El Aleph, Paulo Coelho

domingo, 4 de septiembre de 2011

Aleph marca el retorno de Paulo Coelho a sus orígenes. En este viaje a través de Europa, Afríca y Asia en el transiberiano, acompañado por Yao, su traductor y maestro de Aikido, se reencontrará con Hilal, una joven violinista a la que amó 500 años antes. El encuentro da inicio a un viaje místico a través del espacio y el tiempo, del pasado y del presente, en busca del amor y el perdón.
La fuerte conexión entre ambos abre las ventanas de sus almas y la puerta del Aleph, un punto que contiene a todo el Universo, llevándolos a otra dimensión en busca de una oportunidad para reescribir su destino.

Así que con Hilal, Yao y su equipo editorial comienza un viaje durante el cual se dará cuenta de que lo que buscaba está frente a sus ojos. Aleph es una Novela que se centra en la espiritualidad y en la búsqueda de uno mismo. El libro contiene tanto datos históricos que te hacen viajar a tiempos lejanos, como lugares terrenales y espirituales que te permiten disfrutar del libro de una manera sorprendentemente vívida.



Durante una gira como escritor con su equipo editorial, Paulho Coelho conoce a una impertinente y a veces molesta chica que se empecina en seguirlo a todos lados. Aunque su equipo de trabajo se opone, Coelho permite que la chica viaje con él y sus acompañantes en un recorrido en tren por Rusia.

La chica tiene algo que Coelho no puede explicar, pero en algún momento del trayecto él lo entiende: hay un punto mágico del universo que existe en ese vagón del tren, y al cual puede acceder sólo a través de la mirada de la irritante chica: El Aleph. A través del Aleph, Coelho puede llegar a sus otras vidas, donde descubre el papel tan importante que jugó la joven en esta travesía.


No hice el viaje para encontrar la respuesta que estaba faltando en mi vida, sino para volver a ser el rey de mi mundo. Al regresar, estoy de nuevo conectado conmigo mismo y con el universo mágico. Es esto lo que hace a la vida interesante: creer en tesoros y milagros.

En un relato personal, sincero y sorprendente, el autor revela cómo una grave crisis de fe lo llevó a salir en busca de un camino de renovación y crecimiento espiritual.
Las lágrimas que derramé, yo perdono. El sufrimiento y las decepciones, yo perdono. Las traiciones y mentiras, yo perdono. Las calumnias y las intrigas, yo perdono. El odio y la persecución, yo perdono. Los golpes que me dieron, yo perdono. Los sueños rotos, yo perdono. Las esperanzas muertas, yo perdono. El desamor y la envidia, yo perdono. La indiferencia y la mala voluntad, yo perdono. La injusticia en el nombre de la justicia, yo perdono. La ira y el maltrato, yo perdono. El abandono y el olvido, yo perdono. El mundo con toda su maldad, yo perdono.

Aleph marca el retorno de Paulo Coelho a sus orígenes. En este viaje a través de Europa, Afríca y Asia en el transiberiano, acompañado por Yao, su traductor y maestro de Aikido, se reencontrará con Hilal, una joven violinista a la que amó. El encuentro da inicio a un viaje místico a través del espacio y el tiempo, del pasado y del presente, en busca del amor y el perdón.

La fuerte conexión entre ambos abre las ventanas de sus almas y la puerta del Aleph, un punto que contiene a todo el Universo, llevándolos a otra dimensión en busca de una oportunidad para reescribir su destino.

Así que con Hilal, Yao y su equipo editorial comienza un viaje durante el cual se dará cuenta de que lo que buscaba está frente a sus ojos. Aleph es una Novela que se centra en la espiritualidad y en la búsqueda de uno mismo. El libro contiene tanto datos históricos que te hacen viajar a tiempos lejanos, como lugares terrenales y espirituales que te permiten disfrutar del libro de una manera sorprendentemente vívida.



Oh Dios, cuando presto atención a las voces de los animales, al ruido de los árboles, al murmullo de las aguas, al gorjeo de los pájaros, al sonido del viento y al estruendo del trueno, percibo en ellos un testimonio de Tu unidad; siento que Tú eres el supremo poder, la omnisciencia, la suprema sabiduría, la suprema justicia.
Oh Dios, te reconozco en las pruebas que estoy pasando. Permite, oh Dios, que Tu satisfacción sea mi satisfacción. Que yo sea Tu alegría, esa alegría que un Padre siente por un hijo. Y que me acuerde de Ti con tranquilidad y determinación, aun cuando fuera difícil decir que Te amo.

2 comentarios :

  1. Siempre he querido leer algo de Paulho Coelho, pero esto me parece una auténtica rayada...

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  2. Yo tampoco he leído nada del autor, pero el libro me parece muy raro...

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