los personajes o el trasfondo critico que tiene la novela, lo que me ha enamorado de Sunset Park como si fuera una quinceañera revolucionada es el maravilloso estilo narrativo de Auster. El escritor neoyorkino posee un dominio envidiable del lenguaje y una capacidad simplemente pasmosa para despertar los más sinceros sentimientos del lector, consigue que te impliques con la crudeza y el realismo de sus historias de una forma arrebatadora, por no decir que logra convertir el alto contenido sexual (casi pornográfico) de la novela en una manifestación artística que aun rechazando los tapujos, rezuma naturalidad y escapa de lo obsceno. Y puesto que se ha convertido en su leitmotiv por excelencia, Sunset Park también cuenta con imprescindibles pinceladas sobre la aleatoriedad de la vida y las infinitas posibilidades que nos ofrece el azar para enmendar nuestros errores.
Poco más me queda por contar de este libro a parte de que ha sido una lectura totalmente satisfactoria y recomendable, y siendo mi tercera incursión en la prolífica producción literaria de Paul Auster, puedo decir con firmeza que el artífice de esa joyita llamada La trilogía de Nueva York es ya es uno de mis escritores favoritos y que ocupa un lugar privilegiado en mi estantería. Sin lugar a dudas, Sunset Park no es solamente una de las mejores novelas que he leído este mes, sino también una de las mejores en lo que va de año. Así que ya sabes, únete a esta pequeña comunidad de okupas, músicos, artistas, escritores, estudiantes, cineastas y glorias muertas del celuloide que conviven en este libro, porque si hay algo indiscutible, es que todos en esta vida merecemos una segunda oportunidad.
Sunset Park comienza narrando la historia de Miles Heller, un joven a punto de cumplir la treintena que lleva bastantes años huyendo de su pasado, su familia y sus responsabilidades, un hombre carente por completo de ambiciones, proyectos u objetivos que solo vive para el presente, trabajando de forma esporádica como fotógrafo para una empresa que se encarga de vaciar edificios deshabitados. Su tarea consiste en retratar objetos abandonados, juguetes, muebles, recuerdos que los antiguos inquilinos se vieron empujados a olvidar allí porque no tenían dinero suficiente para continuar haciendo frente a los innumerables gastos. Sin embargo, la vida de Miles da un vuelco inesperado cuando conoce a Pilar Sánchez, una adolescente española de la que se enamora perdidamente a pesar de la notable diferencia de edad entre ambos. De hecho, al ser ella una menor, la relación de Miles y Pilar está condenada por la ley, por lo que Miles se verá obligado a regresar a Nueva York en una época convulsa marcada por la crisis económica, convertido en okupa y dispuesto a enfrentar de una vez por todas sus fantasmas personales, así como sus cuentas pendientes con el pasado.
El único lujo que se permite es comprar libros, volúmenes de bolsillo, narrativa en su mayor parte, novelas norteamericanas, británicas, traducidas de lenguas extranjeras, pero en el fondo los libros no son lujos sino necesidades, y la lectura es una adicción de la que no desea curarse.
En la casa de Sunset Park se reencontrará con su viejo amigo Bing Nathan, un dependiente aficionado a tocar la batería que no deja de acumular fracasos con las mujeres, pero también tendrá la oportunidad de conocer a otros nuevos como Ellen Brice, artista en ciernes cuya obsesión con el sexo y el cuerpo humano en general roza lo escabroso, y Alice Bergstrom, que está a punto de finalizar una excelente tesis sobre la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en las relaciones sociales de la época. Pese a contar con un elenco de personajes bastante explosivo, me ha sorprendido el poco tiempo que dedica Auster en su novela a establecer distintas conexiones entre personajes y profundizar en ellas, cosa que sí hace y además de forma abundante en otras obras suyas como Brooklyn Follies, sino que en esta ocasión prima una atmósfera más íntima, grandes párrafos enfocados a la reflexión personal, el diálogo interior y el individualismo como forma de expresar los sentimientos tan perturbadores que acucian a los habitantes de Sunset Park en la soledad de sus habitaciones. Es especialmente llamativo el ambiente optimista y positivo que gira en torno al futuro de Miles, Bing, Ellen y Alice, quienes a pesar de vivir bajo la amenaza constante de una intervención policial que los deje sumidos en la miseria, desechados como escoria por un sistema financiero totalmente deshumanizado, serán capaces de construir entre las ruinas de su vivienda abandonada los cimientos de un mejor porvenir. Saben que la casa de Sunset Park no es más que una solución temporal a sus problemas, un desahogo efímero que les permitirá reencontrarse a sí mismos y curarse las profundas heridas emocionales que sufren todos ellos, y por eso aprovechan su estancia rodeados de cementerios, escombros, oscuridad y espesas neblinas para buscar un pequeño resquicio de luz al que aferrarse.
