Michel Faber - El Libro de las cosas nunca vistas

jueves, 7 de julio de 2016


► Título originalThe Book of Strange New Things
► Traducción: Inga Pellisa
► Año de publicación: 2014
► Editorial: Anagrama
 Páginas: 624



Predicar el Evangelio no es tarea fácil en un mundo que parece cada vez más dejado de la mano de Dios. Por norma general, el ser humano se esfuerza por cultivar su espiritualidad, deposita su fe en la existencia de una deidad amorosa y protectora que asegura estar cuidándonos aunque todo se desmorone a nuestro alrededor. Sin embargo, no todos aguantan el constante envite de la tragedia y el sufrimiento. Algunos desisten. Abandonan el barco ante la ausencia de auxilio. Reniegan de su bien establecido sistema de creencias, apuntalado sobre infinidad de versículos que pretenden combatir esos momentos de flaqueza en los que miramos al cielo y solo vemos estrellas. 

Otros, por el contrario, interpretan los períodos de crisis como una oportunidad perfecta para demostrar su confianza en un plan divino que, en vez de comprender, únicamente aspiramos a seguir. Peter Leigh es de los que se encuentran en este último grupo. Gracias a su esposa Bea, fue rescatado de una existencia miserable e insignificante sumida en un alcoholismo autodestructivo. Y ahora, como muestra de agradecimiento y de convicción en el poder de Dios, se embarca en una descabellada misión espacial organizada por una enigmática corporación llamada USIC que tiene como objetivo difundir el mensaje esperanzador del cristianismo entre una remota población de extraterrestres. 

Dios había dispuesto para él. Lo que sea que estuviera escrito sería sin duda precioso y asombroso. Su vida entera —ahora lo entendía, mientras las fachadas de lo desconocido se alzaban ante él, albergando maravillas inimaginables—, su vida entera conducía a ese momento.

Ahora bien, una vez establecida la premisa, cabe preguntarse: ¿qué es exactamente El libro de las cosas nunca vistas? ¿Ciencia ficción? ¿Proselitismo narrativo? Ni lo uno ni lo otro. Michel Faber hace honor a su intachable reputación como escritor de culto a través de una novela que indaga de manera magistral en cuestiones fundamentales para entender el sinsentido ocasional de la naturaleza humana. 

A medida que Peter se va instalando en la base que USIC ha construido en Oasis, hogar de esa extraña comunidad alienígena formada por Amadores de Jesús, vamos descubriendo mediante demoledores correos electrónicos de su esposa Bea que las cosas en la Tierra están tomando un rumbo estremecedor. Dividido entre la misión apostólica que se trae entre manos y la responsabilidad conyugal de consolar a su mujer, Peter Leigh experimenta una serie de dilemas y disyuntivas emocionales que no ha afrontado nunca y que sacan a relucir una reconfortante calidad humana. Y es que, si una cosa hace bien Michel Faber en El libro de las cosas nunca vistas, es transmitir sentimientos muy intensos que no son sino un reflejo de las magnitudes que se manejan en esta novela. Y lo hace sin artificios ni grandes giros argumentales, solo dejando que la añoranza, las dudas, la satisfacción y el deseo vayan anidando paulatinamente en el corazón de Peter hasta que sin más remedio desbordan las páginas.

En términos argumentales, El libro de las cosas nunca vistas está lleno de posibilidades. Entre idas y venidas desde la base de USIC hasta el asentamiento de discípulos potenciales se perciben gran cantidad de filones y yacimientos narrativos listos para ser explotados. Por tanto, es una lástima que Faber no los aproveche del todo y nos deje con la sensación de algo que pudo haber sido mucho más grande y completo. La peculiar relación de Peter con sus compañeros de la base, el halo de misterio que recubre los entresijos de USIC o los obstáculos lingüísticos que afronta nuestro protagonista a la hora de establecer una comunicación fluida con los habitantes de Oasis son solo algunos de los temas que, de haberse tratado con más ahínco, harían de El libro de las cosas nunca vistas una historia sublime sobre personas dañadas y semántica teológica. No obstante, no deja de ser esta una primera aproximación bastante exitosa a la obra de Michel Faber que recomiendo sin dudar y que ya atesoro como uno de los descubrimientos más interesantes de los últimos meses. 



6 comentarios :

  1. Yo de este autor sólo he leído "Pétalo Carmesí, Flor Blanca", que es uno de mis libros favoritos y desde entonces tengo ganas de leer más libros suyos (aunque muchos no tiene, que sepa). Este lo tengo fichado desde que lo vi publicado, pero también me da cosilla, ¿y si me decepciona?. Pero algún día habrá que leerlo, aunque por la reseña, me da que igual me voy a hacer más de una paja mental para entenderlo :/

    Un saludo.

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  2. Interesante lectura por lo que cuentas, no he leído ningún libro similar y podría ser un descubrimiento.

    Besos =)

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  3. ¡Buenas!
    Me encanta el título y me encanta lo que cuentas. No sé me ocurre qué más decir, porque me lo apunto y confío en hacerme con él pronto. Si me lo leo (seguro que no tardo en hacerlo), me pasaré a opinar con más conocimiento de causa.

    Besinos ^^

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  4. Yo,si está de por medio la religión o la política hago paso de página. Hace poco sin quererlo vi una película que era una especie de evangelizador Woodlawn, y salí escaldado. No creo que este libro sea para mí.

    La Estupenda

    Kiss

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  5. Muy buena reseña, no conocía el libro.
    Me ha gustado tu blog y te he seguido, si quieres puedes seguirme a mí, sale la dirección en mi perfil. Muchas gracias. ¡Nos leemos!

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  6. El tema de la fe y la religión no es de los que me apasionen. En una cosa estoy deacuerdo, la portada es preciosa...

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