Desde los mismísimos orígenes de la novela moderna a raíz de la publicación de El Quijote hasta bien entrado el siglo XX, la literatura era un arte que, como todos los demás, estaba al alcance única y exclusivamente de los mejores y más grandes intelectos de cada época. Hoy no. Hoy somos testigos de cómo, por suerte o por desgracia, casi cualquier persona que tenga un mínimo de habilidad estilística, un manejo más o menos aceptable del teclado y la suerte de encontrar una editorial interesada en promocionar su obra, puede ver convertido en realidad, y de manera rápida, su sueño de escribir un libro. Este hecho provoca, bajo el punto de vista que me otorga la experiencia, que el vasto mercado literario que tenemos a nuestra disposición quede reducido a tres grandes grupos de escritores: los hay que han nacido con tinta en vez de sangre, son los grandes maestros de décadas anteriores reencarnados por así decirlo en autores que llevan con maestría el complejo arte de contar historias y cuyas obras son un auténtico deleite para el lector. Luego están los oportunistas, los que creen que juntar unas cuantas palabras hacen una frase o que son capaces de suplir su falta de talento a golpe de talonario. Son el grupo más peligroso, sus libros suelen tener gran éxito pero sus páginas están completamente vacías. Y por último, hay un grupo especial: un grupo de escritores a los que por motivos que aún me resultan extraños se les quiere dar mucho énfasis, pero que no pasan de ser uno/a más del montón. Y sintiéndolo mucho, he de decir que Kate Morton, en contra de la opinión popular, ha acabado formando parte de este último grupo. Sus dos obras han tenido un éxito considerable y la primera de ellas, El jardín olvidado, lleva varias semanas en nuestro país ocupando altos puestos en las listas de ventas. Sin embargo, cuando me embarqué en su lectura, no conseguí encontrar a lo largo de sus más de 500 páginas motivos suficientes para explicar su enorme fama.
Título: El jardín olvidado
Autor: Kate Morton
Año de publicación: 2010
Género: Novela, misterio
Editorial: Suma de letras
Páginas: 544
PVP: 21,00
ISBN: 9788483651568
Sinopsis
Londres, 1913. Una niña es abandonada en un barco con destino a Australia, sin otra posesión que una maleta con unas pocas piezas de ropa y un libro de cuentos de hadas... y vagos recuerdos de su padre contándole historias sobre Moby Dick Allí, acurrucada entre los barriles de madera, los pensamientos de la pequeña viajan a la casita del acantilado, más allá del laberinto de espinos, allí donde vivía la Autora, el lugar al que siempre le habían prohibido acercarse... "La dama, la dama me dijo que esperara...", murmura en su agonía Nell ante su afligida nieta Cassandra. La vida de la anciana se apaga inexorablemente tras noventa y cinco años de vida intensa, y después de su muerte, Cassandra recibe en herencia una cabaña y un jardín en Cornualles, unas propiedades envueltas en un halo de misterio. Decidida a averiguar el vínculo de su abuela con aquellas lejanas tierras galesas, Cassandra empieza a devanar el hilo que, de manera inesperada, unirá con el presente lo que sucedió en Londres y Brisbane tantos años atrás... una historia que tiene un punto de inflexión en 1930, el día que Nell cumplió veintiún años, el mismo día en que su padre decidió confesarle un secreto que cambiaría su vida para siempre.
"Transfirió el secreto que él y su esposa habían guardado durante diecisiete años. Esperó a ver una chispa de reconocimiento, un diminuto cambio de expresión mientras ella asimilaba sus palabras. Observó cómo los cimientos de su mundo se resquebrajaban, y la persona que había sido desaparecía en un instante."
"Transfirió el secreto que él y su esposa habían guardado durante diecisiete años. Esperó a ver una chispa de reconocimiento, un diminuto cambio de expresión mientras ella asimilaba sus palabras. Observó cómo los cimientos de su mundo se resquebrajaban, y la persona que había sido desaparecía en un instante."