Qué extraño. Qué circunstancia tan rara e incomprensible. Sin duda no significa nada, nada en absoluto, y sin embargo, ¿por qué, se pregunta, por qué ha escogido ahora ese momento para volver? Sólo otra jugada de dados, entonces, otra bola que ha salido del negro bombo metálico, otra chiripa en un mundo de casualidades y eterno caos.
Pero dejando a un lado la soberbia caracterización de los personajes o el trasfondo critico que tiene la novela, lo que me ha enamorado de Sunset Park como si fuera una quinceañera revolucionada es el maravilloso estilo narrativo de Auster. El escritor neoyorkino posee un dominio envidiable del lenguaje y una capacidad simplemente pasmosa para despertar los más sinceros sentimientos del lector, consigue que te impliques con la crudeza y el realismo de sus historias de una forma arrebatadora, por no decir que logra convertir el alto contenido sexual (casi pornográfico) de la novela en una manifestación artística que aun rechazando los tapujos, rezuma naturalidad y escapa de lo obsceno. Y puesto que se ha convertido en su leitmotiv por excelencia, Sunset Park también cuenta con imprescindibles pinceladas sobre la aleatoriedad de la vida y las infinitas posibilidades que nos ofrece el azar para enmendar nuestros errores.
Poco más me queda por contar de este libro a parte de que ha sido una lectura totalmente satisfactoria y recomendable, y siendo mi tercera incursión en la prolífica producción literaria de Paul Auster, puedo decir con firmeza que el artífice de esa joyita llamada La trilogía de Nueva York es ya es uno de mis escritores favoritos y que ocupa un lugar privilegiado en mi estantería. Sin lugar a dudas, Sunset Park no es solamente una de las mejores novelas que he leído este mes, sino también una de las mejores en lo que va de año. Así que ya sabes, únete a esta pequeña comunidad de okupas, músicos, artistas, escritores, estudiantes, cineastas y glorias muertas del celuloide que conviven en este libro, porque si hay algo indiscutible, es que todos en esta vida merecemos una segunda oportunidad.
Puntuación
Sunset Park
Hola,
ResponderEliminarPues nada he leído de este hombre, es una de mis asignatura pendientes, ya que todo el mundo habla superbien de él.
Este libro me atrae bastante, la temática me parece muy interesante y actual, ¡me lo apunto!
Muak
Ayer mientras leía la trilogía me percaté de que mientras leía el libro me invadía un sentimiento semejante al de leer un libro de Murakami. Ya sea por su brillantez (aunque por ahora no le pondría el 5, así que no me mates xD) o por el personaje tan bien plasmado, no me extraña que te guste tanto el autor en general.
ResponderEliminarY sobre Sunset Park poco puedo decir que no sepas, que lo quería comprar yo en nuestra futura excursión veraniega y que tendré que optar por otra novela del autor, que creo que será "El país de las últimas cosas" aunque sea tan corto.
A ti ya te vale con la trilogía de NY xDDD
EliminarNo entiendo, ¿Y le das un 4,5? En mi opinión merece al menos un 8
ResponderEliminarEs una nota sobre 5, disculpa el malentendido xD
EliminarTodavía no he leído ninguna novela de Auster, pero me compré hace unos meses Sunset Park y si ya tenía ganas de leerlo antes, ahora me muero por hincarle el diente *-*.
