Hace ya más de 10 años que se publicó la edición original en inglés de Tormenta de espadas, tercer libro de la serie Canción de Hielo y Fuego, y los ecos que produjo su lanzamiento en EE.UU. aún resuenan en los oídos de medio mundo. Pero la cosa no acaba ahí. La segunda temporada de la serie producida por HBO, que está inspirada en el anterior tomo (Choque de reyes), se encuentra en pleno apogeo, los fans incondicionales (y los que no lo son tanto) inundan las redes sociales con sus comentarios cada semana, la espera por la publicación del quinto tomo en español y la absoluta falta de noticias por parte de la editorial que ostenta sus derechos de publicación comienzan a ser insoportables y por si fuera poco, los que han preferido leer A Dance with Dragons en inglés aún conviven con el sentimiento amargo de saber que todavía faltan por publicar dos volúmenes para que finalice esta maravillosa saga que ha supuesto un hito en la historia de la literatura fantástica. Aunque con mucho tiempo de retraso, yo también puedo jactarme de ser uno más de los fervientes seguidores que Canción de Hielo y Fuego sigue cosechando con cada año que pasa y que ahora mismo pueden contarse por hordas. ¿Dónde reside la clave del éxito? ¿Cómo ha logrado Martin alcanzar los más altos puestos de ventas con una serie que pasó desapercibida en sus inicios pero de la que hoy día habla todo el mundo? La respuesta, sin lugar a dudas, está en Tormenta de espadas.
Título: Tormenta de espadas
Autor: George R.R. Martin
Año de publicación: 2005
Género: Novela, fantasía
Editorial: Gigamesh
Páginas: 1236
PVP: 38,00
ISBN: 9788496208087
Sinopsis
Las huestes de los fugaces reyes de Poniente, descompuestas en hordas, asolan y esquilman una tierra castigada por la guerra e indefensa ante un invierno que se anuncia inusitadamente crudo. Las alianzas nacen y se desvanecen como volutas de humo bajo el viento helado del Norte. Ajena a las intrigas palaciegas, e ignorante del auténtico peligro en ciernes, la Guardia de la Noche se ve desbordada por los salvajes. Y al otro lado del mundo, Daenerys Targaryen intenta reclutar en las Ciudades Libres un ejército con el que desembarcar en su tierra.
"Mi vida han sido las espadas, no los libros. Pero hasta los niños saben que los Targaryen han bordeado siempre la locura. Vuestro padre no fue el primero. En cierta ocasión el rey Jaehaerys me dijo que la locura y la grandeza no son más que dos caras de la misma moneda. Según él, cada vez que nacía un Targaryen los dioses tiraban la moneda al aire y el mundo entero contenía el aliento para ver de qué lado caía."
Opinión
Una de las cosas más difíciles y al mismo tiempo más importantes que hay que hacer antes de embarcarse en la lectura de un nuevo libro de la serie, es refrescar la memoria recordando los últimos acontecimientos acaecidos en el volumen anterior: la batalla del Aguasnegras ha inclinado momentáneamente la balanza en la Guerra de los Seis Cinco Reyes a favor de Joffrey Baratheon, el actual rey que se sienta en el Trono de Hierro. Robb Stark continua su particular lucha por arrebatarle terreno a los Lannister, pero Robb se da cuenta de que a pesar de estar ganando todos los enfrentamientos, carece del poder suficiente como para asestar un golpe mortal a la soberanía de Joffrey. En el Muro, ajenos a los resultados de la guerra, los hermanos de la Guardia Nocturna están mucho más preocupados por la temible amenaza que se cierne sobre ellos desde las oscuras y heladas tierras del norte. Mientras tratan de defender la frontera con las pocas armas de las que disponen, los hermanos juramentados no cejan en su intento de pedir ayuda a cualquiera de los reyes que reclaman el trono, pero ninguno de ellos parece lo suficientemente interesado en enviar hombres al Muro cuando hay otros intereses más importantes en juego.