Opinión
Así comienza la historia de El jardín olvidado, una niña pequeña abandonada en un barco rumbo a Australia, una joven que el día de su veintiún cumpleaños recibe una noticia terrible y una mujer que hereda de su abuela una cabaña en un pueblo perdido de la costa de Cornualles. Tres historias que, a priori, nada tienen en común, tres arcos argumentales paralelos que se convierten en el eje central sobre el que se desarrolla la novela. El jardín olvidado es una obra que en sus inicios promete intriga, misterio y cierto parecido a la novela victoriana, una lucha por descubrir la verdadera identidad de las protagonistas. Durante los primeros compases del libro, Kate Morton consigue con bastante acierto mantener la atención del lector en una trama que no tarda mucho en ramificarse de forma extrema. Estamos ante una novela repleta de detalles ínfimos, pero que luego resultan esenciales para el buen entendimiento de la historia, una novela compartimentada en capítulos muy cortos y en la que abundan unos saltos espacio-temporales tan bruscos que a veces resulta difícil retomar el hilo de la narración, una herramienta que sin duda enriquece el texto pero que a Kate Morton en esta ocasión se le parece haber escapado de las manos. Una de las cosas que sí me ha gustado en torno a este aspecto es que la historia se narra de manera elíptica, es decir, a medida que vamos conociendo más y más importantes detalles sobre el origen de la pequeña abandonada, de la búsqueda por parte de Nell de su auténtica familia y de los empeños de Cassandra por descubrir el secreto de la cabaña que ha recibido como herencia, Morton nos transporta de nuevo a los mismos pasajes de la historia, solo que ahora cobran un nuevo significado.
"Quienquiera que fuera no quería que nadie lo supiera [...], que la verdad sobre su muerte permaneciera oculta a todos para siempre. Olvidada, al igual que su jardín."
El estilo de la autora es una de las cosas que menos me han gustado de todo el libro. Se nota que intenta ser evocador con ese toque de magia tan característico de los cuentos de hadas, pero no ha conseguido despertar en mí ningún otro sentimiento que no sea el de indiferencia. Es una obra bien escrita, no lo niego, pero carece completamente del encanto propio de otros títulos que ahora me vienen a la cabeza como La sombra del viento, Kafka en la orilla o el recientemente publicado El temor de un hombre sabio, tres libros que vienen a simbolizar a la perfección cómo la prosa se puede convertir en auténtica poesía. Por otra parte, el ritmo narrativo es muy irregular, a veces lleno de acción y muy fluido, pero en otras ocasiones las descripciones tan minuciosas de las que hace gala El jardín olvidado ralentizan la lectura y perturban la concentración hasta tal punto que a veces he tenido que retroceder un par de párrafos para acordarme de lo que estaba leyendo.
Otro de los puntos "fuertes" de la novela es la inclusión de algunos cuentos de hadas extraídos de un libro recopilatorio que la niña abandonada en el barco guardaba en su maleta. Este libro constituye una de las primeras pistas a partir de las cuales se va desarrollando el argumento y es además un objeto rodeado de misterio al que se hacen referencia numerosas veces en todo el libro. Sin embargo, las historias que en él se narran me han parecido que tienen poco de hada y mucho de cuento, con detalles que rozan lo realmente absurdo.
"Bajo la vigilante mirada de la Reina de las Hadas, la princesa Rosalind y el hijo del leñador se casaron, y la dicha de la joven pareja fue tan inmensa que la magia regresó y desde entonces todos en el Reino Encantado fueron libres y felices."
A pesar de mi disgusto, no todo van a ser malas críticas. Kate Morton ha hecho un trabajo bastante bueno a la hora de dibujar los personajes de El jardín olvidado, al menos en su mayoría. A excepción de la completamente insulsa Cassandra, la nieta de Nell, todos los personajes que aparecen en la novela me han gustado tanto por su personalidad como por su participación en el desarrollo de la historia. Se trata de personajes que son muy diferentes entre sí, cada uno con sus propios defectos, virtudes y antecedentes, pero que actúan siempre de manera acorde, sin faltar a sus principios. La que más me ha gustado, por su carácter arrollador y su espíritu aventurero, es la joven Eliza Makepeace, una chica con una infancia atribulada y que de repente se ve inmersa en casa de su noble tío, un hogar donde nadie la quiere, rodeada de personas que viven en la infelicidad por pensar demasiado en las cosas que les faltan y no apreciar las que ya tienen. Por otra parte, la tía Adeline también me ha resultado de lo más carismático y a pesar de su carácter avinagrado, por dentro es tan solo una madre que mira por el bien de su hija. Hay muchos otros personajes dignos de ser mencionados, pero como no me caben todos, solo puedo volver a recalcar la excelente labor de Kate Morton en este apartado.
"El corazón de Adeline se encogió de miedo. Su querida niña, cegada por las locas ideas del amor. ¿Como decirle que lo corazones de los hombres no se ganan con tanta facilidad? Y que si se ganan, rara vez se conservan..."