ResponderEliminarA ver si puedo animarte para que escribas hoy otra reseña. Claro, que mis comentarios ya no hacen tanta ilu como antes, pero...¿Sabes ese último cachito de postre que vas reservando en el plato porque te va a encantar? Tus reseñas son para mí ese cachito :)
ResponderEliminarVale, después de la chorrada que te acabo de soltar, me centro xD
Me gusta Auster. Me encandiló con BF y me hizo reír con Tombuctú, aunque aún estoy sacándole brillo a la joya de NY. Hasta ahora no había leído la sinopsis de Sunset Park pero reconozco que me gusta el título, tiene algo evocador que me atrae. Hay algunos títulos del autor que quiero leer antes, pero este caerá, claro!
Besicos!
Tus comentarios siempre me hacen ilu, de verdad T^T No estoy muy seguro de haber entendido bien lo del cachito de postre, pero te aprecio igual xD Besos!
EliminarLeer a Auster siempre es una maravilla.
ResponderEliminarA mi es que Paul me llama un monton! que ganas de leer algo de el!
ResponderEliminarLlevaba tiempo queriendo leer algo de este autor y me decanté por Invisible. En ella, me topé con algo más perturbador de lo que me esperaba, sobre todo al primer contacto, pero el libro me acabó satisfaciendo (no tanto como esperaba, pero bueno). Al parecer no escogí demasiado bien la obra por la cual empezar, ya que me han comentado que Brooklyn Follies y La trilogía de Nueva York (las mismas que mencionas en tu reseña) son geniales. ¡Así que ya sé cuales probar ahora!
ResponderEliminarEso sí, no estoy demasiado de acuerdo con lo que dices de las escenas sexuales: no sé cómo serán las de Sunset Park, pero las que encontré en Invisible me parecieron bastante soeces xDDD
¡Saludos!
Tampoco es que me considere un experto en Auster, pero lo que he leído hasta ahora me ha parecido impecable y te recomiendo muchísimo esas dos obras. En Sunset Park hay escenas de cama y se habla mucho y muy abiertamente de sexo, pero a mí no me ha resultado en ningún momento obsceno, sino desinhibido y natural. Supongo que también podría interpretarse como soez, pero no sé hasta que punto se parecen un libro y otro porque no he leído Invisible. No obstante, es un aspecto secundario de la novela que me ha parecido interesante resaltar. Un abrazo! :)
Eliminarsub_zero, se que esto no va aca, pero no se donde mas poner este mensaje. Tengo un problema con los RSS (Google Reader) del blog y es que a la hora de suscribirme no me deja, sale un poco de letras y numeros. Ojala pudieras arreglarlo, es un blog que visito casi diario y me gustaria mantenerme al dia con las nuevas entradas.
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog, es excelente.
Hola! Pues no sé a que se debe, intenta instalar un feed reader en tu navegador y después añade la url del blog. Te aparecerá un aviso cada vez que publiquemos una entrada. Un abrazo!
EliminarAy este es uno de esos libros que siempre veo en la librería pero nunca siento la suficiente curiosidad para leerlo, aunque ahora me ha llamado bastante la atención, gracias por la reseña besitos :)
ResponderEliminarPara mi es un libro muy especial porque con él descubrí la obra de Auster. Me encantó, definitivamente, y me alegro de que lo disfrutaras. El final es un poco extraño, pero a mí me pareció de lo más coherente; con toda la visión que Auster tiene de la realidad no podría haber sido de otra forma. Te recomiendo Invisible, en el que habla sobre la veracidad y las distintas versiones de una misma realidad. Seguro te gustará mucho.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarJusto mañana tengo pensado ir a la biblioteca a coger La noche del oráculo, es la primera vez que voy a leer algo de él y aunque no es de los libros suyos más conocidos ya que me vienen otros títulos a la mente antes que este y aunque puede que no sea de los mejores que ha escrito, he decidido que empezaré por ese.
Esperemos que me guste, y si no lo seguiré intentando con este o con la trilogía de Nueva York.
besos!