► Título: La sangre del Olimpo
► Autor: Rick Riordan
► Saga: Los héroes del Olimpo #5
► Año: 2015
► Editorial: Montena
► Páginas: 464
► Precio: 16.95 €
Los tripulantes del Argo II han salido victoriosos de sus misiones, pero están lejos de derrotar a Gea, la madre Tierra. Ella ha conseguido alzar a todos sus gigantes y planea sacrificar a dos semidioses en la festividad de Spes: necesita su sangre, la sangre del Olimpo, para despertar. Por otro lado, la legión romana del Campamento Júpiter, liderada por Octavio, está cada día más cerca del Campamento Mestizo. La Atenea Partenos deberá dirigirse al oeste para impedir la guerra entre los campamentos, mientras el Argos II navega hacia Atenas... ¿Cómo podrán los jóvenes semidioses derrotar a los gigantes de Gea? Ya han sacrificado demasiado, pero si Gea despierta... será el final.
No me gustan las despedidas. No, nunca me verás en la terminal de un aeropuerto agitando un pañuelo humedecido por las lágrimas ni pronunciando un memorable discurso de partida ante una multitud enrojecida por la emotividad del momento. No siento afinidad ni simpatía hacia todos esos ritos y ceremonias sociales que sirven para formalizar el punto final de una historia con la que he convivido durante mucho tiempo. Pero a veces (más de las que me gustaría, en realidad), participar de todas estas convenciones resulta tan inevitable como necesario. Sobre todo en el caso de la saga literaria que hoy nos ocupa, una voluminosa serie de cinco libros concebida como un spin-off de aquella otra tan famosa y elogiada que tenía como protagonista al joven Percy Jackson. Los héroes del Olimpo (El héroe perdido, El hijo de Neptuno, La marca de Atenea, La casa de Hades, La sangre del Olimpo) termina por fin, y lejos de sentirme inclinado a sentir pena o nostalgia por todos esos personajes e historias que no tendrán continuación de momento, claro. Dadle un poco de tiempo al pobre Riordan, celebro casi con euforia el desenlace de una saga que llega a la meta en forma de agónica letanía, deslustrada, desgastada y sin fuelle.
Y es que, como ya venía advirtiendo en las reseñas de los anteriores libros, la fórmula narrativa de Rick Riordan no aguanta el tirón que supone una saga de cinco volúmenes. En esta quinta entrega de la serie, los protagonistas de la misma parecen tener que enfrentarse a ligeras variaciones de las mismas aventuras que han ido viviendo a lo largo de libros anteriores, sin que esto suponga una evolución palpable en el desarrollo global del argumento ni en el carismático (aunque arquetípico) carácter de los personajes. La sangre del Olimpo no es más que un enésimo batiburrillo de escenas frenéticas, enfrentamientos con bestias legendarias, espíritus, gigantes y dioses enfurecidos un tanto caóticos e imprevisibles, los ¿divertidos? chascarrillos propios del autor, y un sinnúmero de cameos narrativos que involucran al vasto panteón grecolatino. Y aunque nada de esto me pilla por sorpresa, la historia de este último libro no presume de los alicientes necesarios para querer devorar las casi 500 páginas que tiene, como sí hacían quizá las otras. Teniendo en cuenta que se trata de una esperadísima conclusión, Rick Riordan ha cometido un clamoroso patinazo a la hora de crear un conflicto que resulte de interés al lector, pues no logra establecer en ningún momento esa previsible atmósfera de tensión que pide a gritos una historia tan ambiciosa y llena de potencial como esta. Más bien todo lo contrario; los últimos capítulos de La sangre del Olimpo parecen un simple trámite burocrático que el autor intenta solventar de forma apresurada y completamente aséptica. Una pena, tener que decir adiós de esta manera a una saga -hasta ahora- bastante entretenida, versátil y atractiva, sin duda de las más recomendables dentro del panorama juvenil actual. ¿Entendéis ahora por qué no me gustan las despedidas?
Y es que, como ya venía advirtiendo en las reseñas de los anteriores libros, la fórmula narrativa de Rick Riordan no aguanta el tirón que supone una saga de cinco volúmenes. En esta quinta entrega de la serie, los protagonistas de la misma parecen tener que enfrentarse a ligeras variaciones de las mismas aventuras que han ido viviendo a lo largo de libros anteriores, sin que esto suponga una evolución palpable en el desarrollo global del argumento ni en el carismático (aunque arquetípico) carácter de los personajes. La sangre del Olimpo no es más que un enésimo batiburrillo de escenas frenéticas, enfrentamientos con bestias legendarias, espíritus, gigantes y dioses enfurecidos un tanto caóticos e imprevisibles, los ¿divertidos? chascarrillos propios del autor, y un sinnúmero de cameos narrativos que involucran al vasto panteón grecolatino. Y aunque nada de esto me pilla por sorpresa, la historia de este último libro no presume de los alicientes necesarios para querer devorar las casi 500 páginas que tiene, como sí hacían quizá las otras. Teniendo en cuenta que se trata de una esperadísima conclusión, Rick Riordan ha cometido un clamoroso patinazo a la hora de crear un conflicto que resulte de interés al lector, pues no logra establecer en ningún momento esa previsible atmósfera de tensión que pide a gritos una historia tan ambiciosa y llena de potencial como esta. Más bien todo lo contrario; los últimos capítulos de La sangre del Olimpo parecen un simple trámite burocrático que el autor intenta solventar de forma apresurada y completamente aséptica. Una pena, tener que decir adiós de esta manera a una saga -hasta ahora- bastante entretenida, versátil y atractiva, sin duda de las más recomendables dentro del panorama juvenil actual. ¿Entendéis ahora por qué no me gustan las despedidas?
La verdad es que nunca me ha llamado en especial la atención esta saga (ni siquiera he visto las películas), pero todo el mundo la pone por las nubes, así que pensaba leerla algún día... Pero no se, viendo que va flojeando, me lo tendré que pensar, aunque el tema mitológico me atraiga irremediablemente.
ResponderEliminarBesosss!!
Es una saga muy buena deberias leerla
Eliminarno la he empezado, porque apenas el año pasado acabe la principal, pero es fijo que la leere de a pocos :)
ResponderEliminarSiento que no te haya gustado, yo por el momento aun tengo pendiente la saga que empieza con El ladrón del rayo y no estoy muy segura de si continuarla.
ResponderEliminar¡Saludos!
Hola! Me he topado con tu blog y me gusta mucho :) ya te sigo, te invito a que te pases por el mío.
ResponderEliminarBesos!!
vete al tartaro
ResponderEliminarlos libros estuvieron buenos,me gusto mucho la saga
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