¿Y qué decir del final? Bueno, a pesar de mis reticencias sobre los saltos temporales mencionados anteriormente, tengo que admitir que Morton ha sabido conjugar las diferentes tramas de manera sobresaliente para que todas confluyan en un final en el que se responden todas las preguntas planteadas de forma coherente pero que, eso sí, lo he encontrado completamente previsible, y desde bastante lejos del final. En general, El jardín olvidado ha resultado ser un buen libro pero, a riesgo de parecer excesivamente crítico, he preferido resaltar sus puntos flacos frente a sus virtudes porque después de haberlo leído me choca muchísimo que lo etiqueten en algunos sitios como "la novela del año". Pues bien, no lo es. Quizá con menos páginas lo hubiera sido. El jardín olvidado no es una mala novela, he disfrutado en ciertos momentos de su lectura, sobretodo a principio y al final, pero me ha resultado un libro un poco pesado. Cierto es que cada uno tiene su opinión y sus gustos, y si yo quiero decir que es el mejor libro que he leído en mi vida, estoy en mi completo derecho. Sin embargo, yo prefiero ser objetivo y decir que, por culpa de las altas expectativas que tenía puestas en este libro debido a lo bien que la gente habla de él, me he llevado un pequeño chasco. Espero que me sirva de lección.
Así comienza la historia de El jardín olvidado, una niña pequeña abandonada en un barco rumbo a Australia, una joven que el día de su veintiún cumpleaños recibe una noticia terrible y una mujer que hereda de su abuela una cabaña en un pueblo perdido de la costa de Cornualles. Tres historias que, a priori, nada tienen en común, tres arcos argumentales paralelos que se convierten en el eje central sobre el que se desarrolla la novela. El jardín olvidado es una obra que en sus inicios promete intriga, misterio y cierto parecido a la novela victoriana, una lucha por descubrir la verdadera identidad de las protagonistas. Durante los primeros compases del libro, Kate Morton consigue con bastante acierto mantener la atención del lector en una trama que no tarda mucho en ramificarse de forma extrema. Estamos ante una novela repleta de detalles ínfimos, pero que luego resultan esenciales para el buen entendimiento de la historia, una novela compartimentada en capítulos muy cortos y en la que abundan unos saltos espacio-temporales tan bruscos que a veces resulta difícil retomar el hilo de la narración, una herramienta que sin duda enriquece el texto pero que a Kate Morton en esta ocasión se le parece haber escapado de las manos. Una de las cosas que sí me ha gustado en torno a este aspecto es que la historia se narra de manera elíptica, es decir, a medida que vamos conociendo más y más importantes detalles sobre el origen de la pequeña abandonada, de la búsqueda por parte de Nell de su auténtica familia y de los empeños de Cassandra por descubrir el secreto de la cabaña que ha recibido como herencia, Morton nos transporta de nuevo a los mismos pasajes de la historia, solo que ahora cobran un nuevo significado.
"Quienquiera que fuera no quería que nadie lo supiera [...], que la verdad sobre su muerte permaneciera oculta a todos para siempre. Olvidada, al igual que su jardín."
El estilo de la autora es una de las cosas que menos me han gustado de todo el libro. Se nota que intenta ser evocador con ese toque de magia tan característico de los cuentos de hadas, pero no ha conseguido despertar en mí ningún otro sentimiento que no sea el de indiferencia. Es una obra bien escrita, no lo niego, pero carece completamente del encanto propio de otros títulos que ahora me vienen a la cabeza como La sombra del viento, Kafka en la orilla o el recientemente publicado El temor de un hombre sabio, tres libros que vienen a simbolizar a la perfección cómo la prosa se puede convertir en auténtica poesía. Por otra parte, el ritmo narrativo es muy irregular, a veces lleno de acción y muy fluido, pero en otras ocasiones las descripciones tan minuciosas de las que hace gala El jardín olvidado ralentizan la lectura y perturban la concentración hasta tal punto que a veces he tenido que retroceder un par de párrafos para acordarme de lo que estaba leyendo.
Otro de los puntos "fuertes" de la novela es la inclusión de algunos cuentos de hadas extraídos de un libro recopilatorio que la niña abandonada en el barco guardaba en su maleta. Este libro constituye una de las primeras pistas a partir de las cuales se va desarrollando el argumento y es además un objeto rodeado de misterio al que se hacen referencia numerosas veces en todo el libro. Sin embargo, las historias que en él se narran me han parecido que tienen poco de hada y mucho de cuento, con detalles que rozan lo realmente absurdo.
"Bajo la vigilante mirada de la Reina de las Hadas, la princesa Rosalind y el hijo del leñador se casaron, y la dicha de la joven pareja fue tan inmensa que la magia regresó y desde entonces todos en el Reino Encantado fueron libres y felices."
A pesar de mi disgusto, no todo van a ser malas críticas. Kate Morton ha hecho un trabajo bastante bueno a la hora de dibujar los personajes de El jardín olvidado, al menos en su mayoría. A excepción de la completamente insulsa Cassandra, la nieta de Nell, todos los personajes que aparecen en la novela me han gustado tanto por su personalidad como por su participación en el desarrollo de la historia. Se trata de personajes que son muy diferentes entre sí, cada uno con sus propios defectos, virtudes y antecedentes, pero que actúan siempre de manera acorde, sin faltar a sus principios. La que más me ha gustado, por su carácter arrollador y su espíritu aventurero, es la joven Eliza Makepeace, una chica con una infancia atribulada y que de repente se ve inmersa en casa de su noble tío, un hogar donde nadie la quiere, rodeada de personas que viven en la infelicidad por pensar demasiado en las cosas que les faltan y no apreciar las que ya tienen. Por otra parte, la tía Adeline también me ha resultado de lo más carismático y a pesar de su carácter avinagrado, por dentro es tan solo una madre que mira por el bien de su hija. Hay muchos otros personajes dignos de ser mencionados, pero como no me caben todos, solo puedo volver a recalcar la excelente labor de Kate Morton en este apartado.
"El corazón de Adeline se encogió de miedo. Su querida niña, cegada por las locas ideas del amor. ¿Como decirle que lo corazones de los hombres no se ganan con tanta facilidad? Y que si se ganan, rara vez se conservan..."
¿Y qué decir del final? Bueno, a pesar de mis reticencias sobre los saltos temporales mencionados anteriormente, tengo que admitir que Morton ha sabido conjugar las diferentes tramas de manera sobresaliente para que todas confluyan en un final en el que se responden todas las preguntas planteadas de forma coherente pero que, eso sí, lo he encontrado completamente previsible, y desde bastante lejos del final. En general, El jardín olvidado ha resultado ser un buen libro pero, a riesgo de parecer excesivamente crítico, he preferido resaltar sus puntos flacos frente a sus virtudes porque después de haberlo leído me choca muchísimo que lo etiqueten en algunos sitios como "la novela del año". Pues bien, no lo es. Quizá con menos páginas lo hubiera sido. El jardín olvidado no es una mala novela, he disfrutado en ciertos momentos de su lectura, sobretodo a principio y al final, pero me ha resultado un libro un poco pesado. Cierto es que cada uno tiene su opinión y sus gustos, y si yo quiero decir que es el mejor libro que he leído en mi vida, estoy en mi completo derecho. Sin embargo, yo prefiero ser objetivo y decir que, por culpa de las altas expectativas que tenía puestas en este libro debido a lo bien que la gente habla de él, me he llevado un pequeño chasco. Espero que me sirva de lección.
Puntuación
El jardín olvidado
3.5/5
Intrigante
La verdad es que me llama mucho ^_^
ResponderEliminarA mí me llamaba la atención pero ya veo que no es nada del otro mudno. Es una pena cuando la historia de le va al autor de las manos.
ResponderEliminarPues sí, es una pena lo que comentas de los autores. Y ya con la autoedición hay muchos más de ésos...
Beeeeeeeesos
Sólo he leído Tokio Blues de este autor y llegué a la conclusión de que tienes que conectar con su prosa para que te guste, pero una vez has conectado, te encanta sin más. Yo desgraciadamente no llegué a conectar.
ResponderEliminarMuy buen blog, muy bien organizado y bonito visualmente.
Te sigo. Te invito a pasarte por el mío.
Besos.
Probablemente, esta reseña sobre "El jardín olvidado" sea la más crítica que he leído hasta ahora, por eso me ha gustado compararla con mis impresiones, bastante favorables. Como es lógico, no coincidimos en muchas cosas. Aun así, me ha sorprendido gratamente la valoración final, pues esperaba un resultado más bajo. ¡Espero que puedas disfrutar más de tu próxima lectura! ¡Un abrazo!
ResponderEliminar@Jesús A ver, El jardín olvidado no es una novela que no me haya gustado. Como digo, es solo que prefiero recalcar sus fallos porque esperaba que me iba a gustar mucho más.
ResponderEliminarEs la mejor reseña que he leído y si la hubiera visto antes creo que no lo habría leído pero en fin es un libro sobrevalorado lento y demasiado repetitivo 544 páginas para que lo interesante salga en menos de 20 páginas a mí no me gusto me pareció muy de telenovela soso y hasta desagradable la historia de Rose, entre otras cosas también creo que es un poco ofensiva la descripción hacia las mujeres que no quieren hijos y discriminatorio para las que no pueden tenerlos, un libro muy bizarro y fácil de olvidar.
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