Thomas Lang es un ex policía, y ahora pistolero a sueldo, una suerte de mezcla entre antihéroe policiaco y filósofo trasnochado. Un día recibe la visita de un tal McClusky, quien le ofrece cien mil dólares por asesinar a Alexander Woolf, un empresario americano. Indignado, Lang rechaza el encargo, y decide en cambio advertir a la víctima del peligro que corre: una buena acción que no quedará impune. A partir de ese momento el protagonista se verá inmerso en un torbellino de mentiras, corrupción y violencia, que lo obligará a machacar unas cuantas cabezas con la estatuilla de un Buda, medir su ingenio con multimillonarios malvados y dejar su vida (entre otras cosas) en manos de un grupo de femmes fatales; todo esto mientras intenta salvar a una bella dama y evitar un baño de sangre a escala mundial.
Por ahora me gusta muchísimo, a pesar de quedar lejos de ser considerada una obra maestra a lo que género de novela negra se refiere, reboza de ese humor inglés, de sarcasmo y cierto ingenio a la hora de plasmar la historia. Además el estilo de Laurie enamora.
NO he escuchado de esta novela :P
ResponderEliminarbesos!
La tengo en mi estantería, mirandome mal porque escogí leerme primero Divergente xD Ahora será la próxima.
ResponderEliminarMagnífica reseña.
¡Besos!
Quiero leerlo me gusta como escribe Laura Gallego.
ResponderEliminarMuy buena reseña, muy completa.
Besos