► Título: After dark
► Autor: Haruki Murakami
► Editorial: Tusquets
► Páginas: 256 páginas
► Precio: 8,95€
Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico, Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante; Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... pese a que el televisor no está enchufado.
Opinión
Hace poco tuve la suerte de degustar otra de las obras de este autor japonés más que conocido, Kafka en la orilla, una obra que bien no pillé del todo, pues son muchas las cosas que escapan de mi comprensión (y sin duda la de muchos), pero en conjunto puedo decir que fue sin duda una novela notable. Y aunque realmente le tenía más ganas a Al sur de la frontera, al oeste del sol After dark terminó por caer en mis manos por pura casualidad. La verdad es que hasta que no tuve el libro en mis manos no sabía qué esperar de la novela, o mejor dicho, a qué me enfrentaba o qué me iba a encontrar realmente. Porque lo que crees y lo que te encuentras en las novelas de este buen hombre suele ser diferente, muy diferente. Así que sin más que la sinopsis de la contraportada y la advertencia de que ésta era una de las novelas más flojas del autor, comencé a caer en la oscuridad de la noche de Tokio.
Son casi las doce de la noche, nos encontramos nada más empezar con un narrador un poco diferente al estilo de Kafka o el de Tokio Blues, y la diferencia radica principalmente en una mayor sencillez, frases más cortas, citas menos brillantes y personajes para mi sorpresa un poco distintos pero con ese algo tan característico en Toru o Kafka. Mari, una de las protagonistas de la novela, es la primera en aparecer. Se encuentra sentada en la mesa de un restaurante familiar leyendo un libro demasiado gordo para las chicas de su edad, tiene diecinueve años, y por unos motivos que desconocemos parece ser que ha perdido el último tren para volver a casa. Mari es cerrada, fría, casi nunca sonríe. Es buena estudiante, o al menos lo intenta. Casi ni se da cuenta cuando Takahashi, un viejo compañero de su hermana Eri, se sienta en su mesa. Takahashi en cambio es muy diferente a Mari. Tiene un aspecto al que no le presta mucha importancia, por lo que a veces despierta cierto rechazo en los que le rodean. Es estudiante de derecho, o al menos lo fue durante un tiempo, además de ser un apasionado de la música, y tocar en un grupo. Pero a pesar de todo, también guardan ciertas similitudes, sus gustos musicales, en que han perdido el último tren a casa, y que ambos conocen a Eri, la hermana mayor de Mari. La historia de ésta, se desarrolla de forma paralela a la principal, pero la diferencia en la parte que corresponde a Eri radica en algo muy característico en los libros de Murakami: su surrealismo. Y es que en After Dark nos encontramos con una tele capaz de ponernos los pelos de punta.
La historia sin duda alguna es original. Pero coincido con la gran mayoría de los lectores, quizás sea una de las obras más flojas (y cortas) del autor. Nos encontramos con personajes muy característicos en Murakami, es decir, magistralmente logrados, pero en este caso, casi. Pues aquí no se profundiza lo suficiente, la historia no se acaba, no sabemos qué pasó con ciertos personajes y eso me molestó muchísimo. Tengo que reconocer que a lo largo de la novela justamente ese qué pasará a tal o cual personaje me mantuvo muy enganchada. Destaca sobre todo la relación, o mejor dicho, la falta de relación, que existe entre la protagonista Mari, y su hermana Eri. Es además uno de los pilares clave de la novela. Mari y Eri son, por decirlo de algún modo, dos polos totalmente opuestos. Eri, la mayor, es preciosa y frágil, trabaja de modelo y hace poco terminó sus estudios en la universidad. Y Mari es todo lo contrario, mona, pero poca cosa en comparación con su hermana, y que intenta ganarse el afecto de unos padres muy orgullosos, y me atrevería a decir, obsesionados con su hija mayor. Dos polos opuestos, que sin embargo ansían la misma cosa.
También me gustó mucho la forma tan natural en la que la vida de los demás personajes se enlaza con la de Mari, influyendo ya sea de un modo u otro su persona. Si tuviera que quedarme con tal solo uno de ellos, creo que sin duda me decantaría por Takahashi por haber despertado ese sentimiento de semejanza en mí. Mari como protagonista me parece un poco fría, pero no deja de ser por ello un buen personaje, bien logrado, como casi todos los del autor. La noche -otro de los pilares de la novela- se va deformando gradualmente a medida que avanzan las horas. Por lo menos en este aspecto y a pesar de irse un poco por las ramas en algún momento, Murakami logra relatar de forma ahora sí, magistral, la realidad de contrastes de una cosa tan insignificante como un barrio a lo que día y noche se refiere.
Definitivamente, un libro un poco más largo hubiera dado mucho más de sí, quizás la historia podría haberse aprovechado mejor y estar a la altura de otros títulos, pero no lo consiguió. Le falta algo, quizá un poco de todo. En un momento se ve con claridad un intento de unir la historia de unos personajes con otros, pero no se consigue. A pesar de que en este libro entendí casi todo, menos uno o dos detalles a diferencia de Kafka, me parece que flojea un poco. Tampoco creo que la narración se encuentre del todo a la altura del autor. Sin duda una pequeña decepción, pero no deja de ser por ello un buen libro en su conjunto.
After Dark, Haruki Murakami
6
Pues vaya. Yo sí que tenía ganas de leer After Dark, aunque me has dejado un poco frío. Aun así le daré una oportunidad.
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