Por otro lado, lejos de Poniente y de las interminables luchas que desangran la tierra, Daenerys Targaryen parece recuperarse de los malos momentos vividos en su viaje por el desierto y emprende una auténtica campaña de reclutamiento por todas las Ciudades Libres de la costa con el objetivo de reunir una flota con la que desembarcar en Poniente y un ejército temible encabezado por sus tres dragones. Sin embargo, como Daenerys comprenderá de manera inevitable, puede que aún no esté preparada para reclamar su legítimo reino y quizá se hora de centrarse en otros planes.
"¿Qué he hecho? -pensó Catelyn, agotada, al quedarse sola junto al sepulcro de piedra de Tristifer-. Primero he hecho enfadar a Edmure y ahora a Robb, pero lo único que hago es decir la verdad. ¿Tan frágiles son los hombres que no soportan oírla?"
Así pues, nos adentramos de lleno en una de las tramas más ambiciosas, complejas e impredecibles que se han visto en mucho tiempo. Si no fuera por la maestría con la que Martin orquesta su particular concierto de hilos argumentales, estando cada uno de ellos protagonizado y narrado por un personaje distinto, sería imposible no perderse entre semejante maraña de acontecimientos. Aunque en los otros dos libros anteriores hemos podido disfrutar de interesantes intrigas palaciegas, giros totalmente inesperados y situaciones tan comprometidas de las que muy pocos de nosotros podríamos salir con vida, Martin ha decidido rizar el rizo en esta tercera entrega y realiza un esfuerzo titánico por mantener la atención del lector en un alarde envidiable de imaginación, habilidad y mala leche a partes iguales. Una de las características más llamativas de Canción de Hielo y Fuego, donde parece residir el misterio de su éxito, es la facilidad con la que Martin hace fusionar los caminos de ciertos personajes, además de su prosa trabajada, bella y que es capaz de adaptarse a las circunstancias de cada protagonista cambiando el tono pero sin perder la calidad. Estos dos aspectos no solo siguen apareciendo en Tormenta de espadas, sino que se elevan hasta el infinito, haciendo partícipe al lector de las vivencias que se narran de una forma que te pone los pelos como escarpias. Absorbente, adictiva, entretenida, los adjetivos se me acaban pero el orden de los factores no altera el producto: en cuanto empieces su lectura no podrás parar hasta que te duelan los huesos de la espalda y sientas la cabeza a punto de reventar.
Para mantener viva tan elevada tasa de admiración entre los seguidores de esta serie, no basta con escribir cada vez mejor, entre otras cosas porque llega un momento en el que se hace imposible. Tormenta de espadas conserva lo mejor de sus predecesores pero también incorpora elementos nuevos para evitar caer en el tedio y la repetición. Por un lado, contamos con personajes nuevos, narradores nuevos, puntos de vista nuevos y refrescantes que sustituyen a los que se han quedado por el camino y que abren un nuevo abanico de posibilidades narrativas. Jaime Lannister, un caballero ensalzado por una honra que ha perdido, y Samwell Tarly, un joven cobarde que lucha por alcanzar el valor que nunca tuvo. Aunque para nosotros son viejos conocidos, en Tormenta de espadas tenemos la oportunidad de conocerlos mejor y de disfrutar junto con otros imprescindibles como Tyrion, Arya, Daenerys e incluso Davos. La humanidad con la que Martin es capaz de perfilar a los protagonistas se hace patente cuando vemos sufrir a los más perversos y a los más heroicos dejarse arrastrar por sus pasiones y debilidades. Otros que no ejercen su papel de narrador pero que juegan un rol imprescindible a la hora de desarrollar la historia, son Brienne y Melisandre, dos mujeres que, como ya adelanté en la reseña de Choque de reyes, van teniendo más y más peso.
"Parece que las bodas son más peligrosas que las batallas últimamente."
Como en toda saga de fantasía que se precie, la magia es un elemento que hace acto de aparición, con una frecuencia cada vez mayor en lo que tal y como se predice en la introducción de la edición española, parece avecinar una explosión pirotécnica en el último libro de la saga. Bromas aparte, si Juego de tronos me pareció un libro magistral y Choque de reyes constituía una continuación perfecta que ahondaba en las maquinaciones de Martin, Tormenta de espadas supone un punto de inflexión incontestable, un libro que abre un universo de posibilidades respecto a las entregas venideras y que pese a su más que considerable extensión, se me ha pasado en un suspiro. Te recomiendo que tengas bien cerquita el cuarto libro, Festín de cuervos, por si después de pasar la última página quieres conservar las uñas; aunque de lo que más ganas tengas sea probablemente de subirte por las paredes. Por si fuera poco, Tormenta de espadas nos enseña una valiosa lección: nadie, absolutamente NADIE es imprescindible para Martin: tal y como cualquiera de nosotros podría ser víctima de las más aviesa traición, los personajes de Canción de Hielo y Fuego están a merced de los designios de un dios cruel y desalmado, un dios justo y bondadoso, un dios imprevisible, un dios que de vez en cuando exige como tributo un sacrificio humano. Un dios llamado George R. R. Martin.
Por otro lado, lejos de Poniente y de las interminables luchas que desangran la tierra, Daenerys Targaryen parece recuperarse de los malos momentos vividos en su viaje por el desierto y emprende una auténtica campaña de reclutamiento por todas las Ciudades Libres de la costa con el objetivo de reunir una flota con la que desembarcar en Poniente y un ejército temible encabezado por sus tres dragones. Sin embargo, como Daenerys comprenderá de manera inevitable, puede que aún no esté preparada para reclamar su legítimo reino y quizá se hora de centrarse en otros planes.
"¿Qué he hecho? -pensó Catelyn, agotada, al quedarse sola junto al sepulcro de piedra de Tristifer-. Primero he hecho enfadar a Edmure y ahora a Robb, pero lo único que hago es decir la verdad. ¿Tan frágiles son los hombres que no soportan oírla?"
Así pues, nos adentramos de lleno en una de las tramas más ambiciosas, complejas e impredecibles que se han visto en mucho tiempo. Si no fuera por la maestría con la que Martin orquesta su particular concierto de hilos argumentales, estando cada uno de ellos protagonizado y narrado por un personaje distinto, sería imposible no perderse entre semejante maraña de acontecimientos. Aunque en los otros dos libros anteriores hemos podido disfrutar de interesantes intrigas palaciegas, giros totalmente inesperados y situaciones tan comprometidas de las que muy pocos de nosotros podríamos salir con vida, Martin ha decidido rizar el rizo en esta tercera entrega y realiza un esfuerzo titánico por mantener la atención del lector en un alarde envidiable de imaginación, habilidad y mala leche a partes iguales. Una de las características más llamativas de Canción de Hielo y Fuego, donde parece residir el misterio de su éxito, es la facilidad con la que Martin hace fusionar los caminos de ciertos personajes, además de su prosa trabajada, bella y que es capaz de adaptarse a las circunstancias de cada protagonista cambiando el tono pero sin perder la calidad. Estos dos aspectos no solo siguen apareciendo en Tormenta de espadas, sino que se elevan hasta el infinito, haciendo partícipe al lector de las vivencias que se narran de una forma que te pone los pelos como escarpias. Absorbente, adictiva, entretenida, los adjetivos se me acaban pero el orden de los factores no altera el producto: en cuanto empieces su lectura no podrás parar hasta que te duelan los huesos de la espalda y sientas la cabeza a punto de reventar.
Para mantener viva tan elevada tasa de admiración entre los seguidores de esta serie, no basta con escribir cada vez mejor, entre otras cosas porque llega un momento en el que se hace imposible. Tormenta de espadas conserva lo mejor de sus predecesores pero también incorpora elementos nuevos para evitar caer en el tedio y la repetición. Por un lado, contamos con personajes nuevos, narradores nuevos, puntos de vista nuevos y refrescantes que sustituyen a los que se han quedado por el camino y que abren un nuevo abanico de posibilidades narrativas. Jaime Lannister, un caballero ensalzado por una honra que ha perdido, y Samwell Tarly, un joven cobarde que lucha por alcanzar el valor que nunca tuvo. Aunque para nosotros son viejos conocidos, en Tormenta de espadas tenemos la oportunidad de conocerlos mejor y de disfrutar junto con otros imprescindibles como Tyrion, Arya, Daenerys e incluso Davos. La humanidad con la que Martin es capaz de perfilar a los protagonistas se hace patente cuando vemos sufrir a los más perversos y a los más heroicos dejarse arrastrar por sus pasiones y debilidades. Otros que no ejercen su papel de narrador pero que juegan un rol imprescindible a la hora de desarrollar la historia, son Brienne y Melisandre, dos mujeres que, como ya adelanté en la reseña de Choque de reyes, van teniendo más y más peso.
"Parece que las bodas son más peligrosas que las batallas últimamente."
Como en toda saga de fantasía que se precie, la magia es un elemento que hace acto de aparición, con una frecuencia cada vez mayor en lo que tal y como se predice en la introducción de la edición española, parece avecinar una explosión pirotécnica en el último libro de la saga. Bromas aparte, si Juego de tronos me pareció un libro magistral y Choque de reyes constituía una continuación perfecta que ahondaba en las maquinaciones de Martin, Tormenta de espadas supone un punto de inflexión incontestable, un libro que abre un universo de posibilidades respecto a las entregas venideras y que pese a su más que considerable extensión, se me ha pasado en un suspiro. Te recomiendo que tengas bien cerquita el cuarto libro, Festín de cuervos, por si después de pasar la última página quieres conservar las uñas; aunque de lo que más ganas tengas sea probablemente de subirte por las paredes. Por si fuera poco, Tormenta de espadas nos enseña una valiosa lección: nadie, absolutamente NADIE es imprescindible para Martin: tal y como cualquiera de nosotros podría ser víctima de las más aviesa traición, los personajes de Canción de Hielo y Fuego están a merced de los designios de un dios cruel y desalmado, un dios justo y bondadoso, un dios imprevisible, un dios que de vez en cuando exige como tributo un sacrificio humano. Un dios llamado George R. R. Martin.
Puntuación
Tormenta de espadas
5/5
Inmejorable
Hola!
ResponderEliminarQue decir...perfecta y sin revelar nada de la trama^^
Menos mal que ya tienes Festín de cuervos que sino...
Tormenta de espadas es, para mí, el mejor de los que hay publicados en castellano, aunque dicen que Danza de dragones le sigue bastante de cerca.
Tu lo has dicho Danza de dragones ¿para cuando? Seguramente sea todo marketing y estrategias de venta por parte de la editorial, que se yo, pero vamos, así hacemos ganas todosxD
Besotes!
Tengo ganas de empezar la saga, espero poder empezarla pronto.
ResponderEliminarUn beso.
A mediados de mayo sale la quinta entrega, ya la estoy esperando. Muy buena saga, engancha, sorprende y te deja siempre a la espera de la próxima entrega. Magnífica.
ResponderEliminarBuena reseña, yo sería incapaz de hacerla.
Me ha encantado la reseña, te ha quedado perfecta. Yo también me he preguntado muchas veces como el mismo autor no se pierde en ese enredo de tramas y subtramas y mil personajes, es posiblemente la historia más compleja que he leído, y me encanta como todo está tan perfectamente hilado. Estoy deseando leer Danza de Dragones, pero espero a que la publiquen en castellano!
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