► Título: El padre infiel
► Autor: Antonio Scurati
► Año: 2015
► Editorial: Libros del Asteroide
► Páginas: 240
► Precio: 19.95 €
«Tal vez no me gustan los hombres.» El día en que tu mujer rompe de repente a llorar en la cocina se produce un pequeño cataclismo: tu existencia se desmorona pero, a la vez, empieza a entenderse. Es entonces cuando el narrador de la novela, Glauco Revelli –chef en un famoso restaurante, de cuarenta años de edad y padre de una hija de tres años– comienza a ver cómo es realmente su vida. Al tiempo que narra sus experiencias vitales, como el acceso al mundo laboral, el enamoramiento, la construcción de una familia, Revelli va reflexionando también sobre los cambios de roles y valores que se han producido en nuestra sociedad con el cambio de siglo, cambios que cuestionan radicalmente los esquemas mentales con los que había crecido: «Nuestro error había sido querer ser felices. Las generaciones que nos habían precedido nunca habían sometido el matrimonio a esa clase de hipoteca».
Antes de opinar sobre el libro que hoy nos ocupa, quiero apartar unas breves líneas de esta entrada para anunciar una curiosa e inocente confidencia matutina. En los casi cuatro años que llevo escribiendo reseñas, muy pocas veces me ha sucedido lo que con esta novela: me cuesta hablar de ella. Al contrario que muchas otras personas, me parece sumamente productivo y gratificante despotricar sin tapujos acerca de un libro que no me ha gustado nada; ensañarme con alevosía, premeditación y otras circunstancias agravantes con una historia que solo me ha deparado el placer de ponerla a parir sin misericordia. De manera similar, en no pocas ocasiones he tenido que contener esa eufórica verborrea que me invade cuando escribo sobre novelas que quiero recomendar encarecidamente y a toda costa; recortar, suprimir y desmaquillar porciones de texto que solo dejaban entrever una bochornosa pérdida de objetividad es una tarea a la que me he dedicado con empeño. Sin embargo, El padre infiel despierta en mí una incomprensible insuficiencia expositiva. No ha roto, sino que ha pulverizado mis esquemas. No soy capaz de ordenar mis pensamientos ni jerarquizar mis emociones para dejar claro todo lo que ha conseguido provocar en mí su lectura. Me ha enamorado y me ha horrorizado a partes iguales. Encuentro difícil describir su enorme complejidad ideológica, su erudición narrativa, el deplorable comportamiento de su personaje principal o el fiel retrato que hace de una generación a la deriva entre la felicidad plena y la desdicha absoluta, justo a un paso de la más destructiva hecatombe existencial. En definitiva, no sé si voy a ser capaz de transmitir la amplia gama de matices que esta obra contiene. Pero, eso sí, no os quepa duda de que voy a intentarlo.
La historia de El padre infiel se dispara por culpa de una confesión. Breve, como la mía del principio, pero muy lejos de ser inocente. Imagina que tu esposa, de la que llevas enamorado casi una década y con la que compartes una hija de tres años, se despierta una buena mañana y anuncia que "tal vez no le gustan los hombres". Entonces, tu plácida y apacible vida de repente se derrumba. O quizá te das cuenta de que nunca fue tan plácida o apacible como pensabas. Que el dulce sueño, ese cálido espejismo al que llevabas tanto tiempo aferrándote, ya no existe y ahora tienes que evitar hacerte sangre con los cortantes pedazos esparcidos a tu alrededor. Así pues, la demoledora declaración de su mujer ejerce como el detonante necesario para que Glauco Revelli, protagonista de la novela, decida él mismo comenzar a escribir su propio y revelador testimonio. De esta manera, Revelli elabora un profundo y sinuoso esbozo de su peculiar psicología, de sus elevadas aspiraciones laborales, de sus experiencias como padre o de su relación con un entorno social revolucionario y cambiante que poco a poco ha ido transformando los valores con los que creció hasta hacerlos prácticamente irreconocibles. Sin embargo, toda esta luz que Revelli arroja sobre sí mismo evidencia además la existencia de oscuros y retorcidos demonios. Cuanto más conocemos a la figura que se esconde tras esa instruida e ilustrada voz narrativa (es aquí cuando se percibe especialmente su formación filosófica), más nos horrorizan su repugnante decadencia moral y el repulsivo desparpajo con el que parece alardear de ella. El padre infiel es un libro lúcido, sincero, evocador y hermoso de una extraña manera, sí, pero también es un libro incómodo de leer, un libro impúdico, crudo y reaccionario. Antonio Scurati busca establecer una honda conexión con el lector, pero no mediante la empatía y la comprensión ciega que son habituales en este tipo de novelas, sino a través de un descarnado y salvaje acto de nudismo emocional que deja ver una piel surcada de manchas y cicatrices. ¿Y acaso no es esa también parte esencial de nuestra terrorífica naturaleza? ¿Es que solo debemos alabar la bondad, la virtud y la belleza de un mundo que cada vez más se aleja de ellas? La respuesta, bajo mi punto de vista, es un rotundo 'no'. Así que no lo dudéis. Si tenéis ocasión, dadle una oportunidad a El padre infiel, pues es una de las novedades más estimulantes y rompedoras que he tenido el placer de leer este año.
Hola! Entiendo esa sensación ;) No conocía el libro pero me lo apunto, quiero descubrir y sentir lo mismo que tu ;) Un beso!
ResponderEliminarMe he quedado así: :O Pero me han entrado unas ganas tremendas de leerlo ;)
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarPues no lo conocía pero parece que vale y mucho la pena. Sin duda es original y diferente.
Me lo apunto.
Un Asteroide con pintaza, quéeeee raro :P
ResponderEliminar¡hola! No conocía esta obra pero lo anoto,gracias por la reseña ^^
ResponderEliminarA mi también me ha pasado que me gusto un libro pero al la vez no me gusto, es raro pero que se le puede hacer. No conocía el libro pero me lo voy a apuntar y lo voy a leer en vacaciones por que se nota que se necesita tiempo y concentración para entenderlo bien y eso me falta mucho cuando estoy en clases por que suelo tener la cabeza llena de números. Besos.
ResponderEliminarCon la sinopsis ya me han dado ganas de leerlo pero también me intriga mucho lo que te hizo sentir la novela, sin duda le daré una oportunidad.
ResponderEliminarDesconocía el libro y la verdad es que no me llama demasiado.
ResponderEliminar¡Saludos!
Desde luego parte de una premisa interesante, queda apuntado.